Rosas.

No sabía que tenías esa percepción de mí, la verdad te pido una disculpa, supuse que todo está bien porque nunca me comunicaste o te quejaste de algo, lo siento; creo que ya es hora de volver.- se levanta y se abrocha su abrigo.

Solo asiento antes sus palabras, pues del todo no lo puedo culpar, yo también soporte mucho, debí haber trazado mis límites desde el principio y no hago referencia a los personales, sino de lo profesionales, nunca debí quedarme callada.

- Ya se fue?.- entra como si nada Lizbeth.

- Es en serio, Liz?, debo aplaudirte por tu estupenda actuación, hasta yo me creí que no lo conocías.- hablo entre ironías.

- Ja, ja, ja, de alguna manera debía cobrarme todas las que te hizo, me encantó su cara de vergüenza, ja, ja, ja.- se burla.

- Después dices que la vengativa soy yo.- ruedo los ojos.

- Este era un caso especial, debía hacerte este ajuste de cuentas.- se encoge de los hombres, mientras revisa mi pie.

- Ok, no diré nada.- total me dio la oportunidad de sacar la amargura que me estaba absorbiendo, aunque eso haya significado perder mi trabajo.

Por qué es obvio que mi jefe me va a echar, no creo que tolere este acto de rebeldía, supongo que tendré que buscar otro trabajo.

......................

El calmante que me suministro Liz me ayudó bastante, pero no como quería, hoy tuve que remitirme al hospital con urgencia, según el diagnóstico tengo un esguince de tobillo de tercer grado, quien diría que un simple descuido me conllevaría a esto, frustrada me voy a casa con mi nuevo amigo, el yeso.

- Como se supone que ande con esto, necesito hacer una diligencias.- exclamo irritada.

Necesito averiguar si aun estoy en nomina o ya pasaron mi carta de renuncia.

- ¿Y a ti quién te ha dicho que iras a alguna parte?, ¿acaso no has escuchado al médico?, debes guardar reposo absoluto sino quieres que empeore tu lesión.- me reprocha.

- Liz, sabes que eso es casi im...- intento explicar mis motivos, pero esta me interrumpe.

- No vas te guste o no, primero es tu salud, fuiste muy inconsciente ayer al no remitirte de inmediato a un hospital.- habla enojada, dejándome callada en el acto.

-¡!.

- Ahora no dices nada, ahhh, dame paciencia Dios.- exclama frustrada.

Sin objeciones nos dirigimos a casa, esta me ayuda a recostar y aleja cualquier tipo de aparato electrónico, menos mi celular.

- Te conozco muy bien, si te dejo la computadora no descansarás, no la tendrás de vuelta hasta que mejores.- la toma y se marcha.

- LIZBETH, por favor.- intento persuadirla, aunque no sirve de nada.

Agobiada intento dormir, pero la incertidumbre me carcome, cuando estoy por escribirle a Cristina para que averigüe mi situación dentro de la empresa me llega un mensaje de Pablo.

Temerosa lo miro de reojo, debatiéndome abrirlo o no, pero entre más lo pospoga peor será, llenándome de valor lo pincho y su contenido me deja impresionada.

"Hola Natalia, ¿como sigues?, espero que te encuentres bien, me pareció rara tu ausencia así que tomé el atrevimiento de escribirte, espero no incomodarte"

Es breve el mensaje, pero muy contundente; luego de pensarlo un momento supongo que aun mantengo mi puesto.

"Hola jefe, gracias su preocupación, pero he tenido inconveniente con mi tobillo y de acuerdo a las indicaciones del médico, necesito guardar reposo, espero que entienda".

Lo envío, nerviosa espero su respuesta, pero solo consigo un "ok" por su parte, ignorando este hecho celebro como si no hubiese mañana, esto confirma que aún no estoy desempleada.

Más tranquila cierro los ojos hasta quedarme dormida, no obstante, unos gritos de emoción me despierta.

- Nat, levántate, mira la belleza que te han enviado.- no deja de sacudirme.

- ¿Qué sucede?.- pregunto mientras froto mis ojos.

- No dijiste que tenias un pretendiente, ¿Quién te envió este hermoso ramo de rosa?, dime.- dice maliciosamente.

- Estas segura que es para mi?.- la miro dudosa.

- Definitivamente, habla.- su curiosidad sale a flote.

- No se, pero ya lo averiguaremos.- tomo la tarjeta con desconcierto, ¿Quién podría enviarme semejante detalle?.

Al leer el nombre y el mensaje en esta, quedo de piedra, este hombre realmente perdió la cabeza.

- ¿Quién es?.- me pregunta, pero al no tener respuesta me la arrebata y lo comprueba ella misma.

-¡!.

- No, no, ¿es en serio?.- esta más confundida que yo.

Él me mencionó que me estaba viendo con otros ojos, pero pensé que era una broma, ¿fueron ciertas sus palabras?.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

☆☆☆ Pablo ☆☆☆

Me siento como un adolescente, a cada momento visualizo sus ojos verde esmeralda y por más que quiera acercarme a ella simplemente no puedo, al no verla en su puesto una incertidumbre me aborda, ¿le pasaría algo?, aún las palabras de su amiga y las de ella me resuenan, ¿tan animal fui?, ¿que pasaría si nunca me hubiese fijado en ella?, ¿la seguiría tratando peor que un dictador?.

Despejando estos pensamientos tomo la fuerza de averiguar el motivo de su ausencia y rápidamente le escribo un mensaje corto, esta tarda unos minutos en responder, pero lo hace.

Sin tanto detalles me informa lo sucedido, debí suponer que ese accidente le pasaría factura, pensativo intento buscar una manera para transmitir mi preocupación y ofrecerle disculpas por todo lo anterior, ¿pero que se supone que le guste a una mujer?, ¿y más si se trata de ella?; sin saber que hacer le escribo un breve mensaje a mi hermano.

"Hermano, recuerdas de la mujer que te hablé, ha tenido un accidente y quiero acercarme a ella, ¿qué puedo hacer para lograr mi proposito".

Supongo que tendré que utilizar la experiencia de Christopher a mi favor.

"¿En serio?, ¿ya definiste lo que sientes por ella?, solo regalale algo de su gusto".

"No se que le gusta, por eso recurro a ti".

Después no entienden porque le digo que tiene un déficit intelectual, cuando lo obvio es obvio.

" Estas mal y así piensa conquistarla, te deseo suerte en esta guerra perdida".

Con la vibra que me está mandando para que me esfuerzo.

" Me vas a ayudar, ¿si o no?.

Le escribo al borde de la impaciencia.

"Ok, dale un ramo de rosa y acompáñalo de una nota, pero que no sea tan melosa ni tan mezquina, contrólate y ya deja de molestarme, tengo cosas que hacer".

"Gracias, te debo una".

"Diría más de una, nos vemos".

Rápidamente llamo a una floristería y le pido llevar a la dirección xxxx, el ramo de rosas más hermoso que tengan y que en el contengan un breve mensaje.

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