Era increíble ver a los gemelos transformados en ese gigante pero la duda surgía ¿Era un demonio? No sabía, mas bien no tenia ningún conocimiento de algún cazador que pudiera transformarse en uno. Repentinamente Saymon Y Charles comenzaban a presentar pequeñas molestias en sus músculos, conforme iban regresando a la camioneta el dolor iba empeorando.
—¿Tu tambien lo sientes muchacho? —Pregunto Charles.
—Si, lo estoy sintiendo— Saymon se tocaba el cuello, tambien la incomodidad había llegado hasta ahí.
Se sentian lo suficiente desagradable como para ir con el cazador de Leo, asi que dejaron pasar su presencia, dicho cazador él solo comenzo a cargar a su compañero ya que despues de todo el lugar estaba tranquilo.
Al subirse todos en la camioneta fue tanto que comenzaron a sentir calambres en varias partes de su cuerpo y todos eran muy dolorosos.
—No creo aguantar —Dijo Charles con tono de queja, miro a ver a Natalia que se encontraba bien y le pregunto— ¿Podrias manejar?
—Ahh Claro —Respondio un poco nerviosa.
—Apurense tengo hambre —dijo de manera caprichosa Pymahre.
—A la orden —Dijo Natalia para rápidamente bajarse de copiloto y cambiarle el lugar a Charles.
A todos les pareció muy servicial las actitudes de ella y decidieron ignorarlo de cierta manera por sus dolores. Todo el camino en ningun momento disminuyeron, dos horas de eso se hizo una tortura completa.
Antes de llegar Charles les pregunto por mera curiosidad— ¿A ti no te duele Natalia?
—No, no, yo estoy bien —dijo Nerviosa sin despegar la mirada del camino.
No era la primera vez que veia una mirada similar en los nuevos— ¿Esto los causó tu poder, verdad?.
Estaba atrapada pese a que su poder en serio ayudaba bastante en la batalla tenia costos muy elevados como esos colores. Su habilidad contaba con dos condiciones: Que las canciones las debe tocar ella con una guitarra y la sobrecarga que recibían las personas que de beneficiaban.
No había de otra, tuvo que confesar — Si pero puedo ser realmente útil, no quería decirles porque tenia miedo a que me vayan a Exiliar.
—¿Sabes? —se quejo Charles de dolor— A mi no me importa que tu habilidad me haga doler los musculos pero hubiera querido que me lo dijeras antes asi disfrutaba más en matar ese beta.
Ella solo río.
—¿Y cuanto dura?— Dijo Saymon.
—Dura 3 horas pero si consumen una tableta de calcio desparece el dolor en 5 minutos —Dijo Natalia.
Charles hizo cara de fastidio— ¿No era mejor traer esas tabletas a ocultarnos que tu poder dolia?
—Noo, o sea si, tengo en el estuche de mi guitarra.
—No me jodas, ahora si quiero exiliarte —Dijo Charles.
Finalmente habían llegado al edificio de Whyte y antes de entrar decidieron consumir las tabletas que efectivamente, en 5 minutos aproximados les había quitado todo el dolor a ambos. Saymon estaba feliz quizá en esa misión no fue tan útil y en algunas ocasiones hubo incomodidades entre el equipo pero sin duda fue genial cazar junto a ellos.
Tomaron los elevadores y picaron el botón del piso de la oficina de la división. Al llegar y caminar el pasillo se dieron cuenta de los ojos curiosos que los veían, no sabían si aquellas personas eran de otras divisiones o simplemente tenían otro trabajo ahi. Pero lo que todos se dieron cuenta es que miraban con desprecio a los gemelos, como si les tuvieran asco y un odio intenso. Esas miradas sin duda parecía que querían atacarles pero los gemelos no les daban importancia de hecho caminaban con orgullo dando una invitación a hacerlo, que intentaran atacar a un clase S.
Saymon no sabia la razón detras aquellas miradas fulminantes pero tampoco tenia ganas de estar preguntando, claro por hoy, los dolores musculares de los calambres habían dejado unos pequeños dolores que lo dejaban de mal humor, el tema de los gemelos lo dejaría para después.
Al llegar a la oficina el primero en hablar fue Charles.
—Pueden irse, yo solo entregare un pequeño informe respecto a la misión.
—¿Quieres que me quede ayudarte? Es tarde —Se ofreció Natalia quizá un poco culpable al ver que Charles.
—Claro.
Dentro de ella a pesar de lo que les hizo esperaba que le dijera que no, que su fuera y esto Charles lo sabía pero el no desperdiciaba ningún tipo de oportunidad, si alguien le ofrecía ayuda ¿Quien era el pada negarse ante tal acto bondadoso?
A Natalia no le quedaba de otra, tenia que quedarse en "tiempo extra" lo malo de ser cazador de demonios es que no pagan por quedarse mas tiempo, si no, que pagan por misión completada y la dificultad de la misma. Aun así ella intentaba ver el lado positivo, tenia la oportunidad de ver como se redactaban dichos reportes.
Saymon con un ligero "nos vemos" de despidio, por otra parte los gemelos lo acompañaron al elevador, estando ahi les pregunto un poco.
—¿Ustedes donde van? Pymar y Tomás —Tuvo dificultades en pronunciar el nombre de la niña
—Lo dices mal —Dijo Tomás muy serio sin voltearlo a ver— Es Pymahre, Mahre—Esta vez lo volteó a ver.
—Iremos al comedor —Dijo ella— Y me puedes decir Pym, no te esfuerces tanto.
—Gracias Pym —Dijo Saymon encantado.
—Entonces igual a mi dime Tom.
—Oh claro, Tom.
<¿Porque odiaban a los niños si son un amor? Me da ganas de comerlos con miel> Dijo en su mente encantado con la educación de los gemelos.
El elevador se detuvo y los niños bajaron.
—Nos vemos —dijeron ambos agarrados de la mano para luego marcharse sin ver atrás.
El elevador cerro— Me esta encantando este lugar —Dijo Saymon aprovechando que estaba solo
Cuando al fin le tocaba bajarse, se despidió de la recepcionista de cabello blanco y su compañero. Y al fijarse bien de la calle pudo ver el auto de su novia, Mónica estaba ahí.
—¿Como te fue, amor? —Dijo ella mirando a Su novio salir del edificio.
—Me fue excelente cariño
—No esperaba menos —enredo sus brazos en su cuello y de besaron, si así iban a acabar sus dias como cazador, amaba ser uno—Vamos, me cuentas en casa.
Y así fue, ambos subieron al auto dirigiéndose hacia su hogar.
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