órdenes

-maldita sea, eso no puede ser cierto.- maldije por lo bajo

-pasa algo.?- pregunto Víctoria con preocupacion

-nada son cosas del trabajo- menti.

-señor, yo tampoco entiendo, pero buscare una explicacion, por lo pronto manténgase protegidos tanto usted cómo la señora- sugirió nicolas.

camine un poco para alejarme de victoria para que no me es escuchara lo que menos quería en ese momento, era preocuparla.

-busca el paradero de Amaia, y de emilia.- ordene.

-enseguida señor.- dijo Nicolás y colgó

-ha pasado algo malo?- volvió a preguntar victoria cuando me acerque a su lado

-no es nada, Joshua ya lo tiene todo bajo control - dije mientras la tomaba de la mano y la guiaba hasta la caja registradora para pagar.

-de verdad crees que el bebé necesite ta gos biberones?- dijo mientras sacaba los 5 biberones que acaba de colocar en el carrito

-tendria uno para cada ocasión- dije mientras sonreía.

ella puso los ojos en blanco, pero no dijo nada más.

pagamos la cuenta y regresamos a la casa.

-ire a recostarme, estoy cansada- anuncio mi esposa apenas entramos a la casa.

subí con ella, dejando a Fabián y Leila encargarse de las compras.

me recosté con ella en la cama.

-max, que me estás ocultando?- escuchar su pregunta hizo que mi cuerpo se tensara.

-no es nada amor, no quiero que te preocupes.

-estas seguro que no es nada grave?

-por los momento no, si esto llega a empeorar, serás la primera en saberlo- sonreí para tranquilizarla.

-nunca hemos tenido secretos- me apremio- hay algo mal entre nosotros?

-jamas mi amor, es solo que no quiero preocuparte por tu estado, el estrés no le hará nada bien al bebé.- me acerque a la pancita y me recosté junto a ella acariciándola y besandola.

-papá no dejará que nada malo te pase- prometi en silencio

no sé en qué momento victoria se quedó profundamente dormida, así que aproveche el momento para escaparme de la habitación y llamar a Nicolás para ver cómo iba la investigación.

-jefe, Amaia sigue en el extranjero, en cuanto a la señorita emilia, nadie sabe de su paradero.- me informo.

-que no descansen hasta encontrarla - ordene y colgué.

justo en ese momento una llamada entro a mi celular.

-alo?

-has mandado a tu hombre a espiarme?- dijo Samuel con malicia

-solo quería asegurarme que una escoria como tú estuviera donde se merece.- respondí con lo dientes apretados.

-por desgracia, aún no he podido salir, pero eso no impide que esté cerca de ti hermanito, aún tengo personas leales a mi- su tono era burlón.

-eres un maldito enfermo, que ganas con todo esto, no puedes aceptar que victoria ya no te ama?- trataba de calmarme pero Samuel siempre sabía cómo sacar la peor versión de mi.

-mientras viva, jamás podrás vivir en paz, aunque me este pudriendo en esta maldita caja, te atormentare, y cuando salga de aquí me voy a coger a victoria de todas la maneras posibles y haré que lo veas con tus propios ojos antes de sacartelos.

antes de que pudiera responder la llamada había terminado.

mi frustración creció aún más, ese maldito infeliz, tenía que morir, no iba a permitir que lastimara a mi familia.

tome mi celular una vez más.

-necesito que prepares un atentado en la cárcel, quiero que samuel muera - ordene y colgué.

no me gustaba usar las influencias que mi estatuto me otorgaba, no quería ser como Samuel, pero tampoco podía permitir que ese infeliz dañará a mi familia.

baje y salí a caminar por la orilla de la playa, necesitaba despejar mi mente, meditar un poco sobre la situación y poder calmarme, no podía permitir que victoria me viera en ese estado.

no le haria bien que ella se sobresaltara, durante su embarazo.

al regresar a la casa, estaba Vico hablando felizmente con Leila, mientras preparaban la mesa para cenar.

-señor Singer, por qué no me desperto- me reprendio victoria al verme entrar a la casa

-te veías muy linda dormida, no quise molestarte.

-me perdí la merienda- hizo puchero mientras se quejaba.

-te lo compensare- prometí mientras me acercaba y le daba un beso en la frente.

-joshua llamo, informo que la junta fue un éxito, y que Adriana se habia lucido con los organizadores de la nueva pasarela.

-te dije que ese par tenía todo bajo control- dije tratando de mantener la calma.

-y cuando lanzaras la nueva colección

-adriana me dijo que el desfile será pautado para el mes siguiente.

-eso me parece genial; la ayudaremos desde aquí.- le informe mientras le sonreía.

no sé porque tenía un desasosiego en mi pecho, a pesar de ello, trate de verme lo más natural que pude.

comimos con calma y fuimos a la cama.

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VICTORIA

-Buenos días mi princesa hermosa- me dijo max mientras me despertaba con un suave beso en los labios.

-mmmmm, es muy temprano- me queje.

-victoria, la lancha está lista para irnos a la isla- me dijo con dulzura, haciendo que abriera los ojos y me incorporará rápidamente.

salí lo más rápido que pude de la cama, me duche y me coloque un lindo traje de baño de dos piezas de color rojo con negro, y un sobretodo playero.

-max, estoy lista- anuncie al llegar a la plata baja.

Maximiliano sonrió con ternura, tomo un sombrero de playa y me coloco, luego tomo una cesta llena de comida y me tomo de la mano.

-leila, fabian vamonos- ordeno.

este par lo miraron extrañados, pero no reprocharon ni se quejaron de la orden.

-que estás haciendo?- dije algo desanimada, aún recordaba que había prometido un día de sexo en una isla privada; no era que no quería que Leila o Fabián nos acompañaran, era que mis expectativas habían Sido frustradas.

-no te preocupes, aún encontraré un lugar perfecto para hacerte el amor- dijo max con malicia mientras mordisqueaba mi oreja.

me rie con picardía y salí tomada de la mano con mi adorado esposo.

tardamos unos 20 minutos en llegar a nuestro destino, max bajo primero junto con Fabián, para luego ayudarnos a Leila y a mí a descender de la lancha.

la isla era hermosa, estaba llena de palmeras y en la orilla, habían dos paraguas con unas mantas debajo.

-tu hiciste esto?- dije con incredulidad

-por ti hago lo que sea Victoria, aún no termino de abrirte por completo mi corazón, quiero que te des de cuenta que todo lo que hago siempre lo haré para que tú te sientas bien, te amo.

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