nombres.

pasamos una tarde amena, entre risas y recuerdos, era la primera vez que hablaba abiertamente sobre mis padres y Leila hablaba de la mama de Max.

-vico, quisieras dar un paseo conmigo- me propuso max.

sin dudarlo tome su mano y comenzamos a caminar por la orilla de la playa, haciéndo que las pequeñas olas mojaran mis pies.

seguimos caminado hasta llegar a un cueva, era un poco oscura, pero una vez que entramos en ella, el sol la iluminaba de una manera deslumbrante, haciéndola ver preciosa, en medio de ella había un pozo de agua salada.

-ven a darte un baño conmigo.

-max, no te da miedo nadar ahí?- dije con nerviosismo, aunque la luz del sol alumbraba la cueva dejando ver el agua cristalina, no me sentía segura de poder meterme en ella.

-no temas, he nadado aquí muchas veces antes.- confesó Maximiliano

-asi que aquí es donde traias a tus conquistas- reproche, con enojo.

-no, aquí solía venir con mi madre.- al pronunciar las palabras me sentí ridículamente apenada.

-max, no sabía... yo.... discúlpame

-estabas celosa, es linda verte reclamar territorio- dijo entre risas.

me ayudó a sentarme en una piedra, dónde me daba acceso a mojar mis piernas con el agua tibia de la cueva, en eso max entro a nadar el ella.

-lamento no poder conocer a tu madre, por lo que dijo Leila era una mujer extraordinaria.- comenté, mientras lo veía nadar.

-si lo era, se parece mucho a ti.

-a mi?- dije incrédula

-si, tienes actitudes de ella, eres arrogante, pretenciosa, creativa, inteligente, y me has enamorado como ella lo hizo con mi padre.

sentí como mi cara se tornaba roja.

-yo también lamento no poder conocer a tus padres- menciono él- se nota que te supieron crear muy bien, eso indica que eran una excelentes personas.

-sin duda- admiti- los extraño muchísimo

-yo también extraño a mamá.

el se acercó mas a mi, y recostó su cabeza en mis piernas, por instinto comencé a acariciarle el cabello.

-que tal si nuestro hijo se llama Antonio como tú papá - propuso max.

-creo que romperíamos la tradición de tu padre- dije riendo.

-entonces le quieres colocar Eugenio?- dijo burlón.

-no, ese nombre tampoco me gusta.- puse mala cara apenas escuché pronunciar el nombre.

-que tal un nombre más adecuado para un príncipe.

-sigo opinando que podrías llamarlo como tu padre.

lo pensé por un momento, no podía descartar la idea, pero tampoco estaba convencida.

-lo pensaré - admiti al final.

-que nombre habías pensado- pregunto mientras me miraba curioso.

-mark- dije sin inmutarme.

-no me gusta- dijo enseguida max.

esto iba a ser más difícil de lo que había estado pensando.

-y que tal, Martin?- propuso max.- ya que quieres que lleve la inicial de la familia Singer.

-no max, ese tampoco me gusta- me queje.

nos quedamos en silencio por un momento pensando.

-que tal si lo llamamos, Marcus - propuse.

-Marcus o Antonio, como te gustaría llamarte bebé - le hablo max a mi pancita.

-creo que se decidió por Marcus - le dije con una sonrisa de satisfacción.

-eso no se vale- se quejo max- has hecho trampa, yo no sentí que el bebé se moviera.

-es que fue muy sutil- menti, la verdad el bebé no se había movido, pero el no podía comprobar que yo estaba mintiendo.

-victoria, si juegas sucio, yo también puedo hacerlo.- dijo amenazante.

antes de poder reaccionar, Maximiliano habia salido del agua y estaba encima de mi, con mucho cuidado de no presionar mi vientre abultado.

sin esperar que me recobrará de mí sorpresa, me beso con ansias, y urgencia.

una de sus manos bajo a la parte superior de mi traje de baño, dejando uno de mis pechos expuestos y a su Merced.

me beso con pasión, como el sabía hacerme perder la cordura, no podía resistirme así que solo me entregué a el, como lo había hecho desde que entró en mi vida.

-tus pechos están más grandes- dijo con un brillo de picardía en sus ojos.

-lo se, y también más sensibles- le advertí

pero no pareció importale esa información, basó su boca a mi pecho, y comenzó a succionar y lamer, pronto sentí su gran erección, rozar por mi pierna, antes de que mis manos alcanzará sus pantalones cortos, ya el se había despojado de ellos.

hundió su cabeza en mi entrepierna, mientras besaba mi sexo, sobre la tela de mi bikini, haciendo que me retorciera y me desesperara.

-max, por favor- le implore

desde que estaba embarazada, mi cuerpo era más sensible a sus caricias, así que mientras él iba a 70 ya yo estaba en el mil.

-aun no Víctoria - dijo bajando el bikini por mis piernas, dejándome totalmente desnuda.

comenzó a besar y pasar su lengua por mi sexo, haciendo que mi desespero aumentara cada vez más, su lengua era ágil, solté un gemido involuntario, haciendo que su miembro erecto palpitara.

el me tomo por la cintura y hundió su miembro en mi interior, haciendo embestidas, suaves y lentas

torturandome aún más.

-max por favor - jadee de placer.- aaaah.

-me deseas- pregunto el ronco por su exitacion.

-te deseo- exclamé como pude.

comenzó a moverse un poco más rápido, haciéndome gemir.

cuando estaba apunto de correrme, se detuvo.

-aun no- volvió a besarme, y acariciar mis muslos mientras mi centro se calmaba un poco

-max... no hagas eso- lo reprendi de mal humor.

-solo si aceptas el nombre que propuse.

-eso no es para nada justo- pero en ese momento que comenzaba a quejarme comenzó a moverse de nuevo, haciéndome gemir una vez más.

cuando estuve cerca de llegar de nuevo, el se detuvo una vez más.

-puedo mantenerme así, unos 20 minutos más- dijo divertido.

-max, por favor- le suplique - que tal si se llama Anthony?- le propuse.

el me.beso complacido y comenzó a moverse con un ritmo acelerado, haciéndome explotar en segundos, y luego de llegar al climax sentí como su líquido corría dentro de mi.

-me encanta cuando puedo ganarte- dijo besando mi frente.

-solo porque usas técnicas oscuras- dije de malas.

-no importa que técnicas use, si puedo ganarte y aparte cogerte - escuchar sus palabras me hicieron sonrojarme una vez más.

entramos a nadar un rato, luego nos vestimos y fuimos a buscar a Leila y Fabián, que estaban justo donde los habíamos dejado hablando con euforia.

-te amo Vico, para que veas que soy justo, puedes decidir el nombre tú- me dijo max cuando íbamos de regreso a la casa.

-max, quiero que lo elijamos los dos- le recordé con dulzura.

-yo estaré de acuerdo con el que tú decidas.

-niña victoria, y porque no le coloca Axel?

-Axel?- pregunté confundida.

-ese era el nombre que había querido ponerle la seño marina a Maximiliano, pero luego don máximo, quizo llamarlo como el, así que la seño lo cambio a Maximiliano - explico Leila.

-en ese caso, creo que me quedaré con Axel- dije sonriendo satisfecha.

-Axel, papá te espera con ansias- dijo max mientras colocaba su mano en mi vientre, para sentir al pequeño bebé moverse dentro de mi.

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