Capítulo 5

Después de regresar del centro comercial, Amanda comenzó a ordenar su casa, tras el desorden ocasionado por la reunión que había tenido Andrew, empezando a limpiar primero los cacahuetes en la sala de televisión.

También se sorprendió al ver que las sábanas de su habitación estaban desordenadas, por lo que molesta por el desorden en su casa, Amanda olvidó lo que Tania le había dicho en el centro comercial. Además, el más pequeño de la familia estaba inquieto, ya que su sueño se interrumpió al bajar del auto de Tania.

Amanda rápidamente ordenó su casa mientras cargaba a Caleb, quien no quería bajar de sus brazos. Mientras realizaba su tarea, sonó su teléfono móvil, el cual había guardado en su bolso mientras fue al centro comercial.

Sin perder tiempo, Amanda contestó el teléfono después de ver el nombre de su esposo en la pantalla.

"¡La paz sea contigo, cariño!", saludó Amanda primero después de que se estableció la conexión telefónica.

"¡La paz sea contigo, Manda! Quizás llegue tarde a casa porque tengo un caso que atender", dijo Andrew al otro lado de la línea.

"¿No tenías libre el día de hoy? ¿Por qué te fuiste a la oficina?" Preguntó Amanda confundida.

"Había una tarea urgente del jefe, así que recibiré un buen bono más tarde. De acuerdo, tengo que volver al trabajo, ¡Hasta luego!", dijo Andrew antes de cortar la llamada, sin darle tiempo de hablar a su esposa.

"¡Que te vaya bien, mi amor!", susurró Amanda.

Amanda continuó su trabajo hasta que escuchó la llamada para la oración de la tarde, momento en el cual terminó todo lo que estaba haciendo. La madre de dos hijos decidió limpiarse rápidamente. Por lo general, cuando su esposo decía que llegaría tarde, siempre estaba en casa cuando llamaban a la oración del anochecer.

Después de bañarse, Amanda se miró en el espejo grande que había instalado a propósito en su habitación. Observó su nuevo estilo de pelo en capas, para luego golpear sus mejillas que se sentían firmes y brillantes.

“Dicen que el dinero puede comprar todo, mi cara que antes se veía desgastada ahora brilla. Espero que Andrew vuelva a ser como antes”, pensó Amanda.

Amanda parecía inquieta porque era hora de la oración de la noche y su esposo aún no había regresado. Amanda decidió acostar a sus dos hijos temprano. Recordó que no habían dormido lo suficiente durante el día, ya que solo se habían quedado dormidos en el coche anteriormente.

Después de la oración del anochecer, se escuchó un coche entrar al patio de su casa. Estaba segura de que era su esposo que recién llegaba, por lo que Amanda abrió rápidamente la puerta principal de su casa para darle la bienvenida a su esposo y para mostrarle su nueva apariencia.

"Manda, ¿por qué no cerraste la puerta del portón de la casa? ¿Qué pasaría si entrara un ladrón? ¡Qué descuidada eres!" En lugar de saludar, Andrew comenzó a regañar a Amanda por no cerrar el portón antes como lo hizo Tania.

"¡Lo siento, cariño! Se me olvidó, cuando volví de la casa de Tania, Caleb estaba inquieto porque se había despertado", explicó Amanda.

"¡Solo estás dando excusas! ¿Acaso has traído un hombre a la casa?", acusó Andrew.

"¡Por el amor a Dios, cariño! Aunque no reciba suficiente dinero para hacer las compras, nunca he pensado en engañarte. Porque si una esposa es infiel, su vejez será miserable y yo no quiero eso".

"¡Bah, eres buena para escapar de las cosas! ¿Y de dónde sacaste el dinero para ir al salón y comprar ropa nueva? ¿Te cortaste el pelo así? Y aquí estás, comprando ropa con este tipo de patrones. ¡Realmente tienes mal gusto! ¿Es que no puedes elegir ropa ajustada y sexy?", Andrew insultó a Amanda de tal manera, que hizo que ella sintiera como su corazón era apuñalado con miles de agujas.

"¡Cariño!, ¡¿Por qué hablas con tanto descaro?! Tomé mi dinero de la cuenta de ahorros para lucir bien delante de ti. ¿Por qué me insultas? ¿No te das cuenta de que desde que nos conocimos, nunca he usado ropa sexy como lo que mencionas? ¿Por qué estás cuestionando esto ahora?", Amanda estaba muy enojada porque en lugar de recibir elogios de su esposo, solo recibía insultos.

Al escuchar lo que dijo su esposa, Andrew no pudo responder, puesto que cada palabra era cierta. Desde el principio, Amanda nunca había usado ropa que mostrara sus curvas. Siempre usaba ropa que se veía respetuosa aunque no estuviera en línea con la ley religiosa que seguía.

"¡Lo lamento!, estoy cansado, quiero ducharme. Mi esposa viene a casa y no se arregla para nada, en cambio, me llama para discutir", refunfuñó Andrew mientras se dirigía directamente al baño.

Desde antes de volver a casa ya se sentía molesto porque su reunión había sido interrumpida. Cuando su jefe lo llamó para resolver un caso que parecía ser interminable, tuvo que ir a la oficina cuando solo había disfrutado de unos cuantos minutos con su acompañante.

Mientras tanto, Amanda suspiraba en silencio, todavía esperando que su amado esposo volviera a ser el mismo de antes. Después de que Andrew terminara de ducharse y comer, se dirigió al patio trasero de su casa para fumar un cigarrillo y jugar con su teléfono móvil.

Amanda llegó con una bandeja en mano, debido a la costumbre de Andrew de fumar en el patio trasero de la casa acompañado de una taza de café y algo de refrigerio. Después de dejar en la mesa lo que traía, Amanda se sentó en la silla del patio en frente de la que ocupaba su esposo.

"Andrew, ¿puedo hacerte una pregunta?", preguntó Amanda con cuidado, ya que no quería pelear de nuevo con su esposo.

"¿Qué quieres preguntar?", Sus ojos todavía estaban enfocados en su celular.

"I¿Con quién fuiste a la boda del compañero de trabajo de Tania?", preguntó Amanda.

"Con nadie más, solo vi a una chica allí y hablamos. De repente, Tania llegó y preguntó por qué no viniste conmigo. Yo le dije que estabas ocupada con los niños. Luego me preguntó quién era la chica que estaba conmigo, a lo que solo respondí que era mi hermana", Andrew relató el incidente que no era completamente una mentira.

"Además, tu amiga se entromete demasiado en los asuntos de otras personas. Interfiere en los asuntos de nuestro hogar hasta decir cosas que nos llevarán a pelear. A partir de ahora, no te acerques tanto a esa amiga tuya. Solo traerá malas influencias a nuestro hogar. ¿Quieres que nuestros hijos sufran por el divorcio de sus padres?", Andrew intentó encontrar una manera para que su esposa no sospechara más.

"Hasta ahora, Tania nunca te ha difamado ni me ha obligado a contradecirte. Ella siempre me ha ayudado", defendió Amanda.

"Eso es porque confías demasiado en la gente. Eres muy ingenua, Manda. Siempre consideras que la gente es amable; sin embargo, hay muchos que quieren hacerte daño de manera sutil, como cuando Tania dice cosas que te hacen sospechar de tu propio esposo", Andrew aspiró profundamente su cigarrillo y exhaló el humo por su boca.

Mientras tanto, Amanda se encontraba confundida por lo que había dicho su esposo. Por un lado, ella creía que su amiga no podía traicionarla, ya que desde que la conoció Tania siempre la ayudó y fue su confidente. Pero, por otro lado, lo que había dicho su esposo era cierto. No se podía confiar demasiado en los demás, puesto que nadie conoce el corazón de otra persona excepto ella misma.

"Tal vez debería mantener cierta distancia con Tania, no quiero que mi matrimonio se arruine por influencias externas", pensó Amanda.

Continuará…

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