Capítulo quince
Valentina estaba en el baño del camerino en el boliche con Titán en su interior. La sacudía mientras ella contenía los gritos que el disfrute le causaba.
–No puedo seguir –dijo Titán, quien la cargaba con sus brazos, contra la pared.
–Solo un poco más –dijo ella segura de que llegaría pronto.
–No hablo de esto. Podría estar así toda la noche contigo –Titán colocó su cabeza contra el cuello de su chica–. Quiero más Valen.
–¿Te parece hablar de eso mientras estás en mi interior? –preguntó ella confundida. Él arremetió con la intensidad necesaria para hacerla llegar y luego la bajó.
–¿Y dónde podríamos hablar si solo nos vemos cuando termino el show? No quiero solo sex0 contigo. Ni siquiera hablamos, hasta ahora no hemos comido juntos ni visto una película –Titán sabía que le había dicho que resistiría, pero hacia cuatro semanas que lo único que hacia con Valentina era tener relaciones sexuales en baños públicos. No era lo que él se esperaba al reencontrarse con ella después de tantos años sin verla.
–Cuando lo de la boda falsa esté listo tendré más tiempo –explicó ella mientras se acomodaba la falda. Quería entender a Titán, pero a la vez tenía que cumplir con su padre. En un mes iría de nuevo al médico y si todo salía bien podría al fin mudarse de la casa de Stephen.
–¿Y entonces qué? –preguntó él molesto y la besó–. Ven esta noche conmigo. Hace un mes que tengo un departamento y aun no lo conoces. Cenemos juntos, y hagámoslo en una cama, como se debe.
–Vives con tus amigos. No puedo ir –trató de explicar ella. Entre menos personas supieran lo que pasaba entre los dos, más seguro era.
–¿Y crees que no se dan cuenta que desaparecemos treinta minutos después de la función? Ellos no dirán nada. Además, hoy J.D se va a trabajar y Brandon va a volver a su casa a visitar a su madre. Solo quedaremos con Vinicio, él sabe lo nuestro y nos apoya –Titán estaba tratando de convencer a Valentina de acceder a estar una noche con él.
–Hoy no puedo, mañana debo levantarme temprano ya que debo…–Valentina se dio cuenta que tenía mal sus prioridades.
–¿Qué debes hacer mañana? –preguntó Titán.
–Está bien. Iré, pero debes asegurarme que no me marcaras el cuerpo o tendré problemas –dijo ella mientras le acariciaba el rostro–. Y debo levantarme temprano.
Titán se sentía muy feliz por saber que ella iría con él a casa. Por lo que no le importaban las condiciones. Ni siquiera saber que era tan importante que haría que se tenga que ir temprano al otro día.
Al llegar al departamento Valentina se sorprendió de lo ordenado que estaba todo.
–Esto es increíble –dijo ella admirando el lugar.
–¿Te gusta? –preguntó Titán sorprendido. No era un lugar muy bello, el departamento de Julia era mucho más grande y cómodo.
–No puedo creer que aquí vivan cuatro hombres. Esta tan limpio y acomodado –sonrió Valentina.
–Es que J.D es un obsesivo del orden y nos tiene saltando con el cinto –explicó Vinicio–. Voy a mi cuarto, si necesitan algo entren porque estaré con los auriculares.
Vinicio se fue para darles espacio. Titán estaba tan feliz de poder llevar a Valentina que quería dejarlos a solas para que estos pudieran disfrutar. Por lo que se puso a escribir canciones en su cuarto.
Ahora que Titán les daba la oportunidad de actuar con él, era necesario que sacara nueva música nueva. Estar a la altura de su amigo era importante para él.
Al abrir su libreta se dio cuenta que ahi estaban las canciones que le había escrito cuando eran más joven. Aunque Vinicio nunca se lo diría, él estaba profundamente enamorado de Maurice. Algo que sabía que no seria bien recibido por su mejor amigo. Y con tal de ser parte de su vida le bastaba que solo fueran eso.
–¿Quieres comer algo? –preguntó Titán nervioso.
–Querías que viéramos una película. Date una ducha y te espero con algo fresco para que tomemos ¿Qué te parece? –preguntó Valentina.
–¿Y si la ducha nos la damos juntos? –preguntó él y la tomó de la mano.
Mientras se bañaban Titán comenzó a lavarle el cabello a Valentina. Le gustaba que llevara el cabello tan largo. En un momento ella se quejó de dolor.
–¿Estás bien? –preguntó él preocupado.
–Sí, es que me molesta un poco la placa que tengo –dijo ella sonriendo.
Cuando estaba por besarlo él la detuvo.
–¿Por qué tienes una placa metálica en tu cabeza? –preguntó Titán preocupado.
Valentina le explicó que la vez que se cayó de la escalera en el campamento se abrió su cráneo y tuvieron que unirlo con una placa ya que perdió un pedazo de hueso. Titán no podía creer que ella tuviera que pasar por algo tan grabe con apenas quince años.
–Amor, lo siento tanto –dijo él y la abrazó–. Hubiera querido estar ahí para ti.
Valentina sonrió, Titán era muy dulce.
–Estás ahora conmigo y eso es lo único que importa –dijo ella feliz de haber aceptado ir a su casa.
Después de una ducha enérgica y de quedar satisfechos fueron a ver una película al sofá. Por ahora solo tenían televisión ahí. Tras una película de comedia, y un poco de vino Valentina se quedó dormida.
Titán la llevó en sus brazos al dormitorio. Aun no podía creer que hacía dos meses que esa chica había aceptado salir con él. Sobre todo, por quien era ella en realidad. Él se tenía confianza, aun así, Valentina era una joven exitosa y podría tener prácticamente al hombre que quisiera. Por esto muchas veces le costaba decirle lo que deseaba.
–Te prometo que sin importar lo que ocurra me quedaré a tu lado –dijo Titán al oído de Valentina y luego la besó en la mejilla.
Aun así, no se imaginaba que si quería estar con ella tendría que luchar por ella ya que la guerra con Stephen recién estaba comenzando. Y aunque ahora no lo pareciera, las clases sociales pondrían una pared inmensa entre ambos.
Autora: Osaku
Todos los hechos y personajes de esta novela pertenecen a la ficción. Cualquier semejanza con la realidad son pura coincidencia.
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Updated 58 Episodes
Comments
chiquita
seguimos 😊
2024-05-07
1
Lorena Angulo
pobre Vinicio nunca me imaginé esos sentimientos por titán 😔
2023-04-22
1
Ester Ayala
pobre Vinicio.....un amor no correspondido..
2023-01-20
2