“Estás loca, completamente demente. ¡No tiene ningún sentido!”
Mariella hablo con brusquedad, pero Elizabeth, que normalmente la habría controlado, está vez la dejo expresarse como deseara. Para ser honesta, era una locura. Por supuesto, no expreso su opinión en voz alta, no deseaba darle más motivos a Ella para alterarse.
“Podrá ser una locura, pero no tiene sentido atrasar lo inevitable. Después de todo es lógico pensar que sucedería. Mi marido es el Rey.”
“… Está demasiado tranquila, su majestad. Entiendo que no sienta nada por el Rey, comprendo que hay cosas fuera de su poder. Pero estamos hablando de su autoridad como reina. ¡Está aceptando libremente darle más poder a esa mujer para atentar en contra de usted!”
“Estoy cumpliendo mi palabra de no hacer las cosas difíciles para ellos, el Rey en persona vino el día de nuestra boda con la simple intensión de declarar su abierta aventura con una mujer vulgar. No puedo simplemente negarme a sus peticiones y al final lo colocan a él en una situación que a nosotras nos favorece.”
“Pero al pedirle permiso para darle un título, el Rey oficialmente ha declarado que va a traer a su amante al palacio imperial, sin importar que ya se encontrara dentro de este castillo. Oficialmente, será mucho más difícil sacarla.”
“Ella, ya te lo he dicho. No puedo hacer nada al respecto.”
No sabía si solo estaba fingiendo tranquilidad o si realmente se sentía de esa manera, pero mientras se encontrara frente a Mariella, no lo pensaría demasiado. No estaría mal si podía engañarse a sí misma y a los demás solo para mantener un poco de su cordura.
“¿Realmente no hay nada que puedas hacer? Oh mi Reina. De verdad no puedo expresar ante usted la angustia que siento en este momento.”
“Puedo imaginarlo. Pero sería divertido para mí consolar a Sir Mariella.”
Eso era cierto. Mariella lanzó un suspiro. Fue mucho más aterrador y desalentador porque ella fingía que no pasaba nada. Originalmente, la mayoría de las personas ante una situación así se enojaría, estarían llorando o tristes. Tal vez incluso tirando objetos y maldiciendo. Todo envuelto en dolor y sufrimiento.
Fuera lo que fuese, era normal tener sentimientos negativos, pero Elizabeth no. Ella no mostraba nada de eso, se encontraba mirando a Mariella con una expresión divertida mientras comía galletas y tomaba pequeños sorbos de té. Ella todavía no tenía poder, y no estaba en la posición y situación adecuada para pasarlo por alto. Mariella no podía entender su actitud.
“De verdad…¿Qué está pensando, su majestad?”
No era inusual que un Rey tuviera una amante. No era algo que tampoco se pudiera evitar, pero si la amiga de uno era la Reina, la historia tenía que ser diferente. Mariella suspiró.
“Necesito que traigas a un médico de confianza y a un experto en hierbas medicinales, los dos al mismo tiempo y sin que se sepa que tienen conocimiento en el campo de la medicina.
Mariella se sintió confundida de repente.
“¿Disculpe?”
Elizabeth tomó un sorbo de té y limpio sus manos y la comisura de sus labios con su servilleta antes de contestar.
“He estado pensando. ¿De dónde viene la confianza del Rey? ¿Por qué el último examen fue uno médico? Pensé justamente en las palabras que dijiste cuando aceptaste ser mi caballero. ¿Lo recuerdas?
Mariella lo pensó.
“No recuerdo haber dicho solo una cosa relevante.”
“Si tú fueras la amante del Rey…”
Ella terminó la frase por ella.
“Buscaría arrastrarte hasta abajo.” Mariella lo pensó por un momento. “Pero no entiendo como…”
Sus ojos se abrieron cuando lo entendió.
“Parece que lo has entendido.”
“Para tener tanta confianza de que eres una Reina temporal, deben asegurarse de que no puedas cumplir con lo más importante para el imperio.”
“Necesitaban a alguien que tuviera pocas o nulas oportunidades de quedar embarazada.”
Era lógico ahora que lo pensaban, una Reina sin la capacidad de tener al siguiente heredero sería tachada como menopáusica y sin ninguna otra opción, la amante pasaría a convertirse en Reina.
La cuestión era ¿Cuánta cantidad de sangre derramaría Victoria, antes de lograr su cometido?
Evidentemente, ninguno de los nobles sabía de este hecho, estaban todos en la oscuridad y esa era su ventaja. Era un plan tramado por su esposo y Victoria, seguramente planeaban esperar un par de años antes de dejar
caer la duda entre los nobles. Sembrar la semilla de la desconfianza y hacerlos dudar de la fertilidad de la Reina.
“Esa amante… Realmente quiero ver su cara ¿Quién en el mundo…? Cuando escuchas rumores sobre la mujer que calienta la cama del emperador… ¿No tendrías que salir a la luz menos una vez?”
“Seguramente busca cuidar su imagen, un par de rumores no son nada si no se sabe el rostro de la persona.”
Elizabeth era la única que sabía de su apariencia, además del Rey y quienes servían a la dama. Hizo brevemente una expresión pensativa y hablo con sencillez.
“Creo que nos veremos algún día, de todos modos. No le vas a dar una bofetada ¿Verdad?”
“Nunca haré nada para dañar la imagen de su majestad. No es que deje de tener un cerebro solo porque soy un soldado.”
‘Pero debería estar bien disparar, ¿Verdad? Ah no, ¿Eso tampoco podría estar permitido?’
Elizabeth miró a Mariella quien reflexionaba para sí tiernamente con una sonrisa. Sin embargo, esta desapareció rápidamente de su rostro. El pensamiento de Victoria hizo que una sombra cayera sobre su rostro. Elizabeth murmuró su nombre.
“Victoria…”
Aunque la belleza de Victoria era notable, no era lo suficientemente hermosa como para ser llamada la flor de la sociedad. Sin embargo, existía cierta sensualidad y encanto en su forma de hablar y expresarse. No era de extrañar que hubiera podido atrapar al Rey.
Ella era una rosa y tenía espinas. Para mantener aquella belleza, las espinas hechas para protegerse habían comenzado a amenazar a cualquiera que osara meterse en su camino, y al final. Fue su hermana Caterina quien había sufrido las consecuencias. Ahora que el pasado había cambiado, las espinas de Victoria, la atacarían a ella.
Elizabeth no tenía intención de atacarla primero, su mejor estrategia sería la ofensiva. Considerando el poco poder e influencia que poseía, debía asegurarse de construir muros sólidos que pudieran detener cualquier ataque que Victoria se atreviera a lanzarle. Ella planeaba defenderse con fuerza si su oponente atacaba primero.
Sin llamar la atención sobre los intereses de los demás tanto como fuera posible, actuando con indiferencia ante su presencia y planeando lo más discretamente que pudiera. Al menos, por ahora, sería mejor solo aparentar ser una mera observadora.
Le demostraría a Victoria que sus planes para derrotarla no habían sido nada más que una gran estupidez, por primera vez en su vida. Agradecía que su familia tuviera secretos familiares que muy pocos tenían la dicha de conocer.
“Puedo infiltrar a las personas que solicitas sin problemas una vez que tus guardias estén posicionados. Pero… ¿Puedo saber el porqué de tu petición?”
“Digamos que necesito comenzar a mover mis cartas, por si acaso Victoria desea sacar el tema de la menopausia antes de lo esperado.”
“Lizzie…”
“Los Gaminor tenemos muchos secretos Mariella. Pero no te preocupes, no tienes motivos para preocuparte.”
Ella ya lo había dicho incluso ante su esposo. Su hijo sería el próximo Rey, y él no podía tener un hijo con su amante.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 87 Episodes
Comments
mayra marquez
me gusta como está moviendo las piezas de ajedrez
2022-07-07
8
🤗Finita💖💫🇲🇽
Wow, que hará.
2022-07-01
2
SUSANA FLORES
qué lista es!!!!!
2022-06-29
4