En La Toscana

Leopold reconoce los insectos que le muestra en fotos su hijo Raúl; son unos bichos que destruyen las cosechas de uvas. Ahora entiende, Fabiola lo que busca, no es casarse, sino destruir los viñedos. Quieren apoderarse de las tierras, de eso no hay dudas. Desde hace un tiempo, Rodrigo Bellucci le viene ofreciendo dinero para que le venda los viñedos...

Decide actuar rápido y echarla de su casa, antes de que logre sus objetivos. El problema es más serio de lo que aparentaba, lo peor es que el tonto de su padre ni cuenta se da, está siendo manipulado hábilmente por Fabiola y su padre Rodrigo.

Durante la cena, Fabiola se había adelantado para ayudar a colocar la mesa y en las copas de Leopold y Massimo, derramó el líquido de su pócima controladora. Necesitaba tenerlos dócilmente bajo sus manos. Planeaba que Leopold la llevara a recorrer los sembradíos para dejar los insectos en sitios claves.

Todos se sentaron alrededor de la mesa y empezaron a degustar sus alimentos, a beber vino, los niños tomaban jugo de frutas.

Cuando los niños se retiran a dormir, Leopold acepta quedarse a tomar otra copa, ya que las pociones no eran efectivas. Le pregunta al padre:

-Papá ¿Tienes planes de venta de los viñedos a Rodrigo Bellucci?-

Fabiola se queda sorprendida por la pregunta

-¡Por supuesto que no! ¿De dónde sacas esa descabellada idea? Pregunta Massimo, contrariado ante esa suposición. La pócima ya no está haciendo efecto.

-Pregúntale a Fabiola cuáles son sus verdaderos planes al venir para acá- dice sarcástico Leopold.

-No sé de qué hablas Leopold, no tengo ni idea a qué te refieres con eso- finge inocencia Fabiola, pero está poniéndose nerviosa, no sabe cómo él pudo descubrir sus planes.

-¿Realmente vas a fingir que no lo sabes?- Leopold mira inquisitivamente a Fabiola.

- ¡Ya Leopold, habla de una vez! ¿Qué es lo que sabes al respecto? ¿Tienes pruebas de que Fabiola está conspirando con Rodrigo?- pregunta Massimo, ahora con dudas razonables.

- Yo estoy cansada, me voy a dormir, con permiso. No quiero me involucres en algo en lo que soy totalmente inocente - Fabiola se retira rápidamente, no quiere demostrar nerviosismo, debe mantenerse en calma. Pero ¿Cómo Leopold está tan sobrio, y no cae en sus redes y Massimo por qué no la defiende como siempre lo hacía?.

Fabiola, en su habitación, no sabía la sorpresa que Raúl le había dejado...

Cuando Fabiola se acuesta con su mínima pijama, siente que un insecto peludo y frío recorre su pierna, cuando quita las sábanas, lanza un grito de terror que se escucha en toda la casa, tiene los ojos desorbitados, su pecho respira aceleradamente, subiendo y bajando con rapidez. La tarántula se queda en su muslo sin moverse, aterrorizada grita pidiendo auxilio.

Leopold, Massimo y los niños se acercan a su habitación:

-¿Por qué gritas tanto? ¿Qué pasó?- pregunta Leopold. Ella asustada, señala con el dedo a la tarántula en su pierna.

- ¡Quítenme ese bicho, por favor, quítamelo! ¡Me va a morder!- dice con la cara de terror sin poder mover ni un músculo de su cuerpo, no quiere que la tarántula siga subiendo por su muslo.

-¡Esa es Erlin, estaba perdida!, ¡Gracias por encontrarla!- Raúl toma con sus manos a la tarántula y sale riéndose de la habitación.

Fabiola está asqueada, se va a dar un baño, para quitarse, la sensación de asco que le produjo el contacto con ese bicho peludo en su piel. Llena la tina, mientras tanto busca una bata, no se percata que una rana saltó dentro de la tina.

Se introduce en la tina para relajarse, se acuesta. La rana brinca por el calor del agua y se le pega en la cara. Fabiola grita con más fuerza, tiene pánico porque esos animales le dan alergia. Grita y grita sin parar, sale del agua se coloca la bata de baño, pero el efecto del anfibio ya estaba hecho. La cara se le enrojece y se le hincha, los labios también, su rostro está deforme. Los niños son los primeros en llegar.

Raisa toma a su ranita.

-¡Cloc! ¿Por qué te escapaste? ¿Querías conocer a la tía Fabiola?- la niña divertida se ríe.

- Ustedes niños, son unos monstruos, no los quiero cerca de mí, ¡Ya verán, cuando me case con su padre, los voy a encerrar en un internado y no volverán a salir de allí hasta que no sean adultos!- grita furiosa Fabiola. Leopold que se estaba acercando la escucha, saca a sus hijos de allí y le dice:

-¡Ni por todo el oro del mundo yo me casaría con una mujer como tú! ¡Y mucho menos con las malas intenciones que tienes, con unos niños inocentes!- exclama Leopold, sale de esa habitación con los niños.

- ¿Cuáles niños inocentes? ¡Tienes unos monstruos por hijos! ¡Tampoco tengo intenciones de convertirme en la madre de esas bestias!- grita Fabiola furiosa; todos se van de la habitación. Fabiola se mira en el espejo, y grita al ver la deformidad de su rostro. Corre a tomarse un antialergico.

Poco tiempo antes, con el alboroto, Raúl había aprovechado para sacar la mini grabadora.

En la habitación de los niños, Leopold escucha la grabación, ya no tienen dudas sobre los planes siniestros de los Bellucci. Leopold reproduce la grabación con su celular, sale y se la muestra a su padre.

Massimo se queda sin palabras, no lo podía creer, había sido un completo idiota, poco a poco estaba cayendo en la trampa de Rodrigo. Lo peor eran las macabras intenciones que tenían de matar a sus nietos. ¡Eso nunca se lo va a perdonar!

No hubo necesidad de echar a Fabiola, esa misma noche ella recoge sus cosas, no quiere quedarse ni un minuto más en esa casa del terror, sale diciendo cuantos improperios se le ocurre. Su cara estaba deforme y enrojecida, los ojos casi cerrados por la hinchazón.

Se sube a su auto, y cuando va a encenderlo, el hamster se le sube a la pierna. Fabiola nuevamente empieza a gritar con todas las fuerzas de sus pulmones, creía que era una rata. No logra arrancar el auto, todos se acercan al escuchar sus gritos.

Raisa toma a su hámster y dice:

- ¡Rin, travieso! ¿No pensabas irte con la tía Fabi? ¿Verdad?- Acaricia al hámster.

Fabiola sale del auto, esa niña le destruyó la cara con esa rana y ahora casi le provoca un infarto con esa rata peluda, quiere golpear a Raisa, pero Leopold le detiene la mano en el aire:

-¡Ni se te ocurra! Si le llegas a poner una mano encima a mi hija, ¡se me va a olvidar que eres una mujer!- le tira la mano de un lado. Fabiola bufando, se mete en su auto y arranca a toda velocidad.

En la salida de los viñedos, se quiere vengar de todo lo que le hicieron pasar en esa casa. Deja con asco a los insectos, pensando que van a destruirle los viñedos a los Bolgheri; en la oscuridad de la noche, no se fijó que los bichos ya estaban muertos. Arranca el auto y se aleja a toda velocidad de esa casa aterradora y de esos niños infernales.

Raúl y Raisa cuando vieron alejarse a la bruja, chocan sus manos en el aire produciendo un sonido de complicidad. Lograron frustrar las intenciones de esa bruja con su papá y evitaron que destruyera los viñedos.

Esa noche todos van a dormir felices.

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Comments

Betty manzur padilla

Betty manzur padilla

que niños de inteligentes jejejejeje

2024-03-11

0

Lucia Feliciano Falcao

Lucia Feliciano Falcao

Me encantó el complot de los niños kkkkkkkkkkkk 😁👏👏.

2024-02-10

4

Maria Solorzano

Maria Solorzano

🤣🤣🤣🤣🤣🤣 muero de risa con las travesuras de este par

2023-12-24

4

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