Capítulo 11

M sisea —Encontraré si hay un infiltrado... Y lo lamentará. —nos mira a todos —Lo mejor será que regresen a sus sedes.

Todos asentimos y vemos a M alejarse de nosotros.

—Está que hecha chispas... —susurra Cler

—Y que M este así sólo quiere decir... —murmura Will

—Que va con todo. —termina Emir

M molesta no es buena señal.

—Supongo que no debemos ir a casa... —suspiro —Cuidense de regreso.

Alik y yo nos despedimos de mis hermanos y regresamos a casa.

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Despierto en la madrugada cuando una pesadilla me obliga a hacerlo. Suspiro y observo a Alik a mi lado, me levantó con cuidado de la cama y salgo a fuera.

Arrastrando los pies me dirijo a la cocina por agua. Siempre luego de una pesadilla me invade la sed.

Bebo un vaso de agua y salgo al porche.

Necesito aire.

Miro el cielo y sonrío con pesar.

Cuarto años... Cuatro largos años.

Las ganas de llorar me inundan y las preguntas regresan, ¿Cómo estará Lucia? ¿La están cuidado? ¿Sabe de mi?

—Uf... —parpadeo para no llorar —Relajate...

—¿Todo bien?

Miro a Alik quien ha salido de la casa.

—Lo siento, ¿te desperté al salir?

Él niega —Me imaginé que tendrías pesadillas.

Asiento —Lo siento... Vienen de pronto.

—Supongo que es porque escuchaste de él y viste a Smug.

—S...i... Tal vez sea eso. —ladeo mi sonrisa

Alik me abraza, cierro los ojos ante su calor.

—Amanda...

—¿Mmm? —alzó la mirada —¿Si? —sus ojos tienen un brillo de preocupación. —¿Qué pasa?

—Lo cursi no es lo tuyo...

—Si, lo sé...

—Eres una mujer que prefiere las cosas directas...

Arrugo el ceño —Si, ¿Qué pasa?

Si miedo, sin trabarse o ponerse nervioso me sonríe —Casate conmigo...

Mi respiración se corta y mi corazón late como loco intentado salir de mi pecho. —Alik...

Él se separa de mi y se arrodilla sacando un anillo de compromiso de su pantalón de pijama. —¿Serías mi esposa?

«—Entre tú y yo no habrá nada, cada uno tomó su lado, ahora nos toca vivirlo.»

Muchas dudas cruzan en mi cabeza, pero una afirmación me llena "estuvo ahí para mi"

Sonrió —Si, aceptó.

Sonriendome se levanta y tomando mi mano me coloca el anillo. Luego me sujeta del cuello para besarme.

...[...]...

Dos meses después...

Estamos Alik y yo en un hotel mientras terminamos una misión. Hasta ahora nadie puede explicar lo que paso exactamente con el barco, aunque siguen las investigaciones.

Salgo del baño con una toalla en torno a mi cintura mientras veo a Alik en el balcón de la habitación hablando por teléfono. Sonrió y me acercó a la mesa del bar para encender mi laptop.

Me siento en la silla y espero.

—¿Qué deseas almorzar? —escuchó la voz de Alik detrás de mi

—No sé...

Sus labios invaden mi hombro. Sonrió ante su dulce atención.

—¿Pido algo del hotel?

—Me parece buena idea... Llamaré a Sherry.

Él asiente y se separa de mi —Voy a cambiarme y pedir el almuerzo.

Entró a Skype y espero a que me contesten.

—¡Hola! —Sherry me saluda desde el otro lado

—Hola Sherry... ¿Estás cocinando?

—Algo así... Ven Cárter, saluda a tu tía.

Al parecer están en la cocina, puedo ver la isla y segundos después Cárter aparece.

—Ho...la...

—Hola bebé... ¿Cómo está mi niño?

—¡Bien!

Sonrió —¿Y Dylan?

—Trabajando... —me responde Sherry mientras corta algunas verduras.

—Cierto —me golpeo la frente —Cambio de horario...

—¿Todo bien por ahí? ¿Alik está contigo? —me pregunta

—Si, todo tranquilo... Alik va a pedir servicio a la habitación. Debemos ver unos asuntos más y podremos regresar.

—¿Vendrás a verme tía? —Cárter asoma su cara a la pantalla

—Jajaj si... Claro que... —me calló cuando escucho un estruendo. —¿Qué...

Del otro lado Sherry gira sobre si misma y chilla —¡Cárter! —Sherry intenta tomar al niño en brazos pero sucede algo que no esperaba.

...¡BANG!...

Un disparo me estremece, Sherry cae al suelo y no la puedo ver más.

—¡MAMAAAAAAAA! —grita Cárter

Alik sale de la habitación —¿Qué pasa?

Me levanto de la silla tan rapido que está cae. —¡Cárter! ¡Sherry!

Cárter del otro lado intenta bajarse de la silla pero unas manos le sujetan y lo jalan hacía atrás.

—¡NO LO TOQUES HIJO DE...!

La laptop se cierra de golpe y ya no puedo ver nada.

—¡Nooo! —siseo y aporreo la mesa con los puños.

Alik me abraza con fuerza —Tranquila...

Las lágrimas caen sin detenerse —Ella... Ella... —sorbo mi nariz —Tenemos que ir a Canadá.

Él asinte —Claro, compraré los boletos ahora mismo.

Asiento. —G-guardaré nuestras cosas.

—Amor... —Alik me toma del rostro —Tranquila, todo estará bien...

Alik sale de la habitación dejándome sola. Mis manos tiemblan y mis piernas parecen gelatina, intento sostenerme de la mesa y caminar a la habitación. Mi corazón late como loco. ¿Qué diablos paso?

...[...]...

Nos lleva medio día regresar a Canadá, llegamos a las 11:38 p.m. pero al hacerlo vamos directo a la casa de Dylan.

Al llegar veo coches de policías y algunas cintas amarillas de "Prohibido el paso".

Bajamos del auto y atravesando el listón abro la puerta sin detenerme, dentro veo petrificada a Dylan quién habla con la policía. Tiene la cara demacrada y la piel pálida.

—Dylan...

Mi hermano me mira y en sus ojos hay un brillo de tristeza. —Amanda.

El policía nos deja solos y solamente puedo ir a él y abrazarlo con fuerza.

—Lo siento... —susurró —De verdad...

Sus brazos me rodean al hundir su rostro en mi cuello y escucharlo sollozar. —Tienen a Cárter...

Me estremezco al escuchar eso —Y lo traeremos de vuelta. Lo juró. —me separo de él y le sujeto el rostro con las manos —Debemos estar sobrios... ¿Entiendes?

Sus lágrimas resbalan por su rostro pero asiente —Si...

Le beso la frente —Bien.

El policía hace algunas preguntas más y siendo amigo de mi hermano promete encontrar a Cárter. Le despedimos y ayudo a mi hermano a sentarse en el sofá.

—¿Qué sabes?

Dylan saca de su pantalón una hoja en blanco. —Encontré esto en la isla de la cocina.

Tomó la nota y la leo. Sólo dice la hora: " 12:05 a.m."

Miro el reloj de pared y me asombro ante la hora —Son las 12:05...

El teléfono suena asustandonos.

Dylan se levanta pero le detengo. —Yo me encargo. —me levantó y me acerco al teléfono de casa —Diga. —gruño

—Como lo esperaba... —la voz es la de una mujer —Sabia que irías a ver a tu hermano de inmediato. —se ríe — Hola Amanda...

Mi corazón da un vuelco. —Lena.

¡Imposible!

—La misma...

El enojo me consume, aprieto el teléfono —¿Dónde está mi sobrino?

—No vengas a querer engañarme... —me corta —¿Crees que me la pase todos estos años sin averiguar de ti? Así que escuchame bien, si deseas ver a tu hijo vivo.

Mi corazón se contriñe —Bien, ¿Dónde está mi hijo? —siseo —Si les has hecho algo te juro que te arrepentirás el resto de lo que te queda de vida. —Alik y Dylan me miran asombrados.

—Jajajaja No creo que estés en condición de venir a amenazarme Amanda...

—¿Qué quieres?

—Sencillo, el Pendrive de MackGregori.

Arrugo la frente —Esa cosa no tiene nada importante. Sólo es basura.

—Ese es el antiguo Pendrive... Hay uno nuevo. Y lo quiero a la de ya. Te doy una semana y el sábado quiero verte en el mismo lugar donde empezó todo. —cuelga

—Hija de su puta madre. —siseo

Alik y Dylan se me acercan.

—¿Qué ha pasado? —me pregunta Alik

Miro el teléfono y lo dejó en su lugar para no aventarlo contra la pared.

—Es Lena... Sigue viva. —siseo —Creo que debí aventarla desde un lugar más alto... ¡Aj! Tenemos que ir a Rusia. —les miro a ambos.

Alik asiente pero Dylan niega.

—No sé si... Pueda... Hacerlo...

Asiento —Traeré a Cárter de nuevo sano y salvo así que no te preocupes hermano. No hay nada que los García Rivera no puedan hacer. —miro a Alik —Llama a Emir. Nos veremos en Rusia.

...[...]...

Rusia...

Llegamos a la misma casa que Dylan y Sherry ocuparon antes, que por suerte la están rentando.

Entramos y dejamos las maletas cerca pues no vamos a quedarnos mucho.

No pasa realmente mucho tiempo hasta que escuchamos un toque a la puerta. En guardia, abrimos y nos encontramos con Emir, los trillizos, Conall, Colette y Cler.

—Hemos llegado en cuánto pudimos.

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Todos estamos en el comedor reunidos.

—Bien, Lena cometió el más grande error al llevarse a Cárter. Iré por él y la mataré está vez para siempre. —siseo

Colette alza la mano —¿Por qué piensa que Cárter es tu hijo?

—Supongo que leyó los documentos de encarcelamiento de hace 4 años. —me cruzó de brazos —Por eso lo cree... En fin, debemos encontrar ese maldito Pendrive y llevárselo.

—¿Por qué no le damos uno falso y ya? —pregunta Will

Emir niega —No es tonta, no nos dará a Cárter hasta que haya revisado el Pendrive

—Entonces, ¿Qué? Debemos entrar a la casa de MackGregori. —pregunta Conall —¿Alguna idea?

Emir y yo nos miramos, asiento y declaró —Emir y yo hemos estado ocultado información de MackGregori durante estos 4 años.

Todos nos miran asombrados, entre ellos Alik, quién parece dolido ante mi revelación.

Emir interviene —Lo que hemos logrado investigar es que si bien, MackGregori estuvo viviendo en Rumania, regresó a Rusia y sale una vez cada año a un evento y no duerme en casa por una noche.

—Lena sabía de esto y lo ha tomado a favor, así que también lo haremos. Entraremos a su casa y tomaremos el Pendrive, se lo llevamos a Lena, recuperamos a Cárter y desaparecemos.

—¿Dejamos el Pendrive con ella? —pregunta Alik mientras me taladra con la mirada —¿No es mejor llevarlo a M?

Niego —Que se maten entre ellos. —miró a los demás. —¿Cuento con ustedes?

Todos asienten. —¡Claro!

...[...]...

Viernes, 25 de octubre...

Todos estamos listos para infiltrarnos a la casa de MackGregori.

Dylan, quien al final si viajo con Emir, se iría al club dónde conocí a MackGregori junto a los trillizos.

Emir se quedaría con Cler en la vigilancia aérea.

Conall y Colette entrarían por la entrada de la mansión si llegasemos a necesitar su ayuda.

Alik y yo nos infiltraríamos.

—¿Por qué no me dijiste de la información de MackGregori?

Apartó mi mirada de la ventana y miro a Alik. Ahora mismo nos dirigimos a la mansión.

—No lo creí necesario.

—¿No lo creíste necesario? ¡Amanda! —me riñe —¿Y si M cree qué eres la infiltrada por ocultar algo así?

Me encojo de los hombros —Yo se la verdad. —observo el camino

Alik opta por no pelear y seguimos nuestro camino en silencio.

...*Están por llegar, quiero que a unos tres metros se metan bosque dentro*...

—Enterados... —contesta Alik

Nos adentramos al bosque y apagamos el auto. Salimos y nos preparamos con nuestras gafas de visión nocturna y caminamos de nuevo hacia la orilla de la carretera.

...*Esperen, una limusina está por salir*...

Nos detenemos y ocultamos en unos arbustos. Como Emir nos informa una limusina negra polarizada sale de la propiedad. Girando hacia la derecha se aleja.

...*Esperen a que se haya alejado más*...

Miro a Alik quien me mira también.

...*Avancen*...

Corremos, atrevesamos la calle y entramos a los terrenos de MackGregori.

...*En posición —informa Colette —Esperamos indicaciones*...

—Quedense ahí... Si las cosas se complican les llamo. —informó

Nos lleva media hora llegar a la parte de atrás del terreno.

—¿Y el jardín?

...*La hay, pero está amurallada —habla Emir*...

—Era de imaginarse... —con sigilo caminamos hacia el gran muro de unos 10 metros de alto. —Alik, el escalador.

Alik saca su pistola de gancho y la engancha en la pared. —Listo...

Subo y Alik me sigue. Escalamos con cuidado hacia el extremo del muro. Al subir me siento y ayudo a Alik.

—Gracias...

...*Quietos*...

Nos paralizamos al ver luces entre los arboles pero luego de unos minutos se van.

—¿Cuando guardias hay Emir?

...*7 de ellos*...

—Genial... —con cuidado bajamos del otro lado —¿Y en la casa?

...*Al menos cuatro, hay dos en el garaje, uno en una habitación y otro en la cocina.*...

—Bien, burláremos a los guardias y será pan comido entrar a la casa.

Alik y yo avanzamos con sigilo y rapidez hacia la casa. Esquivando guaridas, jardín, cabaña y árboles. Al llegar podemos ver la mansión de los MackGregori. Grande, tenebrosa pero de admirar.

—¿Lista? —me pregunta Alik

Asiento —Si, terminemos con esto.

Esperando a los guaridas, cuando doblan la esquina de la casa ambos corremos hacia la entrada del jardín. Con nuestros trajes, la noche está a nuestro favor.

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