Casandra y Elías
No tengo que abrir los ojos para saber con quién me estoy besando, aunque la cama se siente cómoda y tengo ganas de seguir sintiendo sus labios contra los míos no puedo evitar arrugar la nariz y abrir los ojos.
El hedor es insoportable.
- dijiste que no me tocarías a menos que fuera yo quien te lo pidiera - me quejo apartándome de Elías pero él no se ve para nada molesto- eres un mentiroso.
Él sonríe de manera descarada y muy seductora con esa sonrisa tan sexi que tiene.
- en mi defensa fuiste tú quien me besó primero- ahora él también arruga la nariz- y no soy un santo menos cuando empezaste a tocarme de esa manera tan atrevida.- la acusa Elías.
Me pongo roja como un tomate y abro la boca sin saber que decir.
Entonces empiezo a recordar y veo las ropas de cama sucias al igual que mi ropa, recuerdo haberme quedado dormida en ese piso sucio en ese viejo calabozo y sentir mucho frío pero luego me quedé dormida y ya no recuerdo más nada.
Me levanto y muevo mis manos intentando alejar ese olor tan desagradable que no me deja pensar con más calma.
- no aguanto ese olor y ademas las sábanas están sucias no pienso dormir ahí- protesto y me levanto intentado tener un poco de control ante esta locura.
No puedo creer que acabo de besar que Elias y me gustó y maldita sea quiero más pero no voy a pedírselo.
- en eso estamos de acuerdo - dice Elías muy calmado y entonces se levanta de la cama y veo que también está desnudo y bastante despierto por lo visto.
Me pongo roja o morada pero de seguro eso es lo que le provoca tanta risa al condenado.Elías sabe que es muy atractivo y que por más que su cuerpo se vea sucia al igual que la cama sigue viéndose muy atractivo.
- ponte algo de ropa- le digo indignada intentando mirar a otro lado
- no soy el único que está sucio- me dice y me señala mi ropa sucia, brazos, piernas y cara están igual de sucios.
- ve a darte un baño que yo cambiaré las ropas de cama y luego te ayudo con la esponja.- me dice el muy atrevido.
Sé que no hicimos nada anoche porque sigo vestida y Elías no. Pero ambos estamos bastante manchados de barro o lo que sea que había en el suelo de ese calabozo.
- yo no te invité - digo mientras me dirijo a la puerta del baño y trato de calmar un poco mis nervios y que mis pierna son se queden como gelatinas.
- yo no pregunté.- me contesta el muy atrevido desde la recámara- pero no pienso ir a bañarme a otra parte.
Me apresuro a entrar al baño y quitarme esta ropa sucia porque no soporto este olor en mis manos ni en mi cuerpo o mi cabello.
Por alguna razón algo ha cambiado entre Elías y yo, no sé que es pero se siente agradable.
Aún tengo ese extraño sentimiento de que algo no anda bien pero ahora mismo necesito un baño urgente y mucho jabón.
Este olor empieza a darme nauseas me apresuré a quitarme las prendas sucias mientras ponía la temperatura correcta al agua. Dejo que el agua me empape por completo y espero que me ayude a calmar un poco mis nervios pero no sirve de nada mis intentos porque cuando siento algo que toca mi espalda saltó asustada es Elías pero por alguna razón no lo oí entrar.
- casi me matas del susto- digo apoyando mi mano en el corazón que ahora parece un atleta profesional.- nunca dije que pensaba compartir el baño contigo.
Pero él se acerca y me dice suave al oído.
- entonces deja de dar las señales incorrectas- agarra una esponja de baño y comienza a pasársela por el cuerpo- alguien tiene que aprender a compartir.
- tan engreído el señor.- digo mirando la esponja subiendo y bajando por su cuello.
- ahora se buena y ayúdame con la esponja en la espalda- dice y yo siento ganas de matarlo agarro la esponja y sin mirarlo le digo.
- ahora es mi turno de usar la esponja- veo la sorpresa en sus ojos cuando soy la que está utilizando la esponja ahora-no te creas que por rey y toda la cosa me vas a dejar así.
- tienes razón pero ...- dice y vuelve a acercarse a mí y me saca la esponja- hoy por ti mañana por mí.
Nos miramos y siento como empieza a limpiarme con la esponja sin dejar de mirar mis ojos. Un calor invade mi cuerpo cuando intento quitarle la esponja y nuestros dedos se encuentran.
Cierro los ojos e intento no pensar en sus manos y en la esponja en mi espalda ignorar el calor que emana su piel y en lo estrecho que se siente ahora el baño.
- Casy- me dice muy cerca del oído y yo abro lo ojos para mirarlo- es tu turno de pasarme la esponja y pone la esponja en mis manos.
El agua sigue cayendo y me digo a mí misma que no lo voy a dejar ganar en esta artimaña suya pero maldita sea su espalda es ancha y él es más alto que yo necesito usar ambas manos.Puedo ver sus tatuajes y su marca igual a la que tengo en la espalda.
Su espalda es una maldita obra de arte, hasta escritura china tiene y algunas cicatrices y cortes que no puedo dejar de mirar y tocar.
- ¿ de qué son esas cicatrices? - digo pasando el dedo en una que baja por su hombro izquierdo.
- herida de guerra - dice muy tranquilo.
Yo solo afirmo con la cabeza.
- Elías ¿te gusta la guerra? Digo tienes muchos cortes- intento no pensar en el calor que siento con mis manos en su piel.
- no, no me gusta la guerra pero a veces si quieres la paz debes estar preparado para la guerra.Para proteger a los que amo nunca dudaría en dar mi vida.
Se gira y nos miramos, veo tristeza en su rostro y mi mano va su mejilla.
Mi control comienza a irse con el agua no sé en qué momento mis dedos soltaron la esponja y comenzamos a tocarnos y besarnos.
Pero el sabor de sus besos es adictivo para mí porque no puedo dejar de besarlo y tocarlo.
Nuestros cuerpos están mojados y hay espuma por todas partes pero no me importa creo que por primera vez empiezo a ver al verdadero Elías.
- Elías - logró decir cuando nuestras bocas se separan.
- qué pasa Cas- dice apoyando su cabeza contra la mía, sus manos están en mi cintura .
- quiero ser tu compañera- digo y algo me asusta no sé lo que es pero ahora mismo no me importa- tengo miedo y no sé lo que es - digo mirándolo a los ojos- pero no me importa ni las consecuencias porque sé que me defenderás sin importar lo que pase ¿verdad?
- con mi vida... Hasta el último respiro dice antes de deborar mi boca con un hambre tan grande como la mía.
Nuestras bocas vuelven a encontrarse y ya no quiero detenerme o sentir miedo. Elías apaga el agua y me lleva entre en sus brazos hasta la cama.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 82 Episodes
Comments
Rosario Nancy Martinez Marin
excelente
2023-08-14
3
Francisca Alcantara
Por fin ya se decidió
2023-08-05
0
Gloria Rodríguez raya
me fascina este episodio se me hace muy tierno
2023-07-27
0