Capítulo 16 – Invitación

Como venganza por lo que hizo Peter mi ex jefe mandó a que cuando pidieran referencias mías les dieran las peores, por lo que había pasado un mes y no había conseguido otro empleo.

Peter me decía que el podía darme empleo en una de sus empresas, pero yo me negaba rotundamente, quería conseguir algo por mi misma.

Cada día me sentía más angustiada porque estaba viviendo de mis ahorros, porque no quería pedirle a mi amigo.

Así que seguí buscando empleo, algo debía aparecer.

Al finalizar esa semana Peter me invitó a su apartamento y yo fui un rato antes para hablar con nana un rato.

Cuando él llegó me abrazo y me dio un beso apasionado, el cual respondí pero al separarnos pude ver la cara emocionada de nana.

El también se dio cuenta y me llevó a mi habitación, si ya en esa casa tenía mi propia habitación.

-Tengo una noticia que darte y no se si sea buena o mala – me dijo

-Dime de una vez – puso un sobre en mis manos

Abrí el dichoso sobre y casi que quería morir cuando leí lo que decía, era una invitación a la boda de Sebastián y era en dos semanas.

-Yo no tengo dinero para ese viaje – le dije molesta

-El viaje es con todo pago y no vamos si no quieres – me dijo mientras acariciaba mi rostro

Lo pensé bien y le dije que si, que iríamos, sería bueno un pequeño descanso y así vendría con mucha fuerza para buscar empleo.

Así que bueno en dos semanas vería a Sebastián nuevamente y conocería a su futura esposa que casualmente se llamaba igual que yo, se llama Carolina.

Esos siete días fueron los más largos de mi vida, porque nos fuimos una semana antes de la boda.

Llegamos a España después de unas largas horas de vuelo y al salir del aeropuerto estaba un chófer esperándonos con una limosina, Peter y yo no vimos las caras, casi que no creíamos tanta elegancia.

Esta nos llevó hasta una casa enorme y hermosa, era casi como las mansiones de las películas, hermosa y grande con unos jardines inmensos y llenos de flores.

Salió a recibirnos una señora de mediana edad, era blanca y tenía los cabellos castaños, sus ojos eran marrones y se parecía muchísimo a mi mamá, casi llore cuando la vi.

Ella se me acercó y me abrazó, mientras sus lágrimas corrían por su rostro.

-Tu eres la hija de Flor ¿verdad? – me dijo con júbilo en su voz

-Si yo soy su hija – le respondí algo extrañada

-Yo soy tu abuela - me respondió – tu madre se fue hace mucho tiempo y más nunca supe de ella solo el niño Sebastián me dio noticias de ella y supe de su muerte

Me quedé fría no esperaba conocer a mi abuela y lo único que pude hacer fue abrazarla y darle muchos besos, con razón el parecido con mi madre.

Después de ese emotivo momento entramos y le presente a Peter como mi novio, el me vio extrañado pero me siguió el juego.

Fuimos a la cocina y ella me contó que se había quedado en aquella casa sirviendo al padre de mi papá con la esperanza de que algún día volviera y pudiera verla de nuevo, cosa que nunca sucedió pero pudo conocerme que para ella también era una alegría.

En esa casa hacía de ama de llaves, ya no se encargaba de la limpieza sino de supervisar al personal gracias a Sebastián que no le pareció que alguien de su edad estuviera aún limpiando pisos.

El le había contado que tenía una nieta y que era maravillosa, a la vez que le había mostrado fotos, por eso la había reconocido al entrar.

Sebastián estaba en la empresa y luego vendría a casa.

Me dijo que mi padre también estaba allí, prácticamente había llegado unos días después de la muerte de mi madre pero Sebastián no había compartido su fortuna con él, solo le había dado empleo en la empresa aunque vivía en esa casa como dueño y señor.

Se había instalado en su antigua habitación y era atendido por los empleados al igual que el dueño de la casa, siempre estaba detrás de Sebastián pidiendo su parte de la herencia, la cual no existía ya que entre las cláusulas del testamento había una donde nombraba específicamente a sebas como único heredero y si compartía su herencia con su hermano podría perderla.

Además, había otra cláusula donde decía que el sólo recibiría la mitad de la herencia y para poder obtener la otra mitad debía casarse a los 28 años con Carolina del Rosario, con una duración mínima de un año, por eso era ésta boda.

Ninguno de los dos se quería pero debían casarse, el obtendría la mitad de la herencia y la familia de ella una excelente cantidad de dinero, claro al cumplirse el año de casados.

Si no esa parte de la herencia se perdería ya que era una gran suma de dinero que se encontraba en diferentes bancos, así que era necesario contar con ese dinero para cualquier infortunio.

-Le pregunté a tu padre por ti y nunca me contestaba – me dijo con tristeza – y aquí te tengo frente a mi, es el mejor día de mi vida

Esa señora que acabo de saber que es mi abuela me llenaba de abrazos, no se en que momento Peter no dejo solas ya que solo tenia atenciones para ella.

-Mi papá y yo no tenemos una buena relación, yo diría que nunca hemos tenido una relación como tal – le dije casi que sin sentimientos

-No entiendo porque si el quería muchísimo a tu madre, cuando se supo del embarazo de tu madre esta casa ardió por días y fue él quien decidió que se fueran a otro país para cuidarte porque tu abuelo paterno quería hacerle un aborto a tu madre y ella se negaba rotundamente – dijo extrañada

-No se que haya pasado pero eso cambió, tan es así que no sabía que el estuviera aquí.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***