—Qu-que diablos eres?— Sus piernas y brazos temblando fueron el resultado de estar bajo la presión de mi poder. Cada uno de ellos con cuidado procedieron a quitarse las máscaras dejando ver los rostros con aquellas expresiones de terror.
—Sea lo que sea, no nos mates. Ten piedad de nosotros por favor— Dice uno de los hombres mientras los demás se inclinaban.
Imágenes llegaron a mi mente en forma de flashback. Cada risa de Lucas, cada momento compartido y al final su cuerpo tendido en el suelo.
—¿Piedad? ¿E-es un chiste?, ¿Acaso saben todo lo que tuvo que pasar mi hermano? ¿¡Se han preguntado lo dura que ha sido su vida!?. Ustedes le quitaron la oportunidad de ser feliz. Quieren que tenga compasión por ustedes... Eso lo hubieran pensando antes de irrumpir mi hogar, maltratar a mi familia y matar a mi hermano—
Hoy sus vidas llegaran a su final....
—¡Desgraciado!— Gritaron al mismo tiempo mientras que de alguna parte de sus cuerpos desplegaron armas de fuego que Lugo accionaron en mi contra.
*Sonidos de múltiples disparos*
Mientras la lluvia de balas estaba siendo evadida por mí, el asesino de Lucas apunta su arma hacia sus compañeros, de un momento a otro les vacía todo el cargador acabando con sus vidas.
—¿Que crees que haces?—
—¡Ahhh!—
—¡Espera!—
—¡No lo hagas!—
Mientras sus compañeros pedían que se detuviera aquel hombre no dudo en vaciarles el cargador. Me detuve aturdido por el giro de noventa grados que había dado esa situación. después de acabar con la vida de todos sus compañeros tira su arma hacia un lado y se vuelve arrodillar
—Tu querías acabar con sus vidas ¿verdad? Así que yo lo hice por ti— Su tono de voz quebradizo, su maldita actitud y la forma en que actuó produjo el mayor asco de todos.
—¿Por qué los traicionaste?—
—Lo hice para que me perdonarás y dejaras marcharme— Ese bastardo estaba más trastornado de lo que me imaginaba. Matar a sus camaradas para salvarse el trasero está más vil y sucio que todo lo que hubiera hecho.
—Qué asco me das. Traicionar a tus propios compañeros para salvar tu miserable vida—
En serio este tipo es... un maldito cobarde.
—No me mates por favor. Y-yo tengo un hijo ¿sabes?, Tiene 8 años y le prometí que mañana saldríamos a divertirnos, así que por favor— Aquel hombre temblando y con lágrimas de cocodrilo intento rogar por su vida después de haber cometido actos atroces.
—¿Sabes? yo tenía un hermano de 8 años, se llamaba Lucas era muy irresponsable a la hora de cuidar algo, Tenía un buen corazón y era muy amable. ¿Sabes otra cosa?—
—Tu me lo arrebataste—
Camine lentamente hacia donde se encontraba con el fin de acabar con esa maldita pesadilla pero, una extraña sensación impidió que siguiera adelante. Una extraña inquietud de estar siendo observados logro que todo mi cuerpo gritara de peligro. Me paralice al sentir un peso sobre mi cuerpo y que algo se acercaba a toda velocidad. Sin pensarlo más, salto, tomo al tío Ford y Alfons y me dirijo a dónde estaba mi madre.
—¡Cuidado!—
Una fuerte explosión hizo que toda la caza fuera destruida. Los escombros cayeron por todos lados y una nube de polvo se extendió impidiendo ver lo que sucedía.
“—¿Que diablos? ¿Están bien las dos?— pregunto mientras intentaba inspeccionar a mi madre en busca de alguna herida. Ninguna de las dos me responde en cambio noté como sus miradas se centraron en un lugar en concreto.
—¿Que sucede?— Cuando intento voltear soy sorprendido por una fuerte patada que me manda a volar a unos cuantos metros.
—¡LEOOOOO!— un grito desesperado es soltado por mi madre y la tía Banika.
Ese golpe fué potente que apenas podía levantarme. Poco a poco intenté ponerme de pie, cuando al fin lo conseguí pude entender lo que estaba sucediendo.
Mientras la nube de polvo se dispersaba seis figuras humanoides comenzaron a verse claramente Tenían orejas puntiagudas, ropa extraña y su piel era de color oscuro, sus ojos rojos tenían sed de sangre.
Que no podía ser saciada...
Estos seres solo los había escuchado en clase y solo los había podido ver en unos pocos libros. Pero a diferencia de los de esos manuscritos estos elfos oscuros eran más prominentes.
Esas miradas dieron la misma sensación a la que sentí aquella vez en la escuela. Pero eso que vi en el callejón no tenía ninguna semejanza. Las preguntas surgieron como las inquietudes. ¿Dónde estaba el monarca del espacio? fue una de ellas.
—¡Leoooo! ¿Estás bien?— grita mi madre toda preocupada
[Punto de vista de Thessa madre de Leo]
La semejante aparición de los elfos oscuros había marcado el inicio del evento que tanto deseé que nunca iniciará.
Aquel destino impuesto abruptamente, en el que solo abría desesperación.
¿Que es lo que está ocurriendo?, ¿Por qué estan los elfos oscuros aquí?, ¿Que paso con Williams?.
Preguntas sin respuesta empezaron a dañarme la cabeza, la situación en la que nos encontrábamos no era fácil de llevar, y el único capaz de ayudarnos no había aparecido.
Esos miserables tenían que aparecer justamente cuando mis bendiciones no existían, tenía que encontrar la manera de sacar a Leo de ahí.
—¿¡Leo estas bien!?— dejo salir un fuerte grito para saber su estado.
—Tsk, qué humana tan ruidosa, ¿Que tal si tú y yo nos divertimos?— dice uno de los elfos moviendo sus manos para intentar tomarme.
El miedo me invadió como nunca y lo único que pensé en ese momento fue pedir ayuda a Leo pero, al mirar lo único que había fue un simple rastro de polvo en el aire, lo que me dió a entender que se había marchado.
Un alivio surgió inmediatamente al saber que por lo menos el había escapado.
Cuando aquel elfo estaba a punto de tocarme Leo se posa en frente de mi y le da un fuerte golpe en el estómago haciendo que escupa sangre y mándalo a estrellarse en un árbol.
—Ni se te ocurra acercarte a mi madre— dice en un tono dominante.
Un sentimiento de alivio surgió mientras que al mismo tiempo la vergüenza me invadió al pensar que se había marchado dejándonos atrás.
Leo siempre había sido un chico fuerte y de buen corazón, además, que el miedo nunca lo detuvo para defender a sus seres amados.
—¿Estás bien mamá?— Pregunta sin apartar la mirada de los elfos.
—Si estoy bien— Respondí angustiada
—¿Y tú tía Banika te encuentras bien?— Leo pregunta a la desmayada Banika al no recibir respuesta tanto el como yo volteamos para así darnos cuenta como Bankia se había desmayado. Leo lo toma como un sí y vuelve a mirar hacia los elfos.
—JAJAJAJAJA, no esperaba encontrarme con una ex-portadora de bendición— dice uno de los elfos
Estaba completamente atónita por lo que acababa de decir. ¿Como sabía aquel elfo que antes era un portadora de bendicion? y más aún ¿como fue que lo descubrío?
[Recuento]
En un principio Los humanos eran débiles y miserables. Constantemente maltratados y asesinados por las demás razas debido a la increíble debilidad de sus cuerpos.
Al ver cómo las demás razas utilizaban la energía mundial para establecer distintas habilidades y aumentar su fuerza, los humanos intentaron tratar de comprender este fenómeno.
Pero, por más de que lo intentaran nunca fueron capaces de obtener un resultado notable. Pasaron milenios y ningún humano había sido capaz de controlar la energía mundial.
Fue cuando una diosa de nombre desconocido y nunca antes escuchada, decidió ayudarlos. Al ver lo miserables que eran, se compadeció y los intento ayudar a comprender el significado, el resultado.
Después de más de cinco decadas ningún humano pudo comprender lo que era la energía mundial.
Así que la diosa decidió darles una esperanza y creo las bendiciones. Las cuales eran dadas por ella a los humanos de buen corazón y con futuros prometedores.
Fue de esta manera que la raza humana se estableció como la segunda raza más poderosa.
[Actualidad]
—Mama a qué se refiere a una ex-portadora de bendicion— Preguntó Leo aturdido por lo que acababa de decir el elfo.
Un secreto que se guardo en lo más profundo de una nación. Tda información con respecto a ello se elimino mágicamente y se estableció un nuevo estatus para la raza humana.
Era obvio que en algún momento Leo se enteraría de la verdad, pero nunca había imaginado que tendría que ser en esta situacion.
—Leo, presta atención a lo que te voy a decir. Este mundo no es como tú piensas o como te lo han enseñado en la escuela, las bendiciones es lo que hace a los humanos fuertes y capaces de defenderse, yo antes era una portadora, pero eso quedó en el pasado, ahora soy solo una simple humana—
Sabía que está breve explicación no sería lo suficientemente acorde para que comprendiera todo; Sin embargo, era lo más resumido que podía hacer para sacarlo de ese trance de dudas.
—Leo es muy complicado, no hay tiempo, vete lo más rápido posible”
Esa es la única forma de que por lo menos tú estarías a salvo.
—El no podrá ir a ningún lado, ¿Aún no se han dado cuenta?. la razón por la que estemos aquí. Queremos acabar con el niño.
¿Que acaba de decir? ¿Por qué quieren a Leo? ¿Será que..?
[Varios años atrás]
A orillas de un lago. En pleno atardecer, el sol ya se estaba ocultando por el horizonte dandole al cielo un hermoso color naranja. rodeada de enormes árboles y de hermosas flores, me encontraba junto a una de las personas más importantes en mi vida.
—¿Willians que sucederá con Leonardo?—
—Leonardo no es un chico ordinario. Lexo le puso autoritariamente un destino inquebrantable. Si en el futuro intentan acabar con su vida, debes protegerlo hasta el punto de poner en riesgo la tuya—
—¿Por qué tuvo que ser Leonardo?— pregunto indignada.
—No puedo saber lo que paso en ese momento por su mente. El ya no está y dejo su legado en manos de tu hijo. El fue un gran amigo de tu esposo ¿Lo sabías?—
—Si, lo sé... nunca vi a Ritsu tan feliz como en ese entonces. Siempre se la pasaban juntos, bebían juntos y hasta se bañaban juntos—
—Algo extraño por cierto— Comenta Williams
—Si, también lo pensé—
—No se con exactitud lo que nos espera en el futuro y mucho menos lo que nos espera. Pero tratemos de que está amistad dure hasta el fin de nuestras vidas—
—Te lo prometo, nadie nos podrá separar. Aprovechando está oportunidad ¿Te puedo pedir un favor?—
—¿Que cosa?—
—Siento que mis bendiciones se están esfumando así que temo no ser capaz de ayudarlo en un futuro. Si en algún momento eso ocurre y no soy lo suficientemente fuerte para protegerlo, ¿Podrías hacerte cargo de el?—
—por supuesto—
—Entonces tendré que agradecerte por adelantado—
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