Capítulo 19

Abrí mis ojos y ya estaba a punto de amanecer, al parecer me quedé dormida por más tiempo del planeado.

-Bueno, un gusto haberte conocido -Le digo al cuerpo que yacía frente a mi y me levanto algo adolorida.

Hoy decidí que voy a hacer un viaje a un lugar que me dijeron mis sueños, puede ser una esperanza para recuperarme por completo y no morir por falta de maná, en este lugar pueden hacer que mi cuerpo se adapte a este. Cuando llegué a la entrada del palacio, mi hermano iba de salida y nos cruzamos.

-Espero que estés bien hermana

-Si algo sale mal espero que me recuerden hermano

Esas fueron las únicas palabras que intercambiamos, vi que Jiro se mostraba algo confundido con lo que le dije pero simplemente se fue de regreso a casa. Ahora que lo pienso esas palabras son algo confusas para la interpretación, quizá crea que estoy afirmando una rebelión.

-¡Mamá, volviste!

-Ayla ¿Qué haces despierta tan temprano?

-No te encontraba en la habitación y fui con papá pero como se fue hace un rato no pide seguir durmiendo

-¿Salió?

-No lo sé, no dijo donde iría

-Esta bien, vamos a trabajar

-Espera mamá, hoy es la ceremonia para reconocer a la concubina

-Oh, casi lo olvido. Gracias por recordarmelo hija, vamos a cambiarnos entonces.

¿Como pude olvidar eso? Bueno, hoy será la ceremonia. Ayla y yo nos cambiamos y asistimos con Verónica y Kael ya que Nia al ser una dama de compañía no podía ir.

-¿No te molesta esto Kira? Ya sabes, el es tu esposo después de todo

-Verónica, ahora no -Señalo a Ayla con la mirada y ella parece entender que es lo que digo

-¿No deberías haber entrado con el emperador como emperatriz? -Pregunta Kael

-Hoy no, tenia que entrar con la concubina por la ceremonia

-Entiendo.

Alicia entró al salón con un hermoso vestido blanco, jamás la había visto pero debo admitir que es muy hermosa, de hecho me recuerda un poco a mi madre. Su cabello es blanco, creí que nadie tenía ese cabello a parte de mi familia, de todas formas mi madre tiene ojos rojos que hacen contraste con el blanco pero la concubina solo tiene ojos celestes.

-Ella es muy linda mami ¿Quién es?

-De verdad es muy linda, ella es la concubina de tu padre

-¿La que tiene a mi hermano?

-Sí, ella está embarazada de tu padre.

-De todas formas tu eres más bonita -Habla Ayla con un puchero lo que me saca una sonrisa, ella es la única que puede hacer que sonría en los peores momentos.

Todo parecía como una boda real, una que yo nunca tuve. Todo se veía muy hermoso, las flores realmente no me gustaban pero combinaban muy bien con Alicia, ella se veía radiante y se notaba su felicidad. Parecía que de verdad lo amaba, espero que Dylan pueda ser feliz incluso si no es conmigo.

-Mamá, estoy aburrida ¿Podemos ir a tomar aire?

-Primero debemos felicitar a la nueva pareja hija, es algo que debemos hacer

-¿Por qué?

-Porque yo soy la emperatriz y tu la primera princesa y por eso tenemos que estar en esta ceremonia.

-Esta bien

Luego de que se terminaran los votos y finalmente se declarara a Alicia como una concubina imperial llegó el momento de las felicitaciones y como yo soy la emperatriz fui la primera en ir a felicitar a la pareja junto con Ayla.

-Emperador, le deseo que sea muy feliz con su nueva concubina y que su hijo nazca fuerte y sano.

-Muchas gracias emperatriz ¿Quiere decir algo princesa? -Habla Alicia mientras Dylan solo me ve directo a los ojos como si quisiera decir algo pero no tuviera el valor suficiente para hacerlo

-Eh si, yo... Espero que mi hermano o hermana nazca muy bien ~y que usted pueda irse del palacio -Susurra eso último

-¿Que?

-Bueno majestad, la princesa esta algo cansada ¿Podemos retirarnos?

-Si, pueden irse si eso quieren

-Gracias padre -Ayla hace una reverencia lo cual sorprende a todos ya que generalmente una niña tan pequeña no le da mucha importancia a la etiqueta

Ayla y yo nos fuimos al jardín ya que ella estaba aburrida allí y ya no teníamos que quedarnos en ese lugar.

-Ayla, quiero decirte algo

-¿Que pasa Mamá?

-En unos días voy a tener que salir de viaje y tal vez tarde un tiempo. Necesito que te portes muy bien en ese tiempo ¿si?

-Claro, me portare muy bien pero ¿No puedes llevarme?

-No puedes venir conmigo porque es una misión para adultos

-¿Vas a ir con papá?

-No iré con el, voy a ir sola

-¿Por qué te vas?

-¿Recuerdas lo que hablamos hace un tiempo?

-Dijiste que no ibas a abandonarme nunca

-Tengo que hacer este viaje para cumplir mi promesa pero si no puedo volver... quiero que cumplas tu promesa de jamas lastimar a inocentes

-¿No vas a volver?

-No lo sé... te prometo que voy a intentarlo pero tienes que recordar que siempre estaré contigo y si no vuelvo quiero que le entregues esto a tu tío. -Le doy una carta roja con mi marca personal

-¿Vas a dejarme sola? No quiero perderte Mamá

-Ayla, debes entender que no voy a dejarte nunca pero si en un mes no vuelvo tienes que darle esto a tu tío. Te voy a explicar un hechizo de comunicación con el que la enviaras ¿Esta bien?

-Esta bien, prometo que lo haré pero tienes que volver

-... -No puedo prometerle que voy a volver porque no se si voy a hacerlo pero esa carta la ayudará si yo muero. En ese papel esta escrito que Ayla es mi única heredera y por ende una legítima princesa, se que mi familia va a cuidarla cuando no esté y aunque confío en el amor de Dylan por ella se que cuando tenga a su hijo ya nada será lo mismo, si Ayla se queda en ese lugar sola los nobles van a maltratarla y todos dirán que es una bastarda de la emperatriz.

Por los siguientes días me encargué de hablar con Nia, Verónica y Kael sobre mi ausencia. Entre los cuatro hicimos un plan en el que se diría que me fui a un viaje diplomático a mi país y claro que ellos tenían conocimiento sobre la carta que le di a Ayla y ellos se encargarían de guardarla hasta que fuera el momento de enviarla. Al principio ellos se negaron a dejarme ir sola pero los convencí al final haciendo que se quedaran para cuidar a mi hija.

Una semana después...

Hoy era el día de mi partida y pude despedirme de todos, ni siquiera quise hablar con Dylan porque lo vi en su oficina con Alicia y no quise interrumpir

-¿Emperatriz que hace ahí? -Habla Alicia quien justo me vio cuando estaba por irme

-Señorita Alicia, solo vine a hablar algo con el emperador pero no quería interrumpir.

-Alicia, vete que quiero hablar con la emperatriz -Ella se levanta con un semblante tranquilo y me hace una reverencia con una sonrisa antes de irse, la chica se ve buena e inocente pero hay algo que no me gusta de ella.

-No hacia falta hablar si estabas ocupado

-¿Que querías decirme?

-Solo quería hacerte una pregunta

-...

-¿Quieres hacer emperatriz a Alicia?

-¿Que, de que estas hablando? Tenemos un trato y no voy a romper mi palabra

-Esta bien, no te enojes, solo vengo a decirte que quiero que cuides a Ayla en mi ausencia

-¿Te vas?

-Voy a ir a ver a mis padres y no puedo llevar a Ayla

-Oh entiendo, no tienes que preocuparte, la cuidare bien

-Gracias, ah y quería desearte buena suerte en todo lo que hagas -Le doy una sonrisa y me levanto del asiento para irme de una vez

-Kira -Me llama