capítulo 8 Mata pasiones.

— Me has hecho el hombre más feliz del mundo, no te arrepentirás de esta decisión, créeme.

— Eso espero, lamento romper este mágico momento, pero me tengo que ir, la que se me va a armar cuando llegue a mi casa.

— No te preocupes, yo te llevo.

— «No», no es necesario, yo me puedo ir sola, si te ven llegar conmigo para qué te cuento, en primera me matan para después revivirme y desheredarme, de verdad, créeme que me irá muy mal.

— Me pides algo imposible, preciosa, no puedo y ni te voy a dejar irte sola, mira lo más seguro es que pensaras mal, quédate conmigo, tú dormirás en la cama y yo en el sofá, por la ropa no te preocupes, ya lo solucionaremos.

— No lo sé, siento que estamos empezando al revés, se supone que yo tendría que dormir contigo en una misma habitación después de varias salidas o bueno, eso es lo que se hace comúnmente.

— Ja, ja, ja somos una pareja de novios poco convencionales, no aremos nada, te respetaré hasta que tú quieras dar ese siguiente paso.

— No sé qué es lo que tienes, yo creo que eres brujo, porque me has convencido, “otra vez”, solo necesito hablar a mi casa, por favor no vayas a hacer ruido.

— Claro que no, preciosa marca desde mi celular no tienen forma de rastrear mi número.

Esme totalmente convencida por las palabras de su nuevo novio, marco a su casa, estaba excesivamente preocupada, nunca en su vida les había mentido a sus padres, porque tenía la suerte que no sabía mentir y siempre la cachaban, es la mentira, así que ahora estaba sacando valor de quién sabe dónde, cuando contestaron del otro lado de la línea, contesto su madre.

— Hola mamá, soy Esmeralda.

— Donde diablos estás, sabes la hora que es, hace tres horas que deberías de estar aquí para preparar la cena para tus padres que ya no pueden solos y de tus hermanos, que pasa contigo — aquellas palabras las decía entre enojada, muy enojada y con voz de afligida, pues, no tenían a su criada y dime los eran unos inútiles que no podían valerse por sí mismos y manipuladora cosa que nuestra querida Esme no se percataba o no lo quería captar —.

— Lo siento mamá — con voz tranquila, sin mostrar un rastro de nerviosismo, porque si no la cacharían—, mi jefa me pidió la apoyará a cuidar a su papá, pues la enfermera estará faltando unos días, solo que ella me diría cuáles tendría que quedarme, yo tengo que aceptar es un trabajo madre.

— Tan siquiera te pagará más, porque de algo te tiene que valer, ¡No!.

— No lo sé todavía, probablemente sí, pero si forma parte de mi trabajo sin pago extra lo tengo que aceptar.

— Hay ya cállate inútil, bueno mañana te esperará todo tu quehacer ni creas que lo aremos, nosotros no tienes criadas, adiós.

Dragos escuchaba todo desde el baño, no estaba tan perdido, sabía que en su casa probablemente la trataran mal o algo por el estilo, pero dejaría que ella se abriera a él poco a poco.

— Todo solucionado, preciosa.

— Sí, todo bien, mmm me podré dar un baño antes de dormir.

— Mi vida, no me pidas permiso, ves todo lo que está aquí— con su mano derecha le señalo toda la habitación—.

— Si— contesto tímidamente—.

— Bueno, pues es tuyo también, quieres pedir algo, no te preocupes y pídelo lo que sea todo corre por mi cuenta, por cierto cuando salgas de bañarte tendrás una sorpresa, anda báñate.

— Gracias, no me tardo.

El baño fue increíblemente placentero para Esme, siempre se bañaba con una cubeta calentada con un calentador eléctrico, pues, no la dejaban bañarse con el agua del boiler, que según porque se terminaba el gas y ella no daba para pagarlo, en ese momento si tío el agua caliente recorrer todo su cuerpo, el champú que tenía el hotel olía según ella a frutas cítricas, estaba extasiada, no quería salir del baño el jabón se sentía cremoso en su piel cuando lo pasaba de un lado a otro, cuando por fin despidió salir con la bata de baño y secándose su cabello, busco con la mirada a Dragos, para encontrarlo recostado en la cama sin camisa viendo la televisión, trago en seco, se veía Sumamente sexy, con su cabello amarrado en una coleta con sus pies cruzados, sus bíceps marcados y ese lavadero, hasta que la saco de sus pensamientos.

— Disfrutaste tu baño, verdad preciosa.

— Mm sí, tiene años que no me bañaba con regadera y el agua así de caliente, porque me encanta bañarme con el agua hirviendo, de verdad gracias por permitirme disfrutar de esto.

— No me des las gracias, mira acércate, te compré esto, no sé cuál sea de tu agrado, son algunas pijamas, ropa interior y alguna ropa de vestir.

— ¡Por dios! Son hermosos, pero te has de ver gastado una fortuna, ya viste las marcas, no deberías comprarme esto, no tengo como pagártelo.

— No te lo estoy cobrando, es un pequeño regalo por ser mi novia, cuál te gusta.

— Me gustan todos, aunque la ropa interior no es lo que suelo usar.

— ¿No?, Entonces cuál usas.

— Pues uso las mata pasiones.

— ¡Mata pasiones!, Perdona mi ignorancia preciosa, pero esas cuáles son.

— Estás — Esme le enseñó con mucha pena y sus mejillas sonrojadas, el calzón que traía puesto y había lavado en el baño—.

— Ja, ja, ja ahora si me has hecho reír, jamás pensé que esas pantaletas fueran mata pasiones, pero estoy seguro de que con cualquier cosa que te pongas te vas a ver hermosa.

— Ja, ja, ja ahora fuiste tú el que me hizo reír, no sé que tengas en los ojos, estoy segura de que con esto que me has comprado se me saldrían las lonjas por los lados y te quedarías sin libido.

— Eso sí que me molesta, ponte cualquiera y te enseñaré que no te verás mal, vamos póntelas.

Esme escogió un coordinado en color lila, con una pantis de encaje, y un braseare del mismo material que dejaba ver sus pe**nes, no era provocativo, pero en su cuerpo curvilíneo se le vía hermoso.

— No voy a salir así, mejor pásame otro sí.

— No, sal con el que te di, estoy seguro de que se te verá hermoso, mejor dicho daría mi vida por ello.

— Está bien, no te vayas a reír.

Esme salió, con miedo y los nervios de punta, pensaba que al verla le daría asco ver cómo cuelgan sus lonjas o ver algunas estrías en su cuerpo, cundo ella estaba segura de que sus antiguas conquistas eran modelos o algo por el estilo, se paró un poco jorobada para cubrir lo que podía su cuerpo, alzó su vista y se dio cuenta de que Dragos no decía ni una palabra, está ahí parado como estatua, solo veía sus ojos como la recorrían de arriba hacia abajo, ella no estaba viendo lo mismo que él, él veía a una mujer hermosa, se relamió los labios queriendo saborear cada parte de su cuerpo, esos senos grandes, y qué grandes se decía él, y ese, ese monte de venus sin ningún vello, estaba perdido en pensamientos sucios con ganas de meter la cabeza entre esas piernas bien torneadas y con carne, siempre había tenido mujeres muy delgadas que tenían piernas largas y flacas, sin nada que agarrar, y ella estaba ahí mirando las expresiones de su rostro sin poder descifrarlas.

— Sabía que me vería mal, será mejor que mi lo quité.

— No, espera, perdona mi silencio, si vieras lo mismo que veo yo, créeme que te quedarías sin palabras, te ves realmente hermosa, hermosa se queda corto, me dan ganas de tomarte aquí mismo y hacerte el amor una y otra y otra vez, me encanta tu cuerpo es hermoso, esos… esos senos son, no sé cómo decirlo sin que lo tomes a mal o vulgar, pero son tan deliciosos, me dan ganas de saber si caben en mi mano, perdóname preciosa, pero si supieras todo lo que pensé mientras mis ojos recorría tu cuerpo, saldrías corriendo de esta habitación.

— Todo eso provoqué en ti.

— Eso y mucho más, créete lo que te digo, te ves hermosa, ahora será mejor que te vayas a dormir, mañana yo te llevo a tu trabajo.

— Pues… gracias por tus palabras un poco subidas de tono, dime te gustaría dormir conmigo, no me gustaría que siendo tu habitación y que tú la estés paga do tengas que dormir en el sillón, con ese tamaño que tienes, dormirás muy incómodo.

— Y lo que te falta ver pequeña, pero será después, estás segura de lo que me dices, no quiero que te sientas incómoda.

— Incómoda, ya estoy, con otra cosa más que agregarle a mi incomodidad, no creo que me afecte más.

Dragos, ni tarde ni perezoso, le tomo la palabra, se quedó solo en bóxer y se metió con ella a la cama, por un momento los dos se acomodaron cada uno en su esquina, muy respetuosos y toda la cosa, pero por dentro estaban como niños curiosos ante al descubrimiento de algo nuevo, con ganas de seguir descubriendo estás nuevas sensaciones para los dos, así que los dos decidieron inconscientemente como jalados al mismo tiempo voltearon y quedaron mirándose fijamente a los ojos.

Que pasara con ellos:

¿Se dejarán llevar por esa curiosidad y terminarán teniendo sexo?

¿Solo conversarán?

Que pasara ahora

Les pondré como son los personaje

ESTA ES NUESTRA PROTAGONISTA PERO SOLO CAMBIEMOS EL COLOR DE LOS OJOS.

ESTE ES NUESTRO PROTAGONISTA

ESTA ES NUESTRA QUERIDA ANCA

ESTA ES VERONICA

EL SEÑOR ROLUCA KOVACS

LA ODIOSA DE PATRICIA

EL MEJOR AMIGO