Capítulo 19

—Perfectamente bien conciencia... Pero dime, ¿qué está pasando? Me estás hablando en Francés.

Emir habla inglés. ¿A qué viene ese cambio de idioma? Salgo al balcón y veo que en la piscina Jenny sale junto a Lucía a la terraza.

—¡Madrina! —me saluda mi niña.

Le saludo con la mano y le lanzo un besito volado.

—Ah... Lo siento... Estoy con mucha gente que no es de la sede.

—Ah, entiendo.

—Era la única manera de poder hablarte.

—Me preocupas, ¿todo bien?

—He visto movimientos de Lían, este fin de semana habrá una transacción de drogas entre los MackGregori y los Giordano.

—Por el apellido deduzco que son Italianos.

—Exacto. ¿Sigo con el procedimiento de siempre?

Con eso se refería a borrar información antes que M o la central lo descubran.

—Si, es más, yo estaré en ese movimiento, es indispensable que M no sepa.

—¿Irás?

—Si.

El silencio dura unos minutos —¿Observadora?

—Algo así... Tal vez así podamos saber si los ataques son del lado de MackGregori y no del mio, así, tendré que descartar a Smug.

—Mantenme al tanto.

—¿Por? Con borrar la información es más que suficiente.

—Lo sé, pero si estarás con Lían debes ser precavida, tengo entendido que Agmur está por Rusia.

—Joder... —siseo y cierro los ojos antes de lanzar otra maldición. —Ok, ok... Te aviso para que estés al tanto. Pero promete que no le dirás nada a Dylan, mucho menos a Alik. No quiero que se preocupe...

—Prometido Mona, pero... ¿No deberías decirle a Alik al menos? Es tu prometido.

—Aún no me perdona del todo que le haya mentido por culpa Lían, así que por el momento es mejor mantenerlo en secreto. Dime, cambiando de tema, ¿Cómo está Dylan? No he vuelto a hablar con él.

—Pues me quite de Canadá y ahora estoy en Cuba, pero lo poco que hablo con él me dice que Sherry sigue igual.

Asiento —Me preocupa que se ponga grave el asunto, tenemos que buscar mejores médicos... No soportaría perder a algún miembro más. Cárter necesita de su madre.

—Lo se Mona, estamos en eso, en caso de complicaciones tal vez podamos trasladarla a Dubai o Londres. Todo dependería.

—Si...

—¿Cómo vas con las pesadillas?

Me tenso al sentir a alguien detrás de mi. —Te hablo luego conciencia. ¿Vale?

—¿Evadiendo tema?

—Posiblemente. —cuelgo —¿Necesitas algo?

Lían asoma a mi lado —Queria decirte que el lunes en la tarde, luego de que Lucía salga de la escuela nos vamos a Moscú.

Asiento —Ok, gracias por el aviso lo tendré al tanto.

—¿Cómo sigue tu cuñada?

¿Qué te importa?

—Grave. —admito —Los hombres de Lena le dispararon en la cabeza, en la operación de emergencia le inducieron el coma pero no ha podido despertar, los doctores temen que quede así para siempre. Hemos hablado de la posibilidad de trasladarla a Dubai o Londres. Pero es costoso y peligroso...

Lían mira a Jenny y a Lucy jugar en la piscina. —Yo podría hacer que la trasladen a Dubai sin problema.

—¿A qué viene este momento de favores?

Cuando sus ojos azules se posan en mi me estremezco levemente. —Es sólo eso, tomalo como el pago a tu ayuda del próximo fin de semana.

—No gracias... Sabes que lo hago para saber quien diablos nos quiere muertos —apartó la mirada de él posandola en mi hija —Además, somos muchos en la familia, ya se nos ocurrirá algo, si tenemos que usar la herencia lo haremos. Pero por el momento ella está estable.

—¿Quién es Agmur?

—Un agente de la CIA como yo, que fue reclutado a Élite como yo —me mofo —¿Cuánto escuchaste? —le miro divertida

—Lo suficiente para estar intrigado por él o el porqué tu prometido está enojado contigo.

Sonrió asombrada por su alta capacidad de chismosidad. —Agmur Smug es uno de los hermanos que iban a arrestarte en la feria. Y Alik está enojado porque no le dije que vendría. —le miento

Lían no parece convencido —Lo tomaré como que es verdad.

—Digamos que es un 10% de la verdad.

—Y no insistiré.

Sonrió —No me harías hablar nunca.

De nuevo, conectamos miradas retadoras.

Él levanta una ceja —¿100% segura?

—Ciegamente MackGregori. En fin, iré a ver a Lucía.

Me alejo del balcón y de él.

Es extraño que hayamos tenido una conversación semi normal desde que llegué. En fin, tengo cosas mejores en las que enfocarme.

Salgo de la habitación y me encuentro con Anastasia.

—Podemos hablar. —le pido

—Claro querida... ¿Vamos a mi habitación?

Asentí —Vale.

.

.

.

La habitación de Anastasia es sin duda elegante y acogedora.

—Toma asiento querida, ¿de qué deseas hablar?

—Es rapido, deseo hablarte de Esmeralda.

Anastasia no me oculta su molestia.

—Deseo saber el porqué la odias.

—No me agrada. —se acerca a su silla la cual está a lado de su mesa de noche —¿Por qué tanto interés? —pregunta sentándose en ella

—Bueno, ella se siente mal por que nadie la quiere, pero tendrá al hijo de Lían.

Anastasia suspira y coloca una mano en la mesa donde coloca su mejilla. —Cuando te fuiste Lían decayó.

Ok, eso no es lo que deseaba escuchar...

—Si sabia quien era yo, ¿Por qué no le dijo?

Su sonrisa se ensancha asombrandome —Se lo dije, pero no directamente. Le dije que si no cambiaba y hacia algo con la mafia el pasado le golpearía en la cara duramente. Y cuando regreso de la feria molesto, maldicendo... Supe que las cosas cambiarían. —se cruza de piernas —Creí que le meterías a la cárcel.

—Pensaba hacerlo... Pero me detuve al final.

—Le dejaste libre porque le amabas.

Ese es un golpe de realidad demasiado duró, y no puedo mirarla a los ojos así que aparto la mirada. —No me mal entienda. Ya no es lo mismo.

—Lo sé... —afirma mirando mi anillo —Cuando regresó y nos contó supe que por error mio y de él, ahora había perdido a una gran mujer... —suspira —En fin, Lían se aisló, no hablaba con nadie ni siquiera con Iván quien se supone que es su mejor amigo.

—Hasta que llego Esmeralda. —sugiero

Anastasia niega —No, él se sumergió por un año en el trabajo, en el alcohol... Era una persona irreconocible... Quería borrar todo rastro de ti al tirar las fotos que se habían tomado. Por suerte Jenny las guardo bien.

Asiento —Y le debo la vida por ello.

—Pasaba poco tiempo con Lucy... Sin embargo, un día, me llamó para decirme que Lucía estaba enferma y que viniera a ayudarle... Cuando lo vi, algo en él había cambiado.

«—¿La llamaste?

—Si... Ella vendrá a ayudarme... Puedes irte.

Asiento —Bien.»

—Y cuando ella cumplió 2 años y medio y dijo "Papá" por primera vez todo cambio aún más.

Me perdí las primeras palabras de mi hija y eso lo tendré en la memoria siempre.

Anastasia continúa —Él cambio... Y para bien. Todo parecía mejorar hasta que trajo a Esmeralda. En un inició me agrado, conocí a la persona por la que peleaste en la subasta. La persona por la que pagaste 1 billón de dolares...

—Y por eso quiero que la trate como una persona más... Ella es una buena mujer perdió a su primer bebé sin embargo, es atenta, cariñosa y educada sin mencionar que es la persona que Lian eligió.

—Para tapadera... —sonrie con guasa —¿Para que más seria?

—Para darle una vida decente a ella y a Lucy. Esmeralda estuvo ahí para ella.

Anastasia suspira —Si, desde hace dos años. Sin embargo, Jenny, Sonia y yo criamos a Lucy. Lían intento plantearle en su mente que Esmeralda era su madre y ella no parecía molestarse por eso. Y eso... Me cabrea.

Parpadeo asombrada.

—El que no estén juntos no le da derecho a Lían de intentar cambiarte y menos con una mujer que conoció en poco tiempo. —sisea

—No le pido que cambie de parecer, sólo que la tolere más, que le hable. Al final del día ella tendrá a su segundo nieto.

Anastasia me mira detenidamente —¿Por qué deseas que la acepte?

—¿Y por qué no?

—Dime, ¿y por qué tú si la aceptas?

Trago saliva —Simple, ella merece ser feliz como cualquiera de nosotros.

—¿Eres feliz Amanda? —me tenso —¿Eres feliz viendo al hombre que amas con alguien más? —me cuestiona

Oh, oh...

Busco las palabras adecuadas —Ya no le amo... Estoy comprometida con Alik.

—¿Segura?

Me mofo —Por favor Anastas...

—Suegra.

Niego —No me lo merezco, nunca debí llamarla así. En fin, han pasado 4 años desde que Lían y yo nos alejamos. Nunca fuimos nada, desde el inició todo se trato de Lucía. Sin embargo, él me ha dicho que con Esmeralda quiere hacer las cosas bien.

—Si, eso dice... Sin embargo, le conozco lo suficiente para saber que no la ama.

Me rio —Bueno, siempre se puede empezar de cero.

Anastasia suspira de nuevo —No estoy del todo convencida.

—Se lo pido de corazón.

Anastasia medita unos minutos, pareciera que no fuera a contestarme pero lo hace.

—Tolerancia, eso es todo.

—Gracias... —suspiró aliviada

...[...]...

Ha pasado tres días desde que estoy en Rusia. Siendo domingo me alisto para dar un paseo por el jardín trasero.

—Buenos días... —saludo a Edik quien sale del garaje.

—Hola Amanda. —me sonríe —¿Saldrás?

—Al jardín.

—Cuidate. —se aleja de mi

Salgo de la casa y me voy a ver a Tobby.

—Hola muchacho... ¿Damos una caminata?

Tobby menea la cola alegremente. Le desato y gira desesperado a mi alrededor.

—Tranquilo, vamos a dar una vuelta.

Paso las primeras horas de la mañana dando una caminata por el jardín hasta llegar al lago. Tobby se sienta a mi lado mientras admiramos el lugar.

—Es hermoso, ¿verdad?

—¡Guau!

Lanzando un suspiro, miró a Tobby —Vamos a regresar... —miro mi reloj —10:00 a.m. ¿hacemos una carrera?

—¡Guau! ¡Guau!

.

.

.

Entro a la casa hecha un asco, sudada, mi cabello lleno de hojas porque me he caído, un buen baño me hace falta. Al entrar y pasar por la cocina siento el olor a la comida y se me hace agua la boca.

—¿Cocinando Sonia? —me asomó sin embargo me sorprendo al ver a Lían en la cocina —Joder, ¿se alinearon los planetas? —entro a la cocina

Lían me mira por encima de su hombro —¿Qué te paso?

Me miro —Es el nuevo look otoño – invierno —me mofo

Él sonríe.

—Esto amerita una foto. No siempre veo algo así. No sabia que cocinabas. —me burló

—Con una niña pequeña sin madre, hermana o nana ocupada tenia que apañárselas.

—Ja' me lo imagino.

Lían toma una cuchara y me da a probar caldo. —Dame tu punto de vista.

Sin despegar los ojos de él me mofo —¿Envenenada?

—Posiblemente.

Miro al techo divertida y bebo del caldo.

¡Uf'! Pero que sabroso.

—Delicioso.

—¿Segura? Creo que le falta sal.

—Si, algo.

—¿No qué estaba bien? —me réplica

Me encojo de hombros —Ups... —tomó la sal y le hecho un poco al caldo.

—¿Cocina agente?

Le miro fingiendo molestia —Que ofensa MackGregori, soy yo la responsable de los tamales de hace 6 años, del queso relleno y... —lo pienso —Creó que es...

—Del mole también. —remata él.

—¡Si eso! —me calló.

Wow, ¿todavía se acuerda de eso?

Un silencio se instala en el ambiente dejando la atmósfera incómoda.

—Me... Daré un baño. —me alejó de él y salgo de la cocina pero casi chocó con Iván.—Lo siento.

—¿A dónde ibas con tanta prisa diosa amazona políglota repostera?

Miro de reojo a Lían pero él nos da la espalda.

—Ah, me voy a duchar.

La sonrisa pícara del oji gris me aturden. —Si lo deseas puedo bañarme contigo.

Lían nos mira, y en especial a su amigo con cara de pocos amigos. Sin embargo, yo si le sigo el juego.

Le tomó de la corbata y la enredo en mi mano al mismo tiempo que lo atraigo hacia mi.

—Mmm... No parece mala idea... —Iván se sonroja —Es una verdadera lastima que este comprometida. —le suelto y me alejo de él

.

.

.

Bajo cuando estoy arreglada de nuevo justo a tiempo para ver a Lucía entrar.

—¡Madrina! —corre hacia mi

—Hola bebé... —me agacho y la abrazo con fuerza —¿Cómo te fue?

—¡Bien! ¿Harías la tarea conmigo?

—Claro bebé... —le dejó un beso en la frente —Pero primero vamos a comer y luego ya podemos hacer la tarea en tu habitación. —observo a Esmeralda —Hola, ¿almuerzas?

—Oh, no... Hoy tengo cosas que hacer en la centro de maternidad así que no podré quedarme. Pero gracias de todas maneras.

—¿Irás sola? Puedo llevarte.

La rubia me sonríe —No, ya he hablado con Lían, él me llevará.

—Oh, perfecto. —asiento

Lucía sonríe y chilla de pronto —¡Papi!

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