Capitulo 04 – Cumpleaños

Cada uno estuvo encerrado en su habitación, hasta que como a las 3 de la tarde sonó el timbre y cuando abro la puerta escucho que gritan ¡SORPRESA!, son mis compañeros de la universidad y me emociono muchísimo, los invito a entrar y veo que traen bebidas, una torta, snaks, globos, entre otras cosas.

Pasamos la tarde divirtiéndome, en una que otra ocasión veo al imbécil de mi tío coquetear con mis compañeras de clases y cruzamos miradas, el sabe que me está haciendo molestar e intento disimular un poco, aunque quiero levantarme y decirles unas cuantas cosas.

Uno de los chico pone música y me saca a bailar, yo acepto encantada para olvidarme de Sebastián y de pronto escucho su voz en mi oído.

- Ahora me toca a mi bailar con la cumpleañera – se coloca frente a mí para bailar y yo le regalo una sonrisa

Luego todos comienzan a bailar y veo a la chica que estaba hablando con el colocarse entre los dos, quería agarrarla por los cabellos y quitarla del frente, pero preferí ir a tomar algo.

De pronto abren la puerta y todos nos quedamos congelados, era mi mamá que había llegado más temprano con una torta para celebrar mi cumpleaños, puedo asegurar que ella estaba tan sorprendida como nosotros y salió mi maravilloso tío a dar la cara por mí para que no me regañaran.

Mi mamá lo único que dijo es que recogiéramos todo temprano antes de las siete que llegaba mi padre y se fue a la cocina a comenzar a hacer la cena, antes le presente a mis compañero de la universidad y ella estaba encantada ya que nunca había conocido a ningún amigo mío.

A las 6 como siempre le dije a los chicos que ya era hora de terminar la fiesta, me ayudaron a recoger todo y la casa quedó como si nada hubiera pasado, mi mamá se despidió de todos y me dio un gran abrazo de feliz cumpleaños.

Me quedé con ella ayudándola a hacer la cena, al rato llegó mi padre y me saludó como siempre, mi madre le recordó que era mi cumpleaños y sólo recibí una palmada en el hombro, eso viniendo de él es algo grande.

Mi mamá notó mi expresión y me regañó un beso y un abrazo.

-Sabes que él te quiere lo que sucede es que no sabe expresar sus sentimientos – me dijo para que me sintiera mejor

-Mamá no creo que sea mucho pedir un poco más de atención y de afecto.

Mi mamá cambió el tema, ella es muy buena haciendo esas cosas, debería dar lecciones.

Me preguntó acerca de la universidad, de los muchachos que estaba en la casa y estamos hablando tranquilamente cuando se escucharon unos gritos en la sala, mi madre y yo salimos a ver que sucedía y vimos a mi padre con una botella de vodka en la mano.

¡No puede ser! Quedó algo de la fiesta de hoy y él lo encontró, me comenzó a gritar reclamándome por hacer fiestas cuando ellos no están, que era una desagradecida, me repetía que él sabía que era mayor de edad pero esa era su casa y el no permitiría que la volviera un antro, yo solo escuchaba todo aquellos, no me atrevía a decir nada.

-¿Hermano que haces con eso en la mano? No me digas que dejé eso regado en la sala, lo siento, hoy vine con unos amigos y no sabía que no podía tomar en tu casa – dijo Sebastián con cara de pocos amigos.

-¿De verdad esto es tuyo? – le respondió mi padre sin creer esa mentira

-Claro que sí es que hoy tuvimos un día bastante pesado en la universidad y le dije a mis amigos para tomar algo, pero tranquilo que no volverá a pasar y se volteó a donde estábamos mi madre y yo.

-Caro, Sra. Flor discúlpenme por hacerles pasar este mal momento, no es justo que ustedes reciban semejante reprimenda por algo que es totalmente mi culpa – agarro la botella la lanzó en la basura y se devolvió a la habitación.

La cara de mi padre era un poema, ya que había botado sapos y culebras por su boca en mi contra, pero cuando Sebastián dijo que era de él no dijo absolutamente nada, mi padre subió a las habitaciones me imagino que a disculparse con su hermano y mi madre y yo nos quedamos abajo.

Cuando estuvo lista la cena mi padre estaba en la sala leyendo el periódico y le avise que podía pasar a la mesa, subí y le toque la puerta a Sebastián, el salió algo molesto

-¿Qué quieres?

-La cena está servida y gracias por cubrirme – le dije

-Ya bajo y no lo hice por ti, lo hice por tu mamá que estaba que le daba algo.

-De todos modos gracias – baje rápidamente las escaleras para comer

La cena transcurrió en un total silencio y la finalizar mi madre sacó mi torta de cumpleaños mientras cantaba, yo cante con ella y Sebastián, mi padre siempre de aguafiestas estaba a un lado sin decir ni mu, pero lo ignoré, sople las velas y mi mamá repartió la torta.

-Ya que eres mayor de edad no te parece que deberías independizarte, así tu madre podría dejar de trabajar y quedarse en casa – soltó mi padre de pronto mientras mi madre se ponía pálida

-Si lo he pensado, lo que sucede es que no sabía cómo tocar el tema, ya que pedí una habitación en la universidad para no tener que gastar en pasajes y podría trabajar cerca para pagar mis gastos – le dije mirándolo con mi mejor cara de póker

-¿Cómo te vas a ir de casa si solo eres una niña? – dijo mi madre con lágrimas en los ojos

-Mi padre sacó el tema y estoy cansada de que me mire o me trate como un estorbo, creo que se había tardado en decirme que me fuera.

-Yo sólo estoy diciendo algo obvio, además tu necesitas tu espacio y me imagino que ya debes tener novio, por lo que seguramente debes necesitar intimidad para hacer tus cosas – decía con la mayor cantidad de veneno en su boca, ya mi madre lloraba a mares.

-Te cuento que no tengo novio y no lo has preguntado pero aun soy virgen, necesito mi espacio para estudiar y poder reunirme con mi grupo de estudio hasta tarde, lo que no puedo hace aquí ya que tengo hora límite de llegada y no te preocupes  a mas tardar el sábado me coy de tu casa para que mi madre pueda quedarse en casa haciendo los oficios y aburriéndose como una ostra – me levanté de la mesa cuando escuché

-Yo ya tengo 21 años por lo que entiendo debí irme hace rato, ya que Caro se va el sábado yo me iré el viernes para no seguir importunando tu casa – voltee y vi su cara, la cual era algo sombría se notaba su rabia a kilómetros, se levanto y se fue a su habitación, yo hice lo mismo por mi  parte

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