Capítulo 10 Parte de verdad

Casandra

Esperé su respuesta algo nerviosa porque una parte de mí sentía que si lo que Elías estaba diciendo era verdad, entonces él debía saber más sobre mi pasado y mi familia anterior y del porque de sus muertes o de su desaparición.

-no tuve nada que ver con eso- dijo y sentí un nudo en el estómago se disolvía, me di cuenta también que había estado contenido la resolución mientras esperabasu respuesta- lamento que perdieras a ti madre ese día -dice y quiero creer que es sincero.

Un pesado silencio quedó en el lugar mi madre secó unas lágrimas de sus ojos pues aunque lo disimulaba lo mejor que podía había vivido todo este tiempo con ese temor de que mi verdadera familia me reconociera y reclamará.

Para Patricia y Héctor yo era un regalo que habían recibido, también sabían que era prestada pues al no haber noticias reales de mi origen . Ellos habían vivido todo este tiempo temerosos de que mi familia legítima volviera y me reclamará.

Aveces no nos damos cuenta de que la felicidad no es algo o alguien a lo que podamos acceder sino que es algo que se va construyendo con momentos cotidianos y cosas simples.Mis padres adoptivos me habían aceptado en sus vidas y juntos habíamos construido recuerdos y lazos muy fuertes sin importar lo que viniera yo sabía que siempre estarían para mí.

Si realmente fueramos concientes de ello viviriamos más plenamente cada segundo de nuestra vida. Abrazariamos más, besariamos mas ,diríamos mas te amo y te quiero a los que valoramos en nuestra vida pero siempre nos mentimos diciendo que habrá tiempo más tarde tal vez lo llamo mañana o el fin de semana próximo lo busco para comer o tomar algo pero cuando ese día llega lo volvemos a postergar y cuando nos damos cuenta las agujas del reloj nunca dejaron de andar y esa persona ya no está.

Muchas veces en las noches solía mirar por mi ventana las estrellas esperando ver pasar algún cometa o estrella fugaz que me concediera el deseo de volver a ver u oír a mi mamá, de reencontrarme con mi familia pensando que de esa manera volvería a ser feliz dejando de lado todo lo bueno que mía nuevos padres hacían por mí.

Patricia y Hector siempre han sido padres atentos y amorosos dándome más de los que yo podía esperar pero esa duda esas ausencias no son fáciles de superar en especial si eres una niña perdida a la que nadie reclamó o busco.Eso camina contigo y crece como tus miedos a que la historia vuelva a repetirse.

-no me importa quién seas - dijo Héctor muy serio mirando a Elías - si lastimas a nuestra hija no descansaré hasta hacértelo pagar.- su voz sonó como que era una amenaza.

-En eso estamos de acuerdo,- le explico el desconocido- yo solo quiero lo mejor para ella.- y volvió a mirarme a los ojos.

-voy a preparar tus cosas- dijo mi madre intentando poner orden a la situación de la partida de su única hija.

- ya sabe dónde encontrarnos - vuelve a decir el extraño- y puedo enviar sus cosas o podemos venir por ellas no voy a dejarla pasar necesidades pero ahora debemos irnos. Tampoco planeo alejarla de ustedes solo quiero que me acompañe y conocernos un poco.

- ¿ es precisa que sea hoy insistió mi madre intentando evitarlo lo inevitable.

- mujer - dijo papá- debemos darles espacio para que hablen... Pero mañana nos volveremos a encontrar.

- por supuesto- dijo Elías y sonó sincero.

Luego de un café y una breve conversación logramos salir de casa.

Había más en este asunto pero no pensaba seguir preguntando frente a mis padres y preocuparlos más.

Cuando salimos por la puerta y finalmente Elías y yo estuvimos lejos de la vista de Héctor y Patricia no pude con mi curiosidad.

- Hay algo que no has dicho allí y quiero saber que no le dijiste a mis padres.- no sé esperar soy curiosa y muy directa.

- Es cierto no les dije toda la verdad a ellos pero si puedo ser completamente sincero contigo- dijo invadiendo mi espacio personal.

Tomándome por sorpresa pero me repuso rápido nonpensaba caer en su juego de manipulación.

No pensaba dejar que me intimidara y aunque era más alto que yo retrodeci para verle a los ojos.

- eres mi compañera predestinada y es tiempo de apareamiento.- dijo muy serio sin dejar de mirarme a los ojos.

- ¿ y eso qué?- insistí.

- cuando nos llega la bruma y ya hemos encontrado a nuestra compañera destinada el deseo se vuelve insoportable más ahora que nos hemos encontrado - dijo y su voz parecía casi tocar mi píel- no creo que quieras que tus padres vean lo que el deseo y la necesidad pueden hacer contigo.

-Eso le pasa a las lobas y los licántropos- dije molesta - no es lo mismo.

-lamento desilusionarte - dijo con una sonrisa muy seductora- para tu información no sé que esperar de ti porque no eres una simple humana eres una cambia forma que aún no sabe como de fuerte puede ser su deseo de apareamiento.

- yo no soy una cambia forma- le sujetando su camisa lo cual fue un grave error porque sentirlo mas cerca no era lo que estaba buscando.

- de otra forma jamás hubiese funcionado la marca.- dice él con una sonrisa muy seductora.

Elías se alejó y lo veo caminar, respiro más aliviada ahora que rompimos el contacto.

- ¿ y tu carro?- le preguntó.

- no vine en uno hay mucho tráfico en esta parte de la ciudad es lo más común y odio los embotellamientos.

Entonces veo que se para junto a una motocicleta Ducati roja increíble.

- ¿viniste en eso?- digo mirándola con la boca abierta acabo de enamorarme de su motocicleta - yo conduzco- digo intentando quitarle las llaves de la mano.

Pero Elías es más rápido y levanta los brazos para que no pueda alcanzarla luego me giña un ojo y luce relajado y feliz.

-cuando quieras, preciosa- me dice - no tengo problemas en prestarte mis juguetes pero ahora primero déjame enseñarte el camino.Ademas no me gusta quedarme atascado en el tráfico.

Luego me alcanza un casco y mira mi atuendo.

- ¿estás segura que no quieres ir a cambiarte?- sus ojos miran mi blusa y mis sandalias - esos pantaloncillos están bien pero solo digo por si quieres pensarlo mejor.

- voy a estar bien- digo restandole importancia a mi atuendo.

Elías niega con la cabeza y luego se quita su chamarra de cuero y me la pone.

Esa camisa no parece que puede protegerlo siendo que él va ser el conductor.

- deja de hacer eso- le digo intentando quitarme el abrigo- no tienes que estar cuidándome todo el tiempo.

Pero él no me hace caso y se apresura a subir el cierre.

- aveces para ganar hay que perder- me dice- cuando terminemos el viaje me dices si fui o no exagerado.

Se da vuelta se pone su casco y luego me hace la señal para que suba con él.

- empiezo a pensar que trajiste la motocicleta solo para que te ponga las manos encima.

Él se ríe y su risa es una cosa tan deliciosa y sexi.

- ya como si fuera que no te gusta lo que ves ...yo también puedo oler tu deseo. Así que compórtate.

- tan atrevido - digo molesta pero solo parece que lo hago divertirse más.

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