Lo mejor es un contrato

Capítulo 13

Cásate conmigo le dijo Azaki. Como si le hablara de cualquier otra cosa. El tiempo, su trabajo, la última película que vio en el cine, lo que almorzó ayer… En el mismo tono, solo que era un domingo cualquiera y estaban en la cama. No sabía como tomárselo. En principio lo suyo hubiera sido una propuesta bonita en una cena con velas y música románica.

Pero, pues no.

Si atendía a sus sentimientos, tenía que confesar que el corazón casi le estalla de la emoción. Pero su cabeza era otra cosa. Como siempre, corazón y mente cada uno por su lado. Casarse son palabras mayores para ella. Rous ya tiene treinta y cuatro años y no se ha casado antes, por muchas razones.

La principal es que a ella casarse le resultaba una especie de loza pesada. Imagínate… un noviazgo ya era bastante complicado para alguien tan libre como ella, porque requiere explicaciones y atenciones para con la otra persona. Requiere que ya no puedes entrar y salir a tu aire, ni disponer de todo tu tiempo, porque ahora tienes que contar con alguien más.

Pero si además de eso, le añades un casamiento, con firma de papeles y ataduras legales, familia por el medio, quizá niños, hipoteca, perro y gato, seguros de hogar, cuentas bancarias conjuntas, viajes en familia y otros mil asuntos menores de la vida diaria, las complicaciones se triplican. Y ella lleva una vida sencilla y cómoda en casa de su madre.

Rous tiembla ante la posibilidad de perder su propia individualidad entre todo ese mar de responsabilidades y obligaciones para con los demás, y se pregunta donde quedaría ella después de eso. Por eso nunca se ha casado. No es que no quiera tener un compañero, vivir las mieles del amor e incluso no la asustan los problemas que se dan en toda relación. Puede afrontarlos. Lo que no puede afrontar es quedarse en el mismo limbo de sus congéneres femeninas que parecen desaparecer del mundo, después de unirse a alguien de por vida.

Por eso quería charlar ayer con Azaki en la cena preguntando cuáles son sus ideas sobre matrimonio y relaciones de pareja y el papel de una mujer en todo eso. Ella no olvida que él es japonés, que no se distingue precisamente por ser un país donde las mujeres tengan voz y voto, y menos después del matrimonio. Y aunque él ha vivido gran parte de su vida en occidente, la sangre tira. Los meses que estuvieron juntos tampoco hablaron mucho de esto porque de alguna manera Rous nunca fue tan en serio con él. En fin, ayer quería preguntar para saber a qué atenerse y hoy le había explotado todo el asunto en la cara.

- ¿Quieres preguntar algo?

Azaki por fin habló, en vista de que no decía nada. Se había separado de él y tumbado boca arriba en cuanto le mencionó lo de casarse.

- Contestaré lo que sea. No quiero que me entiendas mal. Sé que es pronto para esto y que tú no estás preparada para un compromiso. No te exigiría nada que tú no quieras hacer. Firmaríamos un contrato acordando las condiciones entre los dos. - El hombre sonaba muy convencido de lo que decía.

- En mi país es muy habitual hacer este tipo de matrimonios por contrato. Mis padres están de acuerdo y es lo que me reclamaron ayer porque están cansados de verme solo y ya he sobrepasado la edad razonable en que debería estar casado y con hijos. No te voy a pedir que seas una esposa completa. Solamente quiero tener la garantía de que durante al menos un año le darás una posibilidad a esta relación.

Azaki hablaba con voz suave y razonable. Quería que sintiera que era de confianza.

- Si lo piensas bien, al estar casados, te quitarías esa presión de estar pendiente de los que los demás tengan que decir acerca de ti y de mí. Serías mi esposa para todos y a todos los efectos

Como ella seguía en silencio. Azaki supuso que era mejor dejar espacio a que ella meditara el asunto sin presionarla más. La semilla estaba plantada y ahora había que esperar a ver dónde crecerían las flores. Esperaba que la estrategia que le había sugerido su madre funcionara. Las madres nunca se equivocan y él contaba con esa baza. Se levantó de la cama y fue al baño. Al volver, la vio aún tumbada y le dijo

- Vamos a desayunar, Rous. Te explico mi idea y hablamos de los términos del acuerdo. Podemos resolver juntos tus dudas, las que sean. - se aseguró de incluirla como parte de las decisiones. No debía creer que habría alguna imposición por su parte.

Azaki se dirigió a la cocina silbando. Ella no había reaccionado bien, pero tampoco mal. No había dicho ni mu y Azaki sabía, por lo que la conocía, que mil ideas estaban ahora mismo bullendo en su cabeza sin parar. Rous era una mujer muy mental. Tenía emociones y sensibilidad, pero también era sensata y llevaba las cosas al filtro de su mente y le daba mil vueltas antes de decidir sobre temas importantes. Y este lo era.

El hermoso hombre se fue a la cocina y empezó a sacar cosas de la nevera y los cajones. Quería lucirse ya que estaba ahí su futura esposa. Cocinar seguramente le sumaría algún punto ¿no?. Estaba inquieto y emocionado por lo que ella le diría. La oyó entrar a la ducha y no pudo evitar pensar en como le gustaría meterse con ella, pero ahora mismo no era el momento.

Solo Dios y él sabían los esfuerzos que hacía para no tirársele encima y hacerle el amor hasta cansarse. No pasó mucho rato y ella ya estaba lista con el pelo húmedo y otra de sus camisetas que la cubría hasta los muslos. Se sentó y esperó a que él le sirviera, arrugando la naricilla de placer.

- Que rico - dijo. Y empezó a zampar como si llevara un ayuno de tres días. No sabía donde metía la comida esa mujer, pero era lo que se llamaba coloquialmente, un saco sin fondo.

- Disfruta preciosa

- No sabía que cocinabas tan bien

- Ni yo que comías tan bien

- No te rías, es que anoche no estaba a gusto y no disfruté tanto de la cena

- Lo sé. Y discúlpame por no estar del mejor humor. Ahora ya sabes la razón

- Sí. ¿Me cuentas eso de casarse y lo que quieres decir con que tus padres te pusieron un ultimátum?

- Pues que ya tengo treinta y ocho, Rous. La edad casadera en mi país es antes de los treinta. A mí se me considera un solterón. Mis padres son más liberales y me han dado hasta cierto punto mas tiempo, pero su paciencia tiene un límite. Es hora de encontrar a alguien con quien quiera estar y compartir mi vida.

- ¿Y esa soy yo?

- No lo sé, Rous. Por eso mi propuesta tiene todo el sentido. Cuantas más vueltas le doy, mejor idea me parece. Hasta hoy la única persona con la que me he planteado algo muy serio es contigo. El resultado final es impredecible

- Pues no sé que decir. ¿Una boda no es mucho pedir para demostrarte mi buena fe contigo?

Azaki se levantó y la giró en la silla para quedar frente a él y le acercó la cara, de modo que viera la sinceridad en sus ojos. A Rous se le puso toda la piel de gallina teniéndolo tan cerquita. En su mente se veía a sí misma dando una mordidita a ese poderoso cuello. Le pasaría la lengua y le daría besos suaves...

Y si fuera su esposa, tendría todo el derecho a hacer eso ¿verdad?

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Comments

Tere Roque 🇨🇺

Tere Roque 🇨🇺

jjjjjjjjjjjjjj cm k ella lo ve cm 1 plato de comida y está lokita x meterle mano ✋️ o el guante cm tb décimos akí en mí Cuba bella y hermosa 💖

2024-11-26

0

Asle Chiquinquirá Urdaneta Morillo

Asle Chiquinquirá Urdaneta Morillo

Mujer!!!!
Quisiera uno así en mi vidaaaaaa!!!

2024-01-28

3

jesus paradas

jesus paradas

ya tirate al agua mujer.T u tampico eres ninguna carajita.Ya con 34 añis estás para vestir santos como dicen en mi casa materna.

2023-06-28

5

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