Capítulo 10

Caleb ya llevaba una semana en el hospital y sin que Amanda pudiera recibir ayuda por parte de Andrew para cuidarlo por las noches. Solo iba de vez en cuando para ver a su hijo con la excusa del trabajo. Mientras tanto, Mía se estaba quedando en la casa de su abuela. A pesar de que los vecinos se turnaban para visitar a Caleb, siempre se sintió sola. Siendo que cada noche solo con su hijo, mientras que los demás pacientes tenían familiares que los cuidaban.

Durante aquella semana, la suegra de Amanda solo había visto a su nieto una vez; sin embargo, en realidad se debía a que venía a reprender a Amanda. De hecho, todavía recordaba claramente el tercer día de la hospitalización de Caleb, cuando su suegra vino con su cuñado y Mía.

Inicio Flashback

Cuando Amanda acababa de bañar a Caleb, la señora Sofía y Matthew habían llegado de repente con Mía. Amanda estaba muy contenta de ver a su hija, pero su alegría no duró mucho porque su corazón se llenó de tristeza al escuchar lo que su suegra estaba diciendo.

"Manda, ¡Estoy sin palabras! Eres una graduada universitaria, pero no puedes cuidar a tus hijos. ¡Mira! Mía está delgada y descuidada, y ahora Caleb está gravemente enfermo con vómitos. ¡Eres una mala madre! ¿Qué les has estado dando de comer a los niños todo este tiempo? ¿Acaso usaste el dinero para comprar comida en ropa y maquillaje? Veo que ahora estás un poco brillante, pero tu atuendo es siempre el mismo", acusó la señora Sofía.

“En lugar de acusarme de algo de lo que no tengo la culpa, mejor pregúntale a tu querido hijo. ¿A quién le da más dinero? ¿A mí, a su madre o a su amante?”, Amanda estalló de rabia al sentirse acorralada. No había venido a recibir apoyo ni a que rezaran por su nieto, sino a hacerla sentir aun peor.

¡Zas!

La mano arrugada impactó contra la tersa mejilla de Amanda. Su hijo Caleb la miró sorprendido ante lo que estaba sucediendo.

"¡Insolente! ¡¿Cómo te atreves a contradecir a una persona mayor?! No me extraña que Andrew tenga otra mujer, con una esposa así. ¡Vamos Matthew, nos vamos a casa!", la señora Sofía se alejó dejando a Amanda tocándose la mejilla tras el golpe.

"Tranquila, cuñada, ¡Lo siento mucho!", dijo Matthew acariciando suavemente la mano de Amanda.

La presencia de Amanda hacía que su alma se revolviera, hasta el punto que instintivamente besó ligeramente los labios de Amanda, lo que la dejó en shock.

"No seas insolente, Matthew", dijo Amanda con firmeza.

"¡Lo siento, cuñada! Fue un acto involuntario. Me voy a casa, ¡Vamos, Mía!", Matthew se fue llevándose a su hija.

Final Flashback

Los pensamientos de Amanda se detuvieron cuando el médico llegó para revisar a su hijo.

"¿Cuántas veces ha ido al baño el guapo muchacho hoy?", preguntó el médico.

"Dos veces, doctor", respondió Amanda.

"¡Vaya! Nuestro campeón está mejorando. ¿Todavía tiene vómitos, señora?", preguntó el médico.

"No, doctor. Solo tuvo vómitos durante tres días", respondió Amanda.

Mientras escribía algo en papel sobre la salud de Caleb, el médico volvió a hablar con Amanda.

"Su hijo ya puede volver a casa hoy, pero después debe venir a cita médica de control en tres días", dijo.

"¡Alabado sea Dios! ¡Muchas gracias, doctor!", Amanda inmediatamente levantó las manos agradecida.

"De nada, ¡No olvide ir a la administración, señora! Me retiro, debo revisar a otros pacientes".

Después de la salida del médico y de que la enfermera que revisara el estado de Caleb, Amanda intentó contactar a su esposo por teléfono para avisarle sobre el regreso de su hijo.

"¡Hola, Manda! ¿Qué pasa?", preguntó Andrew del otro lado cuando se conectaron.

"Esposo, Caleb ya puede volver a casa. ¿Puedes venir a buscarlo al hospital?", preguntó Amanda.

"¡Espera! Iré allí de inmediato", Andrew cortó la llamada y se fue rápidamente al hospital.

Después de pasar por la administración, llevaron a Caleb a casa de inmediato. Durante el viaje desde el hospital hasta su casa, ambos estuvieron en silencio sin iniciar una conversación.

Desde que Cindy había ido al hospital, Amanda había estado ignorando a Andrew. Ella no quería hablar si su esposo no era el que comenzaba la conversación o al menos de que algo fuera importante.

Al llegar a casa, los vecinos acudieron rápidamente a recibir a Caleb, dado que se habían reunido en casa de la señora Elena. El corazón de Amanda se calentó un poco al recibir la bienvenida de sus vecinos.

Después de que todos se fueran, Amanda se apresuró a limpiarse, una vez dejó limpio a su hijo; sin embargo, cuando salió del baño, Andrew la atacó como un león hambriento al ver el cuerpo desnudo de su esposa cubierto solo por una toalla. Sin perder tiempo, Andrew la atacó de inmediato, sintiéndose seguro de que Caleb estaba durmiendo después de haber tomado su medicina anteriormente.

No sabía cuando se había convertido en un demonio, pero su esposo fue extremadamente agresivo con ella. Continuó obligándola a satisfacer sus deseos incluso cuando ella luchaba, hasta que Amanda finalmente se rindió cuando Andrew la forzó a introducir un tubo de PVC delgado en su pequeño pozo. La madre de dos hijos lloró lágrimas amargas por el trato cruel de su esposo. Solo cuando Andrew alcanzó su segundo clímax, finalmente la soltó.

Al día siguiente, después del desayuno, Amanda le pidió a su esposo que hablara con ella por un momento.

"Andrew, ¿Podemos hablar un momento? Solo necesito diez minutos de tu valioso tiempo", dijo Amanda.

"¿Qué pasa?", preguntó Andrew frunciendo el ceño porque notó que el tono de voz de Amanda no era el habitual.

"No te prohibiré que persigas tu felicidad, por lo que si sientes que esa mujer es la única persona que te hace verdaderamente feliz, por favor, abandona esta casa. No quiero seguir siendo engañada y estoy segura de que los niños no tendrán ningún problema en quedarse solo conmigo; sin embargo, si todavía quieres estar con tu familia, te pido que la dejes", dijo Amanda.

"No puedo dejarte, porque nuestros niños están de por medio y no puedo dejarla a ella, porque solo ella puede satisfacer mi deseo", dijo Andrew a Amanda de manera despreocupada. "Además, ¿Cuál es el problema si aceptas a Cindy? Ella no vivirá con nosotros y puedo arreglar mis horarios aunque esté casado con las dos", agregó.

"¡Si no puedes dejar a esa roba maridos, ¡Divórciate rápidamente!", gritó Amanda.

"No puedo divorciarme de ti, Manda. El proceso será largo. Lo sabes, ya que estás registrada en los archivos del estado como mi esposa. En mis datos, eres mi esposa legítima. Solo tienes que quedarte en casa, recibir el dinero que te doy cada mes y cuidar de los niños. ¿Por qué haces todo tan complicado, Manda?", dijo su marido.

"¿Por qué eres tan egoísta, Andrew? Realmente has cambiado. No puedo reconocer al hombre que se casó conmigo. Al final terminó resultando que no eres tan bueno como yo pensaba", dijo Amanda sollozando al escuchar la respuesta de su esposo, su corazón le dolía.

"¿Ahora yo soy el malo? Yo he sido el único quien siempre he estado a tu lado cuando fallecieron tus padres. ¿Dónde están tus hermanos? ¿Se preocupan por ti acaso? Además, es tu culpa que no puedas satisfacerme. Así que es lógico que busque satisfacción en otro lugar. Sabes Manda, Cindy sí sabe como satisfacerme".

Andrew se marchó de inmediato dejando a Amanda inmóvil en su asiento. Su corazón se sentía cada vez más herido con las palabras de su esposo.

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