I ARCO, BATALLA DEL FÉNIX CAP 1

[A las afueras de la sala de reunión, Leo y los demás se encontraban en pleno escape]

[Punto de vista, Leo]

A medida que avanzabamos podíamos ver cómo el reino estaba hecho trizas. La batalla se había extendido rápidamente a la zona central, donde los múltiples cadáveres de elfos y demonios se encontraban por cada rincón.

El trayecto hacía la piedra triangular se vio comprometido por los múltiples enfrentamientos, lo que nos llevó a tomar rutas más largas permitiendo que la fatiga en nuestros cuerpos aumentara rápidamente.

—Maldición! ¿Por qué diablos está pasando esto?— Comentó Katsuki en una de nuestras paradas. A pesar de estar en constante peligro debíamos descansar en algunas ocasiones para reponer energía y continuar.

—Esto está repleto de enemigos, ¿Cómo vamos a escapar sin toparnos con alguno de ellos?— Comentó Yuna al notar la cantidad de enemigos en la zona.

—Tengo una idea— Respondió Minaro en un tono serio. Inmediatamente después de ese comentario, cada uno centro su mirada en Minaro a fin de escuchar su propuesta, a diferencia de Katsuki quien algo alterado interviene.

— Espero que no sean unas de tus estupideces— Era sorprendente como a pesar de estar en medio de tal caos, ese idiota era capaz de hacer ese tipo de comentarios.

—¡Cállate o quieres que te mate!— Minaro, a quien en un principio considere una persona centrada, se había rebajado al nivel de Katsuki acercándose hasta estar frente a frente con una mirada fulminante.

—¡Cállense los dos! ¿No entienden lo que está pasando? todos están muriendo. Estamos siendo atacados y ustedes lo único que piensan es en discutir— Natsuky quien había estado serena después de abandonar aquella sala, se encontraba con sus lágrimas a flor de piel lo que hizo sentir a Minaro y Katsuki como unos completos idiotas

—¿Cuál es la idea?— Pregunté en voz alta mientras veía fijamente a Minaron quien después de un asentimiento de cabeza responde.

—A treinta metros de aquí, hay un túnel que usábamos katsuki y yo para escaparnos de las clases de Tadori, si lo tomamos hay un 80% de probabilidad que podamos salir ilesos de este lugar—

—¡Cierto ahora recuerdo!— Exclamó Katsuki.

—Entonces no perdamos tiempo, ese túnel nos llevará al bosque sin ser vistos— Dice Natsuki a lo que todos respondemos asintiendo con la cabeza y con un fuerte

—¡Si!—

[Campo de batalla, zona central

del reino de Elssia]

[Punto de vista, Tadori]

A pesar que el enemigo nos superaba con creces, si se implementaba una buena estrategia, el número no hacia alguna diferencia, así que decidí hacer la estrategia pirámide.

Esta era la mejor forma que había encontrado para combatir a esos bastardos. Se basaba en colocar a los más fuertes en la zona de ataque donde junto a mí seríamos el escudo del grupo dos, quienes se encargaban de los ataques a larga distancia y al final el grupo tres, quienes se encargarían de sanar a los heridos.

[RECUENTO]

[En el mundo existe una fuerza llamada energía mundial. Esto es una energía natural que permite a las distintas razas el uso de increíbles habilidades.]

[Cada raza utiliza esta energía de forma distinta así cómo también obtiene habilidades únicas]

[A excepción de los humanos y los orcos, las otras ocho razas pueden disfrutar de grandes cantidades de energía mundial en el medio ambiente y así utilizarla como combustible para sus poderes]

[El cuerpo de un individuo puede producir cierta cantidad de energía mundial. Energía que puede variar en cada individuo.]

[La raza humana al no poder entrar en contacto con la energía mundial, recurren a las bendiciones, un poder con superioridad y flexibilidad en todos los ámbitos]

[ACTUALIDAD]

—¡Ataquen!—

Mi orden resonó por todos los rincones del reino, al escuchar mi mandato inmediatamente comenzaron a lanzar ataques al bando enemigo. Uno tras otro sin descanso. Luego de varios minutos de ataques consecutivos, Una enorme nube de polvo hizo presencia en el campo nublando nuestra vista e impidiendo el saber si habíamos logrado algo.

La zona central estaba en total silencio, el hecho de que no se nos fuera posible observar ni escuchar nada, nos hacía entender que nuestros múltiples ataques habían tenido efecto. Todos los presentes se encontraban ansiosos por saber el resultado, pero de repente, una figura masculina comenzó a abrirse camino entre toda aquella espesa nube de polvo. Al ver de quién se trataba todo mi cuerpo tembló y mis esperanzas cayeron al suelo.

Ese individuo ya lo conocía por lo que ese sentimiento de ira comenzó a dominarme.

*Btommmmm* La mitad de los elfos salen disparados por los aires, después de que un solo ataque de ese hombre arremetiera contra ellos.

—Cuanto tiempo sin verte Ta-do-ri—

La figura que había salido y acabado con la mitad de los elfos blancos, era el hermano de Kronos, el Rey de los elfos oscuros.

Maximus. El Monarca de la ira...

—¿Que haces aquí?— Pregunté avanzando unos cuantos pasos.

—¿No lo sabes? entonces te lo explicaré. Tenía a alguno de mis hombres en una misión en la Nación de Ettgarot los cuales al no regresar decidí ir e inspeccionar personalmente. No encontré ni un leve rastro de su paradero más sin embargo una simple pista me guío a ustedes. Así que me pregunte ¿Por qué no visitar a mi hermano?.

No había forma de haber dejado algún rastro de nuestra presencia en Ettgarot. La única manera de entender lo rápido que llegaron hasta aquí era a través de un traídor. Y si mi suposición era correcta los chicos estarán en un gran problema. Lo que más causaba ruido en mi cabeza eran los soldados de la raza demoníaca, y es que, si ese tipo también estaba detrás de Leo y Lucas, no estarían a salvo en el reino de Safir.

—!Tu bastardo! ¿Crees que esto es una visita?, ¿Crees que asesinar a nuestro pueblo y destruir nuestro reino es una visita?— Estaba indignado y molesto por todo lo que estaba sucediendo, aun así debía mantenerme en calma para poder pensar claramente los pasos a dar.

—¿Estas molesto cierto? hoy terminaré lo que no pude hacer hace tres años—

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Desde que mi vida estuvo en juego y Kronos se acercó para protegerme y darme esperanza, juré no volver a fallar nunca más. Decidí que entrenaría día a día para hacerme más fuerte y vengar a mis camaradas muertos.

Lo primero que hacía al despertar cada mañana era comprometerme a hacer un duro entrenamiento. Siempre trataba de hacer lo mejor que podía. De esa manera, cada gota de sudor se convertiría en la fuerza necesaria para no volver a ser aquella persona débil.

[RECUERDO]

[PUNTO DE VISTA, TADORI]

Ha!, Ha!, Ha!, Ha!

Me encontraba en un patio de entrenamiento en el cuál normalmente le impartía clase a mis estudiantes. Desde tempranas horas de la mañana había comenzado con mi entrenamiento, el cuál deseo de varios meses se había convertido en un fuerza decente.

—Veo que estás esforzándote bastante—

Esas palabras hicieron que detuviera mi entrenamiento y volteara rápidamente para así darme cuenta que se trataba de Kronos.

—¿K-Kronos? ¿Que haces aquí?— Pregunto sorprendido por su repentina visita. Nunca se había dignado a visitarme en medio de un entrenamiento por lo que me pareció sumamente extraño.

—Hoy me dieron ganas de venir a observar tu entrenamiento además, te traje algo de beber.

Era la primera vez que veía a Kronos tomando la iniciativa de algo. Siempre fue reservado por lo que este repentino cambio era sin duda un gran avance.

—Muchas gracias— Digo mientras tomaba aquel jarron en el cuál había una bebida fresca y con un dulce aroma.

Miramos en silencio el hermoso cielo y los pájaros volando por todas partes, mientras que la tensión en el ambiente aumentaba significativamente.

—Tadori, ¿Puedo hacer una pregunta?— Comentó aún con su mirada fija en el azul cielo.

—Claro— Respondí un tanto nervioso.

—¿Que es lo que aspiras para tu futuro?—

No esperaba que esta pregunta viniera de Kronos, quien desde que lo conocía solía prestar atención a cuestiones del reino y nada más.

—Pues... por los momentos solo quiero volverme lo más fuerte que pueda para así expiar mis pecados además, daré lo mejor que pueda para darte una mano en lo que necesites—

—JAJAJAJAJAJAAJAJA— Por alguna razón que desconocía mi respuesta le pareció un buen chiste lo que me hizo sentir como un idiota.

—¿D-de que te ries?—

La repentina risa de Kron me sorprendió. No entendí qué lo hizo reír tanto, pensé que había dicho algo incoherente o estúpido, pero no había sido el caso.

—Nunca te he podido entender. Desde que te encontré aquella vez al borde de la muerte lo único que pensabas era en volverte fuerte. ¿Sabes? eso fue lo que me dio el impulso para darte una mano, pues a pesar que estabas colgando de un hilo aún seguías dispuesto a vengar la muerte de tus compañeros—

—Siempre te esfuerzas por ser el mejor, pero nunca sobresales en nada. Muchas veces los generales superiores me preguntan, Qué tienes tú que ellos no tengan, para estar a mi lado. ¿Sabes cuál fue mi respuesta?—

Esa última pregunta hizo que mi corazón se hundiera, por alguna razón estaba asustado, no entendía por qué me decía todo esto, pero de una cosa estaba seguro, necesitaba saber cuál era esa respuesta.

—La verdad no tengo idea— Respondí algo inseguro

—Mi respuesta fue... El día en el que ustedes estén al borde de la muerte y su preocupación repose más sobre sus compañeros que en ustedes, ese día los reconocere como lo hago con Tadori—

No sabía como expresar todo el agradecimiento que sentía en ese momento. Estaba completamente sorprendido después de escuchar aquellas palabras y es que en mi vida había imaginado que Kronos tendría una visualización como esa de mí.

—Lo que ellos no sabían es que tú te sumergias en un entrenamiento insoportable para cualquier persona todos los días sin excepción. Con el fin de expiar tus culpas, entrenaste tanto que has llegado al nivel de un general de alto rango—

—Y lo más curioso, es que a pesar de los prejuicios de los demás generales y de los insultos hacia tí, nunca usaste esa fuerza para defenderte. Haz guardado ese poder para un solo fin. Es por eso que te respeto. Es por eso que intento protegerte, ya que me recuerdas a mi antiguo yo. Eres alguien increíble Tadori—

No podía creer las palabras que salieron de la boca de ese idioma. ¿En verdad era el mismo Kronos que conocía? no puede evitar soltar las lágrimas. Era la primera vez que alguien me reconocía y, que fuera el mismísimo rey me hacía sentir importante.

—Yo... yo siempre me he esforzado para dar lo mejor de mí. Desde que usted me ayudó aquélla noche, juré que me convertiría en la persona en la que usted pueda confiar. Juré que mi espada sería para usted y sin importar quién fuera el enemigo lucharía con el—

Una calida sonrisa apareció en el rostro de Kronos quien volteó para verme de frente.

—Tadori, nunca cambies por favor. En el futuro necesitarás esa fuerza para liderar y proteger a nuestro pueblo, se que te convertirá en un pilar fundamental para todo el reino de Elssia—

Esas palabras tenían algo oculto, algo que no podía comprender a simple vista aún así no podía desentrañar su significado. Su rostro se torno algo triste y sombrio lo que me llevo a preguntar.

—¿Que estás tratando de decir?—

Él ignoró mi pregunta, se levantó y sacó algo cubierto con una gasa negra de su costado, mi curiosidad comenzó a aflorar y quise saber qué era.

—Lo estuve pensando muy bien y creo que te lo mereces— Comentó mistras con sus manos extendía aquel objeto el cuál aún seguía cubierto por esa extraña tela.

—Espero que sigas defendiendo tus ideales y cuando creas que estás listo, usa este obsequio—

—Mi rey eso es...

[EN LA ACTUALIDAD]

—¿Estas molesto cierto? hoy terminaré lo que no pude hacer hace tres años—

Kronos hace un tiempo atrás me dijiste que estaba guardando mi fuerza para un fin en específico y tenías razón...

Ese fin era, matar al maldito asesino de mis compañeros, tu hermano el Monarca de la ira.

Maximus se lanzó hacia mí. Su velocidad era sorprendente pero aún así, era perseptible para mis ojos.

Ya no soy lo que solía ser.

Apuntó su espada hacia mi cuello, entonces por primera vez usé aquél obsequio que me fue entregado por Kronos.

Su larga y filosa espada estaba a pocos centímetros de mi cuello cuando la detuve con mi arma.

*¡Crak!*

—¿Pero que demonios?— la cara de sorpresa era un nectar para mí, por primera vez en tanto tiempo cumpliré mi promesa.