Capitulo 9: " Indicios "

La puerta se abrió revelando la figura de la que ya no era una niña, a contra luz se podía apreciar tan solo las siluetas, su altura, su figura, el largo de su cabello.

Cuando dió un paso hacia la luz, los vibrantes colores que solo ella tenía se revelaron.

Calnthe estaba dentro de la oficina con Nina detrás de ella, la mirada que estuvo por un momento posada en Calnthe se trasladó hasta la mujer que estaba a su lado, agudizandose en ella.

- Ya puedes salir.

- Pero su gracia, la seño...

- He dicho que salgas.

La mujer tembló levemente, agachando la cabeza, hizo una reverencia.

- Como usted diga su gracia.

Nina salió de la oficina y hasta que la puerta se cerró, Dimitri volvió a hablar.

- Te quedarás parada ahí? Ven y toma asiento.

Calanthe camino en silencio hasta donde estaba su hermano, un escritorio de por medio mantenía una distancia que para Calnthe aún seguía siendo poca, suavemente estiró la silla que estaba frente al escritorio y ahí se sentó, mientras acomodaba larga falda del vestido se tuvo que inclinar un poco, su cabello terminó posando sobre el escritorio, eso podía molestar a su refinado hermano, pero fué de poca importancia en ese momento para Calnthe.

Calanthe no sé esforzó por saludar, caerle bien a Dimitri era desgastante, la experiencia de sus vidas anteriores le hacían saber eso, ya que hiciera lo que hiciera nunca recibió la aprobación de su hermano mayor. En está vida Calnthe había decidido no esforzarse por agradarle, haría lo justo y necesario, nada mas.

- Quieres té?

- Gracias, pero no bebo té en las mañanas.

- Ya veo.

El cilencio pesado, ocupaba cada esquina de la oficina haciendo incómodo incluso el respirar un poco fuerte.

-[ que demonios quieres porque no hablas] Calanthe estaba impaciente, quería estar el menor tiempo posible con su hermano.

- En tres años... por qué no viniste a la mansión prinpal?

-[ qué tipo de pregunta es esta? no es obvio, acaso olvidaste lo que dije?]

- No es así mejor para mis hermanos y para mí?

- No lo creo, los rumores de que te hemos abandonado sin fuertes en estos días.

-[ jajaja! Claro, cómo olvidar que lo que piensen de ti y está familia es más importante que nada! Qué superficial sigues siendo hermano]

- Pero acaso no sabemos mis hermanos y yo que eso no es así?

Calanthe espero el tipico sermón de respuesta, diciendo que deben cuidar el honor e imagen de la familia, que no hay nada más importante que el apellido De Las Rosas rosas y que bajo su cargo nadie mancillaria a el Ducado... Pero Dimitri guardó silencio por un instante para dar una respuesta que no tenía nada que ver con lo que estaban hablando.

- Has crecido...

- eh? Disculpa hermano? Pero qué tiene que ver eso con lo que estamos hablando?

- Falta un mes para tu cumpleaños número dieciséis... Quieres una fiesta?

La cara de Calanthe hacía las preguntas por si sola.

-[ de que está hablando esté tipo? Cumpleaños? Fiesta? estoy cumpliendo años hace tanto tiempo aquí, porque ahora preguntás eso? Oh claro! La forma más fácil de apagar esos rumores es demostrando con una fiesta como los hermanos se preocupan por su hermana! ja! pero sabes que, a mí me importa muy poco lo que los demás digan y no me usaran para hacer relucir esté maldito apellido]

- Creo que lo has notado... No me gustan ese tipo de cosas y menos desde que mi madre murió, no tengo nada que festejar.

Dimitri frunció el seño ante aquella respuesta, a lo que Calnthe pensó.

- [ que esa expresión... me obligaras acaso a realizar una fiesta]

- Bien si no quieres no hay nada que pueda hacer, pero entonces elige un regalo, lo que quieras, puedo dártelo.

- Puedes dejar que me vaya lejos de aquí?

La respuesta fué automática, nisiquiera Calanthe se dió cuenta enseguida de lo que había dicho.

- Qué?

- Ha nada, quice decir que no necesito nada...

- Estás hablando de verdad? No puede ser que no haya algo que quieras?

- Tengo muchas cosas, no me hace falta nada, de verdad no quiero nada. Gracias hermano.

-[ en verdad hay muchas cosa que quiero, la primera es no tener que volver a verlos nunca más, pero tú no puedes darme eso, solo yo puedo hacerlo]

Calnthe estaba esperando que Dimitri le dijera que podía irse, pero al ver que no hablaba y que tan solo estaba viéndola, comenzó a sentirse demasiado incómodo así que tomo la iniciativa.

- Bueno si mi hermano no tiene nada más que decirme, me retiré.

- Espera... Se que has estado pintando mucho últimamente..

Calanthe se congelo al escuchar hablar sobre sus pinturas.

- Estás segura que no hay algo que quieras con relación a la pintura?

- No....no , ya tengo lo necesario, gracias...

- Está bien, pero eso no es todo, está es una invitación, para tí. Toma.

Dimitri puso frente a Calnthe un sobre presiosamente decorado, el sello fue reconocido en poco tiempo por Calanthe, la familia del Marques Laferrere, y ese sobre no era otro que el que utilizaba la hija del Marqués, la Señorita Olivia.

- Que es ....

Calnthe abrió el sobre y era una invitación a una fiesta de té en el Marquesado Laferrere, era una fiesta para las Señoritas que aún no habían debutado.

- No iré, no me interesan ese tipo de cosas.

- Irás.

- No quiero ir, acaso mí hermano me obligara?

- No te obligare a nada, es tu deber como miembro de esta familia.

- [ ahora sí empezarás con tu sermón de la importancia y prestigio de este apellido y que no hay nadie por encima de el y blabla, como odio esa voz arrogante con la que me hablas, como odio el complejo de superioridad con el que cargas, como odio esoa ojos que parecen saberlo todo y tan solo no lo dicen, cómo te odio hermano]

- Calnthe estás escuchando?

- Claro que escuche hermano, entonces a las doce en punto en el comedor principal para el almuerzo.

- Espera que?

- No digiste acaso que escuchaste?

- Si pero...

- No me mientas Calnthe, se cuando lo haces. Ahora sí escuha. Irás a esa fiesta, es en un mes, tienes tiempo suficiente para preparar todo, y lo del almuerzo no era en broma, a las doce en punto debés estar en el comedor principal.

- Lo que diga mi hermano, ahora puedo retirarme?

- Si...

Salir corriendo de ahí era todo lo que Calnthe quería hacer, apenas salio termino cayendo en al piso en una esquina.

-[ maldición! hasta cuándo! hasta cuándo deberé aguantar que controlen mí vida a su voluntad? Estoy tan cansada de esto! Quiero gritarle todo en sus caras! ]

- Oh vaya! mira a quien tenemos aquí? La pequeña rata a crecido...

Antes de levantar la cabeza Calanthe ya sabía de quién se trataba, esa voz, esa insoportable voz, no era más que otra que la del bastardo número dos, Kieran.

- Te queda bien el estar en ese lugar, el piso y una fría esquina, es el lugar donde le gusta estar a las ratas.

- Graciosamente es bajo tú techo donde está la rata? Me pregunto por qué?

- Qué intentas decir?

- Nada que mí hermano no haya intentado decir.

- Mejor cállate! Que hacés aquí?

- Nada que tenga que ver contigo, así que no te metas conmigo.

Calanthe intento levantarse pero se dió cuenta que tenía un pie lastimado, una expresión de dolor se le escapó.

-ah!

- Que sucede? Acaso te has lastimado?

- No es tu problema Kieran, puedes dejarme sóla ve hacer lo que sea que ibas a hacer.

- Cómo te atreves a decime que hacer en mi propia casa.

Antes que Calnthe se diera cuenta, Kieran que apenas había cumplido la mayoría de edad, estaba levantandola del piso.

- Qué demonios crees que hacés!? Bájame!

- Te he dicho quien crees que eres para darme órdenes en mi casa?

- Que tiene que ver eso!? Yo no soy un objeto de tu propiedad como para que hagas lo que te plazca sin importar mi opinión.

- Deberías guardar silencio, los sirvientes te están viendo cómo a una loca.

- No me importa! Bájame yo nunca pedí tu ayuda, ni la quiero!

Kieran hizo caso omiso a las palabras de Calnthe y la llevo hasta su propia sala dejándola sobre un sillón y mando pedir los elementos necesarios para curar su pie lesionado.

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