Al día siguiente en la noche...
-María Paula, ¿todo listo?. Verifica tú misma ¡por favor! - Ella lo mira, suspirando en silencio, es una de las escasas veces en que le solicita algo en forma amable. -No quiero errores, la platería, el buffet- Dice un nervioso Anderson, observando todo por décima vez.
-Ya, hombre, no es la primera vez que tenemos invitados, tranquilizate- Se le acerca, arreglandole la corbata tratando de desviar su atención.
-Ya te dije, todo tiene que estar impecable, esa familia es muy fina. Sus antepasados, son de la antigüa escuela de viejos estirados, con linaje real- En realidad, se sentía cohibido, imaginando a todos como personas infladas de infulas de superioridad.
-Héctor y Eduardo ¿ya están listos?, ¡qué bajen enseguida!- Les grita su Padre.
-Anderson, tranquilízate, - Una exasperada, madre, se golpea suavemente las piernas con las manos, en protesta -Ya te he dicho muchas veces que todo está en orden. Basta, por Dios, pones nerviosas a las chicas del servicio- Les hace ademanes a las mujeres que no le hagan caso.
-Es que te repito, quiero, que todo salga como lo planificado, que sea la cena y el lugar lleno de lujos y ostentoso como es nuestro estilo-
-Bueno, bueno, cariño respira, si -Dándole un beso en la mejilla le dice su esposa.
-¡Al fin bajan! Cualquiera diría que tengo hijas no hijos, demoran demasiado para arreglarse! -
-Papá, respira, ya estamos aqui-Le dice Héctor. Como siempre impecablemente peinado y su barba igual, con una camisa blanca con rayas azules y pantalón azul, su cinturón como sus zapatos de cuero café, parecía un modelo de alta costura.
-Lo mismo le dije, está muy ansioso- María Paula, se acerca a sus hijos y los recibe con una abrazo.- Qué hermosos, son mis hijos.-
- Calmados todos, ya mismo llegan los invitados y esto parece un ring de boxeo- Eduardo, esta parado y observándo todo con cautela. Igual que su hermano, se esmeró, no quiere darlo a notar, quería, que ella tuviese una buena impresión de él, aunque no sé lo quiera reconocer. Con un pantalón beis y su camisa negra, zapatos y cinturón del mismo color a diferencia de Héctor su rostro tenia una afeitada perfecta que le daba un aire más juvenil, nunca le gustó la barba.
-Les parece poco, una familia, que tiene una hija, que se cree más que mi hijo - Anderson, como siempre rompiendo la armonía
-Comenzamos nuevamente papá, este tema es irritante- Un molesto Eduardo se soba la nuca.
-No lo olvidaré, hasta que vea a tu hermano casado con esa niña, así se le bajan los humos- Se mira en el espejo de la sala.
-Anderson, ¿cuál es tu cometido en invitarlos? ¿Quiero saber?- Le pregunta su esposa.
-Quiero ver con mis propios ojos, que se trae entre manos ella, quiero conocerla mejor- Lo dice con arrogancia, esto asusta a Eduardo, no permitirá, que nadie se acerque y la lastime por mucho que quiera a su familia, ella no se merece eso.
-Papá, vuelves a lo mismo. Héctor, para ya esta revancha. Regresa a la realidad, estoy asustado de que puedas hacer una locura . Ten cuidado- Eduardo esta irritado con la necedad de ese par, su madre está igual.
☆☆☆☆
Mientras tanto, fuera de la mansión Sotomayor, ajenos a la acalorada discusión que se lleva adentro.
-Llegamos, esperemos a los abuelos para entrar juntos- Dice Mauricio y continúa...- Ustedes, mis gemelos preciosos comportense, especialmente tú Verónica- Los mira con ojos de cariño.
-Papá, como dudas de la más educada y juiciosa de tus hijos- La menor de sus hijos, lo mira aparentando estar molesta.
Nadie se pudo aguantar y rien.- Si, claro, la prudente de la familia- Están, en una charla de lo más animada, cuando ven llegar un carro familiar.
-Llegaron los abuelos- Jessenia los saluda a lo lejos.
-Entramos entonces- dice María Teresa-
Al ingresar e identificarse bajan de sus coches, luego del respectivo saludo entre ellos, tocan el timbre.
Anderson, los recibe abriendo personalmente la puerta.
-Buenas noches, sean bienvenidos a mi hogar- Con la etiqueta de siempre y su traje impecable, lo que sus hijos siempre han imitado, es una de sus mejores cualidades.
-Gracias -Mauricio, extende la mano a Anderson. Él igual, también en traje a la medida, estando de frente los dos se ven impresionantes.
En la sala está el resto de la familia. Luego de las presentaciones y saludos respectivos pasan a sentarse. Eduardo, se siente sofocado, su corazón tiene vida propia quiere salir corriendo a ella- -Esta preciosa - Se decía. Con un vestido beis casi del color de su pantalón, con un corpiño en su cintura y su amplia falda hasta arriba de sus rodillas le daban aires de princesita, algo que notó desde que la conoció, ese aire inocente fue el que lo flechó, recién es ese momento lo supo.
En esa sala todos tienen diferentes emociones. Héctor, está entusiasmado, esa noche no se escapará Jessenia, la tendrá en sus manos - Mi plan la acorralará, dejándola sin opciones-
En cambio, Jessenia ajena a todo, mira de reojo a Eduardo -Tan bello y hermoso como siempre, ¿qué pensará en este momento? o ¿en quien? Cuánto, daría para que fuera en mi- Resopla sin que nadie se de cuenta. Sorprendida por lo que piensa.
-Nuevamente, gracias por darnos el honor de tenerlos en nuestra casa. Es un privilegio, para mí, que nuestras familias se conozcan. Nuestros hijos sean amigos, en futuro pueden hacer alianzas comerciales y familiares - Terminó Anderson, estrechando las manos de todos los invitados.
-El gusto es nuestro señor Sotomayor-.Agradeció, Mauricio sinceramente.
Se sentaron, un breve tiempo conversando cosas al azar -Pasemos a la mesa . Por aquí, por favor .-Todos siguieron a María Paula, como anfitriona los guió donde les correspondía sentarse .Ya estaban sus nombres frente a sus asientos, por supuesto que a Jessenia le tocó junto a Héctor 🙄Eduardo, estaba frente a frente de la pareja, aunque trataba de desviar la mirada, no, qué va, su cabeza buscaba mirarla. - Qué tortura, tan cerca y sin poder estar a su lado- piensa con amargura.
Por órdenes de Anderson y después de un pequeño discurso a los invitados, se sirve el buffet , todos comen y charlan un poco, se podría decir que se siente un ambiente ameno y amistoso.
- Doña Emperatriz, es un honor tenerla aquí en mi casa, me parece un sueño hecho realidad. Le dije a Jessenia que soy su fan número uno- Labioso como siempre Hector, quiere ganar puntos con la anciana abuela.
-Si, abuelita, Héctor, me había dicho que te admiraba mucho- Jessenia, habla para poder romper el contacto visual con Eduardo que la tiene perturbada.
- Oh, jovencito, que galante, les agradezco que me hayan invitado. Todo ha estado espectacular y elegante, felicito a tus padres- dice ella moviendo sus manos con el glamour, que la caracteriza. Anderson, está más convencido que quiere a la joven Morante como nuera.
Terminada la cena, nuevamente, se reúnen en la sala.
-Señora María Paula, Ingeniero Sotomayor, agradeciendo nuevamente su invitación a nombre de la familia, les entrego este presente, hecho por mis manos. Espero les guste.- María Teresa, entrega algo muy preciado por ella.
-Esta hermoso, me ha encantado,. más si ha sido hecho por usted misma. Pero no me llame señora, mejor por mi nombre nada más, que yo te llamaré María Teresa.-
-Me encanta, seremos amigas, te invitaremos a nuestro día de chicas - Todas estuvieron de acuerdo, ante la invitación. Les gustó su sencillez.
Jessenia, no encontraba la oportunidad de acercarse a Eduardo, y él que la evadia. Hasta que lo logró, él se veía retraído, con una mirada sombría, no pudo ver ese rostro alegre jovial de antes.
-Eduardo, hasta que te puedo tener cerca- le dice ella con coquetería , no lo puede creer ese hombre saca su lado oculto, ese lado atrevido que no tiene con nadie, él no sabe lo que produce en ella. -Esta vez no te me escapas hombrecillo escurridizo, vine a buscarte y no me ire sin hablar- dice para su interior.
-¿Cómo has estado? Desde aquel día en la..
-Bien, bien - Él, la interrumpe en un tono muy seco, evitando que termine.
Ella, sorprendida por su actitud, se queda en silencio sin comprender nada.
-Eduardo ¿qué pasa? dice bajando la voz y tratando que la mire a los ojos.
-¿Por qué la pregunta? Es como si fuese otra persona.
-No sé, me has ignorado desde que llegué, yo quiero decirte algo. -
- ¿Qué cosa?, Tú y yo no tenemos ningún asunto pendiente- Jessenia sintió un golpe en el pecho, esa voz fría e indiferente.
-¿Qué pasó, con el dulce Eduardo? se preguntó. Justo en ese instante que estaba decidida a declarar su amor. No lo planificó , pero de repente se le ocurrió. Sentía ganas de llorar. Que chasco, veía más lejos la posibilidad de algo entre ellos.
Héctor, que no quería perder la oportunidad de estar a su lado se les acercó.
-Te encontré, como podrás notar mi hermano es callado y un poco tímido, así que mejor conversa conmigo- Quiere tenerla solo para él, recordó como en la reunión que coincidieron los tres, su hermano no se les apartó, lo que aún le molesta al recordar.
-Oh, no, al contrario- Dice ella con un tonito irónico -Las veces que hemos coincidido, ... hemos charlado mucho-Lo dice mirando fijamente a Eduardo, esta tan molesta que decidió acabar su amistad o lo que sea que habían llegado a entablar.
-¿Cómo qué han coincidido? qué yo sepa no han sido más de dos veces, que se han encontrado - dice Héctor, tratando de escarbar que esta ocurriendo.
Eduardo, se pone rígido sin saber que contestar y Jessenia no la calienta ni el sol, cambió su buen genio. Eduardo, la ignoró por completo desconociendo su razones.
-Pero ¿qué se ha creído este hombre?, menos mal, que no le dije nada de lo que siento, creído, ahora si te jodes por mi. Te pondré en el sitio de los indeseables- En sus pensamientos lo sentenció, su corazón no lo podía creer.
Mauricio, notó que algo pasaba entre ellos, se acercó al rescate.
-Claro, los tres amigos. Aún recuerdo en la reunión no pude presentar a Jessenia a muchos conocidos, porqué se hicieron inseparables. Saben así se hacen los buenos amigos del futuro-
-Así es papá- Contesta ella, sintiendo un sabor amargo
-Qué bueno jóvenes, que estrechen lazos de amistad y en el futuro hasta familiar- Dijo Anderson, con doble intención
Mauricio, que andaba prevenido comprendió, lo que los otros ni idea tenían.
-Nicolas y yo le agradecemos su invitación- Doña Silvia se dirige al matrimonio dueño de casa- Ha sido un gusto, compartir con tan noble familia sus abuelos y los mios eran muy cercanos, lo recuerdo muy bien- Sus gestos igual de finos que la otra abuela, encantan a Anderson que solo vive de las apariencias
-Como dijo mi esposa, es un gusto compartir con ustedes, aunque nos sorprendió que su invitación se hiciera extensiva a nosotros, es una muestra de cortesía y denota que usted es una persona de valores como los de antes- dice don Nicolás, inflando el ego de Anderson, que siempre busca aprobación.
-Este honor, no se puede tener todos los dias señores Herrera, su yerno y su nieta se portaron a la altura cuando nuestra familia pasó por momentos duros.-
Así transcurría el tiempo, entre risas de las ocurrencias de los gemelos y don Nicolás.
Eduardo miraba de reojo a Jessenia que ahora evitaba a toda costa mirarlo . -Lo logré, mi bella. Te amo y sólo me lo puedo decir a mi mismo. Nunca sabrás de mis sentimientos, aunque mis miedos te orillen al lado menos indicado- Se lamentaba el joven.
-Como hijo mayor de esta familia, quiero decirles que me alegra que todos estemos contentos del resultado de esta reunión de familias. Quiero, añadir que sus abuelos me han impresionado e inspirado para decirles que, estoy enamorado de Jessenia y quiero pedir permiso para cortejarla y si ella quiere en este momento ser novios, por mi no hay problema -Dice Hector de sopetón
Anderson, es el único que aplaude y le da un abrazo a su hijo. Los otros están con la boca abierta de la impresión.
Eduardo, sintió que el corazón se le subió a la boca y de golpe le regreso a su sitio. Esa no se la esperaba, era el as bajo la manga del que hablaba Anderson.
Los Morante Herrera se quedaron sorprendidos a excepción de María Teresa y las abuelas, que aunque asombradas les gustó la noticia.
Jessenia, que ya estaba en guardia nunca pensó en esa estocada, sólo miró a su Padre como tabla de salvación.
Mauricio, que ya estaba adelantado de las pretenciones de Héctor. Parecidas a las de su Madre. Recordó, que eso le hicieron a él, era como retroceder el tiempo - Mi bebé, tiene quien la proteja-
-Héctor, como Padre de Jessenia, te agradezco los sentimientos a mi hija, me has demostrado ser un joven recto y de buena familia . Pero, en este caso no te puedo ayudar, es ella quien tiene que elegir, como mujer independiente y segura. Si eres el elegido, serás bienvenido, si no es así seguirás siendo nuestro amigo- Terminó Mauricio.
Jessenia agradecía en su interior que papá la sacara de ese bochorno.
-Héctor, me siento halagada por tu declaración, pero creo que no es el momento oportuno. Nuestras familias se están conociendo. Y sobre nosotros, esa conversación debe ser entre tú y yo no debemos involucrar a los demas-
-¿Por qué me dices eso Jessenia? Antes te hablé sobre esto- Se traga su molestia poniendo su mejor cara.
-Tambien, te dije que solo te aceptaba, como amigos nada más-.
El ambiente se volvió tenso.....
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Comments
Diana Porteliz 😘
esooo así es mi Jes! no te dejes, hazlo pisar tierra!
2022-10-19
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