CAPITULO X: Corazón.

—¿Mónica? — pregunto Saymon mientras se acariciaba la mejilla con el intento de disminuir el dolor.

No debia decirlo pero con aquel golpe ella descargo sus densas emociones de la noche, una pequeña muestra de todo su sufrimiento. Se sentía traicionada, toda la noche estuvo pensando lo peor que le pudo haber sucedido y el en cambio le habia pedido a Marlon que no la llamara, no lo podía entender.

En búsqueda de respuestas pregunto.— ¿Por que no me querías llamar? —Dijo de forma fria, tanto que el chico sentía que no debía mentirle

Saymon se tomo unos segundos en responder, no sabia si lo que iba a decir era lo correcto

— Yo solo... —hizo una pausa, quizá de vergüenza o de simple arrepentimiento — quería que durmieras.

Ella solo lloró aun más, no sabia que decir, ahora su molestia había desparecido en pocos segundos, se sentía tonta. Entro con la idea de que su novio no la tenia en cuenta pero no era así, él en todo momento pensó en ella, en su bienestar.

—Quiero que entiendas de una vez —Dijo con su respiración cortada por su llanto —Yo no puedo dormir si no estas junto a mí.

Ella se colgó de su pecho aun sin mostrar su cara, ya no quería que el la viera.

—En serio pensé que habías muerto.

Él ahora entendía y sentía culpable, de alguna manera dejarla dormir mas era su forma que querer cuidarla pero para ella eso no era así, sin duda lenguajes de amor muy diferentes.

La abrazó —Perdón amor—dijo su corazón.

Quien iba a pensar que esa noche una pareja lloraría en una estación de policías, sin duda una noche complicada para ambos. Una vez calmadas las mareas de sentimientos, decidieron salir sin antes ambos ver al detective que había interrogado a Saymon.

Esté le habia entregado un cheque, la misión tuvo algo bueno, en el área se habían encontrado 127 núcleos, el joven no pudo evitar pensar que el monstruo había matado todo y no él pero tampoco lo rechazo. Tomo el cheque y este era de $3,000 dólares, era hasta el momento el dinero mas rápido que había conseguido.

Al parecer habían encontrado a Saymon como inocente, en la escena se notaba que hubo una gran batalla pero se decidió poner los núcleos al nombre del detenido. Dichos núcleos tenían un gran valor monetario y mas por la cantidad pero lamentablemente le descontaron los destrozos ya que no estar afiliado a ninguna empresa del Zodiaco pero tres mil dólares seguía siendo una gran suma de dinero.

Además de eso también le entregaron su maleta y su arma, también estos jugaron un papel importante en la liberación del joven, ya que en dicha maleta si habían runas, así que coincidía con lo que dijo y también sus balas se encontraban grabadas especialmente para hacer daño a los demonios. Un golpe de suerte, quizá.

Ambos se subieron al vehículo, Saymon le habia preguntado a su novia si quería que el condujera pero no obtuvo ningún tipo de respuesta de su parte, ella simplemente se subió como piloto. Al estar ambos dentro, el trayecto se hizo verdaderamente largo, todo el camino hubo un frío silencio.

Muchas cosas cosas se cruzaban en la cabeza de Saymon, pensó que verdaderamente habían solucionado sus problemas pero parecería que no, en todo el tiempo que lleva conociéndola nunca se había quedado tanto tiempo callada, de alguna forma era torturador. Quería platicarle de otras cosas pero no sabia si era el momento oportuno ya que no le quería dar la sensación de minimizar el problema con algún tipo de tontería o charla barata.

No encontraba donde poner las piernas, siempre estaba moviéndolas, se sentía muy ansioso.

(¿El camino siempre fue tan largo?) Pensó ya que en todo el camino casi no se habían encontrado otro vehículo, quizá la distancia fue larga o simplemente el ambiente daba dicha sensación.

Ya no podia soportar mas, sin duda tenía que hablar con ella, si habían problemas tenían que solucionarlo juntos ¿Eso es lo que hacen las parejas, no? Al fin la miró fijamente pero cuando ya estaba motivado a hablarle ella se estaciono en ninguna parte específica de la ciudad, solo quería un tiempo para charlar de todo lo que había sucedido.

Su novia lo volteo a ver y con firmeza dijo —No quiero que vuelvas a cazar sólo.

Dichas palabras lo habían dejado frío, esperaba cualquier cosa pero no eso.

—Entiendo —es todo lo que sentía que debía decir.

—¿Sabes? En serio sentía que algo estaba mal —Intuición femenina— De alguna manera sentía que estabas en peligro, primera vez que me sentía así. Mi corazón iba a salirse de mi pecho y recordar lo que me sucedió empeoro las cosas, no quiero que nada malo te pase, hay muchas cosas que quiero que hagamos juntos.

Palabras que calmaban a Saymon, pensó que habría un conflicto entre ellos pero no fue asi, simplemente ella estaba hablando con calma, expresándole todo lo que sentía, era maravilloso.

—¿Y sabes? No te equivocabas, si estuve a poco a morir.—Dijo

No quería ocultarle nada, así que le contó todo era lo mínimo que podía hacer después de preocuparla tanto, Mónica no se lo tomo a mal, no le replico pero tampoco lo felicito, no pensaba castigar su sinceridad.

Solo hubo una breve plática para después continuar el camino ya que era realmente tarde, mientras llegaba surgían las típicas platicas de pareja, al parecer todo esta bien y es lo que le encantaba a Saymon, no hubo problemas mas bien soluciones. Pero aun pensaba mucho en dejar de ser cazador, quizá era lo mejor para su novia, habría menos problemas entre ellos y él estaba dispuesto totalmente a dejar su sueño para que ella no sufriera más. Después de todo, eso es amor ¿No? Por lo menos para Saymon lo era.

Al fin habían llegado a casa, se estacionaron en el callejón trasero de su restaurante y al bajarse vio de nuevo al gato que había alimentado al salir. Al menos el estaba bien.

Una vez abrieron la puerta trasera, entro Mónica seguido de Saymon, este último estaba feliz por haber llegado en casa, estaba aliviado. El plan inicial era subir a dormir pero su estomago lo impidió, tenia hambre.

Mónica escucho el rugido de su estomago y le ofreció la pasta que le había preparado, el joven se sentía dichoso al ver que era uno de sus platillos favoritos, estaba feliz. Mónica menciono que comerían juntos pero se estaba dirigiendo a las escaleras.

—¿Iras a dormir? —pregunto Saymon sin más

—Mm noup, iré a buscar los libros.

Saymon se quedo pensativo pero mejor decidió preguntar.

—¿Que libros amor?

—Dijiste que había un demonio que habló ¿Acaso no quieres respuestas? Yo sí.

La amaba ¿Cómo aquella mujer podía ser tan maravillosa?

Antes de subir por completo ella dio una Mirada atrás, viendo a su novio quitarle el plástico que le había puesto a la comida para que nada se le metiera, tal escena sin duda le daba paz, él había regresado a casa.

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