cupido

MAXIMILIANO

después de una terrible noche, como pude sali de la cama para asearme y alistarme, tenía algunos asuntos que resolver, entre ellos revisar las cámaras de vigilancia de la casa, y ver que pasó con la seguridad de la villa.

antes de salir me acerque a mi adorada y aún dormida esposa.

-ire a la oficina- le susurre en el oído pero no obtuve respuesta alguna.

-te amo- le di un suave beso en la mejilla y salí de la habitación.

cuando baje me dirigi directo a la cocina.

-buenos días señor Maximiliano - dijo Rosa al verme entrar

-hola rosa, no has visto a Leila?- pregunté mientras recorria la cocina con la mirada

-aqui estoy joven Maximiliano - respondieron a mi espalda.

-leila, no has visto nada inusual está mañana?

-inusual como a qué cosa se refiere joven?- pregunto curiosa.

-no lo sé, algo fuera de lo normal.

-no, solo migas de pan, y el queso y jamón fuera de la nevera, aparte de eso nada fuera de lo común.

-muy bien, si alguien sabe de algo o ven algo extraño por favor me notifican, no dejen que victoria se levanté hoy de la cama, tuvo una mala noche- les informe o más bien les ordene.

-entendido señor Maximiliano - dijo Mary que estaba quitando las manchas de la salsa de tomate que habían por todos lados.

sin esperar un segundo más, salí a buscar mi automóvil.

-buen día señor- dijo Fabián al verme.

-buen día Fabian, puedes tomarte el día libre, victoria no saldrá a ningún lado.

-si señor- respondió inmediato sin refutar.

-has visto a Nicolás?

-esta con el cuerpo de seguridad de la villa señor maximiliano.- respondió con eficiencia

-buen bien Fabián, si mi esposa se atreve a salir a algún lugar infórmame.- ordene mientras subía a mi auto.

llegué a la entrada de la villa dónde estaban mis hombres interrogando a los guardias de la villa.

-y bien?- pregunté a nicolas mientras me colocaba a su lado.

-nada inusual señor, nadie entro o salió de la villa anoche.- podía ver su rostro de preocupación.

-es como si hubiese Sido una aparición.

lo escudriñe con una mirada mortal.

-no me digas que también crees en esas cosas- acuse con reproche

-no jefe, pero como es posible que no hay rastro de nadie, ni siquiera en las cámaras de seguridad de la casa- dijo nervioso

-muy bien, refuercen la seguridad en la villa, contrata dos hombres más para que presten apoyo nocturno a estos guardias, y consigue un guardaespaldas personal para victoria.- ordené, mientras regresaba a mi auto y salía del lugar directo a la empresa.

así que no hay ninguna pista relevante, pero tengo la sospecha de que victoria se encontró con alguien está madrugada.

mientras mis pensamientos iban y venían buscando una lógica razonable, entro una llamada a mi celular.

-diga?

-hola hermanito, así es como saludas- dijo Samuel del otro lado, en tono burlón

-no tengo tiempo para hablar contigo- mi voz sonó fría y sombría.

-que lastima que no tengas el tiempo, quería hablar de lo hermosa que se ve victoria con su abultado vientre - dijo entre risas

-maldito infeliz, cállate - le grite con exasperación

-te molesta que hable de la mujer de mi vida- podía sentir el sarcasmo en su voz - está tan exquisita, no puedo sacarme la imagen de ella anoche en la cocina.

que demonios acababa de decir?, había el estado en la casa, eso era imposible, Samuel estaba en la cárcel.

-como es posible si estás preso- mis dedos se apretaban con fuerzas al volante del auto a tal punto de tener los nudillos blancos.

-te he dicho que te quitare lo más preciado Maximiliano, esto apenas es el comienzo.

cuando estuve apunto de decirle algo el infeliz me colgó.

estacione el auto como pude tome el celular y marque a Nicolas.

-digame jefe.

-necesito que te asegures que Samuel siga tras las rejas.- apenas di la orden, colgue enseguida, sin esperar respuesta de Nicolás.

no iba a permitir que Samuel se acercará a mi familia o le hiciera daño a victoria o a mi hijo, así que di vuelta al auto y regrese a la casa.

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Joshua

-no te preocupes Maximin, yo puedo encargarme de la junta de textilmax, pero no tengo conocimiento alguno de Vix confeccion- le decía a Maximiliano quien me había pedido que me hiciera cargo de la junta, debido a un inconveniente que surgió con victoria.

-yo puedo ayudar, victoria me ha enseñado para poder encargarme de la empresa junto con max, cuando ella de a Luz a nuestro hermoso sobrino- respondió Adriana mirándome con dulzura y suficiencia.

-en ese caso, no te preocupes Maximin, Adri y yo los cubrimos, que puedas resolver el asunto, por favor mantenme informado.- le dije y colgué.

-le ha pasado algo a Vico?- me miró mi bella y hermosa osita azucarada.

-no, es solo que victoria no durmió bien, parece que vio una especie de sombra o fantasma en la casa- respondí restandole importancia.

aunque por dentro estaba muy inquieto, esta junta era muy importante para poder expandirnos, si no fuera algo tan importante Maximiliano no iba a cancelarla.

¿que habrá pasado? me preguntaba con mucha curiosidad.

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Victoria.

no quería abrir mis ojos, me sentía aún muy cansada, no había logrado dormir bien, tenía un mal presentimiento, no creía que la figura de anoche resultará un fantasma, quizás lo había imaginado todo por estar leyendo esas cosas en internet.

metí mi cabeza debajo de la almohada para intentar dormir un poco más, pero mi pancita rugio hambrienta.

-es hora de que comas algo- escuché la voz seductora de mi esposo.

-mmm, tu no deberias estar en el trabajo?- saque la cabeza de mi almohada y tome mi celular para mirar la hora.

-max, son las 9 de la mañana, la junta es a las 9.30 se te hará tarde.- le apremie, mientras trataba de hacerlo incorporarse rápido.

-ya estás vestido, solo toma una chaqueta y vete

-me está corriendo de mi casa, señora Singer?- dijo juguetón

-vamos Maximiliano, yo fui la que te mantuvo despierto hasta tarde, no vas a perder este negocio por mi culpa.

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Maximiliano

debía de confesar que se veía hermosa desarreglada y tratando de apurarme para irme al trabajo, en otras circunstancias, hubiese bajado corriendo para irme al trabajo, pero hoy no me importaban tanto los negocios, victoria y yo teníamos dinero suficiente para vivir con comodidades por unos largos años, más sin embargo no podía desentenderme del todo de las empresas

-joshua se encargará, he decidido que nos iremos de vacaciones a nuestra casa en la playa por un par de semanas.- victoria me miró sorprendía y luego hizo una mueca de desconfianza

-que hiciste?- me acuso.

-solo quiero complacerte, alejarnos del estrés de las empresas y disfrutar de un pequeño tiempo libre mientras somos solo nosotros dos.- sonreí y acaricie su vientre abultado, para sentir las pataditas de mi príncipe.

victoria sonrió satisfecha.

-me daré un baño para comenzare hacer las maletas- me dió un casto beso y salió al baño a alistarse.

-bajare a decirle a Leila que prepare su maleta también, y te haga algo para llevar.

-mmm, dile a Fabián que también vaya con nosotros - soltó victoria mientras asomaba su hermosa carita por la puerta del baño.

-por que a Fabián?- la mire curioso

-es que he descubierto que Leila siente cosas por el- dijo riendo con picardía.

-y a ti ahora te ha dado por emparejar a todo mundo?- respondí con sarcasmo.

-no, pero me dicen cupido - soltó una carcajada que inundó toda la habitación, haciendome sentir feliz y pleno en ese momento.

la verdad es que cupido era el ángel del amor, pero victoria era el ángel de mi alma, con ella cerca me sentía completo, y para mí eso era suficiente.

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