Baile.

No quiero entrar.- me acorbardo al ver el gran edificio.

¿Qué haré si mi jefe o compañeros me reconoce?, no quiero ni imaginar los pros o contras que traería consigo.

- Natalia, no hemos venido por nada.- me mira fijamente.

Cierros los ojos buscando fuerzas, no sé quién me manda meterme en estos líos.

- Si te hace sentir más segura también utilizaré antifaz, créeme que como estas es imposible que descubran que eres tú.- sus palabras causan un efecto calmante en mí.

Más relajada salgo del auto y me encaminó hacia la empresa, al poner un pie en estas las miradas caen sobre nosotras, obligándome a mantener la compostura me dirijo hacia el bar y pido un trago.

No pasa mucho tiempo cuando varios hombres se me acercan intentando ligarme, una sonrisa se forma en mis labios al recordar de que se tratan de los mismos que me desprecian.

- Lo siento, pero he venido hoy a disfrutar, no a buscar a alguien para pasar el rato.- es hora de vengarme por todas las cosas que me ha hecho.

Yo también tengo mi orgullo y carácter, no porque sea pasiva significa que pasarán por encima de mi cuando quieran.

- Y así no querías venir.- se me acerca Cris y me codea.

- Solo son cretino.- inquiero.

Ni que fueran los últimos hombres en la tierra establecería una relación con ellos, no quiero llenar mi vida de amargura y dolor.

- Te estas desenvolviendo como pez en agua, intenta no meterte en problemas, vi por allí a mi adorable osito.- me comunica burlonamente mientras hace alusión a su novio.

Él es el encargado del área de Marketing, su romance ha sido muy sólido y duradero, hacen una linda pareja, aunque no me lleve del todo bien con él les deseo felicidad.

- Tranquila, ve con él.- la animo.

Esta rápidamente se dirige hacia él y lo abraza energéticamente, este le contesta con beso y varias caricias.

Al notar que me encuentro sola un sentimiento amargo me aborda, pero rápidamente es reemplazado por temor al observar mi jefe aproximándose, como puedo intento ocultar mi presencia mezclándome entre la multitud, pero de la nada choco con alguien y al levantar la cabeza compruebo que se trata del idiota de Lucas, apresuradamente intentó escapar, pero este no lo permite.

- ¿Te encuentras bien?, ¿no te lastime?.- pregunta un poco angustiado.

Únicamente soy capaz de asentir con la cabeza por miedo de ser descubierta, sabía que asistir a este evento era una total locura.

- ¿Te conozco?, me pareces conocida.- indaga curioso.

Porque de todos los lugares debía estar este zorro aquí, como quisiera que abriera un hueco y me tragara en este preciso momento, al ver que no tengo más salida hablo.

- No creo, si me disculpa me retiraré.- intento marcharme pero me agarra.

- ¿Nat, eres tú?, ¿Quién lo diría?.- habla impresionando mientras me mira de pies a cabeza.

Un escalofrío recorre mi cuerpo al escuchar mi nombre pronunciado de su boca, Cristina me aseguró que nadie me reconocería, todo se intensifica al notar que mi jefe dirigirse hacia nuestra dirección, sin pensarlo dos veces actuó.

- Te lo explicaré después, pero por favor no reveles mi identidad.- intento persuadirlo.

Este lo reflexiona un par de segundos y acepta, aliviada intento salir del lugar, pero alguien se interpone.

- ¿Qué está sucediendo, Lucas?.- le pregunta.

Instantáneamente, lo miro a los ojos, rogándole no abrir la boca.

- Nada solo que tropecé con la señorita, pero esta ya se iba.- me ayuda.

- ¿Es verdad?.- me interroga con cierta incredulidad.

- Si, ya me retiraba.- agudizó mi voz.

Con uno que haya descubierto está bien, dos seria suicidio y más si se trata de este, sé perfectamente que solo me aguanta por lo eficiente que soy, al primer motivo no dudará en echarme.

- Comprendo, pero no creo que le sea molestia bailar una pieza conmigo.- extiende su mano.

Velozmente, dirijo mi vista hacia Lucas, pero este se encuentra muy entretenido con el show para intervenir, molesta intento evadir su pregunta, pero este es muy insistente dejándome como única opción aceptar.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

☆☆☆ Pablo ☆☆☆

Entrar a este salón llenas de personas irrelevantes me fastidia, solo asisto a este evento para respaldar mi imagen como dueño, rápidamente busco a una linda mujer para pasar la noche, de alguna manera debo sacar el enojo de estos días, al comprobar que media empresa ha pasado por mis manos me desanimo, no obstante, carne fresca atrae mi atención.

Veo entra al lugar a la mujer más hermosa de todo el evento, sin perder tiempo los hombres se lanzan sobre ella como perros hambrientos, pero esta lo despacha con elegancia y clase, lo que genera que mi interés aumente; intrigado me encamino hacia ella y al observar como su acompañante se aleja rápidamente me intento acercar, está al notar mi presencia se levanta de su asiento y se aleja, sin querer perder la oportunidad la persigo, pero unos momentos después observo que está platicando cómodamente con Lucas.

Un sentimiento de molestia me aborda así que decido confrontalos, esta al verme se pone nerviosa pero intenta disimularlo, me alegra saber que solo mi presencia puede hacer incomodar a una mujer, orgulloso de mis cualidades intento averiguar su relación y al comprobar que solo fue una mera coincidencia la invito bailar, cosa que al principio se mostró resistente pero después de algunas palabras melosas acepto, típico de las mujeres.

Sin perder tiempo, nos dirigimos hacia la pista de baile y empezamos a mecer nuestros cuerpos al ritmo de la música.

- ¿De qué área eres?, no te había visto nunca en la empresa.- como quisiera quitarle ese antifaz y poder revelar el rostro de mi conquista.

-¡ !.

Sin embargo, ignora mis palabras, entendiendo su juego pego su cuerpo al mío y empiezo hablar seximente.

- Hoy vine al banquete desanimado, pero quién me diría que encontraría a la Diosa afrodita en persona, creo que ando de suerte.- deslizó mi mano hacia sus glúteos.

Con estas palabras y acciones no me cabe duda que me pidira que la lleve a mi casa, no obstante, hace todo lo contrario ya que me aleja abruptamete y estrella su mano sobre mí mejilla, atrayendo la mirada de todos.

- Que te pasa imbécil, acaso no sabes respetar, eres un puerco.- habla colérica.

Asombrado solo la veo marchar, aún me parece mentira que se haya atrevido a golpearme, todos en esta empresa sabe quién soy, solo espero no encontrarla porque le haré pagar caro este atrevimiento.

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