Capítulo cuatro - Dudas
Titán llegó a casa con su hermano ebrio. Usó el dinero que había ganado esa noche para tomarse un taxi ya que no quería que Valentina tuviera que ir hasta su barrio, ya que era muy peligroso de noche. Sus padres no estaban, su madre estaba trabajando y su padre seguramente estaba bebiendo en algún bar de mala muerte, lo que había ganado ese mismo día.
Dejó a su hermano en la habitación que compartían y fue a la cocina por agua. Necesitaba pensar, La propuesta que Valentina le había hecho lo había dejado perplejo. Él solo esperaba que la chica que una vez le había dado las fuerzas para seguir adelante, ahora aceptara su amor. Sin embargo, ella buscaba otra cosa, seguía empecinada en hacerlo famoso.
Desde que la conoció en el campamento de música, tras escucharla hablar. Se dio cuenta que no existía sobre la tierra otra chica así. Ella tenía un don, para ver más allá de lo que los demás solo podían imaginar. Valentina era una visionaria en todos los sentidos. Si ella, ahora, le decía que lograría darle fama mundial, estaba seguro que lo conseguiría.
Esas no era la pregunta que necesitaba responderse a sí mismo. Él sabía que tenía la capacidad de hacerlo. Amaba la música y deseaba cantar y componer canciones por el resto de su vida. Sin embargo, no sabía si deseaba tanto ser famoso. Eso implicaba muchas cosas que terminaría odiando. No tener privacidad, que dispongan de él como si fuera un muñeco de ventrílocuo, incluso el dinero.
Titán, o mejor dicho Maurice, o como le decía su madre, Mauri. Este se había criado en una familia con bajos recursos. Su padre había sido un hombre adinerado, heredero de una gran compañía. Por lo que había decidido dejar de estudiar, nunca llegó a recibirse de arquitecto. Tras hacer malas inversiones lo perdió todo, y se dedicó a ahogarse en alcohol.
Su madre, una mujer hermosa y humilde, de bajos recursos. Por problemas familiares tuvo que comenzar a trabajar desde muy joven haciendo que no pudiera terminar ni la escuela secundaria. Por cosas de la vida se enamoró del hijo del dueño de la casa donde trabajaba realizando labores de limpieza. Al quedar embarazada del mayor de sus hijos ella fue considerada una casa fortunas por lo que nunca fue aceptada entre los familiares de su esposo.
Por lo tanto, tampoco Maurice, ni su hermano ni él habían sido bien recibido entre los familiares de su padre. Algo que a Maurice no le molestaba. Ya que era feliz al lado de su madre, y en ocasiones con su padre y su media hermana. Producto de un descuido según su padre.
Pese a las diferencias que sus padres tenían entre sí, siempre lo habían apoyado cuando él dijo que quería hacer música. Por lo que en su momento habían juntado dinero para pagarle el campamento de música al que había asistido en su adolescencia. Donde había conocido a Valentina. Y se había enamorado de ella tras una discusión en la que esta lo defendió de algunos chicos que le decían que el rap o el trap no era música real. Ahí también había logrado tener una conexión con ella que jamás había esperado tener con nadie. Una que le había hecho escribir cientos de canciones durante los últimos ocho años.
Al día siguiente le llegó un mensaje de Valentina en el que le pedía cambiar la cita para la semana siguiente. Su padre había tenido un problema de salud y no podría asistir a la reunión. Por lo que esperaba que Maurice la disculpara. Ella había sido tan formal que resultaba doloroso. Él trató de escribirle un mensaje, pero le llevó casi dos horas elegir las palabras. Al final solo le dio las gracias. Y le pidió que contara con él si necesitaba algo. Se sintió terrible y quiso borrarlo, pero ya no pudo hacerlo.
–Soy un tonto. Ahora pensará mal de mí –dijo en voz alta.
–¿Quién pensará mal de ti? –preguntó su amigo Vinicio–. ¿Por qué anoche no pudimos ir a la fiesta con ustedes? ¿Tuvieron acción con esas chicas?
–¿Por qué estás aquí? –preguntó Maurice sin responder a las dudas de su amigo.
–Tú hermano me escribió ebrio para decirme que nos ofrecieron un contrato. Así que vine a ver de qué se trataba –dijo Vinicio preocupado por Maurice.
–Aun no sé de qué se trata, por eso no los llamé yo –dijo Maurice molesto con su hermano. Él todavía no sabía si iba a aceptar y ya les estaba haciendo falsas ilusiones a los chicos.
–¿Tiene algo que ver con la chica de tu canción? No soy tonto, hace meses que practicas esa canción y ayer fue la primera vez que la cantaste –dijo Vinicio.
–Ella es la hija del dueño de una disquera y nos quiere ofrecer un contrato por dos años –le comentó Maurice a su amigo.
–¡Eso es genial! –Vinicio estaba entusiasmado.
–No lo sé, es una compañía grande. ¿Qué tal si no dejan que todos estemos? –preguntó Maurice.
–Aunque solo te quieran a ti, es para celebrar. Después podrás meternos como tus asesores de moda o, aunque sea para cargar el equipo. Lo importante es que te vieron y no puedes dejar pasar esa oportunidad hermano –dijo Vinicio tratando de animarlo.
–Está bien, entonces debemos buscar un abogado para que nos asesore –dijo Maurice y su amigo lo abrazó.
–Creo que Brandon conoce a alguien, será genial, te lo aseguro –dijo su amigo y fueron a contarle a los demás.
Esa noche al volver a su casa sus padres lo esperaban sentados en la mesa. Eso nunca quería decir nada bueno. La última vez que los dos estuvieron a la noche así, fue cuando le contaron que tenía una media hermana ya que su padre había engañado a su madre con una cantinera del bar donde solía ir a beber.
–¿Qué ocurre? –preguntó él y se sentó.
–¿Cuándo ibas a decirnos que te quieren para firmar un contrato? –preguntó su padre al principio molesto, pero luego sonriendo.
–Eso es estupendo –dijo su madre y se puso de pie para abrazarlo.
–¿Quién les dijo? Aun no es seguro, hasta me pospusieron la fecha de reunión –trató de explicarle a sus padres.
–Es seguro. La chica estaba desesperada por ti –dijo su hermano mayor.
–Tú, ¿no sabes callarte? Deja de ilusionar a los demás –Maurice estaba enojado con Marshall.
–Vamos, prácticamente te conseguí el contrato –dijo alardeando con sus padres.
–¿Tú me lo conseguiste? Ni sabes lo que hablé con valentina porque estabas tratando de desnudar a su amiga –dijo Maurice molesto. No le gustaba que todos se pusieran tan felices por algo que no valía la pena. Se fue a su habitación sin decir más nada. No había querido tratar mal a su hermano, pero se había enojado mucho.
Autora: Osaku
Todos los hechos y personajes de esta novela pertenecen a la ficción. Cualquier semejanza con la realidad son pura coincidencia.
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Updated 58 Episodes
Comments
chiquita
🤭🙈🤭😔
2024-05-03
1
Maura Pericana
así me dicen a mi Mauri de Maurita /Chuckle//Chuckle//Chuckle/
2024-04-27
1
Noe Noe
ese tonto Marshall se quiere llevar el crédito /Left Bah!/
2024-01-21
1