Capítulo cinco - Hombre de negocios
Stephen se levantó temprano, su cocinera le había preparado el desayuno como a él le gustaba. Dos partes de café contra una de leche de almendras. Tostadas con mermelada cacera y un exprimido de naranjas. Abrió el periódico y en primera plana había una foto suya con Valentina, al verla sonrió. Sabía que ella se molestaría al verlo por lo que le escribió un mensaje para amortiguar el golpe. Al no recibir respuesta de ella se preocupó. Por lo que la llamó.
–Valen, ¿está todo bien? –preguntó él preocupado.
–No, se lo están llevando al hospital –dijo ella llorando.
–¿A quién se están llevando? –preguntó él, pero ella solo lloraba–. Valen activa el GPS e iré a donde sea que estés.
Stephen se puso de pie y después de colocarse su saco salió de su departamento. Tenía que saber que era lo que estaba pasando por lo que llamó a Verónica para consultarle. Esta le dijo que los padres de Valentina la habían llamado temprano y no había sabido más de ella. Así que los llamó, pero ninguno le respondió.
Al ver su teléfono se dio cuenta que esta estaba dirigiéndose al hospital de la ciudad, por lo que le pidió a su chofer que lo lleve ahí. Perdió la señal de Valentina por lo que al llegar a recepción preguntó por los apellidos de los padres de esta. Al parecer su padre había ingresado por urgencias.
–¿Stephen? –preguntó Valentina al verlo. Se notaba que había estado llorando.
–¿Qué fue lo que pasó? –preguntó él y la abrazó.
–Estábamos con papá hablando de la empresa y me dijo que hasta que no nos casáramos no me daría más responsabilidades. Y le dije que era una tontería, que yo merecía ser parte de la empresa, aunque nunca nos casáramos y empezó a gritar y luego…–se detuvo Valentina recordando el momento.
–Tu padre solo quiere lo mejor para ti –dijo Stephen mientras acariciaba la cabeza de la joven muchacha.
–Es mi culpa, yo causé que se estresara cuando en realidad quería ayudarlo –dijo ella volviendo a llorar.
–No es así, tu padre es terco y no se cuida. Además, hace cinco años que haces de todo por la empresa –dijo Stephen tratando de consolarla.
–¿Valentina? –preguntó su madre y ella se dio vuelta–. El médico quiere hablar con ustedes dos.
La mujer también había llorado, por lo que se le notaban los ojos hinchados.
–Hola señora Novak, lamento lo de su esposo –dijo Stephen dándole un abrazo.
–Lo se cariño, gracias. Ahora ve con Valentina, te necesitará –dijo la mujer al darse cuenta que su hija se estaba adelantando.
Cuando Valentina y Stephen llegaron a la oficina del médico, este los hizo entrar. Les explicó que la condición de su padre era complicada y que no debería tener sobresaltos.
–¿Qué quiere decir con eso doctor? –preguntó Valentina.
–Si pide que salten solo háganlo. Por lo menos delante de él. Sé que es duro para ti Valentina, pero tu padre es un paciente muy difícil. Cuando estaba recuperándose me dijo lo de la boda. Según él no quiere morir sin verte casada –dijo el médico sabiendo que lo que les pedía era demasiado, teniendo en cuenta lo controlador y autoritario que era el padre de la muchacha a veces.
–¿Está diciendo que para que mi padre esté tranquilo debo darle el gusto de casarme? –preguntó ella incrédula. No podría ser que su padre en una situación como esa solo pudiera pensar en su matrimonio.
–Estoy diciendo que hasta que mejore podrían jugar a la mamá y al papá –dijo el médico y Stephen se empezó a reír.
–¿Quiere decir que finjamos que estamos juntos para que Valentina pueda tomar el control de la empresa de su padre y este al fin deje de trabajar tanto? –preguntó Stephen cruzándose de piernas.
–Exacto. No digo que estén juntos sino lo desean, pero podrían fingir unos meses hasta que tu padre esté fuera de peligro –dijo el médico de la familia.
–Esto es una locura. Sabe que amo a mi padre como a nadie en este mundo. Pero no voy a obligar a Stephen a mentir para seguirle el juego de…–dijo Valentina, pero Stephen la interrumpió.
–Acepto –dijo y ella lo miró sorprendida–. Acepto fingir ser tu esposo hasta que tu padre mejore. Después de todo es como un tío para mí. No quiero que nada malo le pase.
Y así fue que valentina cayó en un matrimonio forzado con su mejor amigo Stephen. Ese día su padre les dio la bendición y antes del viernes había salido en las noticias.
–Dijimos que seria privado –dijo Valentina azotando una revista contra la mesa donde su madre y Stephen estaban tomando el té.
–Valentina, ¿Qué son esos modales? –preguntó su madre.
–¿Tu hiciste difundir la noticia? Madre –dijo despectivamente.
–Claro que no, he estado cuidando de tu padre. No tengo tiempo para esas revistas amarillistas –dijo la mujer con un temple inquebrantable.
–Deja que yo averigüe –dijo Stephen tomando la revista y viendo las fotos–. De todos modos, ¿Qué piensas hacer? Mañana le dan el alta a tu padre. ¿Te vendrás a vivir conmigo?
–Sí, eso ya lo acordamos. Es solo que no quiero hacer un circo de esto y después decir que nos separamos –dijo ella más tranquila.
–Quien les dice que ahora que dormirán todas las noches juntos no les da ganas de casarse en verdad –dijo la madre de Valentina y ella puso los ojos en blanco. No soportaba a su madre cuando hacía esos chistes.
–Voy a salir con mis amigas esta noche. No me esperes despierta, iré a mi departamento a dormir –dijo Valentina y su madre se sobresaltó.
–Hija, deberías hablarlo con Stephen. Después de todo dentro de tres meses será tu esposo.
–Madre…–dijo Valentina y respiró profundo.
–Tranquila, sal con tus amigas. Solo escríbeme para saber que estás bien –dijo Stephen y su madre lo miró con ternura.
Autora: Osaku
Todos los hechos y personajes de esta novela pertenecen a la ficción. Cualquier semejanza con la realidad son pura coincidencia.
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Updated 58 Episodes
Comments
chiquita
hay Dios 🙈
2024-05-03
1
Noeruart
Este Styfen es un mañoso todo lo ha estado manipulando para que Vale caigaven su telaraña 🕸️🙄🤔
2023-10-09
3
Ester Ayala
Stephen, algo tramas Valentina es la gallina de los huevos de oro, y solo quieres aprovecharte de la situación,
2023-01-19
1