Capítulo 8
La boda de Alexa fue el detonante de la separación. Rous sabía que Azaki esperaba que lo llevara como acompañante y no fue así. Le había dado a entender que había decidido ir sola para no comprometerse. Pero él se presentó allí con la excusa de llevar un presente en nombre de su familia y descubrió que había llevado a otro hombre allí.
¿Qué pasó ahí? Pues que ella fue con Brian, que resultó ser un idiota, porque era un compañero de oficina de su misma clase social y estatus, como una especie de declaración de principios. En esos días estaba en su peor momento, sintiéndose que no era mujer para Azaki y aunque se arrepintió después, pagó por su impulsiva acción. Azaki la sacó de la boda a la fuerza y fue la catarsis para ellos.
Él le reclamó por su actitud y dijo que ya estaba cansado de esperar y ella se arrancó por soleares en respuesta y le dijo que no podían salir porque no eran adecuados el uno para el otro y que además no quería ser un ama de casa ociosa con un marido rico.
Discusión.
Decepción.
Separación.
Y justo así es como fue todo en aquel entonces
Rous pasó los meses siguientes haciendo lo de siempre. Trabajar, salir, vivir, con un hueco vacío en el corazón. Aceptando una vida sin Azaki. Y echándolo de menos.
Azaki paso los días saturándose de trabajo y las noches en blanco con el corazón lleno de sal y limón. Aceptando una vida sin ella y echándola de menos.
Pero el destino es como es y los hizo verse al pasar, en un día cualquiera. Azaki no quería verla, ni dedicarle un segundo y por eso la ignoró y pasó de largo en su limusina, mientras oía el interminable cotorreo de aquellas dos insoportables mujeres que, como si creyeran que el fuera tonto, habían montado un escenario propicio para que las llevara con él ese día, apelando a su caballerosidad.
Azaki la vio desde el segundo cero. ¿Cómo no verla si ella era la luz de su vida?. Su cuerpo de inmediato reaccionó y su corazón se llenó de una extraña felicidad y en un instante su alma quiso bajarse, abrazarla y decirle que volvieran a verse, aunque solo fueran amigos, lo que fuera lo aceptaba. Pero no.
No iba a ceder a su impulso después de pasar dos meses miserables. Ya le quedaba menos para olvidarla y no iba a volver a lo mismo.
Dejó su mirada vacía y la hizo saber que no la veía, ni reconocía su existencia. Y entonces, como un milagro, en la expresión de ella vio el dolor que eso le causó.
¿Le dolió?, se preguntó y se sorprendió un poco. Él esperaba que Rous no se afectara demasiado. Al fin y al cabo había aceptado los términos de él de no verse más y ni siquiera lo había buscado una vez o enviado un mensaje para saber cómo estaba. Él incluso esperó un tiempo, mirando su chat, mirándola en línea, pero nunca hubo nada para él y dejó de tener esperanza.
Pero ahora había visto… ¿Pena y algo más en su mirada?. No sabía que debía hacer.
En eso, el coche se detuvo en un semáforo en rojo y él se tiró a la calle dejando a las mujeres aquellas perplejas y hablando solas. Azaki recorrió la calle en sentido contrario al vehículo, rezando para que estuviera en el mismo sitio y llegó hasta donde ella estaba, parada en cuclillas. Todo en su cuerpo expresaba tristeza. ¿Entonces él no se había equivocado y ella estaba mal por su causa?. Gritó su nombre.
Horas más tarde Azaki recordó el suceso de esa misma mañana. Siempre que se acercaba a Rous su vida se convertía en una especie de carrusel. En un solo día le habían dado un bofetón, el amor de su vida había dicho que era su dueña y habían terminado todos en la comisaría.
Cuando pensaba en las palabras de Rous, sentía la barriga doler de la emoción. Era su dueña, eso dijo. ¡Ay dios! Se moría de gusto al pensarlo. Azaki tenía una sonrisa enorme en ese momento.
Estaba loco por hablar con ella otra vez, o enviarle muchos mensajes, y también quería ir a buscarla. Pero no podía hacer nada de eso. Esta vez tenía que ser ella la que diera el paso.
La pelota estaba en su tejado. Azaki sabía que sería un error tremendo si él volviera a ser el que mostrara interés. Aparte que también tenía su orgullito y se creía merecedor de que lucharán por él.
Esperaría con tranquilidad a ver lo que estaba por venir. Y si Rous tardaba demasiado o empezaba con su "dos pasos pa'lante, dos pasos pa'trás" habitual, ya se inventaría algo para enredarla. Esta vez no podía escapársele viva.
"Ya verás Rous..."
......................
Azaki llego temprano a trabajar y saludando a todos los que se iba encontrando en el camino a su oficina. Sus empleados estaban asombrados y no sabían que el CEO podía sonreír así. Estaba de un excelente humor, y aunque se sentía un poco tonto por esto, obviamente se debía al regreso de Rous a su vida.
Las noticias de cotilleo de la mañana rezaban en algunos titulares que la familia Itō negaba un supuesto compromiso con el CEO de Masaharu Tech y todo había sido un rumor de la prensa rosa. Estaba contento con eso también. Se imaginó que los padres de Ayaka habían decidido terminar con cualquier posibilidad de que su hija siguiera enredando en este asunto, sabiendo ahora claramente la posición de los Masaharu. No era cuestión de insistir en lo imposible ni era sensato seguir ofendiendo a una familia como la de Azaki.
Miró el teléfono a ver si tenía algún mensaje de ella, pero no. Se prometió a sí mismo que era la última vez que miraba el WhatsApp. No se iba a preocupar por lo que hiciera o dejara de hacer esa mujer. Se ocuparía de sus cosas y confiaría en que ella estaba interesada en él y le hablaría en el debido momento.
Rous se comía las uñas en su oficina, preguntándose qué sería lo apropiado. ¿Estaba bien si le mandaba un mensaje de "buenos días, cómo estás" y ese tipo de cosas? ¿No serían muy evidentes sus ganas de hablarle? Quizás sería mejor esperar a mediodía. Sí. Decidió que más tarde sería lo adecuado para que no pareciera que estaba desesperada por saber de él.
Y bueno, tampoco le había escrito. Esto la molestó un poco. Antes siempre era Azaki el que estaba detrás de ella. ¿Quizá le tocaba a ella ahora ir hacia él? Él no lo vería como una mala cosa, ¿no?.
"¡Ay Rous!, para ya de pensar. Que pesadilla eres dándole mil vueltas al todo. Eres una generala y debes ir a por todas. Actúa como tal". Se dijo. Hasta ella misma se cansaba a veces de sus procesos mentales. Envió un mensaje.
"Hola, buenos días, espero que tengas un bonito día hoy"
Esperó en línea por si había respuesta, pero tardaba y cuando solto el móvil sube la mesa, se oyó el "plim" de un mensaje entrante. Leyó la respuesta emocionada y contestó.
"¿Cómo has dormido?"
Él seguía en línea.
"..."
"..."
"..."
(Larga espera y silencio al otro lado)
Rous con cara de ciruela pasa, dejó el móvil a un lado y de nuevo sonó el "plim".
"Dormí muy bien. Estaba cansado después de estar en la comisaría tantas horas y tan tarde. ¿Tu?"
"Yo tambien dormi muy bien"
"...."
"...."
"¿Salimos hoy?. Tengo una deuda contigo"
"¿A tomar café?"
"A cenar, mejor"
"Vale. Hora y lugar."
"¿Las siete en Background?"
Background era un restaurante conocido de la ciudad. A los dos les gustaba comer allí y habían ido antes un par de veces.
"Sí. Te veo allí"
"Ok"
Siguen los dos en línea, mirando la pantalla de chat del otro, en un silencio emocionado.
"Odio que contestes ok"
"Jajajajaja"
......................
Azaki llega primero. De hecho está allí desde hace una hora larga. No podía quedarse en la oficina más tiempo. Estaba muy nervioso y para él era mejor estar en el sitio esperándola. Si ella llegaba antes, estarían un ratito más de tiempo juntos.
Ella llegó tarde como siempre. A las siete y veinte, llena de excusas sobre el tráfico en hora punta.
- Rous tú no tienes coche
Lo miró avergonzada y se mordió el labio
- Ya. Es que…
El sonrió porque en verdad le importaba todo un pimiento una vez que ella ya estaba allí. La ayudó con las excusas.
- Supongo que el tráfico es tanto a esta hora que los semáforos tardan mas en ponerse verde para los peatones. ¿Verdad?
Ella sonrió genuina y alegremente y se echó a reír.
- ¡Sí, eso es! - le confirmó, tan feliz. Como si hubiera descubierto una gran cosa.
- ¿Nos sentamos aquí?
- Donde quieras
Se acomodaron en una mesa un poco apartada pues sentían que necesitaban su espacio. Se estaban reencontrando y dándose oportunidad de… ya se vería de qué.
- Azaki
- Dime
- Me alegro de... estar contigo aquí
- Y yo me alegro de estar contigo
Los dos se sonrieron, disfrutándose. Cualquiera que los mirara desde fuera podría jurar que en los ojos brillaban un sinfín de estrellas.
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Comments
Tere Roque 🇨🇺
sííííííííííí y ojalá k ése sin fin de estrellas 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 les alumbre el camino y sus vidas 💛 💛 💛 💛 x siempre
2024-11-25
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Elsa Elena Isasa
Hacía tiempo no me reía con una novela. La deducción del semáforo estuvo genial. 💞🇦🇷
2024-10-15
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MARYTANCHY
también cuando caminamos nos afecta el tráfico, son largas horas de espera en que el semáforo de el paso al peatón 😂😂
2023-11-15
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