Capítulo 13 – La llamada

Sólo voy a decir que sucedió lo que sabía que iba a pasar, me quedé dormida y lo peor es que desperté en la cama, no me sucedía eso desde hacía años.

Escucho que tocan la puerta y antes de decir cualquier cosa entra Peter entra con una taza de chocolate caliente, la coloca en la mesita de noche y aun está en pijama, tiene un mono gris y una camiseta blanca que deja ver sus pectorales bien definidos y los músculos de sus brazos.

-Si te gusta lo que ves es todo tuyo, hasta lo que no te he ensañado – su picardía es casi que notable.

Se acuesta en mi cama a un lado boca abajo y me pregunta que como me siento, que si quiero salir o quedarme en casa, yo le respondo que me siento mejor pero que me gustaría quedarme en casa, no para envolverme en mi dolor pero si para descansar, me siento agotada.

Me toma entre sus brazos y me atrae a su pecho, se siente bien, siento su calor en mi cuerpo y sus pecho que es bastante duro, nunca había estado así de cerca con ningún hombre, ni siquiera con Sebastián ya que tanta cercanía entre él y yo estaba casi prohibida.

Me sentí tan bien tan protegida y relajada que me dormí nuevamente, cuando desperté aun estaba en los brazos de este hombre de casi dos metros, me sentía pequeñita a su lado.

Me moví para levantarme y sólo logré que me agarrara con más fuerza, así que no me quedó otra cosa que ponerme cómoda, pero me aburrí y comencé a halarle los vellitos de la barba que estaba comenzando a salir, eran muy pequeños, lo que hacía más difícil agarrarlos y estaba tan concentrada que cuando habló me asustó.

-Esta es la manera más original que alguien ha tenido para despertarme – dijo aun con los ojos cerrados.

-Es que no sabía cómo despertarte y cada vez que intentaba pararme me agarrabas con más fuerza – contesté.

-Un beso hubiera sido suficiente y más agradable – dijo mientras me soltaba para que pudiera levantarme.

Siguió con los ojos cerrados y esta vez se quedó en la cama boca arriba, yo me levanté y no sé porque razón voltee y pude ver bien a mi rubio, siempre acepté que era un hombre atractivo, pero tiene algo más y así dormido se ve tan tierno.

-Si hubiera sabido que te querías levantar para admirarme mejor te hubiera soltado hace rato - me dijo con un ojo abierto, mientras se hacia el dormido.

No dije nada solo fui al baño y ya, cuando me vio salir del baño me tomó por la mano diciéndome que íbamos a desayunar, así lo hicimos y pude ver como nana trata a ese hombre gigantesco como a un niño de seis años, lo único que hacía era verlos, ella parecía una madre consintiendo a su pequeño y eso me daba un poco de tristeza.

Terminamos de comer y fuimos a la habitación donde estaba el televisor, creo que voy a dormir todo el día si prende ese aparato, me sorprendió cuando sacó una consola de video juego, eso no me lo esperaba y me gustan los videojuegos, así que pasamos el día jugando y conociendo varias facetas el uno del otro.

De pronto veo que le cae una llamada a su teléfono y veo que dice Sebastián de la Cruz, el mira mi rostro y sonríe, pero es una sonrisa triste y me entrega el teléfono, yo le digo que no y el responde.

Al parecer le pregunta por mi y le dice que estoy durmiendo, que he estado un poco deprimida y después de eso solo escucho si y no varias veces, en otras palabras es algo que yo no debo oír o no debo saber, por lo que le hago señas de que voy al baño y salgo de la habitación.

Me voy a la sala y me detengo en uno de los ventanales a ver la ciudad mientras mi mente está en blanco, solo veo a la gente y a los autos pasar, cuando el se me acerca y me da un beso en la coronilla.

-¿De verdad no quieres saber nada de él? Porque el si está pendiente de ti, hoy ha llamado cuatro veces lo que pasa es que no le había contestado – me dijo mirando al frente.

-Me gusta mi vida como está – contesté.

-El quiere hablar contigo – dijo mirando mi rostro.

-Vamos a hacer una cosa, dame su número y cuando yo me sienta preparada para hablar con él lo haré ¿te parece? – respondí.

-Está bien se lo diré, hay ocasiones en se deben cerrar algunos ciclos para poder seguir nuestra vida y me parece que debes hacerlo para poder seguir adelante, además son familia y ese lazo no se rompe nunca – me dijo mientras me abrazaba.