Capitulo 17: " Despertar "

Pasaron dos días desde que Calanthe cayó en cama y no despertaba, un ambiente lugubre se vivía en la mansión del Ducado De Las Rosas.

Dimitri estába en su oficina, un rostro con manchas oscuras debajo de los ojos se veía sumido en medio de una montaña de papeles.

Kieran entrenaba sin descanso el manejo de la espada tratando de despejar su mente.

Celdik se dedicó a estudiar todo el día, casi sin descanso.

Los tres hermosos habían ocupado su tiempo casi totalmente pero en realidad ninguno estaba concentrado en lo que hacía, un pensamiento común rondaba sus cabezas, ¿cuando despertará Calanthe?

Dimitri mandó investigar si el accidente con el ingrediente al que Calanthe era alérgico, si fué una simple coincidencia o si alguien sabía sobre aquello.

Después de su primer turno de entrenamiento, Kieran fué a la habitación donde estaba Calanthe.

Un rostro pálido, mejillas rojas y labios resecos por la fiebre, una respiración tan silenciosa que era necesario comprobar que lo hacía, eso era lo que Kieran estába viendo, Calanthe lucía muy enferma.

Sentado a un lado de la cama Kieran, sumergió en agua fría un paño, luego lo torció y lo coloco en la frente de Calanthe, con suaves toques lo presionó en su frente, y repitió el proceso varias veces.

En un momento él pareció quedarse sin fuerzas, no pudo torcer más el paño, lo soltó, y luego tomo la mano de Calanthe, la acercó a su rostro y hablo como si ella lo escuchara.

- Debiste decírmelo antes... no permitiría que esto pasara jamás. ¿Te duele?

No quice decirte aquello, cuando nos peleamos la última vez, es solo que cuando se trata de ti no se como comportarme, necesito pedirte disculpas, por eso debés despertar. Tú... despertarás verdad.

Sin respuesta alguna, Kieran se mantuvo de la misma manera por unos minutos, luego soltó despacio la mano de Calanthe, dió un último vistazo a su rostro y se retiró del lugar, sin saber que ese mismo día ella despertaría.

En la tarde, en una habitación silenciosa, los últimos rayos del sol que se escondían, iluminaron el lugar.

Un suave parpadeó se volvió más constante, y pronto la obscuridad absoluta se aclaro revelando el paisaje a su alrededor.

Una gran habitación, que no era la suya ni ninguna en la que haya estado antes, fué el lugar donde Calanthe despertó.

Al estar más consciente

intento incorporarse, pero se mareo al instante, un dolor de cabeza se hizo precente y sintio un agudo dolor en su estómago hasta su garganta.

Eran los mismos dolores que cuando murió por su alergia, solo que en un grado mucho menor.

Las imágenes de lo ocurrido en la fiesta de té pasaron por su memoria, ahora todo iba tomando más sentido.

-[ casi se repite la historia... pero como esa mujer supo sobre mí alergia en este tiempo?]

Calnthe comenzó a toser, tenía la garganta seca, necesitaba beber agua.

Después de algunos intentos por ponerse de pie, lo logró, y camino hasta el lugar donde había una mesa con una jarra con agua y se sirvió un vaso.

Lo bebió sin parar, estába muy sedienta, pero otra vez la tos se hizo presente, y el vaso se le terminó resbalando de las manos haciéndose pesados en el piso.

- Maldición.

Calanthe procedió a levantar los trozos de vidrio y para colmar su mala suerte se corto con uno de los pedazos.

- Ja! De alguna forma debo morir verdad?

La sangre era abundante, Calanthe hizo presión sobre el corte pero el sagrado no se detenía, parecía que una pequeña vena fué la que sufrió el corte.

La puerta se abrió de repente, Nina estaba en la entrada con un rostro de sorpresa.

- Señorita... ha despertado! Señorita que le ha ocurrido!?

- No hagas un escándalo, solo me corté con un vidrio.

Nina corrió hacia ella y tomo su mano para ver la cortada.

- Debemos ir con él médico!

- No, no lo necesito.

-Qué dice Señorita! es claro que está cortada necesita ser atendida por él médico.

- Nina, acabo de despertar, no estoy de humor y no lo repetiré. Dame un abrigo y me iré a mí habitación.

Calanthe soltó la mano de Nina y fué hasta la cama, de ahí tomo un paño que estaba sobre la mesa de luz, con el envolvió su mano y giro para volver a ver a Nina.

- Qué haces parada aún? Dame mi abrigo.

- Señorita... usted no es consciente de su propio dolor.

- solo hazññ lo que te pido.

Calanthe no dijo nada más, pero sus pensamientos se reían de lo que Nina dijo.

-[ dolor? Sabés cuántas veces sentí dolores peores a este? Hay dolores aún peores que los físicos, los que me atormentan y no me dejan dormir, los que se clavan directo al corazón con palabras que no se pueden borrar ni olvidar. ¿Nina tú me dirás que no soy consciente de mi dolor? Si he vivido tanto tiempo sumergida en el]

Nina le dió el abrigo, aún se notaba un tanto reacia a la decisión de Calanthe, pero sin darle importancia alguna a esto, Calanthe se puso el abrigo como pudo y salió de la habitación.

- [ es la mansión principal... debo irme lo más pronto de aqui]

Reconociendo la ubicación en la que se encontraba, Calanthe siguió por el pasillo y giro a la izquierda, buscaba una puerta que daba al jardín trasero e iba en dirección a el anexo, tras ella se escuchaban los pasos de Nina que eran cada vez más rápidos, para tratar de alcanzarla.

Cuando encontró la puerta y estuvo a punto de salir, una voz que no era la de Nina la detuvo.

- A dónde vas?

La mano de Calanthe que estaba por abrir la puerta se detuvo en ese instante.

Esa voz autoritaria, que incluso se escuchaba enojada, no era otra que la de Dimitri.

Sin darse vuelta Calanthe contesto.

- Estoy regresando a mi habitación.

- Estabas en una habitación no había necesidad de que te levantaras en esas condiciones.

- Estoy bien.

- Cómo que estás bien? Acabas de despertar luego de estar inconsciente por más de dos días.

No hubo respuesta por parte de Calanthe, no tenía las energías para ponerse a discutir con Dimitri, tan solo trato de abrir la puerta para irse y dejarlo hablando solo.

Pero en el instante que empujó la puerta, está fué cerrada por una fuerza mayor a la suya.

Calnthe se dió vuelta y a centímetros de ella estaba Dimitri, con su brazo apoyado en la puerta impedía que está se abriera.

- Por qué no me escuchas cuando hablo?

Un nerviosismo hizo sentir incómoda a Calanthe, él se escuchaba y se veía realmente enojado.

-[ seguramente me recriminaras por la vergüenza que les hice pasar en la fiesta de té. Ahora que hago como salgo de está situación?]

- No fué mi intención que eso pasara... lo siento hermano, siento dejar en vergüenza el apellido de la familia, no iré a ningún tipo de reunión así no tendrás de que avergonzarte...

- Qué?

Los ojos rojos brillaron aterradoramente, la voz parecía ser de un mayor enojo que antes, y Calanthe se preocupo por esto.

-[ Tal vez mis disculpas no fueron suficientes?]

- Bueno si eso no es suficiente iré a pedir disculpas a la familia del Marques Laferrere...

- Basta... Dime quién te dijo que hiciste algo mal? Quién te dijo que no podrías salir más? Quién te dijo que eras una vergüenza? Quién te dijo que pidas disculpas.

- [ qué? Que le pasa a éste tipo porque pregunta eso? En el pasado siempre has sido tú él que me ha dicho eso pero ni modo que te diga eso, ademas de qué no ha ocurrido todavía]

- Nadie.. pero es obvio.

Un sonido estrepitoso se escuchó sobre Calanthe, Dimitri dió un golpe a la puerta, su enojo solo parecía ir en aumento.

- Ya, deja de decir tonterías, nada de lo que dijiste sucederá, ahora ven te llevaré de regreso a la habitación debes descansar.

Una expresión de sorpresa se dejaba ver en el rostro de Calanthe y un sin fin de preguntas pasaban por su cabeza.

- No, iré sola a mí habitación, gracias.

Calanthe quiso abrir la puerta otra vez, pero antes de hacerlo estaba siendo levantada del suelo.

Dimitri la tomo en brazos y le dijo.

- No puedo creer lo testaruda que eres.

- Qué haces!? Bájame, no necesito ayuda.

Sin hacerle caso Dimitri la llevo a la habitación a dónde estaba, ahí Nina esperaba y abrió la puerta para que pudieran entrar sin inconveniente.

Él la puso en la cama, y la observó por un momento ante una evidente expresión de molestia por su parte Calanthe le dijo.

- No quiero estar aquí y no necesitabas hacer eso, se lo molesto que es para mí hermano así que no hagas cosas que te molesten.

Dimitri hizo caso omiso a lo que ella dijo y clavo su mirada en la mano que estaba con el paño mal amarrado y manchado de sangre.

- Eso, no estaba ahí. ¿ quién te lo hizo? Nina!

- Deja a Nina, Yo me lo hice.

- De que hablas cómo te lo hiciste? por qué no te vió un médico aún?

- No es necesario, ya está..Mi hermano no tiene suficientes cosas que hacer?

- Nina ve a buscar a un médico de inmediato!

Calanthe miro hacia otro lado y suspiro fuerte demostrando su descontento con el actuar de Dimitri.

Él estuvo parado ahí hasta que él médico la atendió y se fué. Después de eso les dijo.

- No saldrás de aquí hasta que estés recuperada, no lo intentes por qué de ser necesario pondré guardias en las puertas, descansa ahora me iré.

Al pasar por la puerta, Dimitri miro hacia el lado donde estaba Nina y le dijo.

- Después que la atiendas ve a mi oficina, no tardes más, entendiste?

-Si su gracia.

Nina parecía haber escuchado una amenaza en su lugar, porque su rostro palideció.

Calanthe por su parte intentaba rearmar los diferentes escenarios en su cabeza para tratar de entender que estaba pasando.

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