9.- Como el mar y el cielo

Calmada Jessenia le dice- Héctor por favor, no me gusta que quieran ponerme trampas o acorralarme, te lo dije antes- continúa seria - Me gusta la libertad de elegir, tú y yo somos amigos nada más.

Además, tienes novias y no quiero que me digan rompe relaciones- Se le ocurrió de repente, la excusa perfecta, es que ni ella se entendía. -¿Qué era lo que su cerebro planeaba? De repente no lo quería cerca.

-¿Quién te dijo eso?- Increpó él. Se sintió descubierto.- No tengo novia, soy libre como el viento-

- Leo revistas y a veces junto a mi hermana Verónica veo programas de chismes- Afirmó ella, aunque no era cierto.

-Parece que no estás actualizada en noticias, soy libre, porque estoy detrás de alguien en serio, para toda la vida.- Puso su mejor expresión -Si no fuese así no te habría invitado a lugares públicos- Héctor esta perdido, no se imagina lo que realmente pasa por la cabeza de la chica.

Y para completar la confusión de ella, en ese momento Eduardo se les acerca sonriendo, lo que molesta a Héctor, que ve interrumpida su charla de cortejo y queriendo solucionar el impase momentáneo que se dio entre ellos.

-Hola chicos. Jessenia ¿cómo esta pasando? ¿Le gusta la reunión ? La joven se voltea encontrándose de frente con él, siente nervios, lo que no comprende

- Ho...hola Eduardo- Aprieta sus puños para evitar sonrojarse- Si está bien, es la primera vez que me animo a venir y me ha gustado- Tomando un sorbo de vino de su copa

-Si esta animada, aunque más parece reunión de casamenteros- dice Eduardo.

-Asi parece, ví que ya esta funcionando para usted- lo dijo mirándolo directamente.

Eduardo captó esos ojos de reclamo y sonrió, le gustó ese tono con que habló.

Héctor no se dió cuenta de su intercambio de miradas , estaba distraído con algo del salón y dijo en forma despreocupada.

-Desde aquí, se te veía muy animado en la conversación con Amparo Durán, que siempre ha botado babas por ti, se le nota-

-¡Que va! no es mi tipo, no me gustan frívolas yo prefiero una mujer segura de si misma que no se deje deslumbrar fácilmente- dijo Eduardo tomando un trago de whisky , que antes le dió el valor para acercarse a ellos.

Héctor quería estar a solas con Jessenia pero Eduardo se instaló a su lado conversando animadamente con ella, lo que lo molesto mucho.

-Este par, de cuando acá tan conversadores y tanta confianza- pensó, pero no sospechó más allá de que eran amigos. Claro hasta ese momento los tres eran amigos.

No comentaron nada a Héctor de su visita a la playa del día siguiente y menos lo del centro comercial. Se convirtió en su secreto.

Cada uno tenía su guerra interna, Eduardo recordó que se había dicho a si mismo que no iría por nada del mundo, pero al tenerla al frente todas sus convicciones se fueron a la borda y su voluntad tambien , se dijo que sería solo una escapada con una amiga y ya.

Jessenia por su lado, estaba en las mismas. Sabía que no era buena idea, pero...¿qué le pasaba? nunca había hecho algo que pusiera en duda sus decisiones.

-Ya regreso, mi papá me llama- dijo Héctor.Esperenme aquí, ya vengo- Fue a reunirse a un grupo de inversionistas.

-Eduardo, quería saber sobre la ida a la playa- Carrazpeo nerviosa- No sé si cuento contigo aún - Dios Jessenia, ¡qué atrevida te has vuelto!- pensó de si misma.

Eduardo giró y la miró directamente- ¿Aún no cambias de idea? La verdad no sé si pueda cumplir, se me presentó un inconveniente de última hora- Habría jurado que vio decepción en su cara.

-Ah, ya veo, no importa. Igual iré, sola-

-Puedes invitar a alguna amiga o amigo, a Héctor le encantaría ir- lo dijo para probar su reacción.

-NO!!! No se te ocurra decirle- Alzó su voz un poco alterada.

-¿Por qué? Veo que se llevan muy bien- lo dijo con mala gana.

Tomando otro sorbo de vino ella dijo- Hay lugares, que sólo se comparten con un solo tipo de personas-

-Si me vieras Evelyn me alzarías un like- Pensó. Mirando su copa siguió pensando -"Gracias vinito"- Le atribuyó el valor repentino de atreverse a tanto.

-Llegué. ¿De qué hablaban tan animados? -Desde allá los veía que dialogando algo serio, cuentenme para compartir el tema- dice Héctor .

-Hablabamos de la playa y lugares especiales- Jessenia lo dice con intención de molestar a Eduardo. Él se queda inmóvil, pensando que iba a decir algo de más.

-No me digas que te gusta la playa, que te parece si te invito mañana- dice Héctor, sin notar la tirantes de los dos.

- Gracias, pero no puedo ir mañana. Tengo una cita a otro lugar-

- ¿Cita? ¿Con quién?- Juntando la cejas sin disimular su enojo, Héctor pone una carota.

-Con mi mejor amiga. Ya sabes cosas de chicas- Mintió descaradamente. -¿De dónde salió esa Jessenia?-. No reconocía esa nueva versión de si misma -Mejor me despido o este vino me hará decir algúna tontería- Siguió pensando.

-Te llamo mañana Jessenia, que pases bien. Cuidate- Se despide Héctor primero, luego Eduardo que se había quedado mudo hasta ese momento.

- Adiós Señorita. Morante, cuidese-

-Adios, señor. Sotomayor, ojalá nos podamos ver pronto y no piense mucho- despidiéndose de Eduardo.

-¿Qué quiso decir con eso de pensar, Eduardo?

-Yo ¿Qué sé? Tonterías que comentamos antes, ya sabes las mujeres son todas iguales. Hablan y hablan- Desvía su atención.

Después de una hora al fin se marchan Jessenia y Mauricio. No lo pudieron hacer antes, ya que entre presentaciones no llegaban a la puerta.

Tras darle los pormenores a su mamá y a su hermana se despidió para ducharse e irse dormir.

-"Hasta mañana Señor Sotomayor, si te decides pasas por mí a las 9 de la mañana"-

Mirándose al espejo hablaba sola- ¿Qué es eso Jessenia? no te reconozco, nunca te has atrevido a tanto o mejor dicho a nada fuera de lo normal . ¿Qué está haciendo Eduardo Sotomator contigo?- Una atrevida -Sonríe cayendo de espaldas sobre la cama.

Al otro lado del teléfono un Eduardo sonriente y feliz sólo lee el mensaje.

-¿Qué hago contigo? ¿Así serás con mi hermano? -

-No creo, aunque no sé lo que quieres conmigo. Seguro, volverme loco.-

☆☆☆☆

-¿Cómo qué te vas de paseo Jessenia? Tenía planeado un día de chicas- dice Verónica con pucheros.

-Mañana hermanita, te prometo estar contigo todo el día-

- Jessenia hija a ¿dónde vas?- Dice extrañada su mamá, al verla en short corto, camiseta y sandalias , era raro ver a su hija con ese atuendo nunca le gustó....solamente. -Te vas a la playa.¿ Con quién? -

-Dejen a mi niña tranquila, después de trabajar tanto necesita hacer otras actividades - dice Mauricio, haciéndole ademanes con la mano para que se marche.

-¿Quién quiere mañana de cine en casa y tarde de piscina? - Les pregunta papá, para desviar la atención en Jessenia.

-Nosotros- gritan los gemelos

Ella le lanza un beso y sale rápido de la casa. Sin darse cuenta que aún faltan 15 minutos antes de la hora que le dijo a Eduardo. Se sienta en una banca del jardín.

-¿Vendrá? Tal vez si tenga muchas cosas que hacer, mejor voy sacando mi Jeep y me voy sola nomás. Día de relax, total él se lo pierde. Mejor que no venga así no me meto en líos con esos hermanos-

Seguía hablando sola, ya dentro de su carro al prenderlo le llega un mensaje y al leerlo sonríe.

-Estoy afuera con su carruaje Señorita Morante-

Apaga el carro, siente la adrenalina y corre como una adolescente, que teme ser pillada por su mamá.

Eduardo la espera con la puerta de su carro abierta, ella ingresa en forma apresurada. Dentro se saludan, él la ve tan diferente parece una muchachita con ese atuendo. Y esos cachetes rojos que le dan ganas de besar, pero no se atreve a hacerlo.

Arranca el carro y salen rumbo a un día lleno de incertidumbre.

-Disculpa mi entrada apresurada, no quería darle tiempo a mi madre de preguntar-.

-Por lo qué veo en tu casa no saben que vas conmigo a la playa-

-Si, es cierto. Lo que pasa es que mi familia aveces es un poco intensa , no quisiera que te hagan sentir incómodo-

Esto lo hizo sentir fuera de lugar y sintiéndose molesto. -¿Por qué no quería que los demás supieran que saldrían juntos?-

-Vaya, entonces se parecen a la mia- sonrió - Yo tampoco dije donde iba, así que estaremos de incógnitos ¿que te parece? Nuestra primera aventura juntos-

Ella sonrió de buena gana, se sentía libre. Escucharon y cantaron a dúo música de rock latino durante todo el viaje su primera coincidencia en gustos.

Llegaron dos horas después, se estacionaron en un sitio alejado de zonas exclusivas. Cuando bajó ella del carro, corrió a ver de cerca el mar, lo que a él le pareció sublime, sacó su telfono y le tomó una foto, la guardó en favoritos. La observó nuevamente y ve como se saca su camiseta quedándose en su short aún puesto y su pieza de bikini arriba, un sombrero en su mano derecha, sus brazos extendidos completamente exhalando la brisa Marina -Qué cuerpazo- Le sale de forma espontánea de su boca, reprendiéndose el mismo -Deja de decir tonterías, Eduardo, ella es tu amiga nada más-

Jessenia voltea a mirar hacia atrás y ve a un sexi Eduardo parado observándola. Al ver detenidamente como las chicas se lo quieren comer con los ojos, se acerca y lo toma de una mano. Aunque no lo quiera admitir sintió cosquilleos en el estómago. ¿Celos? - sacudió la cabeza y se prohibió pensar así.

-Ven Eduardo, que te parece ver desde aquí el mar y el cielo juntos, siempre me ha parecido algo romántico. Aunque sé que nunca se juntarán quiero creer que en algún lugar, lo hacen y pueden amarse libremente-

Ya en ese instante, él estaba atrás de ella abrazando su cintura lo que la sorprendió.

Este hombre haciendo esto y su cerebro embobado no le hizo darse cuenta a tiempo. No sabía si él lo hizo inconscientemente o lo planificó, pero ella seguía descubriendo cosas como que...con Eduardo no estaba prevenida ni tomaba precauciones como con los otros hombres que se acercaban a ella.

-¿Qué le estaba pasando?

Se dió un sacudón mental, ingresó al agua y comenzó a patearla a Eduardo, mojandolo, lo que hizo que corriera hacia ella. Jessenia ya prevenida no se dejó y corrió fuertemente para no dejarse alcanzar , claro que con su resistencia no duró mucho en igualarla, él no quiso que ella se asustara y se reprimió las ganas de abrazarla.

Alquilaron una carpa y dos sillas, compartieron bloqueador, se bañaron toda la mañana como dos niños que nunca han ido al mar.

-Sabes me encanta el mar, desde que regresé es la primera vez que vengo, gracias por querer compartir este día conmigo- Dice ella.

-¿Por qué gracias? a mi también me gusta.-

-Otra cosa que nos gusta- Sin querer queriendo ella va investigando cosas nuevas , nunca ha sido curiosa y no sabe porqué este hombre despierta la necesidad de saber más sobre su vida !

-Me imagino, que vienes mucho con tu novia-

Él sonríe, ya que nota que es la segunda vez que ella le hace esa pregunta.

-No, no tengo novia desde hace tres años, me gusta más la soledad a menos que me guste la compañía, como ahora. Además estoy esperando la indicada-

-Qué bien, dos solitarios juntos, me agrada- lo dice sonrojandose .

Eduardo se dió cuenta de que ella quería coquetear con él, le pareció tierno. Se notaba que le costaba esfuerzo y se sentía avergonzada.

La agarro de la mano - Vamos sigamos bañandonos antes de ir a comer- El descubrió que ellos se parecían en su comportamiento . No eran personas que dijesen fácilmente sus emociones eran más bien reservados.

Con su pensamiento hecho un lío. -Muchachita, no quiero equivocarme, ni ilusionarme. Tranquilo Eduardo recuerda, no olvides a tu hermano, que diría si se entera de que andas de paseo con quien quiere para él- Su conciencia lo condena.

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