En la Toscana: Fabiola

En la Toscana, Italia:

Es de noche, hora de la cena, todos están sentados alrededor de la mesa, El abuelo Massimo, Leopold, los niños: Raisa y Raúl y la invitada Fabiola. Ella se quiere hacer la simpática con los niños:

-Raisa, mañana iremos de compras, como madre e hija, compraremos cosas que las mujeres necesitamos y luego iremos al salón de belleza, ¡nos vamos a divertir mucho!- le dice con una falsa sonrisa.

-Lamento decirle, que esos no son mis gustos, prefiero ir a un parque de diversión infantil con mi hermano, todavía no soy adulta para divertirme comprando y no me gusta ir al salón de belleza a pasarme horas sentada, eso me aburre- le contesta Raisa. Leopold sonríe, se nota que Fabiola no tiene hijos y tampoco conoce a los niños.

-Fabiola, en primer lugar, no puedes disponer de mis hijos para sacarlos de casa sin mi permiso, por su seguridad no pueden ir solos. Y en segundo lugar, Raisa solamente tiene 6 años, no es una adolescente que disfruta ir de compras, todavía es una niña que merece divertirse y jugar, ella no sale sin su hermano y sin mí- dice Leopold.

-Bueno, querido, entonces vayamos todos a divertirnos a los juegos infantiles- ella quiere caer graciosa y divertida.

-Fabiola, no puedes venir, a disponer de mi tiempo a tu antojo, estoy muy ocupado y los niños tienen escuela, no van a faltar a sus clases para complacerte ¿Qué clase de ejemplo le estarás dando? ¿Es más importante faltar a clases para divertirse que su formación escolar?- vuelve a contradecir sus planes Leopold.

-Está bien, niños cuando regresen de clases iremos al cine- les dice con un guiño Fabiola.

- No falta salir para eso, mi papá construyó una sala de cine aquí en casa, podemos ver la película que queramos, y las palomitas las hace nuestra cocinera Vero- dice Raúl, no piensa complacerla en lo absoluto.

-Niños, ella solo quiere ser amable con ustedes, no veo problema de faltar un día a clases para salir un rato a divertirse, no están en la universidad- dice el abuelo.

-Padre, ellos son mis hijos, y las normas de su formación las dispongo yo, lo siento mucho, si Fabiola quiere salir y divertirse entonces, por favor acompáñala tú y complácela en sus deseos. Pero mis hijos son niños y se están educando, y la responsabilidad es fundamental en su formación, no se les enseña de adulto a ser responsable se les enseña de niños. Es mi última palabra- dice con seriedad Leopold

-Niños, si ya terminaron de cenar, vayan a su habitación, es hora de dormir, mañana tienen clases, y no olviden de cepillarse los dientes- les ordena Leopold de forma amable. Los niños dibujan una gran sonrisa, su padre no quiere a esa mujer, será mucho más fácil deshacerse de ella.

- ¡Si padre!, hasta mañana abuelo, hasta mañana señora Fabiola, hasta mañana papá- dicen al unísono, solo besan a su papá en la mejilla y se retiran contentos.

- No me digan señora Fabiola, me hacen sentir vieja, pueden decirme tía Fabiola- dice sonriendo Fabiola.

- Lo siento, pero para nosotros usted es vieja- contesta Raúl y sale corriendo de la mano de Raisa antes de que el abuelo los reprenda.

- Leopold, ¿no sé de qué educación hablas?, tus hijos son unos maleducados, cómo van a hablarle así a Fabiolita- dice el padre.

-Padre ellos solo tienen 6 años, a esa edad todo el que tenga por encima de 20 años, es viejo para ellos- los justifica Leopold.

-No hace falta, molestarse por eso, de todas maneras ahora podemos compartir entre adultos, vamos a tomar un poco más de este delicioso Chianti- dice sirviendo 2 copas, Leopold que ya conoce las intenciones de Fabiola, se despide.

-Los dejos, para que disfruten sus copas, yo no estoy de vacaciones, tengo que trabajar mañana, y debo llevar a mis hijos a la escuela, con permiso me retiro- se aleja

-Leopold no seas grosero, comparte una copa con Fabiolita- reprende el padre.

-Padre, no soy un niño, tengo responsabilidades, ella es tu invitada, no la mía- luego se detiene y reflexiona en voz alta:

-Nada más pienso, que cuando veo, cómo la tratas a ella y cómo tratabas a mi esposa Zenya, la madre de tus nietos, no puedo dejar de hacer comparaciones y sentir tristeza. Que pasen buenas noches- Se retira, sin esperar respuesta. Escucha en las escaleras:

- Lo siento Fabi, disculpa a mi hijo, él todavía no olvida a su esposa Zenya- suspira el padre, no puede negar que odiaba a Zenya, pero su hijo ya no es feliz.

-No se preocupe Don Massimo, yo entiendo, solo quería que se distraiga un poco esta noche conmigo, para eso le había puesto "juguitos mágicos" al vino, lástima que no lo tomó, pero le aseguro que en esta semana lograré mis objetivos, luego lo obligaremos a casarse conmigo, como lo planificamos- dice Fabiola sonriendo maliciosamente.

Leopold suspira, piensa: -"¿Así que ese es el plan? Llevarme a la cama, para obligar a que me case con ella, cómo si fuera una santa virgen, cómo si no supiera, que la mitad de los hombres de la Toscana la conocen mejor que yo. ¿Acaso me ven cara de idiota?"-

-"Aun cuando me quiera hacer creer que está embarazada, sin un examen de ADN, no me caso jamás con ella. Prefiero mantener a un hijo sin casarme, que amarrarme a esa mujer, nadie me obliga con una mujer mayor de edad como esa"- Leopold se aleja notablemente molesto en contra de su padre y sus planes con esa harpía, todavía no olvida que empujo a sus hijos en la piscina hace 1 año, gracias a Dios saben nadar...

Leopold antes de ir a su habitación entra en la de sus hijos.

-¿Quieren que les lea un cuento?- pregunta, ellos asienten con un sí de alegría.

Leopold les lee el cuento, luego les dice:

-Voy a cerrar su habitación. Yo tengo las llaves, si necesitan algo pueden llamarme por el celular a la hora que sea, aquí adentro está su baño, tienen su neverita con agua-

-Mientras esa mujer esté en la casa, debemos tomar medidas de precaución, no confío en ella- Los niños asienten, están de acuerdo con su padre. Leopold les da un beso en la frente a cada uno. Se levanta y cierra las ventanas y la puerta con llave, esa mujer es una bruja, con malas intenciones...

En su habitación, Leopold se pone cómodo con su pijama, se coloca su dije "atrapa sueños", desea ver a Zenya, no tarda en quedarse dormido, entra en otro plano astral...

Fabiola Belucchi

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