capítulo 10 El acuerdo entre Esme y Dragos

Cuando llegó al punto de reunión del día anterior, Dragos no perdió la oportunidad cuando la vio, la tomo de su cintura y la atrajo a él para poder besarla, ella nunca había besado un hombre, ni siquiera cuando perdió su virginidad, pero ¿cómo es que sabía besar tan bien?, Bueno porque se ponía a practicar besando la palma de su mano cuando se encontraba bañándose, o en su cuarto cuando estaba sola, llegó a ver vídeos de cómo aprender a besar, claro está que era totalmente diferente a la práctica con un hombre, pero le podía seguir muy bien el ritmo a los besos de Dragos, como estaban en medio de la banqueta por donde pasaba la gente, él se separó un poco.

— Vamos al hotel, preciosa quieres ir de nuevo.

— Me encantaría.

— Preciosa que te parece si vamos al restaurante del hotel y después a la habitación.

— Mmm me gustaría mucho, pero no estoy vestida apropiadamente para ese tipo de restaurantes, por lo que leí es unos de los 10 mejor restaurantes 5 estrellas de la Ciudad de México.

— Eso es correcto, pero no importa lo que lleves puesto, te ves hermosa— aquellas palabras salieron mirándola a los ojos de borrego a medio morir y con una voz muy tranquila—.

— Ja, ja, ja está bien, con esos ojos y esa carita de perrito regañada como no decirte “sí”.

— Excelente, preciosa, vamos entonces.

Una vez llegaron al restaurante del hotel, la Hostes les dio la bienvenida de manera atenta y le brindó una sonrisa cálida y sin prejuicios a Esme, los dirigió a la mejor mesa y conforme iban caminando las meseras miraron de forma despectiva y con cara de asco a la acompañante del hombre más guapo hospedado en el hotel según ellas.

— Le dejo la carta caballero.

— Si por favor, pero son dos cartas— Esme interrumpió a Dragos tomando su mano—.

— No te preocupes, podrías tú indicarme qué platillo escoger, por favor.

— Estás segura.

— Muy segura, gracias.

— Me trae a mí un Rodaballo «maître d’Hôtel» con ajo negro, y para mi novia le trae Corvina con salsa de chile dulce, y para tomar traes un vino espumoso Pinot Rose, ahora puedes retirarte, —mirando a Esme— este vino te va a encantar por si no has probado uno nuca, este tiene un gusto frutal y fresco, sé que te gustará.

— Gracias, en realidad es la primera vez que pueblo algo como lo que has pedido y espero que sepa bueno, después seré yo la que te invite a comer, solo deja que me paguen.

— No es necesario que me invites nada, solo dime a dónde quieres ir a cenar y vamos.

— Claro que no, también nosotras las mujeres podemos invitarte.

— Bueno, acepto, pero no quiero que se haga muy frecuente que tú pagues, de acuerdo.

— Ja, ja, ja está bien, además mi salario no me alcanzaría para hacerlo tan frecuente.

Mientras cenaban, platicaban de sus vidas, ella le comento que había estudiado para Trabajadora Social y que había obtenido una beca que le permitió seguir estudiando, a la vez ella hacía quehacer en otras casas para poder pagar sus cuadernos o algún libro que pidieran, todavía no tenía confianza para contarle todo lo que le pasaba, esperaba con el tiempo poderle contar.

Por otro lado, él le contó que él no tuvo que sufrir como ella para estudiar, su padre tenía una solvencia económica muy buena, pero él quería ser arquitecto desde muy pequeño, también le comento que su madre murió cuando su hermana tenía 15 años, que sufrieron de sobremanera por la perdida de su mamá, ella era un pilar muy importante para su hogar al grado que su padre había tomado demasiado sin pensar en las consecuencias, manejo por una carretera de Rumanía y sufrió una accidente automovilístico que lo había dejado inmovilizado de la cintura para abajo, cambiando su residencia a Estados Unidos de América para terapias en los mejores hospitales cosa que le habían ayudado mucho, pero con la pandemia dejaron las terapias de rehabilitación, y que su padre se había desanimado tanto que ahora ya no quería tomar nada y eso fue motivo para viajar a este hermoso país México aparte que a su padre le encantaba.

Una vez que terminaron de cenar se fueron a la habitación, Esme nuevamente hablo a su casa dando la misma escusa, su madre puso el grito en el cielo, pero lo acepto porque sabía que manipulando a su hija podría obtener lo que quisiera para ella y su familia, así que solo le dijo ven cuando puedas pero traes comida.

— Quieres darte un baño primero o vemos tele.

— Me baño y después vemos tele, te parece.

— Lo que tú digas preciosa.

Una vez que ya estaba bañada y cambiada Esme se sentó junto a Dragos, escogieron una película de suspenso, el rodio con su brazo pasando por sus hombros y la atrajo hacia ella y comenzó a acariciar su brazo con la llena de sus dedos, con su mano libre la tomo de su barbilla para que ella lo pudiera ver a los ojos, le dio un tierno beso, después otro y otro hasta que el beso se volvió más intenso, ella se acomodó recostando su cabeza en las piernas de él, sus lenguas en un baile constante estaban elevando la temperatura de sus cuerpos, una de las manos de él comenzó a acariciar sus muslos, subió su mano poco a pocos y ella reaccionó.

— Es.. Espera, creo que será mejor que nos acostamos ya, recuerda que entro temprano a trabajar.

— Discúlpame, creo que me excedí un poco, no volverá a pasar.

— No es eso, apenas tenemos dos días de conocernos, y aunque me encantan tus besos, y tus brazos cuando me abrazan, no estoy lista, todavía espero lo puedas comprender.

— Claro que sí, que te parece si ponemos fechas para poder llegar a la primera base, te parece.

— Es en serio, ja, ja, ja me pare una buena idea.

— Estaría bien ponerle un mes para la primera base.

— Me parece bien, y para la segunda base, te parece una semana.

— Ja, ja, ja ok y para la tercera base otro mes.

— Y para el home ron una semana aceptas.

— Bueno, ya veremos para esas fechas.

— No, mi vida, sellemos el trato desde ahora.

— Está bien acepto, pero sé que te arrepentirás en cuanto llegues a la segunda base.

— Que quieres decir con eso Esmeralda.

— Espera y verás, por el momento vallamos a dormir y me abrazas con esos brazos fuertes que me encantan.

— Está bien, por cierto no quiero que mañana te vayas y me dejes una nota, despídete de mí sí.

— Claro, perdona que no me despedí, pero no quería despertarte.

— Solo no lo repitas.

Los dos se acomodaron para dormir y él por su puesto la abrazo y se acomodaron en forma de cucharita, así hasta la mañana siguiente.

Esme se levantó se metió a bañar mientras Dragos pidió un desayuno que contaba de fruta picada jugo de naranja y unos ricos HOT CAKES, cuando salió Esme del baño comenzó a cambiarse sin darse cuenta de que Dragos la miraba por el espejo que sin querer se había movido de lugar, allí parado contempló su cuerpo, era completamente diferente al de las mujeres que él solía meter a su cama, puso ver sus piernas gruesas y bien torneadas, unos senos realmente grandes que le encantaría probar, su vientre era grande, podía ver qué se le salían sus longas como alguna vez escucho decirle ella, unas estrías por los costados de las caderas y su estómago por igual, sus glúteos también tenía estrías muy ligeras, pero que trasero se dijo en su mente, sabía que no estaba respetando su intimidad, pero para el ver el cuerpo de la mujer que por razones extrañas la amaba, cuando platicaba con su amigo Armando le comento que él experimentaba cosas extrañas en su cuerpo cuando veía esmeralda, y no hablaba de sexo, sabía que era u. Sentimiento diferente y él intuía que era amor, tendría que preguntarle a su padre cuando lo fuera a visitar, así pasaron la mañana desayunando hasta que el despido a Esme fuera del hotel con beso de esos que te mojan las bragas y te tiemblan las rodillas, sabía el que se estaba adelantado comprando una casa pequeña para que estuvieran los dos, pero su investigador privado lo había citado en su despacho exactamente a la 1:00 pm para comunicarle lo que ya había descubierto de su amada, además que se comunica Rumanía para aplazar su viaje unos meses, no podía dejar pasar en estos momentos la respuesta del universo así que hasta que no fuera su esposa o algo más que novia de Esmeralda no se iría tranquilamente.

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