En la Toscana:Leopold Sueña

En la actualidad, en la Toscana, Italia:

Anochece, Leopold se coloca como todas las noches, desde hace 2 años, el dije mágico "atrapa sueños", que su madre le obsequió a Zenya y a él cuando se conocieron. Leopold piensa en el pasado: En esa época hace 6 años, Zenya tenía 17 años era la chica más hermosa que había conocido en su vida, ella comenzaba la universidad, y él con 22 años terminaba sus estudios, no pudieron evitar enamorarse a primera vista. Pero el amor sin protección, llevó a Zenya a un embarazo precoz de adolescente y a él, recién graduado de economía, a casarse con ella por los gemelos que nacerían. Su padre Massimo enfureció, y como hombre machista, acusó a Zenya de lo sucedido, comenzó a odiarla por llevarse a vivir a California a su único hijo.

Leopold, suspira pensando en el pasado, jamás se arrepintió de haberse casado, amaba con locura a Zenya y a sus hijos...

Leopold se acuesta, observa el dije, nunca había creído en lo que le relató su madre, ella era una hechicera, les contó que ese objeto los mantendría unidos en la vida y en la muerte, por toda la eternidad. Él lo descubrió por azar, gracias a su hijita Raisa, que lo encontró en una gaveta y se lo colocó antes de dormir... desde esa vez, él sueña fantásticas aventuras con Zenya, algunas veces ella es una princesa, otras una leona blanca, otras una científica, pero lo que él más disfruta es que puede verla y sentirla, como si realmente viviera...

Leopold cierra los ojos, empieza a quedarse dormido, entra en un sueño profundo, cae en otro plano astral, escucha la voz de Zenya que relata:

"En mi memoria solamente tengo algunas imágenes de una gran explosión con destellos de luces... escucho la voz de mi padre queriendo protegerme, me colocan una cadena con un medallón en mi cuello, me acuestan en una cápsula con oxígeno, me duermen y caigo en el mar.

Despierto, tengo 3 años, estoy en una playa en los brazos de una mujer, está acompañada de otro señor, tengo mucho miedo, nunca había visto gente de tanta edad, me arropan con una manta, el señor lleva mi cápsula.

Llegamos a una casa de pescadores, muy humilde, la señora me pregunta en un lenguaje que no conozco:

- ¿Cuál es tu nombre mi niña hermosa?-

- ¿De dónde vienes?-

- ¿Quiénes son tus padres?-

No le entiendo, no puedo contestarle, me quedo en silencio, mirándolos desconcertada, solo digo mi nombre: - Zenya- y coloco mi mano señalando mi pecho.

- ¡Zenya que hermoso nombre!- contesta Carola sonriéndome con ternura.

- Carola, debemos reportar a la niña a las autoridades- dice el marido preocupado.

- Ronald, ella es un regalo de los Dioses, debemos cuidarla y protegerla, no sabemos si viene de mi tierra-

- Si la entregamos, y le hacen daño, no me lo perdonaría. Nosotros no podemos tener hijos, por favor deja que me quede con ella, yo la cuido hasta que encontremos a sus padres- ruega la esposa.

- Bueno, bueno, mujer, sabes que no puedo negarte nada, pero solamente hasta que encontremos a sus padres, por su aspecto parece venir de otras tierras, por ahora, diremos que es mi sobrina- responde el marido resignado a los ruegos de su esposa.

Así fue pasando el tiempo, nunca encontraron a mis padres, fui creciendo formando parte de la familia Evans. Solicitaron documentos falsos a unos amigos, me llamaron Zenya Evans. Aprendí su lenguaje, me inscribieron en la escuela, aprendía con rapidez. Los llamaba papá y mamá eran mis ángeles protectores. Crecía en un ambiente humilde rodeada de mucho amor. Ronald era pescador y Carola costurera, no faltaban alimentos en casa. Yo era feliz, no me faltaba nada, amaba el inmenso océano que nos rodeaba.

Cuando cumplí 15 años, mi madre me confiesa:

-Mi querida hija, tengo que decirte algo importante sobre este mundo-

- Dime mamita, no te preocupes yo puedo entender bien lo que me quieras decir-

- Mi querida Zenya, en este mundo hay gente muy mala, muy poderosa, que pueden hacernos daños... tu papá y yo somos... hechiceros, podemos hacer magia, él de viento y yo de agua, pero es un secreto, porque si se llega a saber, pueden condenarnos a muerte- preocupada Carola continúa

- He notado, que tú también puedes hacer magia, tienes magia de fuego y de sombra, es muy mal visto ese poder de oscuridad... debes prometerme que lo mantendrás oculto de la gente- suplica Carola.

- Mamita, también puedo hacer magia de viento y agua como tú y papá, pero si no quieres que se sepa, no le diré a nadie, lo prometo- respondo.

Carola se sorprende, porque soy mas poderosa que los reyes, tiene miedo de que intenten matarme.

- Ese será nuestro secreto Zenya-

- Si, no te preocupes, mantendré el secreto de la familia- abrazo a mi mamá para tranquilizarla.

Pasaron los meses, ahora tengo 16, estoy en el último año del colegio, había una tormenta torrencial, me mojé regresando del colegio, pude llegar a casa, pero mamá había viajado a la ciudad para entregar unos vestidos y papá se había ido a pescar. Yo tenía mucho frío, me cambié la ropa mojada, me empezó a dar fiebre. Para colmo me comenzó mi primera menstruación, busco una toalla de mi madre, luego me acuesto, me duele el vientre, tengo fiebre. Me quedo dormida.

En el mar había grandes olas, Ronald se quedó en un islote a esperar que pasara la tormenta. Carola no pudo regresar por un derrumbe en el camino."

Por otro lado, Leopold se apodera de la personalidad del personaje principal, ahora es: Leopold Grimaldi.

Leopold Grimaldi, no había hecho caso a las advertencias de la familia, se adentró en su yate en el mar, las olas lo llevan a encallar en la orilla, la tormenta y los rayos son violentos. Camina en la oscuridad, divisa una casa de pescadores, se acerca se resguardarse en el techo de la entrada, había una ventana con la luz encendida, percibe un suave olor a frutas, como a fresas, se asoma a la ventana y el olor proviene de allí, no puede resistirse y entra por la ventana, el olor es mayor, emana de esa chica que duerme, tiene cabellos rojos, se acerca, la reconoce, es Zenya, su esposa, la encontró de nuevo, ¡es tan hermosa!

Leopold seca su rostro y cabellos, busca ropa seca y consigue la de Ronald, se cambia. Se acerca a Zenya, ella arde en fiebre, está delirando. Observa su largo cuello de piel blanca, mira los latidos de la arteria, enloquecido por su aroma, no puede evitar que sus colmillos afloren, clavándole sus filosos caninos, marcando a la joven con su mordida, succiona esa tibia sangre, era un manjar tan delicioso. Pero, tiene que obligarse a alejarse de ella, no debe continuar, no puede hacerla suya, es muy joven, pero la desea.

-¿Por qué sabes tan delicioso?- pregunta Leopold, la toma de la mano, ella abre los ojos y lo mira:

-¿Quién eres?- pregunta, observa a un hombre de pelo castaño y ojos grises, muy guapo que le sonríe.

-Soy tu esposo en otra vida, aquí lo seré cuando seas mayor de edad, me llamo Leopold ¿Sabes cómo te llamas?-

- Me llamo Zenya Evans- Ella cree que está soñando, entre delirios por la fiebre, lo atrae a sus labios, Leopold no se resiste y la besa, eso fue suficiente para sentir más de cerca su aroma y su sabor, disfruta de ese beso profundo, desea mucho a su esposa... ella se vuelve a quedar dormida.

Leopold con pañitos húmedos, trata de bajarle la fiebre, cuando lo consigue, recoge su ropa húmeda. Antes de irse, escribe en el cuaderno de la joven: Zenya Evans, serás la esposa de Leopold Grimaldi, eres desde ahora mi prometida, cuando cumplas 18 años vendré por ti. Observa el cuello de la chica y no están las marcas de sus colmillos, su piel se regenera rápidamente, acaricia su cuello y su cabello. No se contiene y con la tijera de costura, corta un mechón del cabello, lo ata y lo guarda en su bolsillo, quiere recordar su olor. Saca un anillo de su dedo meñique y se lo coloca a ella. Luego le besa la frente y le dice:

- ¡No sabes cuanto te extraño amor! Me encanta tu piel, tu aroma a frutas, tu dulce sabor, jamás te podré olvidar- vuelve a salir por la ventana, ya no llueve, se aleja feliz, no se arrepiente de haber cometido la locura de navegar solo, pudo ver de nuevo a su amada esposa, se siente revigorizado, ella es su mejor medicina, tiene una sensación poderosa en su alma.

Suena la alarma del despertador, está amaneciendo: "¡Debo despertar! ¡Debo regresar!", se repite.

Leopold se sobresalta, despierta en su cama, se siente feliz, pudo ver y sentir a Zenya, esta vez en es una hermosa plebeya pelirroja, hija de pescadores. Esperará la noche ansiosamente para soñar, como cada día desde hace 2 años, y volver a vivir una nueva aventura junto a Zenya...

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