Capítulo 4

Tania Brown, su buena amiga desde la escuela secundaria, fue a recogerla el sábado para llevar al salón de belleza, el cual estaba en el centro comercial más grande de la ciudad. Tania había traído su automóvil a propósito, para poder llevar tanto a Amanda como a sus dos hijos de paseo, ya que sabía muy bien que su querida amiga desde que había dado a luz muy rara vez salía.

Su diario vivir era solo ocuparse de sus dos hijos, los cuales no solo eran pequeños, sino que también bastante inquietos. A veces, Tania se sentía decepcionada con la elección de Amanda al escoger ser ama de casa a tiempo completo, ya que sabía muy bien que ella era una de las mejores empleadas en su oficina.

Una vez Amanda había terminado de alistarse, tenía un estilo muy propio de ella: llevaba pantalones vaqueros y una blusa para poder moverse fácilmente si sus dos hijos empezaban a correr por todos lados, fue donde su esposo, puesto que debía pedirle permiso a este para poder ir a la casa de Tania,ubicada en una urbanización de lujo en la ciudad.

"Amor, quisiera pedirte permiso para ir a la casa de Tania. Ella me recogerá aquí", dijo Amanda durante el desayuno.

"¡Oh, claro que sí! Pero no regreses tan temprano, porque hoy también tengo un evento con mis amigos. ¿Tania viene a recogerte aquí?", preguntó Andrew.

"Sí, cariño. Probablemente llegará en poco tiempo", respondió Amanda, recogiendo los platos sucios después de terminar su desayuno.

Mientras tanto, Andrew tomó rápidamente su celular de su bolsillo y comenzó a escribir algo que envió a otra persona a través de la aplicación de teléfono con un logotipo de color verde. Una sonrisa astuta se dibujó en sus labios, como si estuviera planeando algo.

No pasó mucho tiempo antes de que Tania llegara y fuera recibida por los dos hijos de Amanda. Se pusieron muy contentos al ver a Tania, ya que sabían que significaba que los iba a llevar de paseo, como siempre hacía su tía.

"¡Tía!", gritó Mía cuando la vio bajando del auto.

Corrió hacia ella y la abrazó fuertemente. Caleb, quien siempre seguía los pasos de su hermana mayor, hizo lo mismo.

"¡Hola guapa!", saludó Tania a Mía. "¡Hola guapo!", saludó a Caleb, abrazando a los hijos de su amiga como si fueran los suyos.

Amanda salió de la casa y recibió a su amiga con besos y abrazos, como era costumbre entre ellas. Después de despedirse de Andrew, Amanda se fue directo al centro comercial como estaba planeado.

"Manda, ¿Por qué tu esposo no ha hecho muchas preguntas? La mayoría de las veces, si te invito a salir, se comporta como un detective privado. Siempre preguntando dónde vamos, con quiénes, por cuánto tiempo...", Tania empezó a exponer todas las veces en las que su esposo era muy protector con ella.

"Tal vez porque ya sabe que voy a ir a tu casa. Además, ahora estoy con los niños, ¿cómo podría sospechar que haré algo malo?", se justificó Amanda.

"Está bien, mientras no sea porque ya se aburrió de ti", dijo Tania con un toque de sarcasmo que hizo que Amanda bajara la cabeza.

"Tal vez tengas razón. Últimamente, Andrew se ha vuelto diferente conmigo. Por eso, quiero ir al salón y arreglarme el cabello para lucir hermosa".

Amanda se desahogó con Tania, ya que no podía ocultar sus sentimientos ante ella. Cada vez que estaba triste o tenía algún problema, su querida amiga estaba siempre allí para escucharla.

"¡Eso es una buena idea! Te hacemos un cambio de imagen para que Andrew no busque a otras gatas por ahí, cuando él ya tiene un hermoso gato de angora en casa que solo necesita un poco de mantenimiento para tener un alto valor de mercado, ¡Ja, ja, ja!", Tania se rio de su propio chiste para animar a su amiga.

"Eres terrible, Tania. No me compares con un gato", Amanda frunció el ceño ante el comentario de su amiga.

Después de eso Tania condujo su autora al estacionamiento del centro comercial, donde Mía y Caleb salieron muy emocionados, ya que visitarían el centro de juegos para niños. Sobre todo Mía, que llena de ansiedad, corrió y chocó contra el cuerpo de un hombre adulto.

Elías Green, CEO de la compañía textil más grande del país, GREEN Textile, acababa de salir de su coche cuando sintió como alguien chocaba contra él.

"¡Ay!" Gritó Mía al chocar contra Elías.

Amanda corrió inmediatamente tras su hija, mientras sostenía a Caleb en sus brazos. Elías se agachó al darse cuenta de que había sido una niña quien chocó contra él.

"¿Estás bien, nena?", preguntó Elías.

"¿Mía, estás bien, cariño?", Amanda y Elías estaban preocupados simultáneamente.

Mía miró primero al hombre que chocó con ella y luego a su madre que estaba arrodillada a su lado, preocupada por ella.

"Mía está bien, Mamá. ¡Mía es una niña buena!", sonrió Mía.

"Me alegro de que no se haya hecho ningún daño, debo retirarme, con permiso" se despidió Elías levantándose y dejando el lugar rápidamente, ya que tenía pendientes que atender.

Después de la partida de Elías, Amanda ayudó a su hija a levantarse al mismo tiempo que Tania llegaba después de bajar del auto.

"Vamos Mía, mamá está ocupada cargando a tu hermanito", le dijo Tania.

Después de limpiar el polvo que había quedado pegado en su piel tras la caída, fueron juntas a la peluquería a la que Amanda solía ir cuando solía trabajar allí.

Cuando llegaron a la peluquería, Amanda pidió un tratamiento para el cabello y un corte de pelo, además de un tratamiento facial. Parecía que tardaría bastante tiempo para todos estos cuidados, así que Tania decidió llevar a Mía y a Caleb a un centro de juegos para que no se aburrieran mientras esperaban a su madre.

Cuando pasó una hora, y Amanda aun no había terminado, los niños comenzaban a quejarse de aburrimiento. Debido a eso, Tania decidió llevarlos a su restaurante de comida rápida favorito; sin embargo, al momento de sentarse, pudo ver al esposo de su amiga con una chica muy bonita.

"Andrew" murmura Tania.

Fue allí que se acordó de la chica con la que Andrew había asistido a la boda de su compañero de trabajo.

"¿Qué pasa, Tan?", preguntó Mía después de oír que su padre fue mencionado.

"No es nada, cariño. ¡Ven, vamos a comer!", respondió Tania para proceder a alimentar a Caleb, mientras Mía comía por sí sola.

Poco después, Amanda llegó con un nuevo peinado y su cara brillante después del facial y el maquillaje en la peluquería.

"Lo siento por tardar", dijo Amanda después de sentarse frente a Tania.

"No te preocupes, está bien. Estás brillando de nuevo, Amanda. ¡Ya no pareces Cenicienta!", bromea Tania.

"¡Qué cosas dices!", responde Amanda sonrojada por los elogios de su amiga.

"Ah, por cierto, ¿Andrew tiene una hermana?", preguntó Tania.

"Solo tiene a Matthew como su hermano. ¿Por qué lo preguntas?", cuestionó Amanda.

“Durante la semana pasada, me encontré con tu esposo en la boda de un compañero de trabajo. Él estaba con una chica, tal vez joven, no sé si es soltera o casada, lo que está claro es que es más joven que nosotros. Cuando le pregunté a Andrew quién era, él respondió que era su hermana menor. Yo le creí porque no sé nada acerca de su familia. Pero luego la vi de nuevo, la chica estaba aferrada cariñosamente al brazo de tu esposo, por eso te pregunté su hermana o no", contó Tania, mientras alimentaba a Caleb.

Amanda se quedó pensando mientras lo que su amiga le contaba, preguntando quién era la chica que estaba al lado de su esposo, ya que Andrew no tenía una hermana menor.

"¿Quién es esa chica a la que se refiere Tania? Porque el único hermano de Andrew es Matthew. ¿Será posible que lo que mi suegra dijo fuera cierto y que mi esposo esté engañándome?", pensó Amanda.

Continuará…

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