Capítulo 12

La relación entre Máximo y Lauren va cada día mejor, ya cumplen cinco meses de ser novios, los padres de Máximo viajarán a Colombia para conocerla, el encuentro será en casa de la abuela.

Máximo antes de aceptar que fuera ahí, habló con su abuela para dejarle en claro que Lauren es la mujer con la que quiere pasar el resto de su vida y que si se opone o les hace desplantes a ella o a sus hijos, él se molestará.

La abuela, por supuesto, tiene sus reservas, Lauren representa todo lo que no le gusta, es mayor que su nieto, madre soltera y viuda, pero su nieto es más importante que sus prejuicios.

Se comprometió a guardar compostura y si es necesario morderse la lengua para no decir cosas indebidas. Ella sabe que su nieto no le perdonaría si por algún motivo afecta su relación. Aunque no piensa ponérsela fácil a la mujer, antes de aceptarla se asegurará de que es apta para su mayor tesoro, que es su nieto.

Máximo conduce el carro que los llevará hasta Santa Fe De Antioquia, lugar donde está ubicada la finca de la abuela; Lauren va ocupando el puesto de copiloto y sus hijos van en la parte de atrás.

Hasta cierta parte del camino van felices, comiendo dulces típicos que compraron en el recorrido, pero de un momento a otro Lauren comenzó a sentirse mal.

Máximo tuvo que estacionar a un lado de la carretera, su mujer necesitaba vomitar.

- Quizá me cayeron mal las brevas en almíbar _ en ocasiones no tolera bien el dulce y es peor si está viajando, pero de verdad se le antojaron y no pudo evitar comerlas.

Finalmente, llegan a la finca más tarde de lo esperado, el recorrido que debió tardar una hora y media, demoró dos horas y cuarenta minutos a causa de las continuas paradas por el malestar de Lauren.

La familia de Máximo sale a recibirlos, hacía un bien tiempo no se reunían, así que están emocionados por el reencuentro. Siempre será agradable volver a abrazar a aquellas personas por las cuales se tiene un profundo cariño.

Máximo presenta a su novia y a los chicos, los padres los saludan emocionados; desde ya los adoptan como nietos, para ellos también fue difícil la perdida del bebé de Máximo, así que ellos suplirán un poco ese vacío.

Santiago y Nátali se acercan a saludar a la abuela, se nota que es una viejita cascarrabias pero muy amable.

Aunque los chicos son un amor y a ella se le derritió el corazón al verlos, finge dureza, no se la pueden ganar así tan fácilmente, "el que quiera azul celeste, que le cueste", piensa la dulce anciana.

- Muchacha, estás muy pálida, ¿te sientes mal? _ pregunta el padre de Máximo preocupado. Teme que se le haya bajado la presión por los nervios.

A decir verdad, la abuela también lo había notado, pero ella ya tiene su teoría para eso.

- Algo me cayó mal durante el viaje, creo que unas brevas, pero ya me siento un poco mejor _ responde Lauren restándole importancia, no quiere preocupar a sus suegros.

La abuela la mira con insistencia, lo cual la pone bastante inquieta, se siente como si fuera a ser sentenciada al paredón.

- Venga a la cocina, le voy a dar una aromática para que le relaje ese estómago _ la abuela indica el camino hacia allí.

Margarita es una señora con sus raíces paisas bien arraigadas, tiene un acento muy marcado, su manera de hablar es como si siempre estuviera dando órdenes, o regañando, aunque en el fondo es muy dulce, servicial y buena persona.

Lauren se siente mejor después de tomar lo que la abuela preparó, así que pasan a la mesa a almorzar.

Un delicioso sancocho de gallina criolla, arroz, aguacate y arepa es el menú que Margarita les ofrece, pero para Lauren fue el detonante para que regrese el vómito.

Máximo va con ella al baño, sostiene su cabello con dulzura, unos minutos después está más tranquila y regresan al comedor.

Lauren hace lo posible por controlar sus náuseas, siente que es muy grosero de su parte, pero no lo puede controlar.

- ¿Para cuándo es el matrimonio? _ inquiere la abuela Margarita _ ¿o acaso piensan traer a mi bisnieto al mundo como un hijo ilegítimo? _ las palabras de Margarita dejan a todos con la boca abierta, incluyendo a la misma Lauren.

Lauren mira asustada a Máximo, apenas acaba de conocer a la familia y ya la quieren casar, ¿bisnieto?, ¿de qué habla?, reflexionan ambos.

La abuela al ver la confusión en la pareja, confirmó sus sospechas, ese par se han comido el pastel antes de la boda y no se cuidaron.

- ¿Acaso no sabes que estás embarazada, muchacha? _ la abuela tiene una sonrisa socarrona en sus labios. Está segura de que en los planes de Lauren no estaba traer ese bebé al mundo, pero está feliz de que eso haya pasado.

- Eso es imposible _ responde Lauren muy segura de sus palabras.

La abuela suelta una carcajada, ese par no saben nada de la vida.

- Lauren ya no puede tener más hijos, abuela _ Máximo explica lo de la cirugía, pero no estaba preparado para la reprimenda que le esperaba.

- ¡Muchacho insolente!, ¿crees que estas canas son dibujadas? _ habla la abuela furiosa señalando su cabello _ no señor, estas canas son pura sabiduría, tengo ochenta y dos años y si digo que esta muchacha está embarazada es porque estoy completamente segura y ni tú ni nadie van a poner en tela de juicio mi palabra.

Maximiliano mantiene su postura respetuosa frente a su abuela que lo apunta con el dedo, ni él, ni Lauren se atreven a cuestionarla, aunque no creen que lo que ella dice sea posible, no piensan hacerse regañar de nuevo.

Margarita le pregunta a Lauren qué le apetece para almorzar, ella dice que comerá arroz con aguacate, pero la abuela se molesta, haciéndola confesar que quiere un caldo de huevo, así que se lo prepara rápidamente.

El tema del matrimonio no se vuelve a tocar por el resto del día y por suerte lo del embarazo tampoco, aunque la pareja no lo creen posible, todos los demás están felices con la noticia, sobre todo Nátali y Santiago que desde ya, se pelean sobre quien va a cuidar el bebé, quién le va a dar su tetero, quién lo va a vestir, en fin, los chicos están emocionados ante la posibilidad de tener otro hermanito.

La familia pasa un fin de semana agradable y en armonía, todos tratan a Lauren como una mujer embarazada, nadie se atreve a dudar de las palabras de la matriarca de la familia. Todos valoran su vida, temen perderla a manos de una abuela furiosa e indignada.

El domingo en la tarde Máximo regresa con Lauren y los chicos a la ciudad de Medellín, deben madrugar al día siguiente a sus labores, pero van felices, el paseo fue todo un éxito, los padres y abuela de Máximo los trataron de maravilla, Santiago y Nadia le ayudaron a Margarita con su jardín y así acabaron de ganar su corazón.

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