Ahora mismo debería de estar roja e intentando huir por cuarta vez de este hombre, pero sus besos me hacen olvidar todo y solo quiero sentirlo. Deja de besarme y me mira, toma mi rostro en sus manos.
—Karina yo te quiero para siempre junto a mí. —Besa con desenfreno mis labios quitándome la ropa y la suya, despojándonos de cualquier barrera que nos separe y solo con sus toques sé que estoy lista para recibirlo. Como si me leyera la mente introduce un dedo en mi haciéndome gemir. —Ya estas lista para mí.
Ni bien termina de decirlo siento como acomoda su miembro en mi entrada y de se introduce en mí. Un gemido se escapa de mis labios, mientras me besa y se mueve a un ritmo lento que me hace perder la cabeza.
Cuando creo que me volveré loca, sale de mí y me gira sobre la cama dejándome boca abajo. Con una mano separa mis piernas y vuelve a introducirse en mí. Me deja sin aliento, mientras el ritmo de sus embestidas aumenta, creo que llegare pronto al punto de no retorno.
Y antes de que pueda llegar se detiene por completo.
—Arrodíllate. — Mi cuerpo obedece aquellas palabras y mientras aún permanece en mi me arrodillo, me veo obligada a apoyarme con mis temblorosas manos en la encimera de la cama.
Siento como su pecho se pega a mi espalda y coloca sus manos en mis caderas.
—Du bist nur mein— (Eres solo mía) Empieza las embestidas tan rápido que me toma por sorpresa, haciendo que me pegue por completo a la encimera de la cama. Más rápido de lo creí llego a mi liberación, Gabriel continua un poco más hasta que me pega a su cuerpo indicándome que también llego a su liberación.
Intento sostenerme en mis temblorosas piernas.
Nos quedamos en esa posición un rato hasta que sale de mí, mis piernas tiemblan mientras me sujeta aun de las caderas y siento que algo baja por en medio de mis piernas. Gabriel se aparta sin dejar de sujetar mis caderas y luego siento que me da un beso en la parte baja de mi espalda.
—Verte así es tan excitante. —Me ayuda a recostarme en la cama y luego trae una toalla del baño. Se acerca a querer limpiarme.
—Yo puedo hacerlo. —Estoy tan nerviosa, por favor Karina acabas de tener sexo con él y ¿Tienes vergüenza?
—Lo mío solo lo toco yo, y tú eres mía. —Me deja mirándolo sin poder creer lo que acaba de decir, me abre las piernas y limpia sus restos con la toalla húmeda.
Cuando termina me da un beso en los muslos, haciendo que mi cuerpo vuelva a estremecerse. Deja la toalla en el baño y regresa a recostarse junto a mí, tapándome con las mantas.
Y yo permanezco inmóvil pensando en que me estoy acostumbrando demasiado rápido a sus caricias y a su presencia.
—¿Estas bien? —Me atrae a su cuerpo mientras habla, pongo mi cabeza en su pecho.
—Si. —Estoy perdida, creo que no es que si podría sentir algo por él. Creo que ya siento algo por él y eso me aterra. —¿Puedo preguntarte algo?
—Dime. —Siento como su pecho se agita por la sonrisa que ahora debe tener en el rostro por mi tonta pregunta.
—¿Por qué yo? —Se queda callado por mucho tiempo y por un momento creo que se quedó dormido, hasta que habla.
—Soy una persona solitaria Karina, pero cuando te vi. Por primera vez quise cuidar a alguien más que no fuera yo, quise alejarme y apartarte de lo malo. —Siento que su pecho se eleva y vuelve a bajar soltando todo el aire. — Pero tu entraste a mi auto y supe en ese mismo instante que estaba jodido.
Ahora soy yo la que ríe.
—¿Por qué estarías jodido tú? Yo fui la que resulto jodida. —Una fuerte risa sale de él.
—No tienes idea cuan profundo llegaste en mi corazón, tanto como para querer tener una familia contigo. —Me pega junto a su pecho.
—¿Y si yo no quisiera? Todo está yendo muy rápido. —Me acomoda para que pueda verlo a los ojos.
—¿Te cuidas? —Me mira esperando una respuesta, ¿Qué si me cuido? Bueno yo soy muy precavida con mis cosas y normalmente no soy tan imprudente.
Mierda.
¿Qué si me cuido?
Y caigo en cuenta de que cuando estuve con él la primera vez no nos cuidamos y ahora tampoco. Me siento de golpe.
¿Cómo puede ser posible que siendo tan buena en la universidad se me pasara cuidarme? Me olvide de todo.
—Mierda. — Digo la grosería en español para que no pueda entenderme. Gabriel me mira divertido porque recién me di cuenta del gran detalle, yo no me cuido y él tampoco lo hace.
—Aunque no entienda el español sé que ya sabes a que me refiero, no me cuidare al estar contigo. Si es contigo yo lo quiero todo. —Me quedo como idiota escuchándolo, no voy a decir que sus palabras no me emocionan porque no soy de piedra. Soy humana y hasta ahora todo parece tan perfecto, como un cuento de hadas. Pero tengo miedo de que todo esto no sea real. Ambos tenemos 21 años y somos muy jóvenes como para poder tener hijos por mas historia de amor que esta parezca.
—¿Por qué no me dijiste nada? —Me siento enojada, el debió decirme y si no lo volvía a ver ¿Qué habría pasado si estoy embaraza? ¿Habría estado sola? ¿Y si el tuviera alguna enfermedad?
Triple mierda ¿Y si estoy embarazada?
Gabriel se acomoda en la cama, tan tranquilo.
—Sera porque escapaste y al despertar ya no estabas aquí. —Ladea la cabeza, claro yo me fui y por idiota no pensé en las consecuencias de lo que hice. — ¿Pero de que te asustas? Soy económicamente estable como para velar por ti y si estuvieras embarazada, para hacerme responsable.
Estoy enojada porque no puedo enojarme realmente, es que tiene razón y solución a todo. Pero si estoy embarazada ¿Cómo se supone que se lo diré a mis padres? Ni siquiera e tendido una cita con él, sin mencionar que es mi profesor y que tengo que cumplir con mi vida académica.
—Ni siquiera hemos tenido una cita, no nos conocemos. —Me dejo caer de espaldas en la cama por la frustración. Gabriel sube encima de mí y me obliga a mirarlo.
—Mañana iremos con la doctora que te atendió para que te haga unos análisis y sabremos si estas embarazada, deja de pensar tanto las cosas. Descansa, pasaste toda la noche y el día durmiendo. Necesitas recuperar fuerzas.
—¿Que? ¿Cómo que pase toda la noche y el día durmiendo?
—T.R.A.N.Q.U.I.L.A. —Dice cada letra intentando calmarme, pero no puedo. No llame a mi mamá, ni a papá, tampoco a mi hermana y deben de estar preocupados. —Ya me encargué de pedir permiso toda la semana, tienes que estar bien.
—¿Toda la semana? ¿Estás loco? Hoy es lunes y tengo muchos cursos y…—Pone un dedo en mis labios.
—Estamos martes y ya me encargué de todo, ahora solo duerme. No me levantare hasta que lo hagas. — No puede ser , ahora solo puedo pensar en lo desastroso que seria si estoy embaraza y el montón de trabajos que se me acumularan en la universidad.
¿Qué hare si estoy embaraza? ¿Por qué fui tan irresponsable? Si digo me embarace por accidente seria tan tonto, si lo estuviera seria por irresponsable y tonta. Debí cuidarme o irme.
Miro los ojos de Gabriel que me ven con diversión, al verlo no puedo evitar sonreír. No lo conozco, pero se siente como si estar juntos fuera de toda la vida.
¿Un hijo con él?
No se si sea tan malo…
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 116 Episodes
Comments
Diana Quintero
me super encanta ese papasito de Gabriel 😍🤤💕♥❤💖
2023-08-12
3
Wendy López
🤔 ya me dio miedo ese hombre. Tanto misterio.
2023-06-14
1
Wendy López
Lo mismo digo, siendo una mujer inteligente, como que se bloqueó el cerebro.
2023-06-14
3