INVASORES

[Pasados unos minutos]

—Leo, como Tadori bien dijo nosotros seremos tu apoyo de hoy en adelante. Se nos asignó la tarea de ser tu guias, así que espero que seamos buenos amigos— Natsuky fue la encargada de dar la cordial bienvenida a su gran equipo.

—No entiendo nada, ¿Para que necesito un equipo?— Como lo había imaginado, Leo estaba completamente confundido después de aquella corta plática.

—Confiamos en sus habilidades por lo que fueron la mejor opción que encontramos para protegerte— Leo miró a Lucas un tanto nervioso cuando volvió su mirada a dónde me encontraba.

—¿Protegerme de qué?— Preguntó con una ceja erguida.

—Mejor dicho de quién. Leo no te voy a mentir. La situación actual por la que están pasando tu y Lucas, es más complicada de lo que parece. Hay factores que no estamos tomando en cuenta, por lo que tenemos que ser cuidadosos. Si los elfos oscuros están detrás de tí, hay una gran posibilidad de que ya sepan que estás con nosotros, por lo que la mejor solución es que se vayan— Mis palabras causaron más confusión en Leo quien se callo sentando tratando de entender la situación.

—Irnos... ¿A dónde?—.

—A la nación de Safír, el reino de las hadas. Por alguna razón emites una extraña presión espiritual semejante a la de las hadas. La mejor manera de comprobar a qué ir a ese lugar— Todos los chicos estaban atentos a mi conversación ya que era una información que no habia tocado con ellos. —Leo no tienes porqué sentirte asustado. Entendemos que estás en una situación complicada pero te aseguro que juntos podremos con todo— Comentó Natsuky con el fin de eliminar aquella tensión por la que estaba pasando.

—Si emito ese tipo de energía y los elfos oscuros están tras mí... ¿No es mejor estar en este lugar?— Su pregunta tenía tanta razón que no podía refutarla. Aún así el riesgo que equivaldría a mantenerlo con nosotros sería mayor a lo que podríamos enséñarle, así que no había más opcion que esa.

—En este lugar no hay nadie capaz de ayudarnos a entender tus habilidades así como también ayudarte a desarrollarlas. En el momento en que te salvamos, asumimos la responsabilidad de tu seguridad. Al no estar consciente de lo que realmente pasa, está es la mejor opción que encontramos para mantener tu integridad—

—Entiendo...— Comen Leo cabizbajo —¿Cómo será el monarca de la nación de Safír?— preguntó Lucas.

—La raza de las hadas no cuenta con ningún monarca en la actualidad— Comentó Natsuky, provocando una fuerte impresión en Leo y Lucas.

—Eso es cierto, Desde la guerra de las ocho espadas, la raza de las hadas no ha tenido un Monarca que los preteja y los gobierne, por lo tanto se han mantenido como una nación neutral bajo la vigilancia del Monarca de la oscuridad— Comento a lo que Leo responde.

_¡¿Bajo la vigilancia del Monarca de la oscuridad?!— Su expresión de sorpresa fue la misma que pusieron los chicos cuando por primera vez se enteraron.

—Con el propósito de evitar que surgiera otro traidor, el monarca de la oscuridad se proclamó alíderismo el lider de la raza de las hadas y monarca de la nación de Safir— comenta Minaro.— —Tadori hay algo que me preocupa, ¿cómo vamos a llegar a la nación de Safir si la distancia es inmensa?— Pregunta Katsuki.

—Eso es lo mejor de todo. Debido a qué lo más seguro es que intenten ir otra vez por Leo, tendrán que viajar de ciudad en ciudad de manera que se les sea difícil encontrarlos. Eso dará tiempo a qué nosotros podamos investigar que es lo que está pasando. Aunque hay una forma en la que pueden viajar en segundos—

—¡En segundos!— gritan todos sorprendidos en una perfecta sincronía, y como no estarlo, cuando yo me enteré me sorprendí de la

misma manera que ellos.

—¿Algo como eso siquiera es posible?— Pregunta Samuri, a lo que Yuna responde en voz baja —La piedra triangular— A pesar de nunca haber tocado ese tema Yuna ya tenía una idea clara de lo que se trataba, lo que causo una grata sorpresa en mí

—Claro, la piedra triangular es un arma espiritual que permite transportarse a cualquier lugar donde haya otra— Comentó Natsuky confirmado lo que recién había dicho Yuna

—Exacto y para nuestra suerte hay una en Safir—

[Punto de vista, Leo]

Cuando pensaba que todo iba mejorando una fuerza del destino interfería y acababa con mi toda la ilusión acumulada. No podía evitar sentir tristeza. Elssya, un reino dónde sus habitantes vivían en armonía provocaba una sensación familiar, pero, con todo lo que había planteado Tadori no quedaba de otra que seguir adelante.

—Teniendo en cuenta lo antes planteado, la mejor opción es el camino largo. Es la mejor forma de evitar que externos tengan la ubicación de Leo y Lucas— Comentó Tadori, quien avanzó hasta posicionarse frente al grupo.

—Cuando nos iríamos— Preguntó Katsuki quien aún se encontraba sentado cómodamente.

—Se van maña...— la expresión en el rostro de Tadori cambio repentinamente antes de que terminara de hablar. Sus ojos completamente abiertos me dió la facilidad de ver cómo sus pupilas se estrechaban.

—¿Que?!— Dice Tadori con su mirada enfocada en el techo de la sala.

—¿Tadori que ocurre?— Pregunté al ver el extraño comportamiento que estaba presentando. No fue hasta que mire a los demás que pude entender lo que sucedía. Sus rostros pálidos y sus cuerpos temblorosos me hicieron entender que estaban sintiendo algo que yo no.

—Por un segundo sentí la presencia de ese malnacido—Comento Tadori en un tono más calmado.

—Tadori-sempai, no solo tu, todos también lo sentimos. Esa enorme y repugnante presión espiritual— Comentó Katsuki entre dientes mientras dejaba apreciar sus manos temblorosas.

—Nunca vamos a olvidar el terror que vivimos cada uno de nosotros en aquella ocasión—Comento Yuna.

Por otro lado Samuri dijo —Tadori sensei solo hay una persona que emite esa presión espiritual— A lo que Minaro prosiguió.

—El maldito monarca de la irá—

Algo estaba sucediendo y no podía percibirlo. No entendía exactamente lo que ocurria pero en el momento que mencionaron Monarca de la ira mi cuerpo se estremeció.

—¡Rápido Todos agarren su equip-!—Dice Tadori pero antes de poder terminar la oración una fuerte explosión lo detiene

***Betommmmmmmmm****

El suelo y toda la sala se estremecieron. Lucas asustado se aferra de mi cintura envolviéndome con sus dos brazos mientras que de igual manera lo intento proteger.

—¿Que es lo que ocurre?— Pregunto angustiado por la reciente situación, en ese preciso momento un elfo entra por la puerta dando la respuesta que estaba buscando.

_¡Señor estamos siendo atacados!— Aquel elfo entro con una gran agitación, heridas por todo su cuerpo y con una expresión de terror en sus ojos.

—¿Por qué tenían que venir en el momento en que Kronos no está?— Pregunta Tadori en voz baja para si mismo—¡¿Quien nos ataca?!— Pregunta en voz alta.

—Los elfos oscuros y la raza demoníaca— Respondió aquel elfo algo cabizbajo.

—¿Qué?— Fue la unica palabra pronunciada por Tadori antes de caer en una de las sillas. tanto la expresión en el rostro de Tadori como en el resto de los chicos demostraban lo terriblemente asustado que estaban.

Afuera de la ciudad un gran cumulo de elfos y demonios cubren los horizontes pintando la vista de un vasto ejército que se aproxima con intención hostil.

[Punto de Vista, Tadori]

—¿Como hemos podido llegar a esto?— Lo que me temía estaba sucediendo. Habíamos tomado en cuenta posibles resultados pero, Jamás pensamos que Máximus estaría dispuesto a hacer tratos con la raza demoníaca. ¿Por qué quería tanto esos niños?.

—¿Señor que hacemos? Los soldados del monarca de la ira y de la oscuridad están unidos, ya han pasado todas nuestras barreras, los generales elfos están en el frente dándolo todo para evitar que lleguen a la zona principal, pero... No creo que aguante mucho, son demasiados además hay varios generales de alto rango por la parte enemiga—

No podía entender lo que estaba sucediendo. Las razas de los elfos oscuros y de los demonios siempre han sido individuales y no nunca se habían esforzado en formar lazos, además el rencor que se tienen entre ellas es grande, entonces..

¿Que fue lo que les hizo cambiar de pensar?

No pude evitar mirar a Leo y Lucas. Si había una razón capaz de impulsar a esos dos a formar lazos tenían que ser ellos dos, Pero... porque firmar tanto alboroto por dos niños humanos. Tenía que evitar que fueran capturados aunque no sabía el trasfondo de lo que sucedía. No podía dejar que se salieran con las suyas.

—¡Rápido agarren el equipaje de la derecha, se tienen que ir ya!— Di la orden sin dar muchos rodeos. tenía que sacarlos lo más rápido posible del reino. Si permanecían más tiempo cabía la posibilidad de ser atrapados.

—¿¡Pero que debemos hacer!?— Preguntó Minaro alterado.

—Escuchen, no hay mucho tiempo. A un kilómetro hacia el sur del bosque, hay una cueva que está sellada, usen su poder espiritual y se abrirá, luego pónganse sobre la plataforma de la piedra y será enviados a safir, tienen que irse ya no hay tiempo que perder— Las preocupación y las lágrimas en el rostro de mis estudiantes me partieron el corazón en mil pedazos. Aún así el tiempo se acortaba por lo que tenían que partir de inmediato.

—¿Pero y si nos persiguen?— Preguntó Yuna con su mochila ya sobre sus hombros.

—No habrá problema, solo los elfos blancos pueden entrar a la cueva y usar la piedra. No pierdan tiempo y larguense ahora!—

—T-Tadori yo...yo...— La expresión en el rostro de Natsuki me descontroló, pero después de ver el mar de lágrimas en el que sumergían todos incluyendo a Katsuki un fuerte dolor comenzó a surgir dentro de mi pecho.

De ahora en adelante será un largo y doloroso camino para ustedes espero sean fuertes y puedan soportar todo lo que

—Natsuki confío en tu liderazgo y se que guiaras a los chicos de forma correcta. Eres una chica buena, se que en el futuro te convertirás en una gran guerrera y superarás todos los obstáculos que te encuentres—

—El viaje que emprenderán todos va a ser muy largo y peligroso, pero si están unidos y trabajan como equipo les aseguro que no habrá nada que se les interponga, les deseo lo mejor, mis queridos alumnos—

Las lágrimas en el rostro de Natsuki no cesaban hasta que termine de hablar, su expresión de tristeza se mantuvo igual. Con su brazo derecho se limpia las lágrimas esparciadas en sus rostros y procede a dar una media vuelta para así marcharse.

—¡Natsuky tenemos que irnos!—dice katsuki desde atrás

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Pocos minutos habían pasado desde que los niños se habían marchado. En la actualidad me encontraba derrotado en un silla junto al elfo quien hace unos momentos había llegado a informar la situación.

—Señor, ¿Qué haremos? El rey Kronos no está aquí y, si no hacemos algo, ¡todos los habitantes del reino morirán!—

El tono de angustia en el que el elfo dijo aquellas palabras me irrito por completo. estaba consciente del ejército a fuera del reino, lo no que sabía era lo que tenía que hacer para resolverlo. Siempre había actuado bajo las órdenes de Kronos por lo que a su ausencia mi mente estaba en blanco.

Mientras pensaba en una estrategia para contraatacar el ejército enemigo, un grupo de generales elfos entran algo alterados. Su heridas y la gran agitación que presentaban aumentaron la ansiedad que había estado presentando.

—Señor, ¿Que vamos a ser? no creo que podamos aguantar mas— Comentó uno de los generales que recién había llegado.

—¿Dónde está el rey Kronos? sin el no creo que sobrevivamos?—

—Señor necesitamos que nos diga que

hacer—

Mi cabeza estaba a punto de explotar. Aún así tenía que encontrar la forma de demostrar que yo también podría ser un líder. No podía dejar que esos malditos matarán a mi gente, no iba a dejar que mi reino pereciera.

—¡Defenderemos el reino!. Alistense todos, mujeres y niños serán llevados a la zona de protección. Manden una alerta de emergencia al rey Kronos. ¡Defenderemos nuestro hogar hasta que llegue!. Hoy esos miserables conocerán el poder de los elfos blancos—

—Señor, pero son muchos y no tenemos la fuerza suficiente para detenerlo, sin mencionar que nuestros generales elfos de alto rango están con el Rey Kronos!— No pude evitar sentir molestia al escuchar aquellas palabras negativas.

—¡Entonces mueran sin hacer nada!. Los que nos atacan no tendrán piedad y masacraran a cualquiera sin importar qué. Prefieren morir protegiendo lo que más aman o morir sin hacer nada. ¡luchen conmigo y defendamos nuestro hogar!—

Un grito eufórico fue soltado por el grupo de elfos quienes después de mis palabras motivadoras, levantara el ánimo de cada uno. Por primera vez me sentía capaz de guíar a un grupo de personas y no iba a dejar que nada saliera mal.

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