Salgo a la fría noche que me recibe con los brazos abiertos dándome un poco de tranquilidad a mi confundido corazón, subo a mi auto personal que ya se encuentra fuera. Tomo las llaves y conduzco por la ciudad pensando en aquella chica. Mi seguridad va siempre detrás de mi, pero ocultándose de todos.
Me detengo fuera de la unidad antinarcóticos, y aun sabiendo lo que me espera en cuanto entre me siento confundido. ¿Qué mierda me paso con esa chica? No puedo dejar de pensar en ella.
Bajo del auto y en la puerta me espera un hombre de cabello negro y buen porte. Se acerca a mí y me extiende la mano.
—Buenas noches Señor Schulz, soy el detective Armin Wagner. — Lo saludo de un apretón de manos.
—Buenas noches detective.
—Entremos Señor Schulz
—Lo sigo. —El detective Armin Wagner entra por delante guiándome, noto varias miradas curiosas ya que nunca suelo venir a la estación. Normalmente envió a algún abogado, pero se supone que la rata del ex ministro de defensa Koch es amigo de la familia.
Entramos a una oficina en la que hay una mesa y dos sillas, estoy seguro que aquí hay cámaras por todos lados y que deben estar vigilándonos.
—Tome asiento Señor Schulz.
—Gracias. —Me siento y una señorita trae dos cafés, unos para el detective y otro para mí. Los deja en la mesa y al salir cierra la puerta.
— Señor Schulz como le dije hace unos momentos encontramos el cuerpo del ex ministro de defensa Koch en las afueras de la ciudad, tenía signos de tortura. Logramos llegar antes de que se deshicieran del cuerpo. —Eso solo me hace recordar las palabras de mi padre sobre si encontraba a la mujer que iba a amar, el sabría que decirme si estuviera vivo.
Mierda, debería de estar concentrado en esta porquería de interrogatorio.
—Discúlpeme detective Armin, esta noticia me tomo por sorpresa. El ex ministro de defensa Koch estuvo conmigo cuando paso el atentado contra mis padres. —Suspiro pesadamente, que esta mierda de confusión en mi por esa mujer sirva para algo. —El era como mi padre.
—Lo lamento Señor Schulz, tenemos información de que usted estuvo con el horas antes de su muerte. —Se que Liesel ya debió encargarse de borrar alguna evidencia que me comprometiera.
—Así es detective, al atardecer nos encontramos en un sitio de apuestas. Me ofrecí a llevarlo a casa, se veía asustado. Pero me dijo que estaba bien que el iría solo, así que Sali y me fui a mi departamento para después asistir a la fiesta que los alumnos de la universidad realizan cada año. —Me toco la cabaza mostrando mi frustración, pero porque esa mujer puede estudiar en la universidad. Si la veo otra vez no sé qué pueda pasar.
—¿Puede demostrar su paradero? —Saco el antifaz de mi bolsillo.
—Fue una fiesta de disfraces. —Torpemente meto las manos en el bolsillo y cae la tarjeta de la invitación a la fiesta.
Mierda. ¿Qué carajos me pasa?
—El antifaz no comprueba nada y supongo que será difícil que alguien lo reconozca. —Se agacha a tomar la tarjeta, cuando la toca se que se dio cuenta del chip.
Mierda, espero que Anton se encargara de eso. Que borrara todo, porque yo no lleve la mierda de tarjeta.
Es un descuido de principiantes Gabriel, contrólate.
¿Estas así por una mujer que ni siquiera conoces ni sabes quién es?
Entra a la oficina Axel Zimmermann , trae una laptop en sus manos . Mierda, vera donde estuvo el chip de esa tarjeta,
— Señor Schulz bien podría ser este su ultimo día en libertad.
—Detective Zimmermann , diría que es un gusto para mi verlo. Pero este no es un buen momento , un integrante de mi familia a muerto. —Me mira dudoso y abren la tarjeta sacando el chip que hay dentro. Lo revisan en la computadora y ambos tocan sus oídos indicándome que han recibido algún tipo de información por sus radios.
El detective Axel Zimmermann sale con molestia del cuarto mientras que el detective Armin Wagner cierra la laptop.
—Pudimos confirmar su paradero y el de los asistentes a la fiesta, lamento su perdida. Sus abogados pueden encargarse de los tramites para el retiro del cuerpo después de la autopsia. —Me levanto frustrado conmigo, por mi torpeza. Pudo costarme caro.
Camino un poco y el detective Armin Wagner me llama.
— Señor Schulz se ve bastante afectado por la muerte del ex ministro de defensa Koch, le llame a un chofer para que pueda llevarlo.
—Gracias detective. —Salgo de la estación, afectado por su muerte mis pelotas. Estoy hecho mierda por esa mujer aun no entiendo que me paso.
Le entrego las llaves al chofer que contrato el detective Armin y le pido que me lleve al departamento, donde le agradezco y pago sus servicios. Tomo el ascensor y después de meses subo a comprobar como esta el lugar.
Como siempre el lugar esta muy limpio y hay un plato de comida que la empleada siempre deja en caso de que a alguien se le ocurra hacer un allanamiento se encuentren que vivo aquí.
Como el plato de sopa y tomo un poco de agua. Cuando tocan el timbre, miro por la cámara y es mi tío Alfons. Le abro la puerta de mala gana, ahora no quiero ver a nadie.
—Tío. —Le doy un apretón de manos que me responde con felicidad y luego me da un abrazo palmeando mi espalda.
—Gabriel las noticias corrieron como pólvora, me siento orgulloso de ti. —Mi tío Alfons es reservado en cuanto a su vida fuera del negocio familiar y se que el no estuvo de acuerdo cuando yo asumí el poder a la muerte de mi padre, pero como todo Schulz lo respeto y me apoyo.
—Gracias tío.
—¿Por qué esa cara deberías estar celebrando? —Suspiro pesadamente, porque por años soñé en matar al responsable detrás de la muerte de mis padres y ahora solo hay una mujer que ni conozco en mi cabeza.
Planeaba celebrar una semana entera su muerte y dar el mensaje a todos que la familia Schulz no olvida, que tarde o temprano llega a aquellos que nos traicionen por mas que se escondan.
Me planteo si debería confiar a mi tío lo que me pasa, el es mas abierto a los sentimientos que mi tío Albert. Ya que ellos fueron mi única figura paterna lejana al morir mi padre me decido confiar en él, si me falla lo sabre.
—Tío pase, necesito su consejo.
—Claro hijo. —Lo guio a la sala y se sienta, su llegada es una especie de señal ya que casi nunca vengo a este departamento, aunque todo el mundo sabe que esta es mi supuesta residencia fija, porque me he encargado que todos piensen ello.
Voy hacia la barra y sirvo dos copas de Whisky, le paso una y yo bebo un poco mientras me siento frente a él.
—Creo que encontré a la futura reina de la familia Schulz. —Su rostro cambia y se ve mas serio, el sabe lo que implica tener una reina, y que yo crea que ya es hora de poner una reina a la familia.
—Ahora veo porque no hay celebración de una semana. —Bebe el contenido de su vaso y me mira. —¿Cuál es el problema?
—Una debilidad para mi.
—Tu madre era la reina y mas que ser una debilidad fue una fortaleza para la familia.
—Ahora ambos están muertos. —Me pongo a pensar en la posibilidad de que mi padre pudo haber bajado la guardia por que se creía seguro con mi madre.
—Si, pero en nuestro negocio cada día es un regalo. Y eso lo sabes. —Mierda, tiene razón. Mañana o en unas horas podría morir y nunca sabría quien es esa mujer ni porque quería todo con ella. Pero ella se veía muy inocente, por sus rasgos ni siquiera parecía alemana.
—Buen punto—Termino el contenido de mi vaso.
—Los Neumann son una buena familia y Constanz sabe lo que implicaría ser la reina, creo que toda ira bien. —Constanz ni siquiera me acorde de llamarle, le había prometido el fin de semana.
—No es ella. —Mi tío me mira muy sorprendido.
—Si no ella ¿Quién es la mujer que quieres convertir en reina?
—Alguien que no esta lista para mi mundo tío. —Recojo los vasos y los dejo en la encimera. —Olvida lo que te dije, ella no podría estar en este mundo.
—Gabriel, solo te puedo decir que si ella esta destinada a estar junto a ti, el destino encontrara la forma. —Lo bueno es esto es que nunca la volveré a ver y lo que paso hoy será solo un recuerdo, debería ir con Constanz.
—Te dejo, estas en tu casa. —Sin esperar a que diga algo salgo hacia el estacionamiento donde están mis tres blindados y subo.
—¿A dónde vamos mi rey? —Con Constanz.
—De regreso a la fiesta. —Cuando el carro arranca me encuentro nervioso, no quiero verla, pero algo dentro de mí me impulsa a ir a aquel lugar.
Cuando entramos en terreno de la mansión ordeno a los dos autos de mi seguridad que custodien fuera de propiedad, que nadie puede entrar ni salir mientras yo no lo ordene.
Cuando los acercamos a la puerta de entrada mi corazón da un fuerte brinco, la veo bajando un poco tambaleante por las escaleras y tengo el impulso de ir corriendo a ayudarla.
Cuando el auto estaciona frente a ella quiero bajar a su encuentro, pero ella abre la puerta del auto, mientras se sienta tengo que moverme rápidamente del asiento para darle espacio.
Tiene los ojos cerrados.
—Discúlpeme por el estado en el que me encuentro, por favor lléveme de regreso. —Y ahí esta esa voz, que es como el sonido de los mismos ángeles. Ahora que está mal ,su alemán no es nada bueno, inconscientemente me veo sonriendo ante eso.
Cuando me doy cuenta, vuelvo a mi habitual cara seria mientras ella pone su cabeza en el asiento y abraza su mochila como si en su interior hubiera alguna clase de tesoro.
—¿Señor? —Me dice mi chofer, la miro y pareciera que se quedo dormida. Creo que hare una estupidez.
—A la mansión. —Como un estúpido me la paso viéndola dormir, llegamos a la mansión y se que tengo que despertarla. Pero no quiero hacerlo, bajo y con cuidado le quito la mochila de las manos, se la entrego a una de mis hombres.
—Que me la suban a mi habitación. —El asiente y yo me dispongo a cargar en brazos a la mujer que casi hace que vaya preso y cumpla el sueño de Axel Zimmermann.
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Comments
Diana Quintero
el destino los puso en el camino 🥰😍❤💖
2023-08-12
4
Wendy López
No pues tienes una suerte, y aparte el destino a tu favor. No me podrías dar algo de suerte.
2023-06-14
1
Aquí está el famoso destino jugando con él se la vuelve a encontrar borracha pero es ella la que casi lo hace meterse en líos por tenerla en la mente.
2023-04-07
6