Capítulo 2 mentira blanca

Casandra

Casandra sola en la carretera, ya casi se va la luz del día .

Un vehículo para casi frente a mí, puedo oír los neumáticos frenando en el asfalto. Una pareja de desconocidos muy elegante baja del carro y me observan muy preocupados son decir ni una sola palabra.

El auto es muy costoso y por sus ropas elegantes puedo notar que son de una familia poderosa pero nunca los había visto antes.

-¡ Por Dios !- Exclama la mujer mirándome asustada- no puedo creer que dejen a una pequeña sola por estos lugares.

-por cómo puede ser esto alguien debe estar con ella ¡ es una locura! - exclama el hombre que viste tan elegante como la mujer.

La mujer me observa preocupada y luego mira para ver si hay alguien más para ayudarme pero no hay nadie cerca solo otros vehículos que pasan.

- ¿ estás perdida? ¿ estás bien? ¿cómo te llamas?- dice la mujer en un acento raro y yo simplemente la observo mientras ella se acerca y luego mira para ver si alguien se acerca o viene por mí antes de mirar a su compañero con miedo.

No sé que debo decirles ni que debo hacer simplemente los observo, son dos extraños en el medio del camino.

-se está poniendo oscuro, Patricia ,debemos hacer algo - dice el hombre mirando su costoso reloj pulsera- además desde aquí los teléfonos no tienen señal.

Ella parece pensar un poco las cosas.

- es muy tarde para llevarla con la policía - dice ella mientras toca mi rostro con ternura - mejor la llevamos a casa y que coma algo y un buen baño ya sabes que las estaciones de policía no hacen eso por los niños .

-opino igual- dijo el hombre mirándome- tampoco tengo corazón para dejarla aquí.

Los vehículos siguen pasando pero nadie se detiene a preguntar por mí.

El cielo se ha llenado de

nubes grises y pesadas y de lejos comienza a oírse truenos muy fuertes.

- tendrás que acompañarnos - dice la señora mientras me señala el vehículo yo dudo por unos instantes y los miro pero un trueno rompe la monotonía y nos apresuramos a subir al vehículo.

- iré con ella - dice la señora abriendo la puerta trasera del vehículo- ella parece asustada.

El hombre simplemente afirma con la cabeza y luego de abrocharse el cinturón de seguridad pone en marcha el motor.

Comienza a llover y la señora me abraza y me dice que todo saldrá bien.

Es todo tan extraño no sé que decirles solo tengo un nombre en mi cabeza.

"Elias."

Una y otra vez lo único en lo que puedo pensar es en ese nombre, no recuerdo a nadie que se llame así en mi familia.

Elias

Vuelvo a la cueva pero tengo un extraño presentimiento la lluvia a comenzado a caer y cuando entro a la cueva ella ya no está.

Puedo reconocer su olor y olvido su osito, pero ella se ha ido.

Voy hasta la entrada de la cueva y los truenos y relámpagos es lo único que puedo ver ya está ocuro.

La lluvia cae abundante ahora sé que no podré encontrarla el agua borrará su rastro y su olor para cuando la tormenta termine yo saldré a buscarla.

No debí dejarla sola, pero debía asegurarme de que nadie la encontraría o intentaría separarla de mí pero no conté con su huida de la cueva.

Ella es mi compañera aún no lo sabe no había forma de poder explicarle, ahora mi lobo la extraña y aúlla por su ausencia.

Debo explicarle muchas cosas que hice pero ahora ella se fue y yo debo regresar con mi manada no pienso rendirme voy a encontrarla y la traerla de regreso conmigo como lo que es mi compañera.

La lluvia sigue cayendo la tormenta parece eterna y no me queda más que esperar.

Casandra

Cuando el carro se detiene un hombre nos espera con un paraguas mientras la lluvia cae abundante.

- ya comenzábamos a preocuparnos - dice el hombre muy serio.

La casa es inmensa y lujosa todo grita dinero y poder.

La señora me ayuda a bajar del vehículo y me abraza a su cuerpo para que no me moje y yo me aferro a ella con mis manos.

- voy con ella para ayudarla a cambiarse de ropa- dice Patricia.

- creo que deberías cambiarte también - dice el hombre a su esposa señalándole las marcas de mugre que le hice con mis manos sucias a su vestido costoso.

- lo siento mucho, señora - le digo y comienzo a llorar poniendo mis manos detrás de la espalda para no ensuciarla de nuevo.

- no llores esto no es nada - dice la mujer mientras acaricia mi rostro muy amorosamente - yo creo que mejor nos damos un regaderazo y un cambio de ropa ...además ya estaba cansada de este vestido- hace un gesto extraño que no termino de entender.

- yo pediré que nos preparen algo de cenar mientras revisó unos papeles.- dice el hombre muy tranquilo y se va dejándonos solas en ese gran salón.

Ellos acaban de meter a una niña desconocida a su casa como si nada.

- claro- dice ella mientras toma mi mano- ven te voy a enseñar el baño ¿qué opinas de tomar un baño de burbujas?

Ella sonríe cuando nota mi felicidad, luego le ordena a uno de sus sirvientes que lo preparen todo.

- yo no tengo hijos no creo que mi ropa te quede pero ya encontraremos algo para pasar la noche de todas maneras mañana nos encargaremos de buscar todo lo necesario y de encontrar a tu familia.

El baño es tan grande y lujoso como el resto de la casa con vidrios y espejos por todos lados. Me quedo parada observando la gran tina de agua y las burbujas entonces la señora llega ya no lleva vestido ahora está vestida de leggings y camiseta.

- Ven y déjame ayudarte a cambiar esa ropa.. Por cierto no me has dicho tu nombre- ella siempre es amable y su modo de hablar tiene un extraño acento pero suena bonito¿cómo te llamas?

- soy Casandra- dudo unos momentos antes de contestar siempre me dijeron que no hablara con extraños- pero a veces mi mamá me dice Casy.

-Casandra ...es un bello nombre no hay muchas niñas con ese nombre.

Me acerca a ella y entonces levanta mi camiseta sucia y pega un grito y luego cubre su boca.

Ella ha visto las extrañas marcas que ahora tengo en el lugar en donde ese lobo me mordió.

-¿te duele?- yo niego con la cabeza y ella pasa suavemente sus dedos por esas marcas.- son como una marca de nacimiento.- dice ella .

- es por ese lobo que me mordió en la cueva- le digo y veo la sorpresa y la duda en su rostro mientras me levanta y mete en la tina de agua.

Hay personas que cuando no te creen algo te dicen que lo imaginaste y para Patricia era imposible pensar que un lobo podría haberme llevado a una cueva .

- Tal vez solo lo soñaste - me dijo y yo comencé a decirme lo mismo porque nadie parecía creer mi historia con el lobo.

- es una marca de nacimiento- dije optando por una mentira blanca que me ayudaría a ser aceptada y no tratada como loca.

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