Capítulo 20

Salí del palacio en mi caballo y vestida a corde con la situación, la luna brillaba en la noche, era realmente un hermoso día y quizá el último en el que vería a mis primos, mi mejor amiga Nia, Ayla quien ya era una hija para mi y a Dylan quien a pesar de ser mi esposo lo consideraba un amigo. Es un buen hombre a pesar de lo que pasó, si lo pienso bien el no hizo nada malo, parte de nuestro trato era que podía estar con quien quiera y se que los nobles lo presionaban para tener más concubinas.

Aunque el lo quiso ocultar se sobre el peligro de rebelión que enfrenta el imperio pero eso ya lo resolví, en cuanto me fuera Kael entregaría una estrategia militar que creé para que todos los traidores fueran acabados y una lista de nobles que no eran de confianza para el estado. Después de todo ese era también mi imperio, yo era la emperatriz y tampoco quiero que Ayla esté en peligro por ser la princesa.

Estuve cabalgando por casi tres horas y decidí descansar un rato, mis guardias ya se habían dispersado por orden mía y estaba por mi cuenta. Estaba recostada en un árbol cuando escuché ruidos sospechosos. Tomé mi espada con ambas manos y esperé a que el ruido se acerque más para atacar pero cuando tenía mi espada en su cuello esa persona habló

-Mucho tiempo sin verte y así me recibes hermana

-¿Medea? ¿Que haces aquí?

-Esperaba un abrazo de mi hermana mayor al menos

-Oh si claro -Ambas nos abrazamos, hace tanto que no veía a mi hermana

-¿Hablaste con Jiro verdad? -Me separe bruscamente de ella

-¿También me crees una traidora? Puedes irte si es así, no planeo nada en contra de nuestros padres.

-No es así Kira, nunca desconfiaría de ti. Solo vi que necesitabas ayuda y vine

-No necesito tu ayuda Medea, estoy en una misión importante

-Si no voy contigo posiblemente mueras y lo sabes bien, ya no siento tu poder hermana. Estas completamente indefensa

-Hace unos segundos podría haberte matado, no estoy indefensa

-Pero si yo hubiera querido ya te hubiera matado, acepta mi ayuda, estas muy débil para seguir sola

-uff, puedes venir si quieres pero si corres el más mínimo peligro, me dejas y te vas. Prioriza tu vida ¿Quedó claro?

-No voy a prometerlo pero esta bien, gracias por dejarme venir

-¿Puedes teletransportarnos? Vamos a las cuevas oscuras

-¿Por qué no vamos con mamá? Ella podría ayudarte fácilmente

-Porque no confía en mi Medea, vamos a las cuevas oscuras a buscar una flor, esa me va a ayudar a restablecer el flujo de maná de mi cuerpo.

-¿Solo una flor? Podría traerla por ti fácilmente

-De hecho no porque las cuevas tienen muchas pruebas para ver si eres digno de esa flor

-Podríamos hacer trampa y listo, es más fácil

-Y por esa misma razón no te pedí tu ayuda, si intentas hacer trampa ambas moriremos

-Oh, entiendo. Nada de trampas

Ella nos teletranportó hasta las cuevas y cuando íbamos a entrar apareció un enorme lobo frente a nosotras.

-Solo una de ustedes podrá entrar por el tesoro

-Esta bien, yo entraré y te lo traeré hermana

-Claro que no -Antes de que Medea reaccione corrí para entrar pero ella me detuvo

-Yo entraré

-No lo harás Medea, ¡Déjame entrar! ¡Esto no es tu problema!

-¡Si lo es, es mi culpa que estés así! ¡Quiero ayudarte!

-Si quieres ayudarme déjame hacer esto y vete a un lugar seguro

-¡No quiero hacerlo! Ustedes siempre me metieron en una burbuja pero no Pensaron en mi bienestar

-Hermana, lo siento pero no puedo hacer otra cosa en este momento -Saqué de uno de mis bolsillos un polvo que arrojé en sus ojos, con este se dormiría por unos minutos, lo suficiente para que yo entrara

-¿Que hiciste? ¿Nos traicionaste de verdad?

-Lo siento Medea pero no vas a entenderlo -La abrazo para que no caiga al suelo y la voy bajando suavemente

-¿Como pudiste? -Dice con voz entrecortada

-Esto no es lo que parece pequeña, prometo explicarte... si no vuelvo cuida de Ayla, no dejes que la lastimen -Susurro en su oido antes de que caiga en un profundo sueño

-Yo entraré guardián

-¿Estas segura? Puede ser que no salga con vida

-Lo estoy pero antes, por favor cuide de mi hermana hasta que despierte

-Lo haré mi señora -Me sorprenden un poco sus palabras y la reverencia que hace ante mi pero sigo mi camino, en cuanto entro un extenso bosque lleno de flores aparece ante mi.

Esto debe ser la primer prueba, no se ve tan complicada. Frente a mi tres personas se encuentran de espaldas.

La mujer de cabello rojo sostiene a un pequeño de la mano junto con un hombre

-¿Vamos a juntar flores? -Pregunta el pequeño feliz

-Claro que si mi vida -Habla la mujer con una voz dulce

-¿Quién es ella? -Me señala el niño y la pareja voltea dejándome helada al ver de quienes se trataba.

La mujer con una sonrisa corre hacia mi pero me atraviesa y veo como esta abrazando a Jiro, mi hermano. Esa mujer era yo y el hombre era el maldito que me traicionó.

¿De qué se trata esto? ¿Quieren mostrarme una vida que no pude vivir? ¿Un hijo que no tuve? Pues déjame decirte guardián que ya no me interesa saber como pudo haber sido mi vida.

-¿No quieres vivir esto? Puedes tener al hijo que perdiste y a tu amado. Una familia feliz, con paz y armonía

-Quizá en otro momento lo hubiera deseado pero se que esto no es más que una ilusión y no pasará, no voy a quedarme encerrada en mis recuerdos.

-¿Segura de eso?

-Lo estoy, le prometí a Ayla que volvería a su lado lo más pronto posible

El escenario frente a mi se oscureció y solo quedaba vacío frente a mi, había superado la primer prueba con éxito. Tal vez en otra vida pueda reencontrarme con mi hijo.

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