Durante dos semanas Calanthe se la pasó encerrada en su habitación recuperándose, durante ese tiempo no estuvo haciendo nada más que estar leyendo.
Faltaban una semana para su cumpleaños número dieciséis y dos semanas para la fiesta de té a la que fue invitada.
Calanthe estába sola cuando se le ocurrió probar por si sola si su pie ya estaba en condiciones.
Primero apoyo ambos pies, luego sosteniéndose por el respaldo de su cama se puso de pie, poco a poco fué poniendo más peso en su pie, hasta estar completamente parada y sin sostenerse por el respaldo de la cama.
No sintió dolor alguno, se volvió a sentar y se quitó el vendaje.
Ahora estaba de pie y comenzó a andar, una vuelta en su habitación, luego otra y otra, hasta estar segura de no sentir dolor.
Calanthe estába cansada de no salir de su habitación, además no había pintado nada hacía mucho tiempo.
Nina no estaba ahí, pero ella tenía preparado un lugar en el jardín con todo lo necesario para pintar.
Faltaba mucho para el horario en que Nina venía a verla, debería esperar hasta entonces para que la ayudará a cambiar y ponerse uno de los problemáticos vestidos que ella no podía ponerse sola.
Calanthe estaba impaciente así que decidió salir con lo que llevaba puesto, que era un camisón para dormir y para no hacer ruido salió descalza.
Cómo ella lo había solicitado, el anexo no contaba con mucho personal que trabajar ahí, además que cuando terminaban sus tareas se retiraban del lugar, por eso, Calanthe no sé encontró a nadie cuando iba hacía el lugar donde iba a pintar.
Sin problema alguno llegó al lugar que quería, iluminado por la luz del día, bajo un árbol que le hacía llegar una suave brisa, sus cabellos flotaron y sintió el aire fresco chocar contra su cara, el aire reseco sus labios, pero no le molesto, le hacía sentir un pequeño toque de libertad que no sentía al estar encerrada en su habitación.
Calnthe se sentó en el taburete que tenía ahí, sus pies no tocaba el suelo, se balanceaban de un lado a otro y el viento hacía bailar su vestido, el tiempo no tenía las condiciones ideales para pintar, con el viento la pintura se secaría muy pronto, así que decido dibujar con lápiz nada más.
El arte es la expresión de las profundidades de nuestro ser, la forma de expresar aquello que nos marco, lo que no podemos decir, lo que queremos decir y no sabemos cómo. Calnthe pensaba de está forma cada vez que pintaba o dibujaba algo.
Por un instante se puso a pensar en cuál era su inspiración para ese momento.
Buscando desesperadamente en sus recuerdos, solo encontró a alguien que le había dado buenos recuerdos, su madre.
Calnthe siempre había tomado como punto de partida sus dolores, sus pedazos rotos, para hacer de ellos el más melancólico arte, pero en ese momento quería dibujar algo que la haya hecho feliz, aunque poco recordaba esa emoción, nadie más que su madre se la había brindado.
Poco a poco el boceto fué tomando forma, lo único que resaltó en colores fué el cabello rojizo y los ojos azules, el resto lo hizo en blanco y negro.
Calnthe no lo había notado, pero ahí donde estába, a unos metros nada más, se encontraba el camino que los caballeros utilizaban para ir al campo de entrenamiento.
Algunos caballeros iban a su turno de entrenamiento, cuando se encontraron con la inusual vista de la princesa del Ducado.
La última vez que la habían visto era cuando todavía era una niña, ahora era una joven, demasiado atractiva.
La joven se veía tan concentrada que no noto la presencia de los caballeros que la observaban , cuando ellos comenzaron a comentar entre ellos Calanthe recién los noto.
- No es esa la joven Señorita?
- Al parecer sí.
- Vaya no recordaba que fuera tan hermosa!
- Shh cuida lo que dices estás hablando de la dama del Ducado.
- Sí pero la Señorita no está siendo demasiado liberal ?
- A que te refieres... o vaya.
- Es muy inapropiado esa forma de vestir.
- Pero no puedes negar que es muy bonita, verdad?
- Así, es.
- pero sí el duque supiera de esto, no estaría feliz...
- oh nos vió! vámonos!
Calnthe pensó que sorprendieron porque ella los vió directo a la cara, pero no era de ella de quién huyeron.
Tras ella una voz de enojo y reproche se escuchó.
- Qué haces aquí?
Al darse la vuelta, tras ella, estába Kieran quién parecía ir rumbo al entrenamiento.
- Qué hago aquí? Vivo aquí. Tú que haces aquí?
Cuándo Kieran vió de frente a Calnthe no oculto su expresión de sorpresa, ella estaba en ropas de dormir, era un vestido de tela muy fina, pero de igual forma cubría casi todo su cuerpo.
De pronto la cara de sorpresa se volvió una de enojo y sin pensarlo comenzo con los reproches hacia Calanthe.
- Que haces vestida de está forma aquí afuera! Estás loca! Una dama nunca debería estar así, además sabés el lugar que ocupas estás siendo una vergüenza como miembro de esta familia.
- Ya Kieran cálmate me iré.
- Qué! qué me calme no entiendes la gravedad del asunto!
Kieran reojeo lo que Calnthe estaba dibujando, y en ese momento de enojo dijo algo que no debió decir jamás..
- ya veo, justo cómo esa mujer, sales afuera vestida de esa forma para provocar a los caballeros.
- Kieran detente.
- No me detendre, si justo cómo tú madre seducio a mí padre, te estás volviendo una cualquiera cómo tú madre, la sangre no se puede negar.
En el instante en que Kieran terminó de hablar sintió el dolor seguido del calor en su mejilla, Calanthe le propinó una fuerte cachetada en la mejilla.
Kieran quién no espera esa reacción se quedó sin palabras y no supo que decir.
- De mi puedes decir lo que quieras, pero de mi madre no te atrevas a hablar.
Él rostro lleno de ira de Calanthe se vió acompañado por lágrimas que empaparon sus mejillas, después de decirle eso, salió lo mas rápido que pudo del lugar.
Nunca pensó que por salir de aquella manera iba a ocurrir todo eso y además tendría que escuchar insultos hacía su madre.
Calanthe corrió hacía su habitación y se encerró en ella, las lágrimas que no quería que salieran, salieron.
-[ por qué tengo que escuchar todo eso? nunca fué mi intención hacer lo que él dijo! Tampoco sabía que los caballeros pasaban por ahí, además que hacía él ahí si ese es el jardín del anexo! Odió tanto esto! Ni siquiera pude terminar el retrato de mí madre].
Una tarde en la quería despejarse le termino trayendo viejos fantasma del pasado, en los que día con día escuchaba sin justificación algún las degradación a su persona .
No importa el tiempo que pase, Calnthe puedo darse cuenta que siempre le tendra miedo al pasado, miedo de repetir historia, de sentirse incapaz de superar ese tipo de situaciones, una obra que parece nunca se completaría era su vida, llena de errores y vacíos.
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Comments
Suu Gom
Es que realmente creo que medio lenta la prota, en esa epoca en especial no podias salir en pijama, (no como ahora que hasta en metro asi andan/Facepalm/). Creo que el enojo del hermano es justificado y ella se victimiza /Speechless/
2024-11-14
0
mary luzeth
no puedes vivir en el pasado y mucho menos con miedo , está chica me exaspera
2024-10-07
2
KitElle
Los celos te hacen daño Kieran, te enloquecen 🎶🎶
2024-09-27
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