capítulo 18 Si me casaría contigo

Solo había dormido por cuatro horas, Esmeralda, el dolor la despertó al no tener la intravenosa para calmar el dolor, se comenzó a quejar despertando a su guapo hombre.

— Perdóname por despertarte, es solo que no soporto el dolor de mi espalda y el de mi cabeza.

— No hay problema mi amor, deja busco el medicamento.

— No es necesario, yo lo busco.

— Entiende que no, parándose rápido fue por las pastillas y un vaso de agua— toma amor.

— Gracias.

— Deja, te voy a sobar con una pomada que me vendió una señora que estaba saliendo del aeropuerto, la vi con sus cosas en el piso y me remordió la conciencia, según me dijo que quita los dolores, pero que al ser muy caliente no se debe mojar ni bañar cuando se aplicará la pomada.

— Está bien, lo que quiero es seguir durmiendo y también dejarte dormir a ti guapo.

— En la salud y la enfermedad.

— Practicando antes de casarnos.

— Con un rostro sorprendido y voz un poco temblorosa, Dragos, pregunto, ¡De verdad te casarías conmigo!.

— Esmeralda, sin dudar por primera vez en su vida, contesto, «sí».

— ¡Doamne Dumnezeule!

— Que has dicho.

— ¡Santo Dios! En rumano, me has hecho el hombre más feliz del mundo nuevamente, mi amor, con lo que me has dicho ahora tengo la posibilidad de que te cases conmigo en un futuro cercano y eso es todo lo que necesito, gracias.

— No tienes que darme las gracias Dragos, la verdad ni yo misma me lo creo, pero toda mi vida ha sido de esperar y esperar pensando siempre en los demás dejando a un lado mi propio bienestar en todos los aspectos, sabes cuántas veces dejé de comer por comprarles comidas a mis padres, sabes cuántas veces tuve que pedir dinero a las personas en la calle para tomar el transporte porque mi dinero se lo daba a mi madre para sus medicamentos que no tenía el seguro, sabes cuántas veces me fui a la cama sin comer y cenar por juntar dinero y poder sacar copias para algún libro de la escuela o proyecto, sabes veces me enferme y nadie, nadie de mi familia se preocupó por mí como lo has hecho tú en tan solo 6 días, sería una ciega y estúpida si no me diera cuenta de esos simples detalles que hablan más que mil palabras.

— Vaya, no pensé que tu vida fuera así como lo planteas, de verdad lamento todo lo que has pasado, no tengo como retroceder el tiempo y no haber permitido que te pasará eso, pero ahora estoy aquí para ti, porque te amo y las parejas están para apoyarse en las buenas y en las malas.

— Gracias mi guapo y sexi rumano.

Dragos le dio un tierno beso en la boca y le quitó su pijama con mucho cuidado, coloco un poco de pomada en las palmas de sus manos, las frotó por un minuto y después la esparció por la espalda de Esme, esto lo hizo tres veces posteriormente le coloco su pijama nuevamente la abrazo y le comenzó a cantar una canción de cuna en rumano.

— În pădurea cu alune

În pădurea cu alune

Aveau casă doi pitici.

Vine pupăza şi spune:

Vreau să stau şi eu aici!

Pu, pu, pu, pu, pu, pu,

Vreau să stau şi eu aici!

Pu, pu, pu, pu, pu, pu,

Vreau să stau şi eu aici!

Iată vine şi-o broscuţă,

Ţop, ţop, ţop, sărind mereu.

Dacă e loc în căsuţă,

Tare aş vrea să stau şi eu

( Canción En el bosque con avellanas,)

Dos enanos tenían una casa.

Viene una abubilla y dice:

“¡Quisiera quedarme aquí!

¡Pu, pu, pu, pu, pu, pu!

¡Quisiera quedarme aquí!

¡Pu, pu, pu, pu, pu, pu!

¡Quisiera quedarme aquí!”

Aquí viene una ranita,

Hop, hop, hop, siempre saltando:

“Si hay sitio en la casita,

Me gustaría realmente quedarme también.

Así canto Dragos hasta que ella se quedó dormida, tomo el celular y se comunicó con el investigador Alberto, pidiéndole que investigar si la tía de Esme seguí en su casa y si por alguna razón ella ya no se encontraba, que la buscara por cielo, mar o tierra, pero tenía que pagar de una u otra forma el daño ocasionado a su bella Esme.

Después de colgar se acomoda a lado de su futura mujer, la abrazo acercándola a su pecho y así se quedó dormido hasta la mañana siguiente.

Esmeralda se despertó primero, pensó que la pomada que le aplicó Dragos le cayó de maravilla porque se le quitó el dolor, pero mientras pensaba aquello observó que en aquella cama estaba el hombre más guapo de sobre la tierra, claro eso pensaba ella, se dedicó a contemplar su rostro, de verdad era perfecto, su cabello alborotado como la melena de un león, su cuerpo que estaba de lado con sus brazos sobre la cama dejaban ver su pecho bien trabajado lleno de ese vello entre rubio, café claro y café oscuro, jamás se imaginó tener un monumento de hombre con esa envergadura y que decir de su virilidad, por un momento lo comparo con aquel primer hombre que le bajo la luna y las estrellas y que ella estúpidamente le creyó, claro no tenía nada que ver un hombre con el otro, pero al haber conocido un solo hombre en el área de lo sexual, pues, no lo pudo evitar, claro también estaban los pe**es de los hombres que llegó a ver en videos triple X, percatándose que eran más parecidos a esos que al primero, se ruborizó por completo claro que no se le notaba por los golpes, pero al recordarlo detrás de ella en la bañera, por un momento se lo imagino dentro de ella, pero sabía que tenía que ir lento o bueno eso creía ella, pero no se imagina que no podrán cumplir aquel contrato de primera base y segunda base, tomo valor y comenzó a pasar sus dedos por la mandíbula marcando el contorno de ese bello rostro, después paso sus dedos por los músculos marcados en su brazo izquierdo, hasta llegar a su mano y acariciar esos bellos de su brazo.

— Si sigues así, despertarás a mi león y ahora mismo no puedo hacerte nada, será un verdadero castigo para mi amor.

— Lo siento, solo… Mmm…

— Ja, ja, ja te ves hermosa por las mañanas, lo sabías, estaba bromeando, puedes tocarme lo que quieras mi amor.

— Eres realmente muy guapo, y quería tocarte y puedo sentir que tu piel es sube para ser hombre.

— Gracias por tu piropo, y mira que no me pongo otra cosa más que mi crema corporal, mi desodorante y claro no puede faltar mi loción.

— Pues me encanta tu piel, bueno, no solo tu piel, me gustas todo tú, pero lo que más amo es tu personalidad y tus acciones que dicen más que las palabras, eres tan transparente que me dejas ver tu corazón, lo que realmente eres, todo un hombre de palabra y más.

— Gracias amor, si me sigues diciendo eso me volveré un engreído eee, quieres algo en especial para desayunar.

— Me gustaría que no te movieras de dónde estás por el día de hoy.

— Así estaremos hasta que te compongas mi vida, así que si quieres pedimos comida a domicilio por estos días te parece, ya después bajaremos a preparar de comer.

— Me parece una buena idea, por ahora solo quiero tenerte para mí.

— Mmm me encanta que me quieras solo para ti, y soy todo tuyo mi amor.

Así pasaron dos días seguido, en donde un, Dragos, amoroso y consentidor, la bañaba y colocaba aquella pomada para mitigar su dolor y por fin pudieran salir de esas cuatro paredes, no le importaba nada mientras estuviera con esa mujer, que le había cambiado su vida por completo.

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