LO SIENTO

[Habitación de Leo, 3:45am]

Comenzaron a salir ruidos extraños desde fuera de mi habitación que me despertaron.

La forma en que sonaba me preocupó, así que decidí levantarme e ir a buscar la causa de esos ruidos extraños, así que me dirigí hacia la puerta.

Pero... se abre incluso antes de que toque el mango. Pensé que mamá vendría a ver si todavía estaba dormido y decidí preguntar.

—Mamá, ¿qué está pasando ahí...?— Al notar que no era mi madre si no un extraño rápidamente cambio mi pregunta —¿Quién eres?—La persona que abrió la puerta era un hombre que llevaba una máscara espantosa. La cuál era blanca con espirales en las mejillas. La parte del ojo estaba hueca, una sonrisa roja de punta a punta, y dos orejas de gato, la verdad, una máscara muy fea.

—¡Cállate y ven conmigo!— Dice el hombre, agarrando firmemente mi muñeca y sacándome.

No podía hacer nada sin saber lo que realmente estaba pasando así que le seguí el juego.

Mientras bajaba las escaleras, descubrí la escena fatal, el tío Ford y el tío Alfons tirados en el suelo, sus cabezas rotas y ensangrentadas después de haber intentado proteger a su familia.

Inmediatamente, entré en pánico y rápidamente busqué a mi madre quien se encontraba en un rincón junto a la tía Banika y Lucas, temblando de miedo.

—¡Leooo! ¿Estás bien?— pregunta angustiada.

—¡Estoy bien mamá!— le respondo para así aliviar un poco su angustia.

—¡Cállense!— grita uno de los ladrones mientras nos apuntaba con la mano toda temblorosa.

Intente levantarme para hacerles frente pero, una señal por parte de mi madre logró que me detuviera.

Uno, dos, tres, ocho. hay ocho ladrones en este lugar, la mayoría tienen armas de fuego y los otros cuchillos. Aunque sea fuerte, pelear con ocho al mismo tiempo me parece imposible, ¿Que debo hacer?, El tío Ford y el tío Alfons están muy heridos, si pasa más tiempo pueden que mueran desangrados.

—Hey tú ¿Qué miras?— Pregunta uno de los ladrones mientras con su mano derecha me apunta.

—¡Nada! ¡nada!— Le contesto.

Me daba rabia el no hacer nada.

—¡Carguen con todo!—  dice el que me pareció ser el líder de esta banda de criminales.

—¡Si jefe!— Dicen todos al mismo tiempo.

...Cómo lo supuse ese hombre era el líder de todos ellos....

No pasó mucho tiempo cuando empezaron a cargar con todas nuestras pertenencias, uno de los sujetos se detiene y fija su mirada en el auto de juguete de Leo que se encontraba en la mesa de la cocina.

—Este es un auto muy bonito, también me lo llevaré, sé que le gustara el pequeño Thomas— Sus ojos llenos de codicia me hervía la sangre al igual que todo lo que hacían.

—¡No eso es mío!— Lucas intento levantarse con el fin de ir por el no fue entonces cuando mi madre lo detuvo.

—Quedate dónde estás y no te muevas— Comentó el bastardo mientras tomaba su pistola y la mostraba en la dirección de Lucas. La angustia llegó cuando noté como su mano temblaba junto al arma.

—Lucas quédate quieto y no hagas nada— Rápidamente le comento a Lucas ya que siempre era muy impulsivo y temía a qué pasara algo malo.

—Pero—Miro al suelo resignado por lo que le había dicho —Hermano ese auto es importante para mí, además tú me dijiste que lo cuidara ¿recuerdas?—

Por supuesto que lo recordaba y es lo que más me llevaba de ira. Lo entendía perfectamente porque daría lo que fuera para defender lo que me importaba, pero cada vez que veía a ese hombre temblar y sudar sentía que el peligro aumentaba con cada segundo.

—Lo sé Lucas, lo sé, pero no podemos hacer nada, ¿entiendes?, Por favor te lo pido, déjalo yá— le ruego a Lucas casi entre lágrimas.

—E-e-está bien— Dice Lucas bajando la cabeza decepcionado.

Si dejábamos que se llevarán todo y no poníamos resistencia las cosas marcharían de forma correcta. Pero había muchas variantes que me preocupaban. Tanto el tío Ford con Alfons necesitaban ayuda médica, pero esos bastardos no se apuraban. Solo esperaba que todo terminara rápido.

[Punto de vista, Lucas]

No entendía absolutamente nada. Mi hermano siempre me ha inculcado que tenía que proteger todo lo que me importaba y después de escuchar esas palabras de su parte todo era confuso.

—Que obediente— Comento el ladrón después de ver cómo decline la idea.

—¡Hey ven a ayudar!— grita uno de los ladrones desde la entrada de la casa.

—!Ya voy! tsk que fastidio, después de este robó voy a divertirme con mi hijo— Su furia era notable y gracias a ella olvidó el auto. Esa era la oportunidad que necesitaba. La ubicación no estaba muy lejos de donde me.encontraba así que podia ir tomarlo y regresar rápidamente.

Además que podía pasar yo era muy rápido así que no se iba a dar cuenta. Tenía la determinación activa pero entonces recordé que Leo me había restringido que hiciera algo. Aún así después de tanto pensarlo tome la decisión de ir.

Conté lentamente mientras veía como se alejaban el ladrón. Entonces cuando ya no estaba a la vista salte a toda velocidad.

Estire mi mano con el fin de alcanzarlo, lo que no imaginaba era que aquel hombre había regresado y tenía su arma apuntándome.

Miré a Lucas quien ya estaba acercándose a dónde estaba. Las únicas palabras que pude mencionar en ese momento solo fueron.

—Lo siento—

*Bam*

—¡LUCAAAAAAAAAS—

[Punto de vista de Leo]

Todo estaba avanzando como lo pensaba así que no faltaba mucho para que todo acabará. Mierda a Lucas quien se notaba algo intranquilo a lo que no le presté mucha atención.

Seguí a la espera, contando los segundos hasta que terminarán de cargar con todo. Necesitaba buscar ayuda para el tío Ford y el tío Alfons, pero de un segundo a otro sin darme cuanta Lucas sale corriendo en dirección al auto de juguete.

inmediatamente los nervios comenzaron a invadirme.

—¿Que diablos estás haciendo?—

Cuando Lucas extendió sus manos para tomar el auto aparece aquí bastardo y saca su arma rápidamente. Me levanté más rápido que pude y salí a toda velocidad con el fin de que ese tipo accionara su arma. Al ver que no llegaría a tiempo solté un fuerte grito como última jugada.

—¡DETENTEEEEEE!—

Fue en ese momento cuando el estallido resonó y el cuerpo de Lucas cayó al suelo

—¡Lucaaaaaaaaaaaaaa!— mi madre grita con desesperación, yo por otro lado quede con mi mano extendida. Baje mi cabeza poco a poco para así encontrarme con el cuerpo de mi hermanito en medio de un charco de sangre.

Un fuerte grito es dejado salir por la tía Banika quien Luego cayó a suelo desmayada.

Caí de rodillas mientras tomaba el cuerpo de mi hermano. Mis lágrimas no tardaron en aparecer junto a aquellos sentimientos de ira, odio y desesperación.

—¡Por favor traigan de vuelta a mi hermano! ¡Se los pido! ¡No me lo quiten! ¡DIOOOOS!—

De repente algo comenzó a invadir mi cuerpo, era una sensación increíble fue como estar en la misma nada.

«Una muerte fue capaz de activarlo» dice una voz en mi mente.

—¿Qué, quien dijo eso?— Pregunte mientras miraba por todos lados, pero no encontré pistas de quien pudo ser.

«Todo para esto, Aquí comienza tu Maldición» Otra vez aquella voz se pronunció, pero para ese momento ya no le prestaba atención, ya que la irá que sentí había llegado a su límite.

—¿Qué mierdas dices? Yo…Yo no los voy a..—

—!Perdonaaaaaaaaaaaaar¡—

—¿Que hiciste bastardo?— Pregunto el líder que recién llegaba después de escuchar la explosión del arma

El asesino de Lucas estaba de rodillas en el piso. Aterrorizado por lo que había hecho, Usaba sus manos para tapar su boca mientras que sus ojos llenos de lágrimas veían el cuerpo de Lucas.

—Eres un imbécil, te dije que no hicieras ninguna estupidez, larguémonos de aquí— dice el líder de la banda sujetándolo por la camisa y levantándolo para así llevárselo por la fuerza a la salida.

La culpa y arrepentimiento son los principales causantes de que un asesino huyaa de la ecena. En ese momento aquellos bastardos también estaban planeando lo mismo.

—¿A donde creen que van? ¿Piensan largarse sin pagar por lo que hicieron?

Los hombres enmascarados estaban a punto de irse pero se detuvieron al escuchar mis palabras,  lentamente  fueron volteando a verme

“Que dijiste bastar-” dice uno de los hombres, inmediatamente una  enorme presión cayó sobre todos ellos creada por mí, el ambiente cambio drásticamente, el aire se puso tan denso que casi no se podía respirar. Los sujetos no se podían mover, estaban paralizados, fue ahí cuando comprendí.

Ellos estaban aterrorizados....

“¿O-o-oye qu-que te sucede?” pregunta el líder de la banda todo tembloroso.

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