Capítulo 20 Costruyendo recuerdos.

Elías

Dejo que mis dedos bajen por su piel y voy directo a sus costillas. Casandra está dormida pero ya es hora de que despierte comienzo a aburrirme aquí simplemente observandola.

Debo encontrar la manera de traerla al presente, por lo menos no ronca fuerte, mi compañera es casi perfecta.

Hago mi tratamiento de cosquillas un poco más y la escucho reír , eso solo me anima a seguir y darle más cosquillas.

Siento como intenta defenderse pero se ríe y se mueve sin lograr su cometido y esto recién empieza.

-¡ basta! Me rindo- dice ella y la observo desparramada en la cama con sus cabellos revueltos y ese rubor en sus mejillas.

Y me siento feliz de saber que ahora finalmente estamos juntos y podemos compartir estos momentos.

Amo el sonido de su risa.Pero ahora me está mirando fijamente muy seria.

- eso es trampa- protesta Casy y me recuerda a una niña- soy muy cosquillosa no es justo debes tener una debilidad...ya la voy a descubrir.

La miro y si ella supiera.

- soy una alfa- le digo buscando enfadarla aún más -soy la debilidad de las mujeres. Soy su sueño en bandeja y vengo sin defectos, fui hecho para ser amado y adorado por las mujeres.

Ella me mira con boca abierta y por su expresión no le gustó nada mi chiste.

- vaya engreído que saliste- dice ella y me arroja una almohada pero la esquivo y entonces se arroja ella misma sobre mi quedando a horcajadas - empiezo a pensar que con un ego tan grande mejor me voy no creo que entremos los tres.

No pienso dejarla salir del cuarto mis ganas de estar con ella son aún más de las que yo pensaba.

Antes de que pueda cambiar de opinión o hacer algo más la acerco más a mí y atrapo su boca.

Comenzamos a besarnos y yo pongo mi mano detrás de su cabeza para disfrutarla más y escucho su estómago rugir.

- mejor y si primero comemos algo y luego la seguimos- le propongo.

Ella hace un gesto de desagrado y hasta con ese gesto se ve adorable.

- te advierto que no soy de las que solo come ensaladas- dice muy seria.

- lo tendré en cuenta ¿ algo más? - ella parece pensar mi respuesta y cuando abre su boca unos golpes en la puerta nos interrumpen.

- parece que los deberes reales lo llaman- dice mientras se envuelve en la sábana y corre al baño.- mientras tanto tengo que encargarme de algunas cosas de chicas.

- te salvaste pero no cantes victoria- le digo y me pongo algo de ropa antes de ir a atender la puerta.

- voy - grito y mi buen humor comienza a cambiar.

Las obligaciones con la manada y los nuevos emparejamientos, son parte de mis responsabilidades.

Cuando ella vuelve a salir del baño sigue envuelta en las sábanas pero tiene un rostro preocupado lleva su teléfono en la mano

- ¿ sucede algo?- quiero saber porque su actitud ha cambiado ya no luce tan relajada como antes.

Ella vuelve a mirar la pantalla y suspira.

- es raro mis padres no me han marcado.- deja el teléfono en la cama y comienza a vestirse.

- tal vez solo han estado muy ocupados- le digo intentando animarla.

- no los conoces. Mis padres son el tipo obsesivo además soy hija única lo recuerdas- dice mientras que comienza a vestirse.

- podemos ir juntos después de desayunar- digo- aunque ahora mismo acaban de avisarme de unos disturbios que debo ir a atender.

- mejor voy ahora y como algo más adelante- dice Cas mientras empieza peinarse frente al tocador .

-sí me esperas un poco podemos ir juntos- digo abrazándola por la espalda beso su nuca y nuevamente alguien vuelve a golpear la puerta.

- me parece que alguien tiene un día muy ocupado hoy- dice mientras me regala una sonrisa.

Ya estoy con ganas de mandar todo al diablo la idea de quedarme encerrado con Cas un par de horas más es muy atractiva más que mis obligaciones.

La puerta vuelve a sonar.

Cuando la abro el mensajero me entrega un paquete no muy grande.

- ¿es tu cumpleaños?- pregunta Casandra - voy a tener que aprender esas cosas.

- no, no lo es - digo abriendo la caja - mi cumpleaños es en agosto y aún faltan varios meses.

- tampoco es el mío-.dice Casan que ahora siente más curiosidad que nunca.

Mis manos tiemblan cuando veo el objeto en la caja.

Es un reloj de arena.

Me lo acaba de enviar Mario y no le queda mucha arena, significa que el tiempo está corriendo entre otras cosas.

Él me ha enviado este recordatorio de nuestro parabatay. Debo resolver esta cuestión lo más pronto posible aunque no sé cómo.

Un parabatay no es una promesa que pueda romperse porque sí y hacerlo tiene consecuencias muy graves.

- ¿ vas a dejarlo aquí?

- no lo llevaré a mi despacho- ese reloj no lo puedo romper ni esconder tampoco soy un cobarde.

Otro golpe en la puerta nos sobresalta a los dos.

- vaya que eres solicitado hoy- dice ella - mejor bajamos antes de que nos tiren la puerta abajo.

- voy a tener que cambiar algunas reglas ahora que estás aquí- le digo.

- estoy de acuerdo con eso.

Abro la puerta y para mi mal muerte es mi prima Belén.

- vine a ver que ambos estuvieran bien- dice guiñando un ojo- sé que están en tiempo de emparejamiento pero me estoy aburriendo aquí y pensé que deberías darle un respiro.

Casandra se pone colorada y es adorable aunque voy a tener que aclarar algunas cosas con mi prima.

- buenos días para ti también, Belén- dice Cas- vaya que resultaste madrugadora.

- es casi medio día- dice Belén pero supongo que no se dieron cuenta de la hora que es .

- ¿ y a qué se debe este incómodo momento?- decido poner un alto a la entrometida de Belén- o es solo porque no tienes otra cosa más importante que hacer.

- pensaba invitar a Cas a ir de compras como sus cosas aún no han llegado.- dice muy calmada.

Pero yo vuelvo a ver el temor en los ojos de mi compañera.

- yo mejor voy a recogerlas personalmente- dice Casandra.

- pero yo quería salir de compras contigo- protesta Belén.

- puedes venir conmigo si quieres a casa de mis padres- ofrece Cas.

- eso me encantaría- Belén se ve muy feliz- voy por mis cosas.

- te estás metiendo en la boca del lobo- le digo cuando al fin quedamos solos.

- uy me lo dices ahora que ya estuve en la cama con uno.- dice con una sonrisa traviesa.- intenta advertirle antes la próxima vez.

- no habrá próxima vez - le digo y beso su frente y luego sus labios.- solo te salvas de esta por tus padres.

- lo que digas - dice burlonamente su estómago vuelve a rugir - pero primero veré que puedo comer antes de irme.

No me gusta nada que vaya a la ciudad pero lo entiendo son sus padres y ella siente que debe velar por ellos.

Belen regresa con su bolso y su teléfono.