Japón, va a caer

Capítulo 3

Rous, estaba sentada en la oficina terminando de ordenar el papeleo del día. Le quedaba apenas media hora para salir del trabajo. Después de eso había quedado con su hermana Alexa para cenar y ponerse al día de sus cosas. 

Además quería verla para contarle lo que le había pasado ese día con Azaki y la nipona salvaje. Su hermana se había convertido en su mejor amiga y su confidente. Alexa estaba casada con un importante hombre de negocios llamado Aron. Él era el CEO de una gran corporación y Alexa había sido su asistente durante diez años.

En todo ese tiempo ellos habían sido simplemente jefe y empleada y de hecho Alexa era la novia del hermano menor de Azaki, llamado Ran Masaharu. Cuando Ran engañó a Alexa y le fue infiel ella tuvo una catarsis en su vida. Rompió la relación y además se fue del trabajo. Cambió completamente de vida y fue cuándo comenzó la historia de amor entre ella y él CEO.

Y todo lo que pasó con su hermana fue justamente lo que propició que Rous conociera a Azaki en aquel entonces. De eso hacía más de un año. Alexa finalmente estaba casada con su ex jefe y no hacía mucho tiempo que había llegado de la luna de miel. 

Cuando Rous rechazó los intentos del japonés por conquistarla, Alexa la apoyó, pero le comentó que le parecía una pena porque Azaki era un buen hombre para ella. Y que tener un origen humilde no era importante a la hora de estar con alguien. 

Lo único importante era que las dos personas estuvieran dispuestas a poner de su parte en la relación. Alexa le dijo que el amor es una construcción que cada día requiere poner un ladrillo para hacerlo crecer. Lo que menos importaba en cualquier caso era el estatus. Y para ejemplo, se ponía ella misma ya que en ese sentido Aarón y Alexa eran igual que Rous y Azaki. Ellas venían de una familia de clase media mientras que ellos habían nacido con cuchara de plata. 

Rous le daba la razón ahora. Pero en aquel momento, se le juntaron varias cosas y no fue capaz de ver la situación más objetivamente. Reconocía que había metido la pata. 

Aunque hoy, había recuperado un poco de esperanza y el destino parecía que estaba siendo bondadoso con ella. El encuentro que había tenido hoy con su hombre bello, había dado un giro inesperado al asunto.  

......................

Después de que le gritó  a aquella mujer malvada, la japonesa se levantó ayudada por su amiga y roja de la rabia se marchó en la limusina que aún esperaba por ellos. 

Rous se dio la vuelta para mirar a la cara a su adorado japonés, compadeciéndose por el golpazo, que le había dejado la cara hinchada y marcando su hermosa piel blanca.

Sin embargo, el hombre tenía los ojos llenos de lágrimas de risa. Él no podía estar más contento después de ver la defensa que hizo la enana pecosa, defendiéndolo de la arpía aquella.

Y no contenta con jalarla por los pelos, terminó señalándola endemoniada y declarando en medio de la calle a grito pelado y para asombro de todos los transeúntes que ella era su dueña. 

El ni siquiera sabía porque le había llamado rōnin. Ese era un término japonés bastante peculiar ya que un rōnin representaba a la figura de un guerrero samurái caído en desgracia y en general se les consideraba ladrones y gente de mala vida y mala reputación. 

Se quedó pensando que en algún momento más adelante le preguntaría por qué lo había llamado así. Rous siempre tenía ese tipo de ocurrencias. 

Ella simplemente parecía seguir una línea de pensamiento totalmente distinta al resto de la humanidad y de repente soltaba frases como esa, tan loca. El significado exacto solo lo conocía ella. De todos modos la insinuación de que ella era su dueña lo hizo temblar. 

Y en su corazón sintió el aleteo de una pequeña esperanza. No quiso emocionarse demasiado puesto que si algo había aprendido es que con Rous era difícil saber a qué atenerse y aunque eso era algo que le atraía de ella, también lo hacía sentir desconfianza y estar inseguro. 

Estaban en medio de una calle transitada y ese no era el sitio ni el lugar apropiado para una conversación. Ni él tenía claro tampoco que quería decirle.

Ahora está aquí, frente a ella, que lo mira desde su altura, mucho más abajo, cabreada con él. "Que cambiante es" piensa Azaki. "Hace dos minutos estaba defendiéndome de Ayaka porque me pegó, y ahora está a punto de pegarme ella".

- No te rías así. Te merecías la cachetada. Pero no permito que te la de otra que no sea yo. No tardaste ni dos meses en buscarte un pendón desorejado para sustituirme. Eso no te lo perdono.

Él sonríe de oreja a oreja, todo contento, levanta los brazos y dice:

- Le recuerdo que usted me abandonó, señora. ' Ahora que la tiene cerca no puede evitarlo y la coge por la barbilla - Con su permiso tengo que ir a trabajar

Se da la vuelta y la deja ahí en medio de la calle y hablando sola. Ella también se da la vuelta y entra en su oficina. Aún le quedaban algunas horas de trabajo. 

......................

La tarde se le pasa deprisa, pensando en Azaki. Verlo de nuevo la hace recuperar muchos momentos con él. Ese hombre es uno de los más bellos del mundo, está segura de eso. Si quisiera podría ser modelo y no lo piensa porque a ella le gusta, es que es extraordinario. El corazón le estaba saltando en el pecho por muchos motivos.

Uno era por volverlo a ver y tenerlo tan cerca pero también porque estaba segura de que Azaki se había sentido mal por ignorarla y por eso fue a buscarla. ¿Eso significaba que aún sentía algo por ella? ¿Entonces la japonesa que pintaba en esta fiesta?. No le había quedado claro del todo, aunque él la había rechazado, ¿no?.

Y habíale dicho que ella, Rous, era la mujer de su vida. Se había quedado tan impresionada con toda la escena, que ahora estaba dudando de si había escuchado bien. De lo que sí estaba absolutamente segura es de que él le había abierto una puertita. Y esta vez Rous iba a aprovechar para entrar sin tocar ni pedir permiso. 

Estaba deseando ver a su hermana Alexa para que la aconsejara y además de eso la ayudara a pensar la forma de acercarse a Azaki y conquistarlo definitivamente. Sabía que su hermana menor era la mejor estratega del mundo. 

Ella le había contado todo lo que había planificado en el pasado cuando su ex novio la había engañado y realmente se había quedado impresionada con el nivel de inteligencia organizativa de su hermana. Ni un general lo haría así de bien. 

Ahora era Rous la que necesitaba una estrategia definitiva para traer de vuelta al rōnin de sus entretelas y convertirlo en samurái de nuevo.

En el pasado había cometido el tonto error de dejarlo escapar por un "quítame allá esa paja", o sea, por una bobada. Pero esta vez Rous, estaba dispuesta a superarse a sí misma para enfrentar sus miedos, trascender sus inseguridades y finalmente poner un pie en territorio asiático. 

Y que pedazo de territorio tenía Azaki, por Dios y la Virgen…

Cuando se conocieron, él fue siempre el que no paró de acorralarla intentando conquistarla y ganarse su amor. Esta vez le tocaba a ella dar la cara por él ¡y saldría vencedora, sin dudarlo!

Japón, iba a caer. 

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Comments

Stella Santabaya

Stella Santabaya

Que manera de reír 😂

2024-09-17

0

Asle Chiquinquirá Urdaneta Morillo

Asle Chiquinquirá Urdaneta Morillo

jajajaja...
Es ella la locura en pasta!!!

2024-01-24

3

Alicia Chavez Salcedo

Alicia Chavez Salcedo

por lo que eh leído,es una novela bastante interesante

2023-12-04

2

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