Capítulo 14 La necesidad

Casandra en la fiesta.

Casandra y las damas

La fiesta se desarrolla en normalidad, Belén y otras miembros de la manada son muy amables conmigo nunca me dejan sola todos parecen muy felices y animados.

Veo a Elías recorrer el lugar, saludar a todos y preocuparse porque la pasen bien.

Lo miro y aunque me sonríe su porte siempre es firme, recto. Él siempre parece preocupado y pensativo de lo que sucede a su alrededor.

Se supongo que por eso es el líder porque siempre está pendiente del bienestar de todos.

Su ojos grises tan profundos, siento que cada vez que me mira puede ver más de lo que yo misma quiero mostrarle y eso me asusta no estoy acostumbrada a hombres que me digan que debo hacer.

- después de esto vendrá el silencio- dice una de ellas pero se ríe y tapa su boca- y el traqueteo de las camas.

Vivían luce relajada con su bebida en la mano por sus rasgos y su acento puedo notar que es asiática.

- sí pero al parecer yo tendré que mirar como otros se divierten.- escucho una protesta.

- ¿de qué hablan?- digo mientras bebo de mi copa algo intrigada por ese comentario.

- el evento de anoche y esta fiesta solo son el inicio de la época de apareamiento. -dice muy tranquila Belén pero con tristeza en el rostro- la bruma comenzará a hacerse sentir y todos los que ya tengan sus compañeros se la pasaran como dice la canción de Carol G " y mi cama suena".

Eso me toma por sorpresa y termino escupiendo el contenido de mi trago y con la boca abierta.

Ellas y las otras chicas comienzan a reírse.

Y yo me pongo roja como un tomate y luego me relajo con ellas.

- vamos que eso no quiere decir que vas a traer un cachorro o dos .- dice Vivian.

- o tres - dice con humor una de ellas.

- Eso solo significa que puedes tener acción y nadie puede molestarte.

Ellas parecen muy divertidas pero acabo de darme cuenta de que Elías nunca mencionó ese detalle cuando me invitó a venir.

- vaya es bueno saberlo - les digo intentando parecer relajada pero nada más alejado d ela realidad .- voy por mi compañero...que se diviertan.

Me alejo caminando lo más relajada que puedo.

-Esto no está bien- digo mientras salgo a enfrentarlo es tiempo de aclarar algunos asuntos con mi supuesto compañero.

Me ve venir y me sonrie con esa sonrisa tan peligrosa y sexi que tiene pero no pienso caer en sus engaños.

- ¿ quieres bailar?- me dice muy sonriente cuando me acerco a él.

- no quiero bailar - digo apretando las palabras en mi boca - y es hora de aclarar ciertas cosas.

-Por eso lo decía ...que querías hablar conmigo- dice Elías rodeando mi cintura con sus manos - hay demasiado ruido para hablar sin gritar, sígueme.

Estoy furiosa, intento separarme de su cuerpo pero ya estamos en el medio de la pista y nunca ha quitado sus ojos de mí.

Ahora sentirlo tan cerca me pone aún más nerviosa además huele muy bien demasiado para mi gusto y mi cordura.

- ¿ porqué estás haciendo esto?- intento acallar mi mente y mis emociones.

- ¿ haciendo qué?- finge no saber de lo que hablo.

- ¿porque me escogiste para ser tu compañera ? - lo veo afirmar con la cabeza.

- no fui yo - dice la verdad ni siquiera ha parpadeado pero ya no sonríe.

Puedo notar que ahora está más tenso, su agarre a mi cuerpo es diferente.

-que quieres decir que no fuiste tú.- despierta mi curiosidad y yo necesito llegar al fondo del asunto.

Si mal no recuerdo la mordida en mi costado me la hizo Elías y ahora me dice que no tiene nada que ver.

- baila conmigo un poco y luego prometo responder todas tus preguntas.

- acepto.

Dejo que sus brazos me rodeen al igual que si calor, lo dejo tomar el control mientras bailamos.

La música es suave y yo apoyo mi cabeza en su pecho para oír los latidos de su corazón.

No sé porqué pero estar así con Elías se siente correcto se siente bien.

Su calor, su cuerpo, su fuerza me hacen sentir segura nadie antes me había dado esa seguridad.

Cuando termina la canción.

Toma mi mano y nos alejamos de la pista de baile yo lo dejé guiarme mientras nos alejamos del ruido y los otros licántropos.

Caminamos por varios minutos hasta que me lleva hasta lo que parece un lago y se detiene cuando nota que estamos solos y podemos hablar sin ser molestados.

- ¿qué sabes de los licántropos? - me pregunta pero no me observa sus ojos miran el agua y el reflejo de la luna en él.

El lugar es hermoso y tranquilo pareciera que solo somos él y yo.

- solo que tienen un rey alfa llamado Elías que es un mandón- digo molesta porque no sé a donde quiere llegar con todo este misterio.

Elías se gira y me observa pero no dice nada luego pone sus manos en los bolsillos .

- Nosotros no elegimos nuestra pareja cada pareja es determinada por la luna. A veces la reconocemos desde pequeños otras en fiestas o eventos como estos.

Lo dejo seguir pero aún no me ha dicho lo que quiero saber.

- dame tu mano- me dice señalando mi mano derecha yo le dejo agarrarla.

Cuando nuestras manos se encuentran una corriente azul sale de mi mano y se va por la suya y una corriente roja sale de su cuerpo y hace lo mismo pasando a la mía.

- de seguro le has dado la mano asientos de personas antes y nunca tuviste esa reacción. - dice en lo que parece una mueca- lo supe la primera vez que te vi . Eres mi compañera por eso te marqué.

- y eso significa que debo volverme tu esclava o tu desahogo sexual aunque no quiera?

- ya te lo dije no voy a obligarte a nada

- en la fiesta dijeron que inicia la bruma y el tiempo de apa..

- Casandra no voy a negar que te deseo - dice acercándose más a mí -y mucho. No voy a obligarte a nada hasta hace veinticuatro horas eramos dos extraños.

Sus ojos son sinceros pero siento que algo me asusta.

Sus dedos acarician mi rostro yo cierro los ojos esto me empieza a poner nerviosa o ansiosa.

- yo quiero que sepas que sin importar lo que pase voy a protegerte siempre.

Acerca sus labios a los míos pero no me besa yo cierro los ojos esperando que vaya un paso más lejos que me convenza de aceptarlo pero no lo hace Elías retrocede unos ruidos extraños rompen el momento.

- vaya, vaya... gracias Elías por traerla hasta aquí alejada de todos.

No reconozco esa voz. Abro los ojos y no hay nadie más que nosotros dos.

Pero tengo una horrible sensación en el cuerpo como si algo a alguien nos estuviera observando y no me gusta me causa un miedo .

Elías nota mi incomodidad y me observa.

Creo que no soy la única que ha ido esa voz .

-¿la escuchaste?- dice Elías.

Yo hasta siento frío en estos momentos y me abrazo con mis manos es un frío extraño como una bruma más oscura que la que nos rodea en estos momentos.

- será mejor volver - le digo .

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