Después del episodio vívido con Kieran, Calnthe se dió cuenta que tanto su mente cómo su corazón eran más frágiles de lo que pensaba.
Con el tiempo pensó que se haría más fuerte, que ya no tendría miedo a nada, pero era todo lo contrario, cada vez tenía más miedo, cada vez era más débil.
Las decisiones que tomara no sabía a dónde la llevarían, tal vez, hiciera lo que hiciera, terminaría de nuevo en el círculo viciosa de morir y volver a la misma vida.
Pese a que evitaba tener encuentros con sus hermanos esto seguía ocurriendo, parecía que ella no tenía el control de nada, que los viejos fantasmas la seguían arrastrando.
En un momento de insatisfacción con ella misma penso en dejar todo y no hacer nada, que todo siguiera el curso que quisiera, era tan desgastante, pensar en todo lo que debía hacer.
Pero al recordar el rostro de los hermanos, al recordar las cosas que le dijeron, lo que le hicieron, sabía que debía superar esa crisis.
Sí volvía a morir, no sería cerca de ellos, no les daría la oportunidad de tomar algo más de ella.
Decidida a no ceder en esta vida, Calanthe envío un mensaje a Michael por medio de su intermediario.
Quería saber cuánto dinero tenía disponible, ya que era Michael quién guardaba el dinero que obtenía por las ventanas de las pinturas. Tal vez el día de su escape se adelantaría.
Antes de que le llegará la respuesta, llegó el día de su cumpleaños número dieciséis.
Calanthe no esperaba nada y no quería nada, pero ese día, en la mañana, recibió en el anexo una cantidad de regalos totalmente irracional.
Cajas y cajas lujosamente decoradas fueron apiladas en la sala de la entrada.
- Señorita venga a abrir sus regalos!
- Nina... no tengo muchas ganas de hacerlo.
[ en realidad los quiero devolver pero se el insulto que significa y las consecuencias de ello, evitemos un problema más]
Calanthe no abrió ningún regalo y solo le dijo a Nina que los abriera ella y los guardara en el lugar que correspondía.
Ese día Calanthe fué hacía el lugar en el jardín donde tuvo la discusión con Kieran, para su suerte, el retrato de su madre aún estába ahí.
-[ todavía está aquí... bien creo que es justo que lo termine, lo colgaré en mí habitación]
Calanthe tenía miedo que el tiempo volviera completamente gris el rostro de lo único bueno que tuvo en sus vidas.
Cuando lo termino lo colgó en su habitación, en el la mansión principal había un retrato de su madre, del día de la boda con el Duque, pero ella no sabía dónde estaba, Dimitri lo saco de su lugar y nadie sabe a dónde termino.
Calanthe siguió yendo día a día, a su lugar en el jardín para pintar, no dejaría ir solo por el inconveniente que tuvo con Kieran.
Casi todos los días también, los caballeros pasaban cerca y se detenían un momento a observar a Calanthe.
A ella no le importaba, pero que hicieran tanto alboroto cuando ella quería concentrarse era molesto, así que se le ocurrió algo para que dejarán de ser tan obvios.
Calanthe pintó a cada uno de los caballeros que había visto ahí, y cuando la pintura estuvo lista se las regaló.
Los caballeros estaban comentando entre ellos, cuando al darse cuenta tenían a la Señorita Calanthe frente a ellos.
- Hola.
- Se-se-ñorita!
- Una disculpa Señorita ya nos íbamos.
- Esperen, quiero darles algo, los veo todos los días, entonces hice esto.
Calanthe les entrego la pintura, esperaba que los hombres se avergonzarán tanto porque ella noto que paraban todos los días ahí, entonces nunca más se les ocurriría hacer eso, pero no fué lo que ocurrió.
- Wow Señorita, esto es increíble!
- Es usted tan talentosa!
- Creo que me veo exactamente igual!
-[ que le pasa a estos hombres... no conocen la vergüenza?]
- Si bueno, me alegra que les haya gustado, ahora me voy.
- Gracias Señorita! Lo colgaremos en la sala de caballeros!
-[ no , no lo hagas]
La idea de Calnthe no estába funcionando como ella esperaba, pero un factor en el que no pensó, sería de ayuda.
Los días pasaron rápidamente, y la fiesta de té de la Señorita Olivia Laferrere había llegado.
- Nina, te dije que no te esforzaras en mi imagen, no quiero llamar la atención, que sea lo más discreto posible.
- De que habla Señorita! Usted es la Princesa del Ducado De Las Rosas! Nadie debe verse mejor que usted.
- La etiqueta dice que nadie debe verse mejor que la que organizó la fiesta Nina.
- Eso es irrelevante cuando se trata de alguien que provenga de está familia. Además, haga lo que haga, no hay manera de que usted se vea simple y no llame la atención, una belleza como usted se admirara de cualquier forma.
Estás siendo exagerada, por favor has lo que te pido.
- Está bien...
Nina hizo caso en parte al pedido de Calanthe, hizo un peinado semi recogido con un simple adorno para el cabello, no le puso maquillaje tan solo un poco de color en los labios, y el vestido escogido, fué uno en color crema más para el día a día que pará las lujosas fiesta de té en las que los vestidos solían ser los que tenían corset apretados y faldas muy armadas, decorados con piedras preciosas que se usaban en joyas, el vestido de Calnthe era más bien vaporoso con un poco de ajuste en la cintura.
El resultado de todo aquello fue más impresionante de lo que Calnthe esperaba, no sé veía para nada común, la belleza natural resaltaba aún más en aquel vestido que la hacía ver fresca, el color favorecía demasiado a su cabello rojizo que resaltaba, y el no estar maquillada hacía a las personas concentrarse en su color único de ojos.
Calnthe se dirigió al carruaje que la llevaría a la mansión Laferrere, cuando se disponía a subir, se encontró con una mano que le ofrecía ayuda.
Al dirigir su mirada hacia el dueño de la mano, se encontró con un rostro indeseado e inesperado.
- Qué haces aquí... Kieran.
- Soy tú escolta para esté día.
- Yo no pedí un escolta.
- No tienes que pedirlo, la etiqueta dice que debés tenerlo. Que hacés ahí, toma mí mano y sube.
Calnthe ignoro totalmente la mano de Kieran y subió al carruaje por sí sola.
El viajé hacía el Marquesado Laferrere sería insoportablemente pesado.
Ninguno de los dos habló, pero Calnthe podía sentir la mirada clavada de Kieran sobre ella.
- [ de seguro este bastardo está pensado en que decirme otra vez por mí vestimenta, no me importa, dí lo que quieras]
Al llegar al lugar, Kieran bajo primero y ofreció su ayuda para que Calanthe bajara, siendo ignorado otra vez.
Caminaron hasta dar con el sirviente que los guío al lugar donde se daría la fiesta.
Antes de que las Señoritas pudiera ver a ambos, Calanthe paso su brazo por el de su hermano, cómo si él la estuviera escoltando.
Kieran después de ser rechazado en más de una oportunidad se sorprendió al ver el accionar de Calnthe, y sus palabras duras le mostrarían cuan enojada seguía aún.
- No te sorprendas y actúa con normalidad, no es esto lo único que les importa a ustedes, las apariencias, pues aparentemos. En este momento estoy tomando el brazo de mi querido hermano! No es lo que tú estás haciendo también? Así que cambia esa expresión, querido hermano.
La boca de Calnthe decía una cosa pero Kieran podía notar el desprecio con el que se lo decía, su cara sonreía pero sus ojos no mostraban lo mismo.
Kieran parecía descontento con aquello, pero hizo lo que Calnthe le dijo.
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Comments
MarlingJCF
es lp mejor huir de alli lo antes posible y mantenerte oculta hasta cumplir tu mayoria de edad
2024-06-08
3
Mary Montilla
Me gusta porque a pesar de que ella está bajo el yugo de ellos cuando puede soltarle sus verdades lo hace sin remordimientos 👍🏻🙄
2023-10-28
7
Paola Martiz
así es calanthe piensa bien no te dejes vencer por esos imbeciles 😡 saca las garras tu puedes
2023-10-17
3