Capítulo 17 – Preguntas sin respuestas

Estaba con mi abuela hablando y riendo mientras me contaba cosas de mi madre cuando entró mi padre a la cocina.

-¿Se puede saber que diablos haces tu aquí? – dijo mi padre con odio en los ojos

-A ella la invitó Sebastián así que si tienes algo que decir anda con él y se lo dices – le dijo mi abuela con el temple que le faltó a mi madre para protegerme de él

-Tu no eres quien para hablarme así, te recuerdo que solo eres de la servidumbre – le contestó mi padre altanero

-Al igual que tu solo eres un empleado de tu hermano – le dijo como su hablara del clima

Pude ver como mi padre se acercaba amenazador a mi abuela y en ese momento llegó Sebastián.

-Sucede algo? – dijo con su hermosa voz masculina que se escucha a cinco cuadras

Yo me quedé helada viendo como mi padre se detenía en seco y solo miraba fijamente a esa mujer con mucha rabia.

-Tu hermano que quería decirme cual era mi lugar en esta casa – dijo y miro a mi padre - ¿me decías?

Mi padre solo se volteó para irse y Sebastián lo tomó por el brazo.

-Si tienes algún problema con cualquier persona que viva en esta casa me lo dices a mi o estás en la libertad de agarrar tus cosas e irte, para eso te pago un sueldo y es uno bueno

Mi padre veía el piso y se fue sin decir nada, pude ver a Sebastián acercándose a mi para darme un abrazo que casi me dejó sin aire.

Yo no sabía que hacer y solo me quedé tiesa sin moverme, me dio dos besos en las mejillas y vi llegar a Peter, nos sentamos en la mesa de la cocina para conversar y reírnos un poco mientras nos servían la cena.

Al día siguiente conocí a Carolina, Peter fue con Sebastián para que el conociera la empresa y la maravillosa prometida de mi tío me llevó de paseo, al parecer quería conocer a la sobrina consentida se Sebas.

No se que tenía de consentida pero le seguí la corriente, fuimos al spa y después fuimos a que me tomaran las medidas para un vestido ya que iba a pertenecer al grupo de damas de honor, cosa que me tenía muy incomoda.

Ella es rubia, más baja que yo pero con esos tacones que usa se veía de mi tamaño, tiene unos ojos verde muy lindos, lo único era su tono de voz que era algo chillón y cuando algo le gustaba su tono era más agudo todavía.

Es de esas mujeres que nunca ha tenido que trabajar solo se encarga de si misma, lo único que quiere es verse bien y debe saber quien es quien en la alta sociedad.

Por lo que todo el día la escuche hablar y hablar y hablar, me gustó el día en el spa necesitaba desestresarme y de pronto salió una pregunta incómoda.

-Tu debes parecerte a tu mamá porque no tienes nada de la familia de Sebi – soltó sin más.

-Supongo que sí, me parezco a mi madre – le respondí sin ganas a ver si se callaba

-Es que la familia de tu papá tiene el cabello azabache y tu lo tienes castaño claro, casi que amarillo y tus ojos son azules cuando los de ellos son oscuros, menos Sebi que los tiene grises, a lo mejor por ahí viene el color claro de tus ojos – siguió

-De verdad no había prestado atención a esos detalles – le dije con una sonrisa fingida mientras tomábamos un café

-No sabes porque tu madre y tu padre se fueron y no sólo enfrentaban al viejo cascarrabias – preguntó interesada

-No tengo idea pero puedes preguntarle a mi padre, el tiene todas esas respuestas que tanto te interesan – respondí algo molesta

-Disculpa si te incomode es que todo el mundo conoce la historia pero esta lleno de vacíos – me dijo y allí la interesada fui yo a lo mejor ella podría decirme algo que yo no se

-¿Cuales son esos vacíos? – pregunte

-Es que hay quienes dicen que tu madre se veía con otro hombre, que le había metido ese embarazo a tu padre y tu papá se la llevó por miedo a lo que haría tú abuelo ya que el sabía quien era el verdadero padre – soltó sin más

-Te recuerdo que estás hablando de mi madre y ella no sería capaz de meterme un embarazo a ningún hombre como dices, así que te voy a agradecer que esos comentarios no los vuelvas a decir en mi presencia – le dije con mucha rabia y ganas de agarrarla por los cabellos

Me llevó de nuevo a casa y me fui directamente a la habitación que me habían dado, bueno que nos habían dado a Peter y a mi porque supuestamente éramos novios.

Al llegar me encerré y solo lloré hasta quedarme dormida.

Al rato llegó Peter y me despertó con un beso y se preocupó al ver mis ojos hinchados y mi almohada húmeda.

-¿Qué te hizo esa estúpida? – me dijo Peter

-Nada solo me hizo algunos comentarios acerca de la relación de mi madre y mi padre que me dolieron mucho, dice que mi madre tenía una relación con otro hombre y le había mentido a mi papá diciendo que era suyo

-La mato – dijo con rabia

-Lo peor fue que yo pregunté, así que es mi culpa yo abrí la caja de Pandora y salieron algunos demonios, ahora debo luchar con eso – le dije aun con lágrimas en los y

-¿Te vas a quedar aquí? ¿Quieres que pida que te suban la cena? – me pregunto con cariño

-¿Me harías ese favor? No quiero que me vean así – le dije – diles que me siento un poco mal o que tengo Jet lag, pero no digas nada de lo que me dijo la novia de Sebas

-Esta bien, no te preocupes – dijo – creo que tu padre va a estar contento de no verte hoy

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