“Reina Elizabeth, soy Miryam. ¿Puedo entrar?”
“Oh, entra Miryam.”
Miryam parecía feliz mientras entraba en la habitación. Por supuesto, estaba encantada de que la dama a la que servía se convirtiera en Reina.
Pero ¿estaba al tanto de los rumores que circulaban en el Palacio Imperial?...Era ridículo pensar que no sabía la verdad, pero incluso si supiera que este hecho también sería perturbador.
“Gracias de nuevo, de hecho. Desde la primera vez que vi a Lady Elizabeth deseaba poder servirte dentro del palacio. Estoy tan feliz de poder servir a mi Lady en el futuro.”
“…”
En ese momento, Elizabeth sintió que sus emociones estallaban y subían a su pecho. Miryam, que era la doncella de Caterina, seguía siendo invariablemente amable y leal como doncella de Elizabeth. Ella arrugó la cara por un momento, y Miryam quien la miro cuando sintió el repentino abrazo, sorprendiéndose.
“Lady Elizabeth, ¿fue algo que dije…?”
Miryam miró desconcertada a Elizabeth quien la estaba abrazando. Se preguntó: ¿Por qué la joven está actuando de esta manera? Patricia la abrazo un rato y luego se decidió por una cosa.
“Lo haré bien.”
‘Lo prometo ante ustedes. Mi familia, mi hermana, Miryam, Ella… Lo haré bien, seguir con vida y no moriré.’
“Gracias.”
‘No dejaré que mueras por protegerme como sucedió con mi hermana’
“No es nada. Yo soy quien está agradecida por servirla.”
Miryam sonrió y susurro con cariño su respuesta. Su actual señora tenía un corazón bondadoso que esperaba pudiera afrontar los retos que vendrían ahora en su camino. Luego recobro la compostura y hablo con Elizabeth al acordarse de algo.
“Por cierto, Lady Elizabeth. Llego una carta del Marqués de Gaminor. Si le parece bien, desea agendar una visita al Palacio Real para verla.”
“¿Mi hermana es quien lo solicita?”
“Si mi Lady.”
Elizabeth se preocupó por un momento, pero se relajó y asintió a las palabras de Miryam. La noticia de la ganadora seguramente ya había sido dada y su hermana deseaba verla para asegurarse de que se encontraba bien, no había razón para preocuparse excesivamente. De todos modos, ahora ella era la Reina, así que incluso si Caterina se enamoraba del Rey, no pasaría nada malo. Su hermano no sería tan estúpida como para cometer alguna tontería. Ella era simplemente pura, como una hoja de papel blanca, además. Ahora que el futuro Rey sería su esposo, ella no lo miraría siquiera. Por lo tanto, Elizabeth acepto.
“¿Tengo algo que hacer hoy, Miryam?”
“Aún no. Pero en los próximos dos meses su agenda estará muy ocupada. Los preparativos para la boda y coronación de sus majestades comenzarán con la Duquesa de Efreni. Lady Elizabeth será educada como Reina. Pero eso probablemente comenzará en cuatro días. Hasta entonces mi señora puede relajarse.”
“Ya veo…”
Era algo que ella ya sabía, lo único que había cambiado era que Rina ya no era la Reina, por lo cual se sentía muy comunicativa y lista para asumir sus responsabilidades.
Era terrible, sin embargo, el pensar que ahora debía caminar por el sendero espinoso por el que su querida Rina había caminado con pies descalzos, pero. Sin embargo, esto era lo mejor para todos. Para su familia y tal vez incluso para el futuro Rey. Elizabeth, sonriendo significativamente, le dijo a Miryam.
“Por favor, escribe a mi hermana diciendo que aceptaré su visita en cualquier momento que ella lo desee, Miryam.”
Caterina recibió la respuesta de su hermana y corrió hacia el Palacio Real. Su rostro estaba lleno de sonrisas porque había extrañado a su hermanita. Elizabeth sonrió solamente al verla con una mirada llena de alegría, ella también la había echado de menos.
“¡Rina!”
“¡Lizzie!”
Solo había pasado una semana desde su separación. Sin embargo, cualquier otra que las viera, pensaría que era una reunión para familiares lejanos. Caterina hablo apasionadamente inmediatamente después de darle un abrazo a su hermana.
“¡Dios mio Lizzie! ¡Mi hermana es la Reina! Dijiste que regresarías a casa y, sin embargo… No, espera ¿Debo llamarte Reina? ¿O su majestad?”
Elizabeth rio al escuchar a su hermana, pasaba de sorprendida a enojada y finalmente a curiosa. Respondió con humor, golpeando ligeramente, su hombro para que no doliera.
“No tienes que preocuparte Rina. Solo llámame igual. Incluso si soy una Reina, las hermanas no cambiaremos.”
“¿Cómo podría hacerlo? Sin embargo, al estar solas nosotras, lo pensaré hermanita.”
“Bueno. Oh, será mejor sentarnos. Seguramente tus piernas deben doler.”
Elizabeth colocó a Caterina en una silla y pidió a Miryam dos tazas de té. Pronto regreso y las dos hermanas tomaron un sorbo, antes de que Rina preguntara a su hermana lo que pasaba por su mente.”
“¿Qué sucedió Lizzie? Dijiste que regresarías, padre, está preocupado desde que escucho la noticia y piensa que fue tu plan desde el comienzo, claro entiendo que la elección de la Reina depende de la elección de su majestad, pero hubiera sido difícil para ti lograrlo si no hubieras obtenido buenos resultados en las pruebas.”
“Yo tampoco lo sé, Rina. De hecho, no tuve buenos resultados en las primeras pruebas. Pensé que Lady Titania sería la ganadora, por lo cual fue una sorpresa para mí.”
Seguía pensando en la razón de haber salido ganadora solo por tener buenos resultados en la tercera prueba, ¿exactamente, que buscaban en la salud de las candidatas?
“¿Oh en serio? Entonces, tal vez… ¿Su majestad se enamoró de ti al verte?”
“…”
El rostro de Elizabeth mostró repugnancia por aquel comentario y dejo de lado su té, por un momento, ninguna gota pasaría por sus labios sin saberle a veneno por aquella posibilidad.
“¿A quién podría gustarle un hombre como él? ¿A mí? Tengo mejores gustos Rina.”
Se rio sonando como alguien que había escuchado noticias divertidas. Pero incluso con su respuesta, su hermana siguió presionando.
“Lizzie, eres hermosa. ¿Por qué no lo piensas? Tal vez su majestad te vio y se enamoró.”
“Rina… ¿Acaso olvidaste los rumores?”
Elizabeth, quien estaba cansada de la forma como su hermana seguía insistiendo con el tema, decidió hablar del tema Tabú.
“Su majestad ya tiene una amante Rina, debió buscar a alguien a quien dar por sentado.”
“…”
Después de aquellas palabras, su hermana solo pudo tomar otro sorbo de té, pero la verdad era que Elizabeth estaba igual ¿Por qué la había elegido? La casa del Conde era más baja, por lo que Lady Ancaydo podría haber sido elegida o incluso Lady Vasili. Pero no había ninguna razón en particular por la que ella pudiera haber sido elegida como Reina. Elizabeth sintió una sensación de vergüenza al recordar la evaluación médica a la cual
había sido sometida, muchas preguntas se juntaban en su mente sin poder darles respuesta. Decidió ignorarlas, no había forma de saberlo, incluso si uno se preguntaba el por qué. La única forma de saberlo era preguntando directamente al príncipe heredero.
Y él no le respondería.
“No te hagas una idea equivocada Rina. No espero absolutamente nada de su majestad.”
Rápidamente, cambio el tema de conversación al tema original. ¿Qué podía esperar del hombre que mató a su hermana? Incluso si uno esperaba algo, no tenía nada que ver con ella misma. Elizabeth le respondió a su hermana lamentándose por la dureza de sus palabras.
“El romance con el que sueñas para mí no sucederá Rina. Su majestad no es mi caballero de brillante armadura, ni siquiera siente afecto o simpatía por mí. Y yo no tengo intención alguna de enamorarme de un hombre que tuvo una amante antes de siquiera casarse, lo único que espero de este lugar es…”
Se cortó repentinamente dándose cuenta de que no sabía cómo continuar, lo pensó por un momento antes de encontrar una respuesta adecuada.
“Lo único que espero de esto, es tener el respeto de todos como Reina y convertirme en la Emperatriz. Nada más”
Después de hablar, sintió que parecería muy agresivo y sombrío desde el punto de vista de su hermana. El rostro brillante de Rina se oscureció por un momento. Parecía lamentarse el hecho de que su hermana no pudiera considerar vivir una vida matrimonial feliz, un romance digno de cuentos de hadas que pudiera hacerla feliz. Este matrimonio, uno de amor no correspondido y traiciones conyugales, no era lo que ella esperara su hermana pudiera tener en su vida.
La había imaginado a su lado, Bebiendo té en la casa que algún día tendría con un jardín de rosas donde beberían el té junto a sus esposos e hijos, riendo felizmente en un atardecer.
Era lo que siempre imagino para ellas. Pero lo que ahora sucedía, no era nada parecido.
“Lizzie… ¿Te sacrificaste por mí?”
“No es tan noble como lo haces parecer.”
Hablar de sacrificios era irrelevante, porque no importaba quien fuera, una de ellas fue seleccionada como Reina, su hermana había sido la primera y en ese entonces había sido un juego de azar el que determino quien
asistiría a aquella competencia. Alguna de las hijas de Gaminor siempre termino convertida en Reina. Ese era el único hecho innegable.
“Hablemos de otra cosa.”
Elizabeth cambió el tema rápidamente. El tiempo con su hermana era demasiado valioso como para hablar de un hombre que no le importaba.”
“Has dicho antes que padre está preocupado ¿Y madre? ¿Ella lo sabe? ¿Cuándo vendrán a verme?”
“Por supuesto que lo sabe, está muy preocupada. Me preguntaron cuándo podrían venir. Saben que estarás ocupada de ahora en adelante ¿Cuándo sería el mejor momento?”
“No importa el momento, diles que pueden venir cuando quieran, las veces que quieran. Espero vengan antes de la boda, realmente quiero verlos, deseaba poder regresar a casa.”
“Les daré tu mensaje, estoy segura de que les aliviara saber que hiciste todo por regresar.”
Caterina dejó la taza de té vacía sobre la mesa y comento alegremente: “Sabes, tengo mucho tiempo. Estaré aquí hasta que el sol se ponga hoy. Eso está bien. ¿Verdad?.”
Elizabeth sonrió.
“Absolutamente perfecto.”
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Comments
gene_venezuela
no entiendo en unas Elizabeth y en otra Patricia
2022-07-09
3
fama29
quizás ella no esté bien de salud como piensa. podría ser
2022-07-02
4
Johanna arriagada
no es por poder, es justamente lo contrario, la casa más débil, la más fácil de derribar para cambiar la emperatriz
2022-07-02
10